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CAPÍTULO XIV: SCORPIUS SANE

PUNTO DE VISTA DE JACOB MCQUOID:

Unos cuantos años atrás...

Por fin, por fin me sentía libre de ser quien yo quisiera, había comenzado mi aventura seis días atrás y ahora me encontraba frente al lugar emblemático que había fundado Truthtbelly, frente a mi estaba el mágico castillo de Alnwick o más conocido para nosotros como el Instituto Mágico de Mexerth, el hogar para todos aquellos que sabían que no pertenecían a este mundo, que sabían que por sus venas corría sangre no humana o mundana, por fin podía empezar de nuevo una vida sin preocupaciones, llegar había sido una travesía y algo complicado a pesar de tener un mapa, eso por no mencionar las bestias salvajes y seres de otras especies que tuve que enfrentar hasta llegar aquí.

-Por fin seré alguien-. Hablaba emocionado mientras desenvainaba mi espada y Jawzahr  subía a mi hombro, estaba decidido a aumentar más mis poderes, a ser un Hechicero Supremo único en mi clase.

-Siempre has sido alguien Jacob, solo que aún no habías explorado a fondo a tu familia-. Lo miré con una ceja levantada mientras me preparaba para enfrentar las siete pruebas de Truthtbelly, solo así podría entrar al Instituto y ampliar mi conocimientos sobre este mundo, quería saber más de lo que Ramsey me había enseñado, comencé a caminar cuando un dragón mediano me bloqueó el paso, rugió sin botar fuego. -Vaya, parece que al fundador no le gustan las cosas sencillas-.

-Esto va a ser más difícil de lo que creí-. Le di una vuelta a mi espada antes de correr deliberadamente a la boca del dragón, este comenzó a atacarme y a lanzar fuego,  trataba de herirlo con mi espada pero era astuto, así que decidí fusionarme con Jawzahr para enfrentar al dragón, sin embargo al verme simplemente agachó la cabeza y volvió a su cueva, regresé a mi forma humana para seguir caminando, aún faltaba mucho para llegar a las entradas del castillo, una especie de caldero enorme apareció frente a nosotros, era una prueba de Alquimia en la cuál debía identificar ciertos metales y pociones, lo logré gracias a la astucia de Jawzahr.

Después de eso tuve que resolver unas preguntas de Astronomía, ayudar a un animal indefenso, levitar para no pisar el puente de tornillos, combatir una especie de guerrero de piedra y revivir una planta, había llegado por fin a las puertas del enorme castillo, pero no era el único que había llegado al castillo, un señor de gran estatura con lentes de fondo de botella, vestido con un traje militar al estilo escocés con gorro incluido, aquel hombre era el creador de este instituto y esperaba a las demás personas que habían llegado.

-Bienvenidos seres de todas las especies, a su hogar-. Una oleada de aplausos por parte de los estudiantes que estaban reunidos en el patio y los líderes del instituto aclamaron a su director y creador. -Ahora por favor fórmense en una línea para escribir sus nombres, después procederemos con la selección de fraternidades-. 

-Un poco extraño, ¿No te parece?-. Me preguntó un chico de cabello negro corto, sus ojos bicolores, bajo sus ojos tenía unas extrañas marcas y uno de ellos era azul mientras que el otro marrón, vestido completamente de negro que me había tocado el hombro. -A pesar de que es mágico este lugar, aún tiene sus misterios según cuentan mis antepasados-.

-Así es, pero será fascinante estar aquí-. Respondí, todos los que estábamos ahí obedecimos la orden y creamos la lista, nos sumimos en un silencio y al cabo de un rato unos caballeros se encargaron de traer una estatua pequeña con forma de dios antiguo, eso me extrañó porque no sabía para qué era. 

-Antes de esta selección presentaremos a las fraternidades del Instituto, en primer lugar reciban a la fraternidad de Fefnir y a su líder Fenrir Finningan-. Dos filas una de chicas que vestían con una falda roja, blusa negra con puños rojos, corbata, medias grises y zapatos negros; lo mismo los hombres solo que ellos llevaban pantalón rojo, movían sus espadas y frente a ellos se encontraba alguien vestido como caballero portaba una bandera con colores rojo y negro con un dragón.

-¡Arriba el dragón de Fefnir!-. Gritó ese grupo en compañía de su líder, otra loleada de aplausos inundó el patio del castillo, después el director anunció a otra fraternidad de nombre Midger los cuales salían en parejas con las chicas (vestidas con un vestido enterizo negro con bordes verde y blanco, corbata verde y zapatos verdes con bordados blancos) y los chicos (que vestían un elegante traje negro) caminaban con algo de superioridad, después salió su líder en medio de ellos, vestía algo medieval y oscuro, además llevaba un bastón algo elegante y particular.

-Ese de allí es Magnus Moore-. Me habló de nuevo el chico de ojos bicolores señalando al líder de la hermandad que tenían una bandera verde con blanco con símbolos de agua y serpientes, los miré detalladamente, tenía una sonrisa algo engreída dejando a la vista sus colmillos. -Según los libros de historia mágica y mis antepasados, son conocidos como unos refinados-.

-Ya veo, eso explica el porte que tienen-. Después de ellos salió un grupo de mujeres vestidas con sastre completamente negro que tenía líneas grises con camisa gris debajo, falda negra y después de ellas salieron los hombres en los cuales pude notar que tenían un rostro serio y miraban con aire retador a los de la fraternidad de Midger, hasta donde Jawzahr me había contado y mostrado esas dos fraternidades se odiaban, gritaron con todas sus fuerzas "Urman" mientras sacudían su bandera gris con negro. 

Al cabo de unos instantes se siguieron presentando las otras fraternidades: Makara (cuya bandera era amarilla con gris), vestían con chaleco gris, pantalón y falda amarilla respectivamente, Trisquel (cuya bandera era azul con amarillo) vestían con trajes como los de una flota estelar de Star Trek, el azul era para los hombres y el amarillo era para las chicas; Slay (cuya bandera era negra y con un fénix dorado) que todos vestían de negro y por último Wendolin (cuya bandera era café con negro) y vestían como los elfos antiguos, después de eso los líderes se pusieron al frente mientras los estudiantes tomaban asiento rodeándonos a todos.

-Ahora que ya conocen las fraternidades, procederemos a seleccionarlos en la que el Dios Antiguo les asigne, por favor pase el frente: Antich Aberdeen-. El chico rubio que pasó al frente y esperó a que la estatua lo seleccionara, de la boca de esta botó unos polvos color gris y negro acompañado de una carta con el animal representativo de la fraternidad. 

-¡Urman!-. Gritó la estatua y la fraternidad estalló en alegría listos para recibir a su nuevo compañero, la selección siguió así, la fraternidad que recibieron pocos miembros fueron Wendolin y Slay, de un momento a otro la voz del director se volvió a alzar.

-Scorpius Sane-. El chico de ojos bicolores se levantó con paso firme al centro del patio al estatua lo pensó un momento, se debatía si enviarlo a Midger o Urman hasta que decidió  expulsar polvo negro y la carta par luego gritar "Slay" e irse con los que estaban vestidos de negro. -Nuestro último alumno, Jacob McQuoid-. Suspiré antes de caminar al centro y esperar para saber a qué fraternidad me enviaba, podía sentir como todos estaban pendientes de la decisión de la estatua, en especial Scorpius me me miraba con demasiado interés.

-Veo que eres alguien decidido, alguien digno de llevar un título de caballero, digno de entrar a Fefnir, sin embargo tu destino es otro... Así que te pondré en ¡Slay!-. Soltó el polvo con la carta, de inmediato mis compañeros de fraternidad me recibieron con aplausos y hurras, cerraron la ceremonia y comenzaron a hacernos el tour por el enorme castillo, nos enseñaron los salones donde tomaríamos cada clase más el patio donde tendríamos nuestras clases de Combate, cuando cayó la noche y después de habernos vestido acorde al código de vestimenta tanto del Instituto como de cada fraternidad, acudimos al comedor para el banquete de bienvenida y después cada quién se fue a su torre guiado por su líder, en nuestro caso...

-Mi nombre es Simeone Sinclair-. Comenzó hablando nuestro líder golpeando con un puño la mesa, vestía una gabardina militar con algunos bordados de cuero algo larga, pantalones de terciopelo algo ajustados, botas militares con tacón medio, camisa gris con cuello blanco. En cuanto a su aspecto físico tenía el cabello corto de color cobre y sus ojos eran color miel. -He liderado esta hermandad por muchos años y no soy una persona de dar discursos motivacionales, sin embargo solo quería decirles que no toleraré cualquier estupidez que manche el nombre de mi hermandad, de una vez les advierto que no soy alguien que dé segundas oportunidades... A menos que me demuestren un por qué valido, ahora vayan a dormir futuros hechiceros y hechiceras del fénix-. 

Al día siguiente, caminaba con mis cuadernos, entusiasmado por aprender otra cosa que no fuera la típica teoría de la relatividad o historias sobre las grandes guerras, no... Eso había terminado tan pronto dejé esa vida atrás; ahora me encontraba en un lugar donde tengo la certeza de que puedo liberar más poder, ser alguien en la vida y conseguir lo que siempre quise, lo más importante era que contaba con el apoyo de Jawzahr, llegué al aula pero estaba algo perdido, teníamos Hechicería con el profesor Cameron.

-Mierda, voy a llegar tarde, este castillo es enorme-.

-¿Estás perdido?-. De nuevo escuché la voz de Scorpius detrás de mí, estaba vestido con una camisa gris tirando a negro, chaqueta de cuero negra, pantalón negro y botas góticas negras y leyendo algún libro de hechizos que sujetaba con sus manos enguantadas.

-Bueno yo...-.

-Has pasado dos veces frente al salón-. Dirigí mi mirada al cartel y claramente pude ver el nombre del profesor y la asignatura que impartía, me sentí un completo imbécil. -El maestro aún no llega y estás de suerte, llegaste cinco minutos antes de la clase-.

-Gracias a los dioses, y gracias...-. Hice una pausa mientras miraba el cuervo que tenía sobre su hombro, me parecía extraño pero fascinante. -¿Es tu mascota?-.

-No la verdad-. Le lancé una mirada de confusión mientras él cerraba su libro y entrábamos al aula, nos sentamos en una de las esquinas del frente. -Era de mi mejor amigo Jeremy...-. Pude ver como y a pesar de que trató de ocultarlo,  lo noté triste, iba a decir algo más cuando llegó el maestro; nos indicó que abriéramos nuestros libros en la página 11 para ver el tema de hechizos simples, de vez en cuando nos lanzaba preguntas que Scorpius contestaba, pero después vino lo más interesante de la clase: practicar esos hechizos, pude notar que algunos de las otras fraternidades eran algo torpes en eso, después salimos a nuestra clase de Botánica que solo nos tocaba compartirla con la fraternidad de Trisquel.

-Buenos días caballos y fénix, bienvenidos a la hermosa clase de hoy-. La maestra, que era algo joven y entusiasta nos dirigió una mirada a todos, después comenzó a hablarnos sobre cómo había nacido esta rama de estudio, también hacía preguntas que ahora las respondían en su mayoría los de la otra fraternidad, debo admitir que mis conocimientos en esta área no son tan buenos. Salimos a la hora libre reglamentaria a almorzar, y me ubiqué en una de las esquinas alejado de los demás, pensaba que una vez finalizadas las clases podría buscar un sitio desocupado para poder practicar con mi espada, cuando escuché pasos detrás de mí.

-Jacob-. Era Scorpius, pero no entendía por qué me estaba siguiendo, tenía la bandeja de su almuerzo. -¿Puedo sentarme aquí?-.

-Ah, si claro no hay inconveniente-. Se sentó frente a mí para disfrutar su almuerzo, estuvo callado un buen tiempo antes de mirarme fijamente para hablar. 

-Y bien, ¿Por qué casi no hablas?-.

-No tengo con quién hablar, además no tengo muchos amigos y...-. Pensaba en contarle sobre Kendall, pero deseché la idea, estaba en una nueva vida y necesitaba nuevos aliados, tristemente él era parte de mi pasado. -Y como verás no soy muy sociable-.

-De acuerdo, me pasa lo mismo-. Se quedó callado, creo que su mente recordó a Jeremy, quise preguntarle quién era pero creí que eso sería invadir su privacidad, si él en algún momento quería hablar de ello esperaría pacientemente, me estiró su mano enguantada. -Entonces Jacob, ¿Amigos?-.

-Claro que sí-. Le estreché la mano y seguimos tomando nuestra merienda, seguimos así toda la semana: Nos sentábamos juntos en clases, caminábamos por el castillo hablando del mundo mágico hasta que un día después de clases, decidí ir a buscar un lugar para entrenar tranquilo con mi espada, obviamente Scorpius iba detrás de mi.

- ¿A dónde vamos?-. Me tomó por sorpresa la pregunta, sin embargo le hice señas de que aguardara y seguimos caminando. -¿Sabes?, no puedes pasearte por el castillo con tu espada, está prohibido-.

-Gracias por la recomendación Scorpius, aunque no lo entiendo...-. Scorpius me miraba con algo de interés. -Si se supone que todos tenemos armas, ¿Por qué no podemos usarlas?-.

-No es que no podamos Jacob, es que durante los primeros años aprendemos más cosas de defensa y manejo de poderes, después si se pueden empezar a usar armas y hacen simulaciones de batallas reales entre fraternidades-. Eso me tomó por sorpresa, ahora debía ser muy meticuloso para llevar la espada a mi habitación, si quería ser alguien más poderoso de lo que ya era, sin embargo había algo que comenzaba a rondar mi cabeza: 

¿Qué estaría haciendo mi hermano ahora?, si él hubiese venido conmigo y no se hubiese quedado con esa mundana los dos o bueno, los tres seríamos imparables (porque ya consideraba a Scorpius un amigo), sin embargo él se quedó con ella, por ir enfrascado en mis pensamientos choqué contra alguien y caí en algo duro, lo miré pero devolvió la mirada con desprecio.

-Ah, es un novato sin importancia-. Los otros compañeros de la hermandad de Midger soltaron una carcajada, tanto Jawzahr como Ramsey me habían dicho que esa fraternidad aparte de ser algo exclusivista era también algo longeva, me levanté del suelo mientras ellos se iban caminando con sus aires de superioridad, pude notar como Scorpius los miró con algo de ira.

-No te dejes intimidar por ellos, se creen importantes por la especie que son-.Me dijo algo serio y protector, lo último me inquietó pero después lo pasé como símbolo de amistad ya que a partir de ahora haríamos esto: Él me protegería y viceversa como solía hacer con Kendall antes de terminar aquí.

-Idiotas-. Dije mientras me sacudía mi "uniforme", seguimos caminando hasta que por fin encontramos un lugar no muy frecuentado. -Podríamos usar este lugar para reunirnos sin levantar sospechas, ¿Qué dices?-. 

-Me parece ideal-. Hizo una pausa examinándolo todo, asegurándose de que nadie nos hubiese seguido. -¿Qué planeas hacer Jacob?-.

-Aprender lo que más pueda en este lugar, así seré el Os nádarrach más poderoso que haya existido en la historia-. Vi como Scorpius sonreía con algo de suficiencia mientras asentía, creo que él también quería sentirse poderoso o mostrar su valía de alguna forma, comenzamos a poner en práctica lo poco que habíamos visto en esta semana, después de esto nos dirigimos a donde tendríamos nuestras clases de combate, esta era otra clase compartida con las demás hermandades, por suerte el castillo y el aula eran grandes.

-Bien, hoy comenzaremos con lo que es combate cuerpo a cuerpo, ahora pasen al frente Scorpius Sane-. Mi amigo con paso decidido al centro y adoptó una pose de batalla. -Brandon Knightfall-. Vi como alguien de la hermandad de Fefnir también tomaba una pose de combate y se dedicaban miradas de rivalidad. -Lo que harán es simple, deberán derribar a su compañero dos veces para ganar, ¡a combatir!-. 

Inmediatamente los dos se vieron involucrados en una pelea, Brandon corría hacia mi amigo con un puño levantado y gritando, sin embargo Scorpius fue más veloz y le agarró el brazo para hacerle una llave marcial y derribarlo en el suelo haciendo que se quejara de dolor, lo soltó y de nuevo el maestro dio la orden de combate, el chico otra vez lo atacó con sus puños hasta que en un momento Scorpius lo derribó barriendo sus piernas y levantándose inmediatamente con una sonrisa de satisfacción en la cara.

-¿Estás bien?-. Le preguntó a Brandon mientras le tendía una mano para ayudarlo a levantar, cosa que nuestro compañero agradeció en silencio.

-Un poco adolorido pero estoy bien-. Brandon le dedicó una pequeña sonrisa antes de sujetarse el brazo herido. -Eres un buen combatiente, rudo... Pero bueno-. Ambos volvieron a con sus respectivos compañeros, nuestro maestro siguió llamando a más estudiantes; en su mayoría los de Fefnir derribaban a sus oponentes con facilidad, en cambio los de la fraternidad de Midger eran algo sobre pasados en los combates a pesar de no ser tan buenos como los dragones, en un momento determinado el maestro me llamó con otro compañero de la fraternidad de los vampiros.

-Acabaré contigo, peliblanco-. Me aseguró mi rival mirándome retadoramente.

-No tienes esperanza de victoria-. Le respondí adoptando mi pose de batalla, al parecer mi rival creía que el combate solo era golpear al rival,  masacrarlo sin piedad, estaba muy equivocado porque a cada golpe que daba lo esquivaba con rapidez hasta que recordé la patada voladora que Ramsey me había enseñado y apliqué esa técnica contra mi rival derribándolo. -¿Revancha, mi pálido amigo?-. Le pregunté algo burlón mientras se limpiaba la sangre que le había salido.

-No soy tu amigo, asquerosa sabandija-. Me respondió antes de que de nuevo se abalanzara contra mí lanzando puños y patadas a diestra y siniestra, de un momento a otro desvié sus golpes para tomar impulso como si fuese a hacer una chilena y terminé golpeando a mi rival de nuevo haciendo que su cara se estrellara contra el suelo.

-Excelente técnica joven McQuoid-. Hice una pequeña reverencia antes de retirarme, después de unos cuántos combates más, salimos a nuestra hora libre y como de costumbre estaba con Scorpius en hablando en nuestro lugar de siempre, una pregunta rondó por mi mente.

-Hey Scorpius-. Él me miró con una ceja arqueada. -¿Te has preguntado alguna vez si hay alguna manera de adquirir más poder?-.

-No mucho, ¿Por qué la pregunta?-.

-Quería saber si te gustaría tener una aventura en el Instituto, para ser los alumnos más preparados y poderosos de toda la historia-. Me quedé esperando a que Scorpius respondiera, noté cómo dudó un poco antes de responderme asintiendo, así comenzaría nuestra búsqueda secreta para mejorar nuestras habilidades, debíamos ser muy cuidadosos si queríamos lograr nuestro objetivo, seríamos algo más que simples estudiantes y seres mágicos.

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