CAPÍTULO XIII: UN NUEVO RUMBO
*Este capítulo es continuando con el punto de vista de Kobus, pero narrado desde la autora*
INSTITUTO DE MEXERTH:
El dueto de Slay, luego de haber encontrado el libro más peligroso y poderoso que Truthbelly pudiese haber dejado "oculto" en la escuela, iban tres veces a la semana a dicho lugar para aumentar sus poderes y conectar más con su animal espiritual, cosa que a Scorpius se le complicaba un poco, practicaban combate con armas y mano a mano. Scorpius utilizaba una especie de báculo mágico que era reversible, el cual le permitía canalizar su magia y hacer uso de sus poderes ancestrales aprendidos de sus antepasados. Duraron un mes practicando y creciendo más a nivel mágico y espiritual, las marcas que Scorpius tenía en su rostro se habían vuelto más prominentes al igual que la marca que Kobus tenía en su antebrazo.
-¿Has escuchado los últimos rumores, Kobus?-. Le preguntó después de que hubiesen salido de la clase de Levitación de segundo año, una clase bastante aburrida en palabras del propio Kobus, a pesar de que era bueno y tenía un promedio respetable, admitía que prefería invertir esas dos horas de clase en algo mejor.
-Solo sé que se avecina una guerra sin precedentes-. Respondió como si nada sujetando la maleta con más fuerza.
-Así es, todo el mundo está preocupado porque creen que la historia pueda llegar a repetirse, que haya una segunda guerra de Mexerth-.
-Con más razón abandonaremos la escuela Scorpius-. Soltó simplemente mientras apresuraba el paso y dejando a Scorpius con sus pensamientos y estático, corrió para alcanzarlo.
-Espera-. Lo detuvo colocando una mano sobre su hombro, le hablaba en tono preocupado. -No estarás hablando enserio, ¿Verdad?-.
-Scorpius-. Se volteó para verlo y apoyarle una mano en el hombro. - Ya hemos despertado bastantes poderes, no necesitamos más teoría porque ya tenemos la fuente del poder absoluto-.
-Te equivocas porque según el libro hay más lugares mágicos y mientras estemos en la escuela no podremos ir a esos lugares o acercarnos al pasillo-. Scorpius pensaba: "O soy muy estúpido o muy ingenuo como para hacer caso a las sugerencias de Kobus".
-Ya me estás entendiendo mi amigo, después de la clase y en la noche, buscaremos el libro y nos iremos para siempre de la escuela-. Doblaron una esquina para subir a la torre más alta del Instituto. -Y a partir de ese momento buscaremos las fuentes de poder en Escocia, y nadie podrá detenernos en medio de la guerra-.
Si bien el libro a pesar de ser exclusivamente de magia negra o una guía completa al ocultismo, también era una guía de magia avanzada y por eso el director lo había "asegurado" en un pasadizo secreto, con la esperanza de que nadie los encontrara, en la noche cuando creyeron que todos estaban dormidos, Scorpius y Kobus bajaron a hurtadillas y salieron con sigilo de la torre, pero ninguno contaba con que Simeone Sinclair iría tras ellos, ya que desde hace tiempo sospechaba de comportamientos extraños por parte de los que consideraba los mejores estudiantes de su fraternidad, al cabo de un rato habían llegado y entrado al pasillo.
-Mis temores eran ciertos y mi instinto nunca falla-. Susurró antes de sacar con sutileza una carta metálica y desplegar otras tres como si fuese un abanico, por otro lado el dueto entró para tomar el libro cuando las antorchas se prendieron y una carta pasó justo en medio de los dos clavándose en la pared, voltearon a ver a su líder y se pusieron en guardia.
-Demonios-. Simeone comenzaba a caminar hacia ellos con aire retador mientras jugaba con sus cartas, disimulaba para que no sospecharan que estaba leyendo su mente, un don especial que toda la familia de apellido Sinclair tenía, además del manejo o lanzamiento de armas o kunais.
-Vaya vaya Sane, ¿Qué pensarían tus antepasados o tu mejor amigo si les dijera que te has incursionado en la magia negra?-. Scorpius solo bajó la cabeza algo resignado antes de soltar un gruñido, había tocado una parte dura y delicada de su pasado. -En cuanto a ti Jacob, me asombra que usaras tu inteligencia y tus dones para violar las reglas e irrespetar a la noble fraternidad de Slay, tu madre estaría decepcionada o tu hermano... ¿Qué diría?-. Kobus lo miró amenazando con que sus ojos cambiaran a la tonalidad que adquiría después de practicar con el "Dark Magic Book" o DMB como decían ellos en código. -Ahora los tendré que llevar ante el director-.
-Scorpius, coge el libro y sal de aquí-. Su mejor amigo asintió y corrió hacia el libro tomándolo, pero Simeone lanzó una de sus cartas hacía él rozándole la mejilla, al instante Kobus le lanzó una ráfaga de magia pero alcanzó a bloquearla con sus antebrazos, aquello solo era una distracción para que Kobus adoptara su otra forma, sacara su espada para atacar a su líder y Scorpius pudiera salir con el libro dado que casi marea a Simeone, había dejado a Scorpius fuera de su ángulo de visión y poder.
-No escaparán tan fácil-. Dijo antes de lanzar cuatro cartas a Kobus pero él las destrozo con su espada antes de sonreír de lado e invocar una ráfaga de fuego frío (fuego y agua combinados que parecían hielo) para lanzarla a Simeone quien solamente tuvo que rodar para esquivarla y hacer varias acrobacias. -Rayos, es bastante poderoso-.
-¿Es mucho poder para ti, líder?-. Le dijo Kobus en tono retador, él salió corriendo con cuatro cartas en cada mano antes de comenzar a lanzarlas hacia Kobus y Scorpius que había hecho ruido captando la atención de Simeone que no dudo en atacar, en el caso de Scorpius invocó un escudo protector con su báculo que destruyó las cartas, miró su mano derecha.
-Ah, solo tengo tres oportunidades-. Simeone cerró los ojos mientras se resguardaba en una columna y llevaba una de sus manos a la cabeza, trataba de percibir a Kobus con sus poderes de telépata, no estaba muy lejos de él así que lanzó una carta que esquivó como si estuviera haciendo limbo, de nuevo se concentró en percibirlo y lanzó la segunda cuchilla que fue desviada con una patada voladora. -Vamos, esta tiene que ser la de ganar-. Una última vez hizo uso de sus poderes antes de correr y arrojarle la carta pero en lugar de moverse o agacharse, detuvo la carta con la mano permitiendo que esta quedase en medio de su índice y corazón derecho, comenzó a sangrar levemente.
-Creo que sus oportunidades se agotaron señor-. Le habló de nuevo con esa voz espectral antes de bajar la mano con la carta y acercarse a él, Simeone lo miró fijamente antes de adquirir una pose de lucha, la sangre de su mano comenzaba a caer en grandes cantidades, pero eso parecía no importarle. -Debería rendirse profesor, no tiene oportunidad alguna contra mí-.
-Es magia muy avanzada y pelogrosa, eso no les hará ningún bien a ustedes-. De nuevo trato de lanzar un golpe hacia su alumno, pero Kobus mientras tenía una mano detrás de él en la espalda y con la otra detenía los golpes de su líder hasta que lo empujó con un golpe en su estómago, Simeone se quejó tratando de levantarse pero Kobus lo sujetó del cuello. -Siento hacer esto profesor, pero es por nuestro bien-. Lo soltó hasta que Simeone dejó de forcejear, lo soltó y salió para encontrarse con Scorpius que estaba guardando el libro en su mochila.
-Y bien, ¿Qué hiciste con nuestro líder?-.
-Digamos que lo mandé a dormir-. Scorpius lo miró con los ojos bien abiertos mientras Kobus volvía a su forma original. -Temporalmente, claro... No soy un sádico asesino-.
-Me alegro, solo que tenemos un problema-. Kobus lo miró con interés mientras se escondían de los guardias detrás de una columna. -Aún debemos encargarnos de los guardias, solo que no sé cómo hacerlo-.
-Mira y aprende Scorpius-. Le dijo antes de cambiar su aspecto por uno como el de Simeone y caminar hacia los guardias bajo la mirada confusa y atenta de su mejor amigo. -Buenas noches caballeros-.
-Profesor Sinclair, ¿Qué hace por aquí a altas horas de la noche?-.
-Buscaba a alguien que me pudiese ayudar con algo muy serio-. Hizo una pausa dramáticamente mientras llevaba sus manos a la espalda para hacerle señales a Scorpius de que fuera avanzando lentamente a la salida y otra a su pecho. -He descubierto a unos estudiantes quebrantando las normas en uno de los corredores de allí, avisaría al director de no ser porque debería despertarlo, si fueran tan amables...-.
-En seguida señor-. Le respondieron los dos guardias antes de salir corriendo con sus lanzas hacia el camino que Kobus les enseñaba un corredor cualquiera, después de perderlos de vista volvió a su forma habitual antes de sonreír de lado, Scorpius lo miró de reojo mientras pensaba "Maldito metamorfo". -Idiotas-.
-Eso fue increíble y aterrador-. Mencionó mientras salían como si nada por las enormes puertas del Castillo y riendo.
Después de esa noche no había rastro alguno de los chicos, llamaron a todos los estudiantes a reunirse en el Gran Salón, si habían profesores estrictos y con un carácter horrendo, cabía mencionar que Simeone Sinclair tenía ganas de descargar toda su ira contra quien fuera, tenía ganas de castigar a su hermandad por culpa del dichoso dueto que en algún momento consideró los mejores estudiantes de Slay, cosa que no volvería a mencionar o esperar de los estudiantes que tenía bajo su mando, también sentía que había decepcionado al director y estaba dispuesto a asumir el castigo correspondiente o la sanción necesaria, pero más que nada sentía que había decepcionado a su hermano mayor.
-Se preguntarán por qué los he citado aquí esta mañana-. Comenzó hablando Truthbelly mientras zigzagueaba entre las sillas de los estudiantes de las siete fraternidades, la mirada tanto del director como la de Simeone podían traspasarlo todo, ningún estudiante presente o maestro se atrevía a mirar directamente al director. -Me fue notificado por el profesor Sinclair que dos estudiantes de la fraternidad de Slay vagaban por los corredores rumbo al pasadizo prohibido y que lograron escapar por desgracia-. Algunos murmuraron pero se callaron de inmediato cuando el director pasaba por su lado. -Si alguien sabe algo sobre los actos de Sane y McQuoid de anoche, lo invito a que pase al frente... Ahora-. Ninguno dijo una palabra. -Bien, como nadie quiere hablar... Todos serán castigados por encubrir a sus compañeros-.
-Señor quisiera añadir algo-. Se adelantó Simeone caminando hacia Truthbelly con las manos en su espalda, callando a los estudiantes que habían comenzado a protestar. -Es mi culpa que los estudiantes se hayan escapado, señor-.
-Simeone, hiciste lo que pudiste para evitarlo, sin embargo no todos los estudiantes sienten respeto por las normas...-.
-Lo comprendo perfectamente señor, y quisiera asumir el castigo correspondiente-.
-Admiro tu sentido de responsabilidad y pertenencia con Mexerth, sin embargo la norma dice que por uno solo que incumpla alguna regla...-.
-Todos asumen la responsabilidad... Señor-. Finalizó bajando la cabeza y volviendo a su lugar, después de eso el director les ordenó a los estudiantes que se fueran menos a los de la fraternidad de Slay, los dejaría solos con su líder para que este les diera el castigo correspondiente a sus alumnos, Sinclair comenzó a caminar de lado a lado de manera casi frenética.
-Ah Simeone, olvidaba algo-. El líder abatido de la fraternidad lo miró a los ojos. -Debido a la falta gravísima por parte de los dos estudiantes, Slay será expulsada del torneo anual de fraternidades, el liderato ahora lo llevará Fefnir y suerte el próximo año-. Sin más se fue dejándolo con sus problemas, suspiró antes de hablar.
-Nunca creí que la fraternidad del fénix cayera tan bajo todo por unas... ¡Estupideces!-. Finalizó golpeando la mesa con fuerza y asustando a sus alumnos. -Ahora tienen miedo, pero cuando sus compañeros estaban actuando extraño o creando un complot para ir a ese lugar prohibido ninguno dijo nada-. Sacó una carta amenazadoramente antes de acercarse a sus estudiantes de manera intimidante, jamás habían visto tan histérico a Simeone. -¿Alguno lo sabía o los amenazaron para no decir nada?-.
-No señor, ninguno tenía idea de lo que tramaban ellos dos-. Como ya todos se habían levantado y las mesas estaban vacías, Simeone no tuvo problema alguno con apoyar las manos en una de las mesas y empujarla con toda la fuerza que su ser le permitió hasta que se estrellara y se hiciera añicos con la pared, volteó a ver a sus estudiantes de una manera más amenazante que al principio, tenía un temperamento detestable pero justificado.
-No me imagino lo que mi hermano Struan diría sobre lo bajo que ha caído la fraternidad que me dejó tras su muerte-. Hablaba mirando al techo como si el fantasma de su hermano pudiese escucharlo. -Seguramente me estuviera dando un sermón acerca de la responsabilidad y prestigio que representaba Slay para él, ¡Dio su vida por la fraternidad... ¿Y así le pagan ustedes, eh?!-. Su pulso había aumentado y su respiración era agitada, desplegó la carta que había sacado amenazando a sus estudiantes. -Tienen diez segundos para desaparecer de mi vista y tengan por seguro que persona a la que encuentre merodeando fuera de la torre, pagará muy caro-. Un gruñido bastó para que sus estudiantes salieran despavoridos del Gran Salón...
BOSQUES DE ESCOCIA:
Kobus y Scorpius caminaban bajo un intenso sol, tenían las mangas recogidas y los brazos al descubierto, la camisas camisas a medio cerrar y una sed inmensa, sentían que en cualquier momento iban a desfallecer, llegaron a un enorme árbol cerca de un lago y se dejaron caer, habían caminado toda la noche y parte de la madrugada, Kobus se llevó la mano a donde estaba el escudo del fénix de Slay para quitarse la camisa, sacar una navaja y acercarla a donde estaba forrado el escudo.
-Creo que ya no necesitaré esto-. Dijo cortando poco a poco los hilos que pegaban el escudo a la camisa, cuando terminó, guardó la navaja y arrojó lejos el escudo bajo la atenta mirada de Scorpius, lo señaló antes de extenderle el cuchillo. -Tú también deberías hacerlo si quieres dejar todo esto atrás-.
-Como sea, ya no tengo un pasado digno -. Le respondió antes de casi raparle el cuchillo mientras su mejor amigo aprovechaba para recoger algo de agua y darse un baño, Scorpius simplemente comenzó a quitar el escudo mientras se sumía en sus pensamientos, sabía que Simeone tenía razón, ¿Qué pensaría Jeremy y el linaje de los Sane al saber que el último descendiente, les había dado la espalda por incursionarse en contra del principio mágico que tenían?, cuando terminó, guardó el cuchillo en uno de los bolsillos de su pantalón antes de imitar a su amigo y darse un baño renovador, cuando estuvieron listos comenzaron a hacer una fogata. -Tú quédate, yo iré a buscar algo para comer-.
-Está bien-. Respondió Kobus mientras aumentaba el nivel del fuego para que no se extinguiera, por otro lado Scorpius se debatía mentalmente si estaba haciendo lo correcto al haberse fugado con su mejor amigo, al que al igual que Jeremy lo comenzaba a considerar como un hermano que nunca tuvo, sin embargo su ser estaba dividido en dos: una parte de él quería dejarlo todo atrás y entregarse a pesar de que significara traicionar a Kobus, su otra parte se negaba a hacer lo anterior ya también sentía que traicionaría a Jeremy y la promesa que le hizo cuando eran adolescentes.
El sonido de las pezuñas de un alce llegó a sus refinados oídos, se posicionó detrás de un árbol antes de sacar el cuchillo, esperó el momento preciso para atacar al alce y cuando este iba a correr, Scorpius de una manera sorprendente clavó sus colmillos en el cuello del animal mientras que con sus garras aceleraba el proceso de debilitamiento, cuando el animal dejó de forcejear, tanto las marcas de sus ojos como las uñas y dientes volvieron a la normalidad, se agachó para coger el animal y ponerlo sobre su hombro, tan pronto llegó lo colocó en el suelo para comenzar a destriparlo. -Scorpius, ¿Te sucede algo?-.
-No, solamente estoy asimilando todo-.
-No tienes nada de qué preocuparte, Mexerth ya no existe en nuestra vida, ahora seremos los más poderosos-.
-Tienes razón pero olvidas un detalle-. Recalcó la última palabra antes de terminar de destripar el animal mientras Kobus lo colocaba en el palo para asarlo. -Se aproxima una guerra, genio-.
-Mi amigo, no hay nada que temer-. Sacó el libro de la mochila de Scorpius y lo alzó al cielo mientras sonreía de lado. -Mientras tengamos el DMB nadie ni nada podrá ganarnos, así que si hay una maldita guerra estaremos más que listos para enfrentar lo que sea-.
-Confió en ti, Kobus-. Dijo antes de agarrar una presa y llevarla a su boca. -¿A qué lugar debemos ir primero?-.
-Según el mapa debemos seguir caminando al norte 700 metros, en teoría ese es el primer lugar para comenzar nuestra preparación-...
INFRAMUNDO:
Mientras tanto en otro lugar, sentado en una especie de trono de huesos, Zigor Bastián se dedicaba a observar cómo sus tropas se organizaban y marchaban en grandes grupos, parecían ejércitos nazis cargando sus armas, esperando las ordenes se Zigor para atacar a los mundanos y hacerlos sufrir sin parar. Se organizaban por rangos y especies, les seguían las bestias tanto del inframundo como las otras bestias malditas que habían logrado liberar de los abismos, profundidades del océano, círculos del infierno y ubicaciones no accesibles para los mundanos o seres mágicos débiles.
-Señor-. Bastián lo miró con su habitual cara de prepotencia y aburrimiento.
-¿Qué quieres?-.
-Si ya hicimos una guerra contra el Instituto antes... ¿Para qué hacer otra?-. Bastián simplemente se llevó una de sus manos al rostro para cubrirlo mientras rodaba los ojos, centró su vista en la corona que tenía sobre sus piernas.
-¿Por qué será que mis súbditos son tan idiotas?-. Se preguntó a sí mismo mientras negaba con la cabeza y se descubría el rostro. -A ver subnormal, lo que hicimos antes fue una advertencia y un intento casi fallido por invadir la guarida de Truthbelly y demostrarle lo patético que se veía tratando de convencer a los seres mágicos de estar en el lado bueno a favor de los mundanos, demostrarle lo estúpido que es creer que ambos merecen vivir en armonía por que cuando menos se lo esperen, vendrá algo de gran magnitud... La oportunidad perfecta de gobernar sobre el bien y obtener nuestra recompensa-...
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