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CAPÍTULO XIII: LLÉVAME CON ÉL

-¿Cuál decisión Lazarus?-. Preguntó Nessa con impaciencia, Lazarus simplemente suspiró antes de hablar bajo la amenazante mirada de ella, se lo diría y seguiría fiel a su promesa de no interferir, por otro lado Mercy y Zowie los miraban con atención, Zowie estaba listo para taclear a Lazarus de ser necesario. -¡Dímelo!-.

-¡Bien!-. Le gritó de vuelta, Zowie apretó más su hacha. - Tomé la decisión de no interferir más en esto-. La ira de Nessa se esfumó, cambió por un sentimiento de desespero y de nuevo el deseo que creía perdido y enterrado de buscar a su padre había vuelto, no se rendiría. 

-¿A qué te refieres con exactitud Lazarus?-.

-No toleraba la actitud inmadura de tu padre, simplemente no quería que te involucraras en esto, eres una niña aún-.

-Claro que no, ya no tengo 13 años Lazarus y Ramsey me enseñó bien-. Lazarus cerró los ojos derrotado. -¿Y bien?, ¿Por qué no quieres tener nada más que ver en esto?-.

-Me prometí que si tu padre seguía negándose a reunirse contigo, no volvería a interferir en esto, también había decidido que te lo contaría todo y espero que no tomes una actitud negativa-. 

-¿Actitud negativa?, demonios Lazarus-. Se escandalizó Nessa atrayendo la atención de Zowie y Mercy que no estaban muy lejos de ellos. -Mira, solamente quiero encontrarlo, ponerle fin a esto y olvidar todo lo que pasó -. "Y esperar encontrar algún indicio de Ramsey, no puede estar muerto", se dijo para sus adentros, tenía que probar suerte en la mansión. -Es lo único que quiero, saber toda le verdad y que se acabe esta maldita guerra-.

-Lo entiendo Nessa, y sinceramente espero que lo encuentres y logren hacer las paces-. Lazarus comenzó a alejarse, lo había intentado y ahora solo dejaría que ella siguiera su rumbo y él de nuevo estaría solo tratando de sobrevivir y el destino lo permitía se reunirían, él también esperaba que todo terminara para tener algo de paz, llevar la paz a su pueblo y volver alguna vez a donde comenzó su vida, esperaba ser libre de alguna manera.

-Ayúdame entonces Lazarus-. Esas tres palabras lo detuvieron, por el rabillo del ojo se dedicó a mirarla, suspiró, definitivamente Nessa no se rendiría. -Solo te pido que me lleves con él-.

-Lamento decepcionarte Nessa, pero no puedo-. Siguió caminando con toda la intención de dejar ese tema de una vez por todas, tal vez el hecho de ser tercos y "temerarios" era algo de familia y él no podía hacer nada.-Buena suerte en su viaje-.

-Lazarus-. Con una velocidad impresionante le bloqueó el paso provocando que Lazarus abriera sus ojos con sorpresa. -Lléveme con él, te lo ruego-.

-Nessa, créeme que quisiera ayudarte pero no puedo, ni siquiera sé donde está tu padre y no soy alguien que dé falsas esperanzas-. Dejándola sin palabras siguió su camino, Zowie y Mercy se reunieron con ella, definitivamente necesitaba un tiempo para asimilar las cosas. -Lamento no poder ayudarte y espero que en un futuro nos volvamos a ver-...

NUEVA MANSIÓN AZKA:

En otro lugar de Escocia, en una de las habitaciones de una elegante mansión, Ramsey se encontraba en su sala de estar matando el tiempo con una botella de whisky, después de haberse "mudado" a donde estaba ahora y de haber tomado la iniciativa de quemar su antigua cabaña, antes de eso había guardado todo en morrales y bolsas que movería mediante magia a la mansión, también se había tomado la molestia de usar ciertos hechizos y maldiciones para proteger el lugar donde se hospedaba,  tomó el cuadro que ahora contenía el dibujo completo de su cabaña que había hecho Nessa, ella le había regalado la otra mitad como agradecimiento por su amistad.

-La voy a echar de menos-. Dio un sorbo a su bebida antes de estirarse más en el sofá. -Fue mi segundo hogar desde que salí del Instituto y me independicé de alguna manera-. De nuevo acercó el vaso para vaciarlo antes de levantarse y comenzar a caminar por la sala con su camisa negra abierta totalmente, dejando a la vista sus tatuajes. -Lamento haberte hecho esto pequeña, sin embargo espero que lo entiendas cuando volvamos a vernos-. Unos pasos detrás de él lo hicieron ponerse alerta, cogió una de las navajas y se acercó a la puerta. -¿Quién anda ahí?-.

-Soy yo, tu padre-. Ramsey algo agotado guardó su navaja y abrió la puerta encontrando a su padre. -¿Esperabas a alguien más?-.

-Sabes perfectamente la respuesta a esta pregunta papá-. Le respondió mientras cerraba la puerta y se adentraban más en la sala, ambos se sentaron y Crowley optó por servirse un té escocés, miró con algo de desaprobación a su hijo, sabía que no era bueno que hubiese aprendido esa mala maña. -Ramsey deberías dejar de tomar whiskey, busca otra manera de matar el tiempo-.

-¿Como qué?, ¿Salir a los bosques esperando no encontrarme con un asesino de la Orden de Moudorth?-. 

-Deja de ser tan negativista Ramsey-. Ramsey le dedicó una de sus típicas miradas sarcásticas, cosa que su padre ignoró. -Algún día ella volverá y tú serás feliz de nuevo, deberías tratar de contactar con los Desertores de nuevo-.

-Lo haría, de no ser por un pequeño detalle y es que nuestras cabezas tienen precio-. Guardó el whiskey y volvió a sentarse. -Además, sabes que no procuro no salir a menos que sea completamente necesario-. Su padre asintió y cada quién se centró en su bebida, no insistiría más en hacer que é cambiara de opinión, no hicieron nada más hasta bien entrada la noche en la cuál Ramsey se despidió de su padre antes de este volver a Inglaterra, tenía que hacer algo antes por razones personales...

NOTTINGHAM, INGLATERRA:

Por otro lado y luego de haber tenido una conversación medianamente civilizada, Kendall se encontraba debatiéndose sobre si abandonar temporalmente el escuadrón o llevarlos hasta Londres y después enfrentar a Jacob solo, en caso de necesitar ayuda se la pediría al escuadrón, además también pensaba que necesitaba un tiempo siguiendo los pasos de su hermano ya que sus visiones lo llevaban a un Instituto mágico en donde podría estar Jacob, suspiró algo agotado antes de comenzar a caminar.

-¿Sigues pensándolo Kendall?-. La voz de Herzel lo sacó de sus pensamientos, tenía una pose seria, su voz transmitía algo de preocupación y duda, sin embargo Kendall no pensó en responder sino en contraatacar con otra pregunta respecto al físico de él, que comenzaba a notarse.

-Herzel, ¿Qué le ocurre a tu cabello?-. Inmediatamente Herzel se llevó la mano a su cabeza preocupado. -Tienes mechones rojos-.

-Creo que debería preocuparme-. Le confesó con sinceridad, Herzel sabía exactamente qué significaba, Crowley le había explicado que cuando empezara a experimentar ciertos cambios tanto físicos como internos (en especial los de su lado demoniaco) y debía aprender a manejarlos.

-¿Qué?, ¿Por qué deberías preocuparte por eso?-.

-Crowley me explicó que tendré cambios que mostrarán mi verdadera naturaleza, había aparecido primeramente el lado de mi padre, el lado bondadoso y hermoso-. Kendall asintió mientras Herzel le explicaba todo. -Sin embargo cuando el lado de mi madre comenzó a salir, comencé a cambiar de actitud y temperamento, el lado demoniaco fue el que hizo que quisiera alejarme de todos por miedo a hacerles algo, eso fue lo que hacía que cambiara mis plumas y te apuntara con la espada aquella vez, ahora con lo que me contó Crowley de que Lilith está persiguiéndome, creo que por mi naturaleza... Tengo miedo-.

 -Ya veo, igual no dejaremos que nada te pase-.

-Lo aprecio en verdad, no sé qué haría si pierdo la batalla-.

-Eso no pasará, no solo cuentas con nuestro apoyo, también tienes el apoyo de tu prometida, tienes el apoyo de Crowley y volviendo al tema principal... Sí, lo sigo pensando-. Comenzaron a caminar hacia los jardines para buscar algo de aire fresco. -Estaba pensando en alejarme del escuadrón para seguir buscando a mi hermano-.

-Kendall, como Mel dijo antes: te apoyaremos, no importa qué elijas siempre te apoyaremos-.

-Gracias Herzel-. Ambos voltearon a ver cuando escucharon un sonido de tacones acercándose a ellos , era Clara. -Los dejo y nos vemos después-. Herzel asintió y se dedicó a mirar a su prometida con una sonrisa tonta.

-Te estaba buscando-. Lo abrazó para perderse en su aroma que tanto la volvía loca, él la apretó más hacia su cuerpo. -¿Hablaban sobre sus próximos movimientos?-.

-Algo así, querida necesito decirte algo...-. La tomó de las manos mientras se sentaban en el banco de madera oscura, adornado con lirios en un hermoso arco al mejor estilo élfico, preparada para una boda, la mente de él viajó a un viejo recuerdo...

FLASHBACK DE HERZEL:

Él y Crowley caminaban por los pasillos del castillo, Herzel había llegado a Nottingham hace unos pocos días y había decidido quedarse por una semana antes de reanudar su rumbo a Londres, se habían detenido en un balcón a mirar la hermosa noche azulada que ofrecía la vista del castillo, además aprovecharía que estaba allí para celebrar la boda con Clara.

-¿Sabes una cosa Herzel?-. Este lo miró con interés y con una sonrisa perdida. -No esperaba que Lady Clara se adaptara tan rápido a este mundo y menos después de la muerte de su padre-.

-Crowley, no todos los mundanos son malos o se dejaron lavar el cerebro por Bastián, mira a mis padres por ejemplo-. Crowley asintió recordándolo todo. -Aunque Dalton intervino ellos aceptaron acobijarme y Clara, bueno ella aún no sabía que era un híbrido...-.

-Pero aún así te aceptó y te quiere más que a nadie en el mundo, después de a su padre claro-.

-Crowley, quiero casarme con ella y que sea algo memorable pero hay dos cosas que me preocupan, en realidad son tres; la primera es que estoy experimentando cambios en todo sentido, la segunda es que Lilith ha vuelto a colarse en mi mente y la última y no menos importante no sé como planear la boda con Clara después de contarle todo esto-.

-Herzel, hazlo como la vez que le confesaste lo que eres de verdad-. Herzel se río mostrando sus dientes, sus caninos eran algo afilados, sin embargo esa vez solo le había dicho la verdad a medias, ahora debía explicarle qué tenía que ver él con esa demonio. -Solo que explica el motivo por el cuál ella está tan interesada en ti-.

-¿Acaso quieres que salte del balcón otra vez?-. Crowley negó reprimiendo una risa.

-Claro que no ahijado-.

 -Tienes razón, simplemente confiaré en mí y usaré mis encantos-. Comenzó a caminar para ir a donde su prometida.

-Exacto, simplemente haz lo que digo y seguro caerá rendida como la primera vez-. Ante eso Herzel se devolvió y le arrojó algo de tierra que había por ahí, Crowley se cubrió mientras reía, con una sonrisa Herzel salió de ahí...

-¿Qué es lo que quieres decirme Herzel?-. Preguntó ella al ver que se había quedado callado.

-Lo siento, recordaba algo-. Apretó más sus manos antes de tomar algo de aire. -Querida, no quiero que te asustes pero... ¿Recuerdas lo que Crowley te mencionó sobre Lilith?-. 

-Sí, pero lo que no entiendo es qué quiere ella contigo-. Su voz comenzó a quebrarse un poco, Herzel le limpió una lágrima traicionera que se le había escapado, comenzó a acariciarle la mejilla, así se sentían en paz, se armaría de valor y le confesaría la verdad sobre Lilith, le confesaría que últimamente había tenido pesadillas con ella, además de los cambios físicos.

-Amor, debes saber que ella nos quiere hacer la vida imposible, en especial a mi-. La mirada de Clara solamente empeoró. -Como sabes soy un Nephalem, de alguna manera ella logró enterarse y ahora no parará hasta encontrarme-.

-No dejaré que lo haga-. Habló con determinación Clara, apretando con fuerza la mano de su futuro marido, habían acordado con Crowley que la boda se llevaría a cabo mañana y todos estaban invitados. 

-Suena sencillo amor, sin embargo ese no es el único problema-. Clara lo miró ladeando la cabeza, Herzel se señaló su cabeza. -Esto no más una prueba de que no falta mucho para que mi otra parte salga a la luz y cuando eso pase...-. Se quedó callado reprimiendo un nudo en su garganta.

-Cariño, necesito saberlo-.

-Cuando Lilith por fin consiga su objetivo, no creo que no resistirme a ceder a ella-. Confesó con pena dejando que algunas lágrimas se escaparan de sus ojos aguamarinos, Clara lo atrajo más hacia él para abrazarlo y posteriormente darle un beso profundo, eso jamás fallaba.

-Eso no pasará, no dejaré que Lilith se meta con nosotros-. Herzel sonrío un poco, pero no quería ponerla en riesgo cuando eso pasara, debía afrontarlo, debía ser fuerte. -Además, mañana será nuestra boda y no deberías estar desanimado-. Luego le señaló uno de los mechones rojos que sobresalían de su cabello. -Igual el rojo te luce-.

-Tienes razón-...

MANSIÓN AZKA, ESCOCIA:

Otro día que pasaba sin saber de su pequeña Ness, otro día en el que Ramsey buscaba otra manera de matar el tiempo aparte de seguir su rutina, desahogarse con whisky y quedarse mirando la enorme ventana de su patio trasero en busca de algún animal que trajera un mensaje o que la figura de ella pasara caminando por su patio trasero; sin embargo eso no pasaba aún, sin más se arregló para salir a caminar, necesitaba despejar su mente y distraerse como su padre le había aconsejado. Después de un rato caminando había encontrado una estatua con una inscripción mágica en ella, estaba por descifrar qué era cuando un Silfo se lo impidió con su hermosa pero amenazante hacha le bloqueó el paso.

-No eres digno de estar aquí-. El Silfo tenía cabello azul con tonos morados, ojos cristalinos, orejas puntiagudas y vestía un traje élfico color plata que emitía un brillo al contacto con la luz del sol. -Esto es territorio sagrado, lo contaminas con tu sola presencia-.

-No soy como ellos-. Habló con calma levantando sus manos. -Jamás sucumbí a sus estúpidos deseos o seguí sus malditas reglas-. El Silfo lo miraba con desconfianza e interés. -Sí, tengo sus marcas, pero no significa que sea un asesino a sangre fría como ellos-. El Silfo le dedicó una mirada antes de comenzar a bajar su hacha, seguía desconfiando de él, se le acercó hasta quedar cara a cara.

-¿Cómo sé que puedo confiar en ti y no me vas a traicionar?-.

-Defendí Mexerth en la guerra, luché junto con la actual lideresa y reina de las hadas-. El Silfo agudizaba sus orejas mientras lo examinaba con la mirada, Ramsey había usado un tono similar con el Silfo que sonrío de medio lado antes de alejarse.

-Te creo, sin embargo tengo una última pregunta para ti-. Ramsey asintió mientras el Silfo entrelazaba sus largos y finos dedos. -¿Qué haces exactamente aquí?-.

-Vi la estatua y me atrajo, como ya dije antes no tengo interés alguno en robar los secretos de los Síthichean-. El Silfo asintió una vez más antes de reafirmar su pose de guardián, Ramsey simplemente se dio la vuelta para comenzar a caminar a su mansión, si bien la idea y el consejo habían sido buenos, las cosas no habían salido como lo había planeado, se fue con la guardia en alto...

NOTTINGHAM, INGLATERRA:

Al día siguiente, todos estaban arreglándose para la boda entre Herzel y Clara a la cuál todo el reino asistiría, los mellizos estaban vestidos con sus trajes elegantes y celestiales, Crowley de nuevo vestía con su habitual traje gris al estilo de los 1800 y sombrero, Kendall vestía con su ropa habitual solo que le había hecho unos retoques para que su vestimenta se viera acorde a la ocasión, Mel llevaba un elegante y ajustado traje café, faltaban 10 minutos para que comenzara la boda.

-Herzel-. El mencionado volteó para encontrar a Crowley mirándolo con una ceja arqueada mientras entraba. -¿Estás bien?-.

-La verdad no-. Se volteó, llevaba un elegante traje negro con retoques dorados y blancos, su cabello largo bien peinado dejaba ver la hermosa y extraña combinación de rojo con negro, estaba ajustando su corbata y tenía la camisa que llevaba debajo a medio cerrar. -Estoy sumamente nervioso-.

-Herzel, es el mejor día de tu vida, no lo eches a perder-. Herzel asintió un poco antes de terminar de abotonar su camisa y acomodarse la corbata. -Además tus padres estarán aquí-.

-¿De verdad?-. Preguntó antes de tomarse el líquido que siempre llevaba consigo para pasar desapercibido cuando tenía que interactuar con mundanos, los cuernos desaparecieron al instante al igual que su cola.

-Claro, al saber que su hijo será el futuro rey de Nottingham, decidieron venir acompañados de su jefe-.

-Crowley, tengo una duda-. Crowley asintió. -Después de la boda, ¿Cómo le diré la verdad al pueblo de Nottingham?, de que no soy un mundano como ellos-.

-Ahijado, eso es lo de menos, ahora termina de arreglarte que tu linda prometida está esperando en el altar-.  Herzel sonrío de lado, estaba feliz porque sus padres humanos estarían ahí para apoyarlo en ese importante paso de su vida. Al cabo de unos minutos él estaba frente al altar, acordaron que sería un Elfo (que llevaba un excelente disfraz de humano) el que actuara como sacerdote ya que la unión involucraba a un ser mágico con un ser mundano, el Elfo comenzó a hablar pronunciando todo lo que habituaban a decir los mundanos en las bodas, ambos se miraban con muchos sentimientos encontrados, en sus ojos podía verse la felicidad de estar en ese momento, después de haber dicho los botos y de que se pusieran las argollas por fin llegó el momento más esperado por los novios.

-Puede besar a la novia-. Con muchas ganas y ansias de sentir a Clara, de oler ese aroma que lo volvía loco, él la atrajo para besarla mientras el pueblo de Nottingham celebraba y aceptaba a sus nuevos reyes.

-Estoy tan emocionada, tengo ganas de llevarlo al siguiente nivel-.

-Con calma, después de la fiesta tendremos la noche para nosotros dos-. Después de separarse y comenzar a caminar, entre los mellizos le tiraban flores mientras caminaban hacia la multitud, para ellos no podía haber momento más feliz a pesar de que no estaban las personas que ellos más querían, siguieron caminando.

-No puedo creer que mi pequeña y valiente Clara se haya casado-. Comenzó hablando un hombre de cabello largo marrón con algunas canas, recogido con una coleta como los vikingos, barba moderada, ojos marrones como su cabello y vestido con ropa de rey, sus acompañantes rieron un poco.

-Es increíble que él le abriera su corazón a una humana-. Habló una voz bella pero demoniaca observando a la pareja de recién casados, el ser que había hablado antes la miró de manera inquisitiva.

-Lo que mi amada quiso decir-.Esa voz angelical transmitía paz al otro ser que observaba a la mujer rubia que acompañaba al híbrido. -Es que le sorprende saber que aún hayan humanos que no nos desprecien, pero nos sorprende aún más que haya brotado un amor entre ellos-.

-Lo sé, debo decir que nunca me generaron asco-. La pareja de ángel y demonio miraron al fantasma con interés. -Siempre me parecieron criaturas fascinantes y me sorprendió saber lo que el ahora es el esposo de mi pequeña-. El trío de fantasmas observaba con felicidad como los esposos subían a un carruaje y partían a su velada sin saber que sus padres de alguna manera habían estado ahí para felicitarlos en silencio. 

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