CAPÍTULO XI: SEGUNDA VEZ
BAR DE MALA MUERTE, ESCOCIA:
Lazarus haciendo todo el esfuerzo por ignorar que había visto a Kendall a dos sillas de distancia, se dedicó a mirar al frente ignorándolo por completo, Kendall (quien parecía que no lo había visto) trató de saludarlo, por desgracia para Lazarus su estrategia de hacerse el de la vista gorda duró poco porque Kendall comenzó a llamarlo, al no ver que Lazarus le correspondía, decidió a acercarse a donde estaba, Lazarus suspiró algo frustrado antes de darle otro sorbo a su whisky, solo quería irse de allí.
-No esperaba encontrarte aquí Lazarus-. Le habló Kendall colocando una mano en su hombro, a lo que Lazarus respondió con un gruñido. -Sí que tienes un humor horrible-. Lazarus soltó una risotada irónica antes de responderle con la furia inyectada en sus ojos mientras Kendall quitaba la mano sorprendido.
-¿Tal vez porque estoy viendo al estúpido inmaduro causante de mi mal humor?-. Se levantó para irse de ese lugar al castillo que tenía en mente pero un fuerte brazo lo detuvo, volteó a ver a Kendall y se soltó con violencia de su agarre, inevitablemente le mostró los dientes brevemente, sus colmillos estaban más prominentes que de costumbre, siguió caminando hasta la puerta con Kendall pisándole los talones.
-No quiero pelear, simplemente pasaba por aquí, esperaba tener un poco de aire fresco o un lugar para ordenar mis ideas, terminé aquí, te vi y pensé que...-. "Aire fresco, como no", pensó Lazarus, quien solo quería irse de allí, a menos que Kendall hubiera cambiado de opinión.
-¿Que volvería corriendo a unirme al escuadrón, después de que prácticamente me echaste?-.
-No tanto como lo planteas, pero sí, esperaba que pudiéramos tener una conversación algo civilizada, también espero que decidas volver, así que...-. Hizo una pausa mientras terminaba su bebida. -¿Qué dices Lazarus?-.
-Bien, pero no tenderemos esa conversación aquí-. Ambos salieron con paso apresurado del bar de mala muerte en el que estaban, comenzaron a caminar hasta alejarse de ese lugar, de un momento a otro Lazarus tomó a Kendall del hombro para desaparecer y aparecer en una cueva alta. -Que sea rápido, ¿De qué querías hablar?-. Le cuestionó soltándolo y comenzando a caminar al borde la cueva, Kendall recuperando aire se dispuso a hablar.
-Principalmente quería disculparme por mi actitud infantil-. Lazarus lo miró aburrido mientras giraba los ojos, los cerró haciendo un esfuerzo por no salirse de casillas. -Me recordaste una pelea con mi hermano hace muchos años, por eso mi actitud contigo-.
-Ya veo, detestas que te digan cobarde-. Kendall asintió con pesadumbre, para Lazarus esto no estaba yendo a ningún lado. -¿Algo más que quieras decir?-.
-¿Vendrás o no al escuadrón?, Nos hace falta una mano-.
-Lo voy a pensar y no aseguro nada-. Comenzó a caminar lejos provocando que Kendall suspirara frustrado y rodara los ojos antes se seguirlo, se subió más la capota para ocultar su rostro, miró de reojo a Kendall que estaba detrás de él. -No te conviene hacerme enfadar-.
-Oh vamos, solo quiero saber si te unirás de nuevo-. Lazarus se quitó su capota y se giró para verlo fijamente. -También quiero saber si ya estamos a mano-.
-Depende de la respuesta a mi pregunta-. Kendall de nuevo se quedó helado mirando a Lazarus fijamente, tragó saliva pesadamente mientras moría por dentro, presa de la incertidumbre y curiosidad por saber qué le preguntaría Lazarus. -¿Por qué casi no hablas de Nessa?-. Su semblante se oscureció y su cara pasó una de aburrimiento y desespero.
-Es complicado de explicar Lazarus y no quiero...-.
-¡No!-. Lo interrumpió Lazarus con algo de autoridad, Kendall abrió los ojos sorprendido. -Ni pienses que vas a evitar este tema y si es tan complicado, por lo menos ayúdame a entenderlo-.
-No te incumbe Lazarus, lo que pase entre mi hermano, Nessa y yo, es netamente nuestro problema-.
-Qué excusa tan patética Kendall-. Le recriminó Lazarus alzando las manos. - ¿No has pensado que si encontraras a tu hija, ambos podrían encontrar más fácil a Jacob?-. Kendall se quedó callado conteniendo su ira, Lazarus no iba a rendirse tan fácil y al parecer la respuesta o actitud de Kendall decidiría si él volvía o seguía por su cuenta. -Mi paciencia se agota-.
-No te lo diré Lazarus, como le dije a los demás: Tarde o temprano sabrán la razón por la cuál no me decido a ir a reunirme con mi hija aún, solo diré que debo hacer algo antes-. Lazarus suspiró resignado y comenzó a caminar lejos, había llegado a la conclusión de que no insistiría en el tema y esperaba encontrar a Nessa para comentarle lo sucedido, también esperaba que ella no fuera a reaccionar de una manera negativa o siguiera determinada a encontrarlo, si nada resultaba, se apartaría y dejaría que cada quien se estrellara contra la realidad.
-Como quieras, sin embargo date cuenta del daño que le haces a Nessa indirectamente-. Kendall se quedó viéndolo de nuevo con furia, antes de irse volteó a verlo por última vez mientras se situaba en el borde de la alta cueva. -No volveré a involucrarme en esto, así que si alguna vez te arrepientes, no contarás con mi ayuda y si vuelvo al escuadrón, no será por ti-. Dicho esto se transformó en murciélago e irse lo más pronto posible en busca de Nessa, Kendall por otro lado se quedó mirando al horizonte antes de invocar a Kindle.
-¿Por qué no lo pueden entender?-. Kindle atravesó el aire con un sonido similar a un llanto antes de posarse en el brazo de su amo. -No es que no la quiera, es que primero quiero arreglarlo todo, y seguiré esperando que algún día ella me perdone-.
-Tal vez odies que te diga esto pero, comienzas a parecerte a Jacob-. Kendall suspiró con cansando, estaba harto de que la gente lo juzgara, comenzaba a sentir lo mismo que su hermano sentía cuando él lo bombardeaba con preguntas sobre lo que estaba haciendo.
-Genial, ¿Ahora te pones de su lado?-. Suspiró frustrado mientras caminaba a la salida de la cueva, Kindle lo miró con algo de fastidio y enojo.
-No estoy de su lado, solo decía mi opinión-. Comenzaron a caminar cayendo la noche, a veces Kindle se aburría de que su amo eligiera el camino complicado y esta era una de esas veces. -Veo que se pegaron algunas costumbres de tu hermano-. Kendall soltó un bufido. - Dejando eso de lado, debemos darnos prisa, comienza a anochecer y no es seguro estar solo-.
-Tienes razón Kindle-. Siguió caminando guiado por Kindle, aquello solo lo había dicho por lo último que Kindle habló, no iba a aceptar que Kindle tenía razón, no tardaron mucho en encontrar a los el escuadrón acampando y con una fogata, algunos ya estaban dormidos, excepción de Mel y Herzel que estaban por comenzar las rondas.
-Alguien se aproxima-. Le habló Mel a Herzel antes de ponerse en guardia y comenzar a olfatear con su sentido super desarrollado. -Es Kendall y viene solo, y eso solo puede significar una cosa...-. Herzel suspiró sabiendo la respuesta antes de acercarse a Kendall.
-Antes de que quieras bombardear a Kendall con preguntas, déjenlo descansar, ya mañana podrás preguntarle lo que quieras-. Mel que estaba a nada de abrir la boca, la cerró y les dio la espalda para irse a dormir, ya que en pocas horas tendría que hacer la segunda ronda, después de Herzel...
BOSQUES DE ESCOCIA:
Cuando cayó la noche, Lazarus se subió a un árbol como de costumbre para pasar la noche allí, estaba agotado no solo físicamente, también estaba agotado mentalmente, lo poco que había estado con Nessa, había notado una determinación casi asfixiante por parte de ella en encontrar a su padre y no quería que una chica como ella se involucrara en algo así; solo por la inmadurez y indecisión de su padre, suspiró algo cansado, sin embargo Kendall no le explicaba por qué no quería verla y cada vez que trataba de sacarle el tema, él se las ingeniaba para esquivarlo a toda costa o se frustraba porque creía que se estaban metiendo en su vida privada, mentalmente repudió su actitud antes de pensar en Nessa.
-Espero que pueda encontrarla muy pronto, ella debe saberlo-. Se dijo a sí mismo a antes mirar al cielo por última vez, cerrar los ojos y dormir para después al día siguiente seguir con su rumbo, la noche transcurrió de manera tranquila, fría y misteriosa. Al día siguiente, Lazarus se despertó antes de que saliera el sol para retomar su búsqueda, estuvo un buen rato caminando antes de detenerse para cazar un jabalí salvaje para comer y drenar su sangre, cuando terminó comenzó a devorar su carne casi con ansias; después de un rato se deshizo del animal y siguió caminando, cuando estaba por caer la noche decidió "acampar". -Demonios, estoy super lejos de ese castillo-. La respuesta le llegó de inmediato cuando a una distancia no muy lejana se alzaba el imponente castillo de aspecto abandonado y gótico, apresuró el paso hasta llegar al castillo, una vez dentro; comenzó a caminar hacia las cocinas del castillo cuando algo le bloqueó el paso.
-¿A dónde crees que vas ser del demonio?-. Una figura encapuchada le bloqueó el paso con una espada de acero, aquel ser vestía una especie de bata café atada con una cuerda blanca, en su mano derecha sostenía un crucifijo de oro, en uno de sus costados llevaba una petaca con agua bendita y un colgante de ajos, Lazarus simplemente le arrebató la espada destruyéndola.
-Oh por favor, ¿En serio crees que eso va a detenerme?-. Preguntó Lazarus bastante relajado, a pesar de tener una cara seria, su interior estaba destornillándose de la risa ante la creencia de ese mundano, ¿Cuántas veces debían explicarles a los mundanos y algunos "cazadores" que ningún artefacto de los que tenían ahí, los derrotaría?, suspiró.
-¡Aléjate de mí hijo del demonio, en el nombre de Dios te reprendo!-. El mundano comenzó a agitar la mano que tenía el crucifijo, Lazarus simplemente soltó una carcajada a medida que caminaba hacia el mundano, le arrojó el agua bendita torpemente, Lazarus simplemente siguió caminando hacia él hasta que este comenzó a arrojarle ajos, pero él los esquivaba rápidamente, el último lo atrapó con la mano y miró al mundano con una ceja arqueada.
-¿En serio creíste que con esto podías detenerme?-. Le preguntó aplastando el ajo que tenía en su mano frente a él, se acercó un poco más para quedar cara a cara, sonrío mostrando sus colmillos. -No mundano idiota, es inútil todo lo que llevabas ahí-. Algo amenazador lo sujetó del las solapas de su bata y acercó su boca a su cuello.
-¡¿Qué planeas hacer maldito ser oscuro?!, ¿Planeas convertirme en uno de los tuyos para que vaya por el mudo torturando gente solo por no querer satisfacer sus deseos?-. Ante eso Lazarus se tensó y se alejó sin dejar de soltarlo, el mundano se asustó más de lo que ya estaba.
-¿Deseos de qué clase?-. El mundano se quedó cayado, sin contenerse lo apretó más fuerte y se lo acercó más a su rostro. -Estás haciendo que me replantee no matarte ahora mismo-.
-Está bien, está bien, te lo diré todo-. Lazarus lo miró seriamente y con un gruñido lo instó a seguir hablando.- Ha... Hace poco un grupo de seres como tu vinieron a este pueblo buscando tanto personas que quisieran unirse a ellos ,como robar nuestros accesorios de plata, no sé para que, algunos tratamos de luchar contra ellos para no correr la misma suerte que Irlanda y algunas zonas del país inglés y como verás no tuvimos tanta suerte-.
-Ese maldijo hijo de... ¡Perra!-. Comenzó a maldecir después de soltar al mundano y caminar en círculos bajo la mirada confusa de su acompañante, sin determinarlo siguió su rumbo.
-¿Tu ... Tu no estás con... con ellos?-. Le preguntó incrédulo mientras se ponía de pie, él simplemente negó, aún con la voz temblorosa y algo desconfiado se acercó para hacerle otra pregunta. -¿N... No me harás nada?-.
-Me has sido útil mundano, no veo el porqué deba matarte a pesar de tus intenciones, sin embargo no sé si pueda confiar en ti del todo-. Los sentidos del mundano se dispararon al máximo mientras Lazarus lo analizaba. -¿No le dirás nada a nadie?-.
-No tengo con quién hablar, casi todas las personas cercanas a mí murieron o desaparecieron sin más, solo que ahora traté de vivir como religioso o fraile, pero fracasé; buscaba venganza contra ellos bajo ese pretexto, además la gente ha perdido toda esperanza y ya no tengo una razón por la cuál vivir, así que si quieres...-.
-No voy a matarte, pero te aconsejo que te vayas de este lugar y busques un lugar seguro-. Le advirtió gruñendo y haciendo el amague de sacar una de sus espadas, el mundano entendió eso a la perfección y salió corriendo del castillo dejándolo solo, después de llegar a la cocina se dio un buen banquete para reponerse y seguir con su búsqueda...
BOSQUES DE INGLATERRA:
El sol poco a poco comenzaba a salir tornando el cielo de amarillo con tintes naranjas, Kendall que se había quedado a hacer la última ronda, estaba con la mirada fija en ese hermoso amanecer, al parecer la idea de estar un tiempo a solas no funcionó, ahora la idea de alejarse de todos para emprender su rumbo a parte comenzaba a ser más persistente, las visiones acerca de su hermano en una especie de castillo en Londres lo impulsaban a ello, una mano lo devolvió a la realidad.
-Oye-. Era Mel que ya había despertado y se había sentado a su lado. -¿Estás bien?-.
-Solo estaba perdido en mis pensamientos-.
-Ya-. No sonó muy convincente, sin embargo Mel lo dejó pasar; no era que le importara Lazarus o quisiera saber como estaba, para él era otro compañero de escuadrón nomás, pero no podía negar que si hacía falta un miembro más en el escuadrón, podían solos pero no estaba de más una ayuda. -¿Qué pasó exactamente con Lazarus?-.
-Bueno-. Comenzó hablando pero se detuvo para comprobar que los demás aún seguían durmiendo, al ser así se aclaró la garganta antes de continuar. -Digamos que tuvimos una conversación medianamente civilizada-. Mel lo miró intrigado. -Estaba de mal humor en un bar de mala muerte, lo encontré por casualidad...-.
-Ajá, "casualidad"-.
-No, lo digo enserio, iba caminando, entré en ese bar y ahí estaba con un humor del carajo-. Mel se rio ante eso, pero luego se cayó al creer que había despertado a alguien, por suerte no fue así, movió la mano instando a Kendall a seguir. -Estuvimos hablando sobre si él iba a volver al escuadrón hasta que mencionó ese tema-.
-¿El tema de tu hija?-. Kendall asintió mientras rogaba internamente por que Mel no quisiera indagar más sobre el tema. -No te lo tomes a mal pero, ¿Por qué no quieres hablar de ello?-.
-Suenas como Lazarus y Ramsey, ¿Cuántas veces tengo que decirles que ese tema es personal?, estoy harto de que siempre pregunten lo mismo-.
-Lo entiendo, no me gusta meterme en la vida privada de nadie pero...-. Kendall lo miró aburrido y arqueando una ceja, Mel lo miró fijamente. -¿Qué harás entonces, seguirás con nosotros guiándonos a donde las visiones de tu hermano te lleven o lo harás por tu cuenta?-.
-Yo...-.
-Buenos días-. Saludó Herzel interrumpiendo la respuesta que Kendall estaba por darle a Mel, ambos se miraron con disimulo. -Parece que interrumpí algo-.
-Descuida, no era nada importante Herzel-. Respondió Kendall algo cortante, cosa que no sorprendió a ninguno, poco a poco los demás fueron despertando mientras Mel conseguía el desayuno, ninguno de los dos había vuelto a tocar el tema por la paz, pasaron el resto del día y del recorrido completamente en silencio y sumidos en sus propios pensamientos, no faltaba mucho para llegar a la cuidad de Nottingham, aquello logró poner un poco feliz a Herzel que tenía una duda interna que lo desesperaba, su respuesta no llegó porque su vista quedó fija en una mujer de cabello rubio, ojos azules, figura esbelta vestida con un vestido, la mujer le devolvió la mirada.
-Si la sigues mirando así, tendrás problemas con tu prometida-. Le dijo Mel, a lo que los mellizos rodaron los ojos.
-¡Es su prometida, idiota!-. Le avisaron los mellizos mientras lo golpeaban en la parte de atrás de la cabeza mientras los demás reían, incluyendo a Herzel quien de un momento a otro se vio interrumpido cuando alguien se le abalanzó encima, Crowley simplemente negaba divertido.
-Clara, qué agradable sorpresa-. Le dijo Herzel una vez estuvieron frente a frente, ella simplemente sonrió. -Hola a ti también Crowley-.
-Hola Herzel, veo que estás en una misión importante con tu equipo-. Herzel asintió antes de que siguieran caminando hacia el castillo donde se hospedaba la reina de Nottingham, en el trayecto Crowley hablaba tanto con Herzel como con Kendall, de un momento a otro dejó a Herzel solo para que hablara con Clara y así pudieran hablar ellos dos a solas.
-¿Hay algo que quieras decir?-. Preguntó Kendall al estar un poco alejados de la pareja.
-Algo te abruma, puedo notarlo-. Kendall tenía cara seria pero no dijo nada. -Tiene que tomar una decisión ahora Hechicero Supremo-.
-No sé que hacer, todos están preguntándome lo mismo acerca de Nessa-. Comenzó hablando Kendall bajo la atenta mirada de Crowley. -Las visiones y mi búsqueda me llevan a Londres, pero a pesar que de Mel me dijo que respetarían mi decisión... No estoy seguro de decirles que me iré del escuadrón-.
-Comprendo, ¿No has considerado otra opción?-.
-¿Como cuál?, ¿Involucrar a mi hija en esto?-. Preguntó algo histérico, pero recuperó la compostura. -Lo siento, pero precisamente fue la razón por la cuál la dejé bajo protección de mi madre, esa fue la razón por la cuál también hice que ella y tu hijo prometieran cuidarla y decirle la verdad hasta que fuese mayor de edad-.
-Hay algo que debe saber Hechicero Supremo y es que tu hija ya no es esa pequeña que dejaste en casa de tu nosotros-. Kendall abrió los ojos sorprendido. -Ella ha estado practicando con mi hijo y también ha logrado tener tu mismo rango-. A cada palabra Kendall lo miraba fijamente. -Si Hechicero Supremo, ella también es una Hechicera Suprema y...-.
-¡Basta!-. Gritó Kendall quedando rodeado de fuego, sus ojos estaban completamente cambiados; tenían un color entre rojo y naranja, sus colmillos se marcaban más y sus hermosas alas color fuego como las de Kindle se habían desplegado, ante eso Herzel y su prometida se dieron vuelta. -¡Ni una palabra más!-.
-Clara, ¡Detrás de mi!-. Le advirtió Herzel a su prometida poniéndola detrás de él, lentamente iba sacando su espada, listo para cualquier indicio de pelea. -Kendall, por favor escucha a Crowley-.
-Sé que está mintiendo, mi hija está segura en casa de mi madre-.
-No Hechicero Supremo-. Volvió a hablar Crowley que también había invocado magia para cubrirse. -Jamás mentiría sobre algo así, Kendall... Sé que la amas y no querías que se involucrara pero es tarde, lo digo porque la he visto y no renunciará a buscarte-.
-Genial-. Poco a poco Kendall fue volviendo a su forma humana. -Crowley, ella no debe saber nada, ni donde estoy ni nada-.
-No prometo nada, pero lo intentaré-.
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