CAMPAMENTO IMPROVISADO DEL ESCUADRÓN:

Después de esa trágica noche, Mel sintió que se había quitado un peso de encima, al menos Kendall lo había aceptado, ahora solo debía esperar a decir su secreto ante los demás del escuadrón, en especial Lazarus; sin embargo no era el único que tenía un secreto oculto, ninguno y a pesar de llevar tantos años trabajando juntos, descubriendo un propósito, podía decir que conocía a la perfección a sus compañeros, todos ocultaban algo que tarde o temprano saldría a la luz. La mañana transcurrió de manera normal, pero Mel estaba algo angustiado, miró casi con desespero a Herzel, quien terminó de curar (hasta donde su poder se lo permitió) a Lazarus, tenía la mitad de su cuerpo para arriba vendado, él solamente tenía una venda en sus brazos, los recuerdos de la pasada noche llegó a él haciendo sacudir la cabeza para deshacerlos, tomó aire antes de preguntar.

-Se recuperará, ¿Verdad?-.

-Sí, aunque será un proceso doloroso, noto que Lazarus ha podido reponer la mayoría de sus heridas dado su naturaleza Nosferatu , sin embargo la herida del pecho le tomará más tiempo-. Terminó de cambiarles las vendas cuando Kendall entró a la carpa.

-Buenos días-. Ambos le respondieron el saludo. -Venía a buscarlos, los mellizos ya terminaron de preparar el desayuno-.

-Bien, dejaremos que Lazarus termine de recuperarse-. Habló Herzel mientras salía de la carpa acompañada de Kendall, este al ver que Mel no se movía se dio vuelta para verlo.

-Adelántense, necesito hacer algo-. Kendall asintió y los dejó completamente solos, no sabía por donde empezar, mientras pensaba un quejido lo sacó de sus pensamientos, era Lazarus que intentaba alcanzar su poción de sangre sin éxito. -Veo que necesitas ayuda-. Le tendió la poción, Lazarus lo miró con algo de enojo antes de gruñir a modo de quejido y mirarlo fijamente.

-Qué ironía, ayudado por el casi me mata anoche, ayudado por el que me tiene postrado en esta cama como un inválido -. Dijo Lazarus mientras recibía la poción y se levantaba para beberla, Mel se sintió un poco apenado, pensaba en rendirse, pero sabía que eso sería un acto de cobardía. -¿Es una oferta de paz?-.

-Podría decirse-. Habló con bastante nerviosismo haciendo que Lazarus lo mirara con una ceja arqueada mientras abría la poción y miraba los vendajes de su blanquecino y trabajado cuerpo negando con la cabeza. - Escucha tal vez no me creas, pero no quería hacerte daño anoche-.

-¿En serio?-. Preguntó irónicamente antes de darle un sorbo enorme a la poción y reír por lo bajo de manera irónica, Mel trató de imitarlo pero sin éxito, tenía ganas de salir corriendo y dejarlo todo así, pero eso significaría que su confianza fuera puesta en duda, sentía que Amoux se estaba aburriendo, carraspeó.

-Te dije que no me creerías, sin embargo mi alter ego Amoux, que creo que ya lo conociste anoche-. Lazarus asintió antes de acabarse la poción y acostarse de nuevo suspirando agradecido por la poción. -Él y yo somos diferentes, yo soy alguien amable y entregado a su trabajo y Amoux, bueno, él era algo retrogrado y estaba cegado por el odio y la rivalidad entre  Werewolves   y Nosferatus , solo le importaba destrozar y alimentarse-.

-¿Estaba?-.

-Sí, anoche creo que recapacitó aunque no es muy sentimental y odia cuando la gente actúa de esa manera, se disculpó y renunció a esa rivalidad, sin embargo no significa que no ataque cuando vea uno de tu clase, actuará por instinto, actuaremos querré decir-. Se quedaron callados un momento. -Así que, ¿Estamos en paz?-.

-Tal vez-. Le respondió mirándolo de reojo antes de reírse y contagiar a Mel. -No eres el primer Hombre Lobo con el que tuve un enfrentamiento y no serás el último, pero al menos tendré un aliado-.

-Varios, porque somos como una familia-. Lazarus cerró los ojos tratando de dormir, tal vez más tarde comiera alguna presa que le habían dejado de los animales que cazaban.-Lazarus, nadie sabe, excepto Kendall, Dalton y un hechicero desertor conocido de Escocia, como me...-.

-Mel, lo escuché todo anoche mientras trataba de recuperarme, y sé que no es tu culpa, ahora deberías ir a tomar tu desayuno, no quiero que lo pierdas-.

-Qué considerado eres paliducho-.

-¡Anda ya, vete!, Quiero dormir, no me hagas cambiar de opinión, "chandoso"-. Mel salió riendo de la carpa, se sintió completamente liberado, había superado la parte difícil, los demás lo miraron entre curiosos y extraños, simplemente alzó las manos antes de tomar su lugar y desayunar, decidió quedarse una semana más mientras Lazarus se recuperaba, de vez en cuando salía por ahí cuando no había tanto sol simplemente para conversar con algunos y no quedarse todo el día postrado en esa camilla, cerca del cuarto día algunos miembros del escuadrón no dejaban de mirar a los mellizos, aún se seguían preguntando cómo habían salido ilesos esa vez, nadie dijo nada hasta que fue el turno de Met de desesperarse.

-¡¿Quieren dejar de mirarnos acusadoramente?!-.

-Lo haremos cuando nos den una explicación de cómo pueden salir ilesos de una lluvia de flechas-. Le respondió Mel mientras terminaban de armar las carpas, jamás iba a dejar ese aire retador. -No es común ver que alguien sale ileso ante una lluvia de flechas, no sangran cuando los apuñalan...-.

-Igual tu nos debes una explicación, acerca del porqué desapareciste anoche-. Le reprochó Met interrumpiéndolo, de nuevo Mel se puso nervioso y tragó saliva, los mellizos ahogaron una risita.

-Es verdad-. Lo corroboró su hermano, Mel de nuevo sintió que el mundo se le venía abajo hasta que sintió la mano de Kendall en su hombro, volteó a verlo y le asintió.

-Anda, no lo reprimas, todos tenemos algo que confesar-.

-Bien, la verdad es que... Soy un Hombre Lobo, y sí, yo fui el responsable de todos los ataques y del temor del pueblo, también fui el responsable del ataque contra Lazarus-. Todos se quedaron en silencio, sin saber qué decir exactamente, de un momento a otro uno de los mellizos fue a abrazarlo, después todos menos Lazarus se unieron en un abrazo grupal. -Ahora, ¿Sí nos explicarán?-. 

-Nada se te escapa, ¿No?, "Señor de la noche"-. Mel los miró algo confuso y enojado, alzó los hombros restando importancia, sin embargo ninguno de los mellizos respondió, el que lo hizo fue Kendall pero no era la respuesta que esperaban oír.

-Antes de que continúen hay algo que deben saber-. Kendall hizo una pausa antes de seguir, en eso Lazarus aprovechó para ponerse su camisa y su gabardina, ya no usaba vendas, estaba completamente curado. -Este escuadrón no se creo solo con el propósito de cazar demonios y proteger a los mundanos, cada uno de nosotros tiene algo en su interior que lo hace especial, este escuadrón no tiene el mismo objetivo que cualquier otro, Dalton me lo dijo una semana antes de morir-. Todos se quedaron callados ante la mención de su antiguo líder, o lo había guardado muy bien o el tiempo no le dio la oportunidad de comentarlo. -Y creo que él quería que lo descubriéramos tarde o temprano-.

-Supongo que ha llegado el momento de sincerarnos, ¿No les parece?-. Habló Lazarus con la razón a Kendall, Mel esperaba pacientemente a ver quién sería el siguiente en revelar su secreto pero ninguno se atrevía a hablar.

-Creo que tendrás que hacerlo tú Lazarus-. Le dijo Mel y todos estaban extrañados por el cambio arrepentido de actitud de Mel hacia Lazarus. -¿Qué?, ¿Hicimos las paces, sí?-. Alzaron los hombros y no volvió a mencionar nada, Lazarus carraspeó para hablar.

 -Bien, mi nombre es Lazarus Conan Irwin, nací en Cork, Irlanda y soy Nosferatu por desgracia, tengo habilidades mágicas, ¿Algo más que quieren saber?-. Todos negaron, entre todos se miraron para saber quién sería el siguiente en revelar su secreto, al no ver iniciativa por parte de nadie Herzel se dio un paso al frente, suspiró antes de hablar.

-En este caso-. Comenzó hablando Herzel mientras lentamente comenzaba a desplegar sus alas y lograba de nueva su transformación completa dejando a todos, menos a Kendall (que ya lo sabía) con la boca abierta. -Sí, yo soy un híbrido entre un ángel y un demonio, una unión prohibida, a ellos no les importó porque su amor fue más fuerte que las adversidades, aún así tuvieron un destino fatal y nací yo, iban a exterminarme, pero Dalton me salvó la vida-.

-¡Qué romántico y sentimental Herzel!-. Ironizó Mel mientras afilaba una de las espadas que Kendall le había dejado, Herzel lo miró entrecerrando los ojos.

-Honestamente, púdrete Mel-. Mel soltó una risita antes de guardar la espada, la tarde comenzaba a caer, los otros callados ángeles fueron a conseguir algo mientras todos se conocían un poco más, Kendall también les contó absolutamente todo acerca de él y su hermano, cómo se dio cuenta de quién era y la razón por la cual quería ir a Londres, Lazarus les terminó de contar qué poderes tenía y cómo sabía gran parte sobre ellos, Herzel también profundizó más acerca de sus poderes y cómo se había enterado de lo que era.

-¿Entonces todo este tiempo, les ocultaron la verdad?-. Preguntó a Lazarus mientras lo miraba con interés, Herzel asintió lentamente. -Vaya, supongo que fue difícil acostumbrarte y aceptarlo-.

- Tienes razón Lazarus, fue algo difícil, pero pasaron casi 20 años creyendo que era mundano, hasta que Dalton me contrató para trabajar con él, creo que tenía un don para ver las cosas más allá, eso sin mencionar que empecé a despertar ciertos dones y terminé asustando a mis "padres", por suerte Crowley pudo explicarlo todo, se lo debo-. Siguieron hablando hasta bien entrada la noche, en eso los mellizos les contaron que eran Neo-bhásmhor y que por eso podrían resistir tantos impactos o daños por armas, y por eso tampoco sangraban cada vez que quitaban algo de su cuerpo, además de conservar un físico de adulto maduro sin arruga alguna.

-No se lo tomen a mal pero...-. Comenzó hablando Mel bajo la atenta mirada de todos los del escuadrón mientras jugueteaba con la navaja que llevaba en el antebrazo derecho. -¿Si alguien buscara matarlos, podría hacerlo?-.

-Sí pero ni sueñes que te diremos cómo, eso solo se quedará entre los Neo-bhásmhor hasta el final de los tiempos-. Le respondió Met algo acusador.

-Además es mejor que solo unas pocas personas lo sepan, suena a desconfianza, pero con la crisis que está ocurriendo, hay algunas cosas que es mejor que se queden en secreto, no sabemos o quién podría estar escuchando todo lo que decimos-. Complementó Mitch, Kendall sonrió para sus adentros porque había logrado su objetivo o mejor dicho, le había ayudado a Dalton a cumplir el objetivo que él tenía cuando formó ese escuadrón, dirigió una sutil mirada al cielo...

JARDINES DEL CIELO:

-Por fin lo lograste, ¿No es así?-. Le preguntó a Cassius mientras caminaban por los jardines celestiales.

-Sí, pero no le puedo quitar el mérito a Kendall-. Habló Dalton con una se sus sonrisas que transmitían paz y tranquilidad. -Al fin y al cabo el que unió más al equipo y adquirió un nuevo miembro fue él-.

-Wow, ¿Tú cuándo planeabas hacerlo?-.

-Una semana después de que Kendall ingresó, pero tuve algunos pequeños problemillas por ahí, entre eso el problema de que cada luna llena debía cuidar de Mel para que no lastimara a sus compañeros, fue algo complicado, pero también fue sencillo ayudar a todos-.

-Entiendo, tenías otro propósito a parte del que se te asignó cuando eras Serafín-.

-Sigo siendo Serafín, Cassius-. Le respondió Dalton alzando los hombros. -Pero sí, de alguna manera quería que dejaran viejas rivalidades o simplemente no tuvieran miedo se ser quienes eran, no tuvieran miedo de reprimirse a ellos mismos ocultando su naturaleza, lo aprendí de Truthbelly-.

-Y aún sigues luchando por ese propósito desde la distancia-. Soltaron una pequeña risita, se quedaron contemplando al trío de Cassius, que estaban descansando, Cassius al ver que su hijo miraba de soslayo a Nessa, suspiró. -¿Curioso, no lo crees?-.

-¿Qué es curioso?-.

-Que ambos estemos trabajando con un familiar de una de las familias más poderosas bajo el linaje de los  Os nádarrach , tú con el padre y yo con la chica, los ayudamos para que cumplan el mismo objetivo-.

-Cierto, pero se nos escapa un detalle-...

BOSQUES DE ESCOCIA:

El escuadrón ya había retomado su rumbo a Londres, seguían enfrentando espectros y secuaces de Bastián y el Brujo Maestro, esta vez no era una excepción; los mellizos luchaban con fiereza y en perfecta sincronía, Herzel hacía uso de sus poderes tanto demoníacos como celestiales para arrasar con las tropas enemigas, los dos ángeles silenciosos que siempre iban con ellos usaban sus armas con una autoridad temible, sus flechas iban cargadas con fuego sagrado que al tocar a sus enemigos, desintegrándolos; Mel sacaba provecho al máximo de su nueva armadura, de vez en cuando usaba la fuerza sobre que le proporcionaba Amoux, Kendall invocaba todos los poderes posibles mientras luchaba se convirtió en un guerrero espiritual y por último estaba Lazarus que derribaba a sus enemigos y drenaba su sangre casi con desespero, Kendall lo veía pero se manteía a raya.

-Solo tengo una pregunta que hacer-. Comenzó hablando Mel después de que retomaran su rumbo dirigiendo una mirada a Lazarus. -¿Por qué drenaste su sangre?-.

-Podré estar curado, pero mi necesidad estará siempre ahí, además y de alguna manera la sangre de otros seres como yo me hace más fuerte-. Le respondío este terminando de limpiar sus espadas para luego guardarlas, el área ya estaba despejada, todos guardaron sus armas y retomaron su rumbo a Londres, siguieron caminando hasta que cayó la noche y empezaron a montar las carpas para acampar, seguirían con las rondas correspondientes siendo Lazarus y Mel los primeros en hacerlas, aprovechaban que eran seres nocturnos para hacer las primeras rondas, seguidos de sus demás compañeros hasta el amanecer...

CASTILLO SINIESTRO, GUARIDA DEL BRUJO MAESTRO:

-¿Tienes buenas noticias para mí?-. Preguntó el Brujo Maestro sentado en su trono, sosteniendo una copa de sangre de una persona a la que habían capturado sus secuaces horas antes y cuyo cuerpo se encontró a sus pies. -¿Lograron persuadir o ubicar al  Os nádarrach  o a Lazarus?-.

-Por desgracia no señor, pero lo último que sabemos es que ambos trabajan en un mismo grupo de seres celestiales, qué ironía, un servidor hijo de la noche y servidor de Satán, aliado con el enemigo-.

-Por San Demonio-. Suspiró antes de llevarse de nuevo su copa con sangre a la boca. -¿Acaso es muy difícil aniquilar a un desertor o traer con vida al otro que va a ocupar el lugar del traidor de Lazarus?-.

-Lo lamentamos señor, hacemos nuestro máximo esfuerzo por cumplir sus órdenes, pero tengo una idea de que tal vez podría funcionar-.

-Te escucho-.

-Hay un licántropo con ellos, y pensaba que...-.

-¡Pero qué idiotez dices!-. Le preguntó el Brujo Maestro sujetándolo por las solapas de su capa y levantándolo con una sola mano, el otro vampiro se puso más pálido de lo que de costumbre ante la actitud de su maestro y líder. -¡Sería romper nuestro juramento y pacto, además de que ellos son nuestros enemigos naturales y la unión entre ambos sería una aberración y una amenaza, ¿Acaso olvidaste nuestro propósito en el mundo?!-.

-No señor, me disculpo por ello-.

-Bien, ahora lárgate antes de que cambie de opinión respecto a matarte o volverte mortal y dejar que los demás te despedacen-. El pobre salió corriendo despavorido antes de hacer enfurecerlo más...

BOSQUES DE ESCOCIA:

La mañana cayó sobre el lugar donde descansaba el escuadrón, siendo Lazarus el notarlo primero en notarlo por desgracia, sintiendo el calor llegar a sus pies Y calentarlo, comenzó a salir humo y eso lo despertó.

-¡Ah maldita sea!-. Gritó mientras trataba de refugiarse del sol, los demás se despertaron viéndolo un poco extrañados. -Odio el sol-. Se quejó mientras trataba de desaparecer el humo que había salido de su pie.

-Lazarus, ¿Estás bien?-. Le preguntó Kendall acercándole una poción sanadora, que inmediatamente recibió.

-Si, solo que el sol... Bueno ya lo sabes-.

-¿Te desintegra?-. Preguntó Mel mientras terminaban de despertarse, desarmar las carpas y buscar algo para comer.

-Algo así, haz de cuenta que es igual a cuando un hada entra en contacto con hierro, me deja una marca, pero si podría derretirme si estoy mucho tiempo en contacto-.

-Ya veo, pero...-. Mel volteó a ver a Kendall con demasiada duda. -¿Por qué a Kendall no le pasa lo mismo si él también es un Nosferatu?-.

-Por que él no es completamente Nosferatu, dada su naturaleza Os nádarrach pudo contra arrestar los efectos de la maldición, eso en primer lugar-. Le explicó Lazarus enumerándolo todo con su mano. -Segundo, al no ser mordido o maldecido por el mismo Brujo Maestro, no puedes ser completamente vampiro pero si puedes desarrollar algunas habilidades y sed de sangre-. 

-Curiosamente lo mismo pasa con nosotros los Werewolves, los que nacen bajo esa naturaleza tienen facultades o pueden transformarse a su antojo, en cambio a los mordidos como yo, nos toca lidiar con eso cada luna llena-. 

-Oigan-. Todos voltearon a verlo, un murciélago se la había acercado, lo cual resultó extraño para los demás porque los murciélagos no podían volar de día. -Creo que tengo un mensaje-.

-¿De quién?-. Preguntó Herzel desconcertado e intercambiando miradas de Lazarus al murciélago.

-Es sobre el Brujo Maestro, a veces envió a algunos murciélagos a explorar la zona y gracias a mi espíritu guardián puedo comunicarme con ellos y entenderlos, escuchen el Brujo Maestro a enviado a más secuaces a espiarnos, no sé cómo pero logró descubrir nuestra última ubicación-.

-Imbécil, no lo conozco pero ya me cae mal-. Se quejó Mel provocando una risita en Lazarus.

-Eso no es lo único, quiere matarme y espera que lo que no pudo lograr conmigo de convertirme en un Duque lo pueda lograr con Kendall-. 

-Tendrá que pasar por encima de nosotros  quiere hacer eso-. Aseguró Mel confiado de si mismo, los demás lo miraron entre asombrados y decididos después de eso, todos se reunieron para comer, sin embargo todos estaban tensos y alertas. -Lazarus...-.

-¿Si?-.

-¿Conoces algún lugar donde podamos refugiarnos, para no quedar expuestos en pleno bosque?, menos con lo que nos acabas de contar-.

-Por desgracia no, pero podríamos buscar un lugar seguro en Londres y refugiarnos ahí, castillos no sobran para eso-.

-Bien, entonces-. Habló Kendall tomando su posición al frente de todos con Mel a su derecha, Herzel a su izquierda, Lazarus detrás y cerrando la marcha estaban los mellizos y los dos ángeles, el recorrido les llevaría seis días si tenían suerte, comenzaron a caminar bajo un sol que ya había disminuido gracias a las nubes, el clima daba señales de que iba a llover, este sería un largo viaje.