Percival y Nasiens decidieron quedarse en el bosque de las Hadas un poco más de tiempo antes de volver a Liones, la razón fue que King y Diane se lo pidieron pues querían enseñarle primero a Nasiens como utilizar la lanza espiritual debido a que ella ahora es la heredera del bosque de las hadas.

King sintió orgullo de su hija pues sería la primera Reina Hada de la historia...aún que le molestaba que la razón de que es mujer es porque estaba enamorada del jinete de la muerte, pero bueno, ya no se podía hacer nada más.

Volviendo a la actualidad; Percival cambio las sábanas antes de que alguien más la viera pues estaba sucias de su s*men y también del líquido rojo que dejaba en claro que le había ya quitado su castidad a Nasiens.

Nasiens estaba en cama con la pijama puesta la cual era conformada por una camisa de algodón manga larga que el quedaba un poco grande de color blanco, un pantalón también de algodón de color azul. La princesa estaba sentada en la cama recargando su espalda en el respaldo y al lado de ella estaba su amado Percival sentado en la cama con sus pies en el piso y con un plato de sopa con chocolate en mano.

—¿Segura que quieres comer esto?, Hadita—. Pregunto algo inseguro por darle la sopa con chocolate que tenía en sus manos.

Ella asintió. —Si, no se porque pero tengo mucho antojó de eso—. Sonrió dulcemente cerrando los ojos.

—No tiene ni menos de una hora que vomitaste, amor. ¿Que tal y está sopa con chocolate te hace vomitar más? Es una combinación muy extraña.

—Jeje si lo se, pero aún así quiero comerlo, no se porque pero...algo dentro de mí parece tener mucho antojó de esto—. Al decir eso abrió los ojos sorprendida pues se le había ocurrido una idea de lo que estaba pasando.

Nasiens sintió su corazón latir rápido al pensar en esa posibilidad que sería la razón de su estado de salud tan repentino.

—Solo espero que no sea nada grave, si algo malo te llegará a pasar no podría soportar lo—. Se acercó a su amada para poner sus manos en las mejillas de la oji-miel y juntas sus frentes.

—Lo se...—. Quitó el agarre del peli-verde en sus mejillas para poder besar la frente de él. —Por eso te prometo que no me sucede nada malo, solo es un pequeño malestar de seguro—. Dijo eso con una sonrisa tranquila para poder calmar a su amado.

Ante los ojos de la princesa hada su querido Percival parecía un cachorrito con carita triste, eso causó que diera un risita pequeña.

—Puedes decirles a mis padres que no podré ir al entrenamiento?—. Pidió Nasiens con una sonrisa pequeña.

Percival asintió cambiando su cara a la de un enamorado por completo, él de verdad ama a Nasiens con toda su alma, cuerpo y corazón, ni siquiera se podía imaginar un mundo donde su amada no existiera o estuviera con con alguien más que no sea él.

—Volveré un poco más tarde, Tioreh va a cortarme el cabello—. Y dicho eso besó a Nasiens de forma tierna y muy amorosa.

El besó fue largo y cuando se separaron Percival le dio un tierno beso en la frente de Nasiens. Se levantó de la cama y salió de la habitación.

Cuándo el jinete se fue Nasiens salió rápidamente de la cama y corrió a su mesa donde había varios químicos, puso un químico azul en un plato de madera y lo revolvió con dos químicos de color rosado y blanco. Al pasar mínimo un minuto se podía ver el color de cada químico en el plato de madera, tomó una aguja que tenía cerca y se pincho su dedo índice que provocó que diera un jadeó de dolor.

Dejó que una gota de su sangre cayera al líquido ocasionando que la pequeña gota de sangre al hacer contacto con los químicos ocasionará que saliera un pequeño humo.

Ahora solo había que esperar unas cuantas horas o tal vez minutos para saber si sus sospechas eran ciertas. Se miró al espejo y noto todas las marcas y chupetones que Percival le había hecho, tendría que hacer una medicina o algo así para quitárselas antes que alguien de su familia la vea así.

Tocó su vientre de forma delicada y cariñosa, inconsciente sonrió con dulzura y cariño con sus ojos brillando, si ella tenía razón... habría un integrante más en la familia en 9 meses.

—Creo que tú padre me odia, Tioreh—. Confesó Percival con una sonrisa pero sacando lágrimas de sus ojos.

—Noooo como crees ¿Por qué lo piensas?—. Tioreh tomó las tijeras mientras había dicho eso de una forma sarcástica y seria.

—Su mirada y la forma en la que me trata—. Contestó inocentemente Percival a lo que Tioreh se pego en la frente al ver qué el jinete no noto su sarcasmo. 'En serio te enamoraste de esté?". Fue lo que pensó para empezar a cortarle el cabello.

Antes que Tioreh le empezará a cortar el cabello al cruhs de su hermana (no tenía idea de que Nasiens ya estaba en una relación con Percival), Percival le había dicho a sus padres que Nasiens no iba a asistir al entrenamiento pues ella se sentía mal, claro que eso alertó a su Padre y Madre, su padre de hecho trato de ir pero Percival dijo que lo mejor sería que Nasiens descansará primero.

King al principio no quería hacerle caso al jinete pero Diane lo convenció pues era razonable debido a todas las experiencias y noticias que ha pasado Nasiens estos últimos días que lo mejor sería que su pequeña descansará, al final King accedió.

Ahora en la parte de los grandes árboles del bosque estaba Tioreh cortándole el cabello a Percival.

—Listo!—. Dijo con una amplia sonrisa la peli-rosa dejando la tijeras a aún lado. Tomó un espejo de mano pero algo grande que estaba cerca y se lo dio al espíritu de vida. —¿Que te parece?.

—Me quedó bien!, muchas gracias Tioreh, eres muy experta en ésto—. Halago a su cuñada con una sonrisa mientras se tocaba su cabello con la mano que estaba desocupada.

—Awww muchas gracias—. Dijo la última princesa hada enternecida por las palabras de Percival.

Tioreh estaba apunto de decir algo con una sonrisa, pero se le borro al ver a sus hermanos mayores Myrtus y Sixtus detrás de Percival caminando directo hacia ellos.

—¡¡OYE TÚ. PERCIVAL!!—. Grito el humano que era acompañado al lado suyo por su hermano menor Sixtus.

El nombrado se dio la vuelta al escuchar que uno de sus cuñados lo estaba llamando y de hecho era el que más se notaba que sobreprotegia a Nasiens al igual que su suegro; el rey hada.

—¡Oh, los hermanos de Mi hadita!—. Sin querer se le escapó el apodo que le había dado a Nasiens que al darse cuenta se congeló por completo junto con su sonrisa que tenía en el rostro.

Las caras de los hermanos mostraban las siguientes emociones: Tioreh; sorpresa y felicidad. Sixtus; Shock y ganas de matar. Myrtus; Shock, furia y sed de sangre. Percival empezó a sudar, sentía la muerte cerca de nuevo, si no lo mataba Arturo de seguro sería la familia de su amada.

Myrtus agarró fuerza en su puño derecho y golpeó al jinete en la cabeza causando que esté la bajara por el fuerte golpe que le había dado.

—¿¡Cómo que tú hadita sin vergüenza!?—. Myrtus estaba apunto de nuevo de pegarle a Percival pero Tioreh lo agarro de ambos brazos para que eso no sucediera.

—¡¡Dirígete a Mi Hermana mayor como; "Princesa Heredera"!!—. Señaló con el dedo índice con una expresión de enojo. —Mi hermana Nasiens es la primera princesa de las hadas y gigantes, ¡Y próximamente la PRIMERA Reina Hada!—. Sixtus se sentía orgulloso por Nasiens pero sentía enojo hacia el jinete del que si hermana solo sabía que estaba enamorada.

Percival río nervioso. 'Si que son muy sobreprotectores mis cuñados con mi Amor'.

Myrtus se quitó del agarre de Tioreh y tomo a Percival por el cuello de la camisa.

—¡Bien!, ¡Veremos qué tan digno eres de mi hermana!. ¡Recibirás el entrenamiento de las 1000 SERPIENTES!—. Digo lo último gritando Myrtus con una sonrisa maliciosa pero aún enojado.

—¿¡Acaso lo quieres matar!?—. Tioreh puso sus manos en sus mejillas con sus ojitos en forma de círculo y haciendo una expresión graciosa de preocupación.

—¿Que no era obvio?—. Sixtus estaba acostado en la mesa de flor.

Tioreh solo se pego la frente una vez más, ya iban a dejar viuda a su hermana cuando ni siquiera estaba casada con el jinete.

El tono verde brillante que lo líquidos que habían dado en el plato causó que Nasiens tomara el plato con ambas manos para confirmar si era cierto lo que veía con sus ojos. Su cuerpo empezó a temblar y dejó caer el líquido al suelo junto con su cuerpo también pero de rodillas apoyándose al piso con sus manos.

Lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, abrazo su vientre, tenía una sonrisa en sus labios...al parecer sus sospechas eran ciertas...Ella está embarazada, y lo que más le hacía feliz es que formaría una familia con Percival.

Comenzó acariciar si vientre con mucho cariño y amor.

—Vaya, sin duda eres una sorpresa que da una gran alegría!—. Dijo Nasiens viendo con mucho amor su vientre. —De verdad...eres una gran alegría en mi vida!—. No podía dejar de llorar de la alegría que estaba sintiendo en esos momentos.

La noche habia caido y Percival volvió al dormitorio de Nasiens lo más pronto posible antes que alguien notará que se estaba quedando en la habitación de Nasiens. Abrió la puerta, la habitación solo era alumbrada por la bella luz de luna que entraba por el balcón con las cortinas abiertas y la ventanas del balcón también abiertas.

—¡Amor, ya estoy aquí!—. Cerró la puerta para de ahí buscar con la mirada a su Nasiens.

El entrenamiento que sus cuñados le habían dado fue para él algo sencillo y un poco difícil, al final fueron Myrtus y Sixtus los que cayeron al foso de serpientes recibiendo varias mordeduras de las serpientes que por suerte no eran venenosas.

Volviendo al tema principal, Percival vio a Nasiens en el balcón por lo que salió a acompañarla. Él balcon era muy grande, había hasta una banca y varias plantas. Abrazó por atrás a la princesa y beso su cuello. Nasiens llevaba la misma pijama.

—He vuelto, Cariño—. Besó otra vez a la princesa quién lo detuvo y solo mostraba una sonrisa.

—Cielo, te tengo una sorpresa...—. Se dio la vuelta para abrazar al jinete enrollando sus brazos en el cuello de él. —Es una sorpresa muy linda!—. Dijo animadamente y como una gran sonrisa.

—Por como sonries esa sonrisa también te alegró a ti—. Dijo él acariciando la mejilla de la chica.

—Asi es—. Afirmó. —Para que descubres la sorpresa escondí por el balcón algunas cajas medianas que contienen pistas para que adivenes la sorpresa—. Cerró los ojos mientras seguía eso sin poder dejar de sonreír. Deshizo el abrazo con el jinete y retrocedió para sentarse en el barandal de piedra del balcón. —Es como un juego!.

—¡Entonces será muy divertido!—. Exclamó percival con sus ojos brillando de emoción y sus manos moviéndose con emoción.

Nasiens asintió con cabeza sonriendo dulcemente y de manera gentil.

Percival comenzó a buscar por el balcón y encontró la primera caja de bajo de la banca, la caja era mediana de color lila decorado con un moño blanco. Abrió la caja sin dudarlo.

—Eh?, ¿Un peluche?—. Sacó de la caja un peluche de oso café con moño azul y rosado en el cuello. Percival estaba confundido. —¿La sorpresa está relacionada con un oso?—. Dió media vuelta a su cabeza para ver a Nasiens.

Ella río divertida. —Si, si lo piensas bien...la sorpresa sería muy querida por el oso—. Se limpió una lágrimas de risa que se el habían salido sin querer de sus ojos.

Percival le dio el oso a Nasiens quien lo dejo en el barandal en el que seguía sentado, al lado de ella.

Siguió buscando por el blanco y encontro entre unas macetas una casa ahora de color amarillo pero de liston blanco como en la primera, la abrió y ahora se encontró ahora con unas pequeñas calcetas que parecían ser tejidas a manos de los mismos tonos que la caja.

—¿Calsetas?, ¿No crees que son muy grande para mí?—. Rió tomando la calsetas de la caja percival.

—Amor, esas calcetas no son para ti, son para personitas más pequeñas...—. Río divertida por el comentario de su amante.

Percival no dijo nada y puso las calsetas al lado del oso y siguió buscando.

La alguien caja la encontró entre flores de tulipanes amarillos, era de un tono verde menta y con el moño también blanco, cuando abrió la caja se llevó una gran sorpresa al ver un biberón.

—¿U..Un biberón?—. Volteó sorprendido para ver a su princesa.

Nasiens sonrió esperanzado de que al fin percival se haya dado cuenta. —Si, así es, Cariño...—. Dijo en un tono suave.

—Acaso....?.

La princesa acarició su vientre.

—Acaso...¿¡Adoptaste a un bebé oso!?—. Sonrió ampliamente muy emocionado, Nasiens casi se cae del barandal al escuchar eso. —¡¡Oh Mi hadita, es una linda noticia, tenías mucha razón!!—. Se acercó a su hada la tomo de sus manos, está sonriendo emocionado.

De algo Nasiens estaba segura y es que percival solo le atino que la sorpresa era un bebé. Dio un largo suspiró frustrada, aunque le gustó saber que Percival seguía siendo él mismo, se sintió algo triste de que él no haya adivinado por completo pero no lo culpaba.

Mientras Percival ya se hacia la ilusión de que iban a criar un bebé oso, Nasiens decidió decírselo por ella misma. Guío las manos de su amado a su vientre para que la tocará.

—Eh?—. Percival estaba confundido ante esa acción de su esposa.

—En algo tiene razón y es que es un bebé más no oso—. Dijo la princesa son una sonrisa. Percival solo se mostró aún más confundido; ¿Que estaba tratando de decir...?. Ambos miraron el vientre de la princesa. —Él bebé o La bebé está aquí diciendo; "Los quiero papi y mami"—. Hablo con una linda sonrisa cerrando sus ojos.

El viento aumento, la luna brillaba aún más, las flores y las demás plantas se movían por el fuerte viento, y los cabellos y las ropas de Nasiens y Percival también se movían un poco por un tiempo.

El jinete de la muerte permaneció en un gran shock por varios segundos ocasionando que Nasiens solo mirará curioso cuando de repente lágrimas salían de los ojos del jinete.

Percival tenía sus manos aún el vientre de su amada, sentía sus mejillas húmedas y un sentimiento crecer dentro de su interior...era felicidad.

—Voy...—. Nasiens le presto a atención a Percival al escucharlo hablar. —Voy....—. Sentía su voz temblar pero eso era de la alegría que sentía. —¿¡VOY HACER PAPÁ!?—. Gritó mirando a su hada y tan feliz sin poder dejar de llorar de la alegría.

—¡¡Así es, y yo voy hacer mamá!!—. Afirmó Nasiens también comenzado a llorar de la alegría.

Percival sonrió como nunca antes lo había hecho y tomo por la cadera a Nasiens para cargarla y comenzar a darle vueltas por el balcón mientras ambos reían y el jinete tenía cuidado de que su ahora embarazada amada no la fuera a lastimar.

—¡¡Voy hacer papá!!—. Repitio entre risas alegres bajando a Nasiens al suelo con muchísimo cuidado.

—¡¡Y yo mamá!!—. Dijo ella con una gran sonrisa secando sus lágrimas de alegría.

Rápidamente Percival abrazo con todas sus fuerzas a su mujer aún sin dejar de sonreír y llorar.

—¡Nasiens, te lo agradezco mucho!—. Dijo el peli-verde sintiendo como su hada le correspondía el abrazo. —¡En verdad no sabes cuánto te amo!. ¡Tú lo eres todo para mí y lo seguirás siendo pero ahora junto con nuestro bebé!—. Se separó un poco de su amada para acariciar el vientre de ella. —Hola pequeño, soy yo papá. Mami y papi te quieren mucho—. Cerró los ojos dando una gran sonrisa.

Nasiens solo miró eso con una sonrisa feliz y dulce.

No se ustedes mis queridos fans Persiens, pero yo digo que debe de haber un grupo en Facebook de fans de este Shipp para pasarnos fanfics, imágenes o comics, yo que se, si los demás Shipps tienen sus grupos de Fans, ¿Por qué nosotros no?.

Si aceptan solo queda decir, Ahora; ¿Quién será el valiente que hará el grupo convirtiéndose en su administrador?, yo lo haría pero (creo) significaría revelar mi identidad, si alguien hace el grupo, me avisan.

Holy Music se despide, muy pronto les trae a todos su demás comida (Los fanfics de; Pasiones Prohibidas, Hanahaki, Mi Hada). Adiós!.