Epilogo
Cinco años después...
–¡YiYi, le diré a JiuJiu que no me quieres prestar el carrito!–
–¡Pero tienes la pistola!–
–YiYi, LingLing, tía A-Li y tío A-Cheng dijeron que no pelearan–
Tres pequeños niños de cinco años se encontraban en una habitación dónde el suelo estaba lleno de juguetes, había una mesita con un par de sillas pequeñas con muchas hojas y colores, también, las paredes tenían pegadas estrellas que brillaban en la oscuridad y algún que otro rayón, dibujo o fotografía.
–Pero SiZhui, Jin Ling tiene la pistola–
Dijo cruzándose de brazos con un puchero.
–Eso es cierto–
Dió la razón el pequeño Kim SiZhui.
–Pero JingYi tiene el carro desde hace mucho–
Se quejó el pequeño Jin Ling.
–Eso también es cierto–
La puerta de la habitación que pertenecía a Kim JingYi fue abierta, dejando ver a otro niño dos años más grandes.
–¡Hola!–
–¡SangSang!–
Dijeron alegres los tres niños de ver al mayor por dos años entrar.
–¿El tío Taemin y el tío Nunu te dejarán quedar a dormir?–
Preguntó animado el pequeño JingYi, con ilusión en sus ojos.
–Padre y papá me dijeron que no–
Rápidamente la ilusión en los grandes ojos del pequeño JingYi se esfumó.
–Oh–
Dijo triste.
–Pero SiZhui y yo nos quedaremos, ¡Debes quedarte!–
Dijo Jin Ling levantándose del suelo.
–¡Tenemos que hacer algo!–
Dijo acercándose hacia la mesa con hojas de papel y colores.
–Pero le dijeron que no podía, no podemos hacer nada–
El pequeño SiZhui también estaba al igual que JingYi, pues la pijamada tan grandiosa que tenían planeada no sería lo mismo sin Cha HuaiSang.
–Podemos convencerlos–
Dijo positivo, escribiendo con una letra dónde habían letras más grande que otras en él.
–¿Convencer a mis padres? Podríamos lograrlo–
Dijo con emoción el pequeño HuaiSang.
–Solo debemos ir todos, estoy seguro que así le darán permiso–
Dijo mostrando con orgullo su hoja dónde decía "Ojos de cachorro".
–Y ésta será nuestra arma–
Rápidamente los otros dos pequeños se pusieron de pie asintiendo.
–Hagámoslo–
Dijo JingYi decidido, dirigiéndose a la puerta.
Rápidamente los otros tres le siguieron.
[•••]
Cuatro parejas adultas se encontraban en el gran salón de la mansión Kim.
–Saben, Kim Jun y yo pensamos en volver a adoptar–
Dijo con una sonrisa Jeon Minghao, llamando la atención principalmente de sus dos hermanos.
–¿De verdad? Eso es fantástico–
Dijo Soo animada de tener un sobrino más en la familia que fueron formando.
–Si, sólo que no intentes enterrar a tu hijo de nuevo–
Dijo Wonwoo recordando cómo su hermano se le había ocurrido la fantástica idea de poner al pequeño SiZhui como una hortaliza y mandar la foto de ello al grupo que tenían los ocho presentes por Whatsapp.
–Solo una vez–
Dijo con una sonrisa divertida.
-Hoshi–
Jeon Sooyoung llamó la atención de su esposo.
–Está bien está bien–
–¿No creen que los niños están demasiado calmados?–
Preguntó Hishi al lado de su esposa pasándole una taza de té.
Los presentes asintieron.
Normalmente cuando los niños estaban juntos se podían escuchar gritos, risas, el sonido de zapatos corriendo por toda la mansión y algún que otro jarrón roto, y más cuando el hijo de Kim Jun y Cha Eunwoo se unía.
Pero estaba todo tan pacífico.
–¿Debería ir a ver?–
Preguntó Mingyu, recibiendo el rápido asentimiento de los demás.
Pero tan rápido como el jefe Kim se puso de pie, el sonido de los zapatos de los pequeños sonaron como estampida en el piso de arriba.
–Oh, parece que ya se pusieron de acuerdo para hacer alguna travesura–
Dijo divertido Jun.
–¡Tío Nunu, tío Tae!–
Los dos niños Kim y el niño Cha llegaron rápidamente, para correr a los dos adultos y abrazarlos bajo la mirada curiosa de todos.
–¿Qué traman?–
Preguntó Taemin divertido.
–¿Porqué no dejaron a SangSang quedarse a dormir?–
Preguntó JingYi primero con un pucherito.
–Porque hizo una travesura–
Habló el Cha mayor.
–A-Sang no nos dijo eso–
Murmuró SiZhui a sus dos primos, quienes asintieron.
Los tres niños se separaron del abrazo, llegando al plan que tenían improvisado.
–¿Pueden dejarlo quedarse?–
Preguntaron los tres a la vez, poniendo los rostros más tiernos antes vistos en la faz de la tierra.
Los padres de los tres pequeños solo rieron de ver al Cha y Tae en esa situación.
El pequeño HuaiSang llegó finalmente, corriendo rápidamente hacia sus padres.
–¿Si puedo?–
Dijo uniéndose colocando su rostro mas tierno nunca antes visto.
–Puedes–
Dijeron derrotados los dos mayores.
Rápidamente los niños sonrieron, chocando los cinco.
–¡Misión cumplida!–
Dijo orgulloso Jin Ling, y nuevamente todos corrieron al piso de arriba donde se encontraba la habitación de JingYi.
[•••]
Los cuatro pequeños se habían quedado dormidos después de un cuento por parte de Mingyu.
Ya era de noche.
–Al final no aguantaron mucho despiertos–
Dijo divertido Wonwoo al ver a su esposo salir de la habitación de su hijo donde sus sobrinos ahora dormían también.
–Y eso es maravilloso, ¿No lo crees amor?–
Susurró al oído del doncel, tomándolo por la cintura desde la espalda, recargando su barbilla en un hombro de Wonwoo dando un pequeño beso en el cuello delgado.
–Gyu por Dios, que ahora hay cuatro niños aquí–
Murmuró sintiendo sus mejillas calientes.
–Será rápido–
Después de que el doncel lo pensara, sólo suspiró para asentir.
Rápidamente Mingyu cargó a Wonwoo con destino a la habitación de ambos entre pequeñas risitas de ambos.
Mientras los cuatro pequeños dormían plácidamente abrazados entre los cuatro, entre muchas sábanas y almohadas en el suelo lleno de juguetes.
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