Desde que habían llegado a casa Jungwon solo se había dedicado a llorar siendo abrazado por Sunwoo quien preocupado no dudo en acudir a su hyung, después de lo contando por Jake quien no podía dejar de decir lo idiota que era Riki.

Jay bajó todas las compras para tratar de animar aunque sea un poco al Omega y que olvidara los hechos de hace horas, al menos aunque sea un poco.

Mínimo estaban tranquilos, Riki no había regresado a casa ni siquiera para pedir disculpas al Omega, lo cual hizo enojar más a Jake, no pensaba que le pudiera hacer tanto daño a Jungwon, hace meses era el Alfa tonto que estaba feliz por tener un cachorro con su Omega, y ahora solo lo dejaba para cuidar de otra Omega.

— Hyung no esté triste, vayamos a comprar dulces sí —. Sunwoo jaló un poco el brazo de Jungwon fuera de la casa para llevárselo a la tienda, pero éste retenía fuerzas para evitar salir.

— No vendrá por si te preguntas —. Jake lanzó una mirada asesina a Jay por referirse así de Riki en un momento en el que Jungwon estaba en mal estado emocional.

— No le hagas caso, Jisoo debe estar hambrienta. — el embarazo de Jungwon no ayudaba nada, el nombre de Jisoo tan solo mencionarlo le hacía llorar, ¿el por qué? era fácil, el nombre era parecido al de- no era parecido al de nadie pero le gustaba así que él mismo lo había escogido por su Alfa. No tardó en sollozar más mientras con las largas mangas de su suéter rosa; limpiaba sus ojitos las lagrimas que salían.

— Está bien, lo siento hyung —. se disculpó Sunwoo con arrepentimiento a sus palabras pero no era su culpa, las emociones de Jungwon lo hacían más sencible a cualquier cosa.

— No se preocupen, mejor vamos tú y yo Jungwon, compraremos los dulces que tú quieras y tu leche de almendras —. Jake le dedicó una sonrisa sincera, y para ser cierto estaba dispuesto a ser lo que Riki no fue. Jungwon todavía sollozaba pero no como antes, ahora sus lágrimas eran menos constantes, dedicó una pequeña sonrisa, tenía que estar feliz para que su pequeña también lo estuviera.

Tomó la mano de Jake como si fuera un niño pequeño, Jay y Sunwoo decidieron quedarse en casa, y el Beta con el Omega irían a comprar los dulces en lo que los otros ponían o escogían una pelicula para disfrutar en casa.

— G-gracias Jaeyoonie —. aquellas palabras salieron en un susurro dulce, sus mejillas estaban coloradas por la vergúenza, sus labios estaban del mismo color rojo intenso.

No podía continuar así guardando el pequeño secreto que escondía el Beta, moría por besar al menos una vez a Jungwon, sentía un poco de envidia por Riki, pues tenía al Omega de sus sueños y tal vez debía aprovechar la oportunidad que tenía para enamorar al Omega, sin pensarlo tomo las mejillas de Jungwon acercándolo a sus labios; estanpándolos en un beso, sorprendiéndolo.

El cual Jungwon no le agradaba para nada, no duró ni 3 segundos en los cuales el Omega asustado comenzó a alejar a Jake lejos de su cuerpo, sin dudar en escapar, corrió aunque con dificultad física, lo hizo.

No podía sentirse más que usado nuevamente, los gritos del Beta se escuchaban atrás de él, pero no se detuvo, no quería ver a nadie, quería desaparecer en ese instante y que la tierra lo tragara para no volver. Aumentó la velocidad tomando otro camino que desconocía en aquel profundo bosque, con éxito logró perder de vista a Jake, rodeado de frondosos y verdes árboles, la tierra estaba húmeda, el frío se sentía en sus desnudas piernas, puesto que no tenía un pantalón largo. Sin rumbo a dónde ir, caminó más adentro del bosque, le parecía atractivo y buen lugar para esconderse aunque no lo haría por mucho tiempo, solo estaría por al menos dos horas hasta desquitarse con el coraje que tenía dentro, su estómago gruñía por comida, ni siquiera había probado un bocado desde que habían ido a la tienda a comprar las cosas para su bebé. Se sentía inmaduro por haber escapado de esa forma de su mejor amigo, no podía eludir su comportamiento que hizo enojar a su lobo.

Lograba sentir el tiempo que pasaba con cada paso que daba, estaba perdido. Sentía miedo, estaba cansando; su estado no le permitía conservar grandes energías físicas.

— Perdón Jisoo, tienes dos padres cobardes... —. acarició su vientre hinchado con tristeza, sintiendo los leves movimientos que su hija le daba como presencia de estarlo escuchando.

La falta de comida estaba haciendo que perdiera el equilibro, sus ojos y piernas se sentían pesados... Y lo último que pudo ver fue como caía al suelo para simplemente perderse en un oscuro vacío.

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— Todo esto es mi culpa, lo sé solo quiero hablar con él —. ahí estaba Riki con la mirada sumamente preocupada, su mejilla y nariz estaban sangrando, no era una agradable visita para Jay quien todavía estaba molesto con el menor, sin embargo, también estaba preocupado, hace horas que Jungwon debió llegar con Jake pero ninguno de los dos había regresado a casa como lo acordado, no iban a tardar ni media hora, y cuando estaban dispuestos a ir a buscarlos en su camino aparece aquel Alfa estúpido con la misma Omega que sólo se mantuvo callada en todas las súplicas de Riki, no podía tener más descaro.

— ¡Mierda! Te dije que no lo sé, pero aún así no tienes derecho a hacerlo, estás con esa Omega ahora lárgate con ella —. la chica miró ofendida a Jay por la forma en que la tenía señalada, pero tampoco era buen momento para pelear, Riki harto de la situación prefirió hablar.

— MALDITA SEA JAY, ISEUL NO ES MI OMEGA, ELLA ES PAREJA DE KIM SUNHEE Y SI NO LO SABÍAS TENÍA PLANEADO HACER UNA SOPRESA PARA MI OMEGA, LO CUAL PEDÍ SU AYUDA, PERO ESO NO ES LO IMPORTANTE, LO IMPORTANTE ES QUE QUIERO DISCULPARME, SIENTO A SU LOBO LLORAR Y PEDIR AYUDA... —. Jay sin poder creer una sola palabra guardó silencio como si estuviera procesando cada palabra de Riki para encontrarle algún sentido.

Pero... Tampoco estaba tan tranquilo, pues Jungwon aún estaba enlazado con Riki y todavía él podía percibir las emociones del Omega, el cual estaba horas desaparecido, y como había dicho el lobo Omega estaba pidiéndole ayuda.

— Riki, eso mismo te estoy diciendo... Hace horas que Jungwon se fue.