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Debería ser hilarante la forma en la que el alfa yacía sobre la cama a un costado de los cachorros, pero la sensación de ternura sobrepasó aquella emoción y la reemplazó por una calidez que llenó su cuerpo de forma inmediata.
El Omega no podía decirlo en voz alta, sin embargo, prefirió solo observar la escena en silencio para disfrutar el ver al azabache deslizar sus dedos de la forma más suave posible sobre el pequeño cuerpo de uno de sus hijos intentando acomodarle ya que este se retorcía y se movía fuera de la manta.
— Ya me puedo hacer una idea de quién será el hiperactivo de la camada — murmuró el alfa concentrado nuevamente en acomodar a su hijo — KelHan, quédate con tus hermanos — suspirando decidió solo tomar a su cachorro en las manos y moverlo de vuelta junto con los demás.
— Aún me parece increíble que le hayas puesto a nuestro hijo KelHan por un programa de televisión — Jimin habló manteniendo una voz baja.
Su cuerpo aún se mantenía recostado contra el muro aledaño a la puerta de la habitación principal.
— ¿Qué? ¿Querías haberle puesto Kal-El? — bromeó en respuesta.
— Solo cállate — se quejó antes de avanzar la distancia que lo separaba de su nueva familia.
La idea aún era un tanto extraña en su mente, extraña en el buen sentido de la palabra.
— Pero admite que su nombre no está mal — mencionó Jungkook alzando la vista hacia su pareja.
Jimin se subió a la cama con total cuidado de no molestar a los cachorros quienes permanecían casi inmóviles de no ser porque KelHan se estaba deslizando una vez más fuera de la manta.
El omega inhaló casi de forma brusca antes de tomar al cachorro con su mano y llevarlo peligrosamente cerca de su boca.
— Han compórtate — murmuró besando el pequeño cuerpo del cachorro que se estiró gustosamente contra su rostro.
Eran simplemente demasiado pequeños y adorables, tanto así que Jimin cada que tenía una oportunidad los tomaba de forma individual y los devoraba con besos sobre todo su cuerpo.
Los cachorros parecían reconocerle ya que en cada beso ellos estiraban sus pequeños brazos en dirección a los labios rechonchos del omega.
Jungkook adoraba la escena en silencio.
— Ya, es suficiente, te lo comerás a este paso — habló Jungkook fijando la vista en el cachorro cerca del rostro del rubio.
— Tú totalmente amas cuando hago esto — repitió la escena una vez más con KelHan quien nuevamente se estiró en dirección al omega.
— No lo hago — mintió intentando mantener una expresión neutral en su rostro.
— Tú totalmente amas — comenzó repitiendo la frase anterior — cuando hago esto en tu rostro — enarcando una ceja trabó la vista en su pareja quien perdió la expresión neutral y adoptó una sorpresiva.
— No sé a qué te refieres — respondió Jungkook ante aquella observación.
— Seguro — Jimin sonrió volviendo a besar al cachorro en su mano para luego dejarlo sobre la cama junto a sus hermanos.
— Realmente no quiero tener que volver a trabajar — el omega prestó atención a las palabras del azabache mientras recostaba su cuerpo de lado acorralando a los cachorros por un costado.
— Te vamos a extrañar — la sola idea de no ver a los cachorros molestaba a Jungkook en demasía, sin embargo sabía que estarían bien ya que Jimin estaría con ellos todo el tiempo.
— Solo serán un par de horas — Jungkook bajó la vista hacia sus hijos al escuchar un leve chillido, uno de los cachorros estaba mordisqueando la oreja izquierda de uno de sus hermanos — Hwa suelta la oreja de tu hermano — la pequeña cachorra parecía demasiado entretenida.
— Tienen hambre — murmuró Jimin al verla chupar la oreja.
— Hwa, suéltalo — Jungkook tuvo que alzar a la cachorra para alejarla de sus hermanos.
— Iré por los biberones — Jimin se levantó de la cama para alejarse de esta en dirección hacia la cocina.
Jungkook se quedó allí vigilándoles, habían transcurrido al menos un par de días desde que trajeron a los cachorros al apartamento, su vista fija en ellos sin darle crédito aún a su mente de que simplemente todo aquello que deseó tener alguna vez estaba sucediendo en el presente.
Suspirando se acomodó sobre la cama para acercarse hacia el mueble al costado de esta y abrir uno de los compartimentos buscando algo allí entre las cosas que sus dedos tocaron.
Podía escuchar los latidos de los corazones de sus hijos, también podía olfatear un olor particular proviniendo de forma individual de cada uno de ellos, pero podía identificar por sobre aquellos aromas aquel que compartían todos en común, el mismo que compartía junto con Jimin.
El que los identificaba como una familia.
Y eso hacía crecer su ego a pesar de no admitirlo en voz alta.
Consiguiendo lo que buscaba sonrió de forma discreta, el cambio de temperatura a sus espaldas le indicó que los cachorros se habían movido hasta quedar junto a su cuerpo.
Ahora no podía moverse o aplastaría a alguno de sus hijos.
— Jimin — alzó la voz esperando que el omega lo escuchase y se apresurase en venir.
Solo que el omega estaba concentrado en echar la cantidad correcta en cada biberón, había escuchado a Jungkook llamarle, pero decidió no prestarle atención para no desconcentrarse en su acción.
El alfa suspiró de forma bastante sonora.
— Cariño, tengo una emergencia aquí — parte del cuerpo del alfa tembló por la mala posición en la que se hallaba.
No podía deslizarse hacia adelante porque estaba al borde de la cama, si él se movía para salir de ésta lo más seguro es que los cachorros se caerían por el movimiento.
Estaba atrapado.
Pero por suerte por fin escuchó los pasos de Jimin en dirección hacia la habitación, su brazo se hincó hacia la cabecera de la cama para mantenerse allí anclado, los cachorros estaban moviéndose contra su espalda, demasiado alegres para notar que estaban logrando que su padre estuviese en un gran aprieto.
— Pero qué — Jimin parpadeó sorprendido observando la escena al ingresar — no te muevas — amenazó a Jungkook señalándolo al momento de avanzar hacia la cama.
— ¿Por qué crees que estoy en esta posición en primer lugar? — enseñó una mueca en su rostro.
— ¿Cómo terminaste así? — Jimin se subió y tomó a cada uno de sus hijos para moverlos al centro de la cama nuevamente.
Los cachorros comenzaron a moverse nuevamente, a diferencia de los hijos de los betas los hijos entre omegas y alfas tenían rasgos lobunos que solo lograban que sus funciones motrices sean más adelantadas, la movilidad era algo natural en ellos a corta edad.
— KelHan realmente es el rebelde de todos — mencionó Jimin alzando a su cachorro, solo que rsta vez lo mantuvo en su mano mientras movió el resto de sus hijos.
Jungkook pudo acomodarse y quedar sentado al borde de la cama.
— Eres igual que tu padre ¿No es así? — susurró Jimin para besar a su cachorro.
— Hablas de ti ¿No? — cuestionó Jungkook entrecerrando sus párpados.
— Seguro — una expresión burlona en el rostro del omega.
— Hwa aún tiene hambre — su hija nuevamente estaba chupando una de las orejas de su hermano.
— Zon es demasiado calmado — mencionaron ambos al tiempo.
Zon se removió y empujó a su hermana lejos, una molesta expresión formándose en su pequeño rostro.
— Retiro lo dicho — dijo Jimin observando a su hijo removerse fastidiado cuando Hwa intentó de nuevo chupar su oreja.
Solo hasta que Bae mordisqueó la cola de Hwa no fue que la pequeña comenzó a llorar.
— Tienen tu humor — murmuró Jungkook observando a sus cachorros comenzar a removerse fastidiados por la cercanía de los otros.
— ¿Qué dijiste? — cuestionó Jimin dejando a KelHan al lado de sus hermanos, una agria expresión queriendo formarse en el rostro del omega.
— Que tenemos bonitos hijos — habló Jungkook bajando la vista hacia sus cachorros.
El alfa sonrió disimuladamente ocultando los collares que había sacado del mueble de la vista del omega.
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