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— Bien, solo hay que esperar un poco más — murmuró Jimin para si mismo de forma baja.

Sus manos temblaban de forma ligera sobre su vientre abultado, estaba en una habitación del hospital solo a la espera del nacimiento de los cachorros.

Jungkook estaba afuera comprando una botella con agua, pudo percibir los nervios llenar el cuerpo del Omega y aquello solo lograba ponerle más ansioso.

El día tan esperado había llegado al fin, la noche anterior Jimin había tenido contracciones la cuales eran normales para su condición.

Los nervios del momento solo incrementaban con el paso del tiempo, había pedido permiso para faltar al trabajo durante al menos una semana, la idea de dejar a Jimin solo con los cuatro cachorros no era para nada grata en su mente.

Él necesitaba asegurarse que los cachorros estén bien al igual que Jimin.

La médica que los atendería ese día ya había programado una cesárea para Jimin quien había asentido al escucharle hablar, la mujer solo pudo alentar al Omega y asegurarle que todo saldría bien.

Y que no había nada de qué preocuparse.

Pero eso no calmaba a Jungkook quien en cuanto revisó la hora percatándose de que la cirugía sería realizada pronto solo decidió ir directamente hacia la habitación para hallar a Jimin observando el reloj por igual.

— ¿Estás preparado? — preguntó.

— ¿No debería ser yo quien lo pregunte? — cuestionó Jungkook moviendo sus brazos hasta descansarlos de forma cruzada contra su torso.

— Deberías, pero luces más asustado que yo — una sonrisa intentó aparecer en el rostro del rubio.

El alfa se acercó hacia el borde de la cama sin retirar la mirada hacia el más bajo, no era necesario preguntar en voz alta ya que la expresión vívida en el rostro del Omega respondió sus preguntas mentales.

Jimin sentía miedo, nervios y tal vez ansiedad.

— Estaré esperándote — mencionó Jungkook soltando sus brazos e inclinándose hacia el frente para besar parte de la cabellera de Jimin.

— Lo sé — afirmó Jimin moviendo su cabeza en forma de asentimiento — estaremos bien — de forma inconsciente apoyó su mano sobre su vientre.

Solo poco tiempo después Jimin fue llevado para realizarle la cesárea, el alfa debía quedarse en la sala que le habían indicado, pero su cuerpo parecía no responder y en más de una ocasión intentó pasar más allá de aquellas puertas que lo separaban de Jimin y sus cachorros por nacer.

— Jamás creí que podrías hacer ese tipo de expresión — la voz a sus espaldas lo alertó.

Namjoon estaba a sus espaldas, su mente estaba tan concentrada en lo que ocurría allí adentro que no había presenciado la cercanía del Ceo.

— Por la mirada en tus ojos puedo suponer que ya deberían haber nacido, ¿No es así?

Jungkook solo pudo asentir ante ello.

Él estaba ansioso, sabía que la cesárea tomaría un tiempo, pero realmente la paciencia no era una de sus grandes virtudes.

— Relájate hombre — Namjoon movió su mano hasta posarla sobre el hombro derecho del alfa — siempre es así, alguno que otro cachorro demora en nacer, no deberían de tardar más tiempo — a pesar de saber que su jefe tenía la razón en esos momentos su mente seguía preocupada.

El sonido de una puerta siendo empujada llamó la atención de los hombres quienes giraron su cuerpo para observar, una de las enfermeras se acercó hacia ellos con una sonrisa tirando de la comisura de sus labios, por su falta de algún aroma fuerte Jungkook dedujo que se trataba de una beta.

— Señor Jeon, le informo que los cachorros nacieron sanos y salvos, podrá pasar a la habitación en cuanto el joven Park sea llevado allí junto con los bebés.

El suspiro de alivio del alfa azabache no pasó desapercibido por Namjoon y la enfermera.

— ¿En cuánto tiempo podré pasar a verlos? — preguntó de forma inmediata.

— Deberían tardar al menos otros quince minutos mientras el joven Park es trasladado a la habitación y terminan de revisar a los cachorros — la enfermera se retiró luego de decir aquellas palabras.

Namjoon le echó un último vistazo antes de dirigirle la mirada a Jungkook.

— ¿Son niños o niñas? ¿Combinados? — preguntó formando una mueca curiosa en su rostro.

El azabache giró el rostro para encararle.

— Realmente no lo sé — negó con la cabeza — preferimos solo llevarnos la sorpresa — el ceo asintió luego de escucharle.

— Es bueno saber que vine preparado — señaló a sus espaldas.

Sobre un par de sillas había un par de regalos variantes para los nacimientos de los cachorros.

— No era necesario.

— Es la costumbre hombre — sonrió, Jungkook se relajó ligeramente luego de ello.

Después de un tiempo el omega fue movido.

En la otra habitación Jimin parecía haber olvidado parpadear, los cuatro cachorros yacían acomodados sobre su regazo, tan pequeños que cada uno podía ser sostenido con una sola mano, sus pequeñas orejas se movían cada que algún ruido era producido.

— Lindo — murmuró para sí mismo al mover de forma delicada una de las colitas sobresalientes de uno de sus hijos.

Estaba ansioso de poder enseñarle los cachorros a Jungkook quien conociéndolo bien debería estar a punto de patear la puerta con prisa.

Los cachorros eran tan pequeños que Jimin temía hacer algún mal movimiento y lastimar sin querer a alguno de ellos, estos yacían plácidamente acostados y se movían de forma ligera, realmente sus orejas era lo que más se movía a diferencia de sus cuerpos.

Un ruido un poco fuerte produjo que los cuatro cachorros moviesen sus orejas al mismo tiempo.

Jimin sonrió tanto que sintió su mandíbula doler al instante.

La expresión de incredulidad en el rostro del azabache lo tomó por sorpresa.

— ¿Qué haces allí de pie tan lejos? — cuestionó Jimin al instante — ven a ver a los cachorros — insistió.

El omega observó que con cada paso que dio el alfa éste parecía lucir más aturdido que momentos atrás, la sensación que le llenaba en esos precisos momentos lo desconcentró de la realidad haciéndole recordar al instante lo sucedido antes de la cesárea.

Una de las enfermeras que se encargó de llenar el formulario le había hecho las preguntas de rutina, pero hubo una en concreto que Jimin demoró en contestar.

¿El hombre allí afuera es su pareja?

Al haber escuchado aquella pregunta Jimin rememoro todo aquello que dio comienzo a la situación en la que se hallaba, sabía que aquella misma pregunta debió ser hecha a Jungkook quien lo esperaba afuera.

La enfermera volvió a formular la pregunta pensando que tal vez el hombre no le había prestado atención, pero la respuesta que el omega soltó la tomó por sorpresa sin saber si realmente debería escribir ello o no.

El sonido de la voz de Jungkook hablándole lo sacó de sus recuerdos al instante.

— ¿En qué piensas? — preguntó el azabache.

Jimin se percató que el alfa se había sentado cerca de sus piernas y sus dedos acariciaban de la forma más delicada que haya visto alguna vez a los cachorros que reaccionaban con cada ligero roce de los toques de su padre.

— ¿Qué le respondiste a la enfermera? — cuestionó Jimin en voz baja.

Sus propios dedos acompañaron los del alfa.

— ¿Sobre qué? — preguntó de vuelta el azabache.

— Sobre quién soy yo para ti.

Jungkook bajó la mirada hacia los cachorros, dos latidos pasaron antes de volver a levantar.

— Mi pareja por supuesto — la voz de Jungkook sonaba firme.

Jimin intentó ocultar la expresión alegre y divertida de su rostro, pero fue en vano.

— ¿De qué te ríes? — preguntó confundido el alfa.

— No me regañes, claramente le dije que tú eres mi pareja — Jungkook asintió ante ello.

— ¿Pero? — preguntó Jungkook, por la mueca divertida en el rostro del omega supuso que esa no fue la única respuesta que éste le había dado.

— Pero antes de ello le dije la verdad.

— ¿Sobre la idea antes de ser pareja?

Jimin negó antes de responder.

— ¿Qué le dijiste Jimin?

— Que estoy embarazado de mi mejor amigo.

Solo un par de segundos después ambos comenzaron a reír en voz baja para intentar no incomodar a los cachorros.

Quienes resultaron ser tres niños y una niña.

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