07
La alarma sonó formando eco en la habitación, los dedos del Omega se deslizaron hacia la izquierda como era de costumbre, pero en vez de toparse con la mesita de noche se toparon con un cuerpo cálido a su costado.
— ¿Acaso no tienes tu propia cama? — masculló Jimin bufando.
Jungkook gruñó por lo bajo antes de enviar su mano hacia el despertador y apagar la dichosa pero molesta alarma.
— Tu cama es más cómoda — respondió estirando sus miembros.
— Te puedo decir dónde la compré — el rubio bostezó de forma sonora para sentarse sobre la cama.
— ¿A qué hora termina tu turno? — preguntó el alfa acostándose sobre su estómago hundiendo su rostro en la suavidad de la almohada.
— A las 3 — su voz siendo arrastrada por la pereza.
— Buena suerte campeón — se burló el azabache para volver a dormitar.
— Vete a tu jodida cama — Jimin le empujó pero Jungkook mantuvo un firme agarre sobre la colcha — no puedes dormir cuando yo tengo que ir a trabajar, no es justo — se quejó.
— Primero, ve a lavarte los dientes, ¿Comiste un zombie o algo por el estilo? — se burló de nuevo el alfa — y segundo, yo ya trabaje, así que déjame descansar — se quejó por lo bajo.
— ¿Cómo te atreves? Tu aliento tampoco huele a rosas del campo jodido engendro — Jimin tapó su boca al hablar.
— Pero mejor que el tuyo si — Jesús, Jimin tenía que inhalar profundo para evitar golpear al hombre a su lado.
Como una fiera a punto de atacar a su presa Jimin se lanzó sobre Jungkook para llenarle de besos babosos parte de su nuca y la mejilla que se hallaba al aire libre.
— ¡Que jodido asco! — se quejó Jungkook retirando a Jimin de encima suyo.
— Así no te olvidarás de mi — Jimin bajó de la cama corriendo justo cuando Jungkook le lanzó una almohada.
— Agh — con la colcha retiro la baja de su piel caliente por la siesta.
Frustrado decidió levantarse para dirigirse hacia el baño, Jimin yacía allí cepillando sus dientes con la vista fija en el espejo la cual saltó hacia su ser cuando Jungkook abrió la puerta.
— Salte que voy a orinar — dijo Jungkook ubicándose frente al inodoro.
— Voy a llegar tarde, te aguantas — dijo Jimin luego de escupir en el lavabo.
Jungkook alzó una ceja antes de girar a ver el reflejo de Jimin a través del espejo.
— ¿Esperas que me haga encima? — cuestionó molesto.
— Solo orina y ya — respondió Jimin — no tienes algo que yo ya no haya visto — se encogió de hombros.
— Me viste hace años atrás Jimin, éramos pequeños — se quejó volviendo la vista hacia el inodoro, realmente tenía ganas de orinar.
— Por eso, no hay nada nuevo que ver — el sonido del agua del lavabo frustó a Jungkook.
Al final comenzó a orinar con Jimin a sus espaldas aseandose.
— Oh, lo tienes más grande.
Jungkook abrió sus ojos sorprendido por la acción de Jimin y giró su cuerpo.
— ¡Cuidado hombre! ¡Casi me orinas encima! — gritó Jimin asustado.
—¿¡Cuál es tu jodido problema!? — Jungkook subió su cremallera.
— Cuando vuelva quiero mi baño limpio de tu suciedad — Jimin salió del baño evitando pisar los pequeños charcos.
Jungkook exhaló cansino antes de lavar sus manos, echó un vistazo al suelo, tenía que limpiarlo ahora.
Jimin se fue directo a la cocina para hacer el desayuno, pudo escuchar a Jungkook limpiando el baño, sus dedos trabajando en un sándwich de pollo, su vista se desvió hacia el refrigerador abierto, una paquete de salchichas en la puerta.
Si, Jungkook la tiene más grande que antes.
Sacudió la cabeza en cuanto aquel pensamiento apareció.
Un tono carmesí tirando de sus mejillas.
— No puedo creerlo — susurró Jimin tapando su boca.
— ¿Qué te pasa ahora? — Jungkook entró de improvisto a la cocina.
Su mal humor rondando su aura.
— Nada — Jimin volvió la vista hacia el sándwich.
— Es grande — dijo Jungkook.
— Si, ya lo sé Jk, lo ví con mis propios ojos — respondió Jimin de inmediato.
— ¿Y todo eso te entra?
Un silencio se formó por parte del Omega quien avergonzado encaró a su amigo.
— ¿Y bien? — preguntó Jungkook devolviéndole la mirada.
— ¿Qué? — preguntó sin aliento.
— Que si te comerás ese sándwich, es enorme — señaló sobre la encimera.
Jimin bajó la vista.
Claro, el sándwich.
— Si, si me entra, con esfuerzo seguro entrará — respondió tragando grueso.
Bien, era hora de ir a trabajar.
Jungkook mantenía una expresión confundida en su rostro por la reacción de su amigo.
— Tengo que ir a trabajar — comentó Jimin tomando el sándwich y dando un gran mordisco, su vista bajó un segundo hacia la parte baja del alfa.
Cosa que no pasó desapercibida por el azabache, pero ninguno mencionó nada sobre el incidente de minutos atrás.
Eso había sido, peligroso.
— Bien, saldré en la tarde, así compra tu almuerzo cuando salgas — alzó la voz Jungkook una vez Jimin desapareció en el pasillo.
— Seguro — fue la respuesta del omega.
Jungkook sacudió su cabeza peinando su cabello con sus dedos y se dispuso a prepararse el desayuno.
Un par de minutos después yacía comiendo en lo que Jimin terminaba de arreglarse, una vez listo el omega caminó hacia la sala donde el alfa ya había encendido la televisión y desayunaba de forma tranquila.
— No hagas más desorden — advirtió el omega caminando hacia la puerta.
— Debí haberte meado encima — murmuró Jungkook con la vista en la pantalla.
— ¡Te escuché! — gritó Jimin abriendo la puerta.
— ¡Era la idea! — gritó de vuelta el alfa.
La puerta se cerró.
Jungkook se relajó sobre el sofá, terminó su desayuno y deambuló por la casa del omega en busca de algo con lo cual entretenerse, había un calendario contra el muro de la cocina, allí habían números marcados con un color rojo
El alfa los reconocía, eran los día de celo del omega.
Para ello faltaba un mes aún.
Aun tenía tiempo para pasar con el omega antes de tener que volver a su propio apartamento, era divertido hacer rabiar al omega, era divertido para Jungkook.
Una vez halló una buena película para ver, su mente rondó por aquella idea de nuevo.
Preguntándose si acaso realmente era mala idea aunque sea solo mencionarla a Jimin.
Pero lo que temía era su reacción.
Por eso por primera vez Jungkook dejó su molestia hacia los omegas y programó una cita para un posible embarazo invitro.
Por lo menos así no tendría que tener intimidad con la omega que escogiese.
Pero el rostro de Jimin apareció en su mente incluso antes de salir del apartamento.
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