Capítulo 12

Hablo con mis padres, mis amigas y mis hermanos sobre la noticia. Cómo andan en sus trabajos, aprovecho de hacer una videollamada para ser más concisa y precisa, a su hora libre. Primero llamo a mis papás, andan emocionados, no pueden creer que este embarazada; segundo a mis amigas, chillan de la emoción que casi me rompen el tímpano. De último mis hermanos, están emocionados y ellos también me dan la noticia que nos veremos en diciembre y tienen una importante noticia que darnos. No imagino cuál podría ser, porque son misteriosos.

—Le mandan saludos a Cee y a Frank.

—Claro, Al. ¡Adiós!

Luego de la rutina mañanera, me visto para ir a un festival el cual debo hacer registro fotográfico. Le digo a Nick a ver si sus hermanos andan disponibles y me confirma que sí, nunca he trabajado con gente y que yo sea quien dirija, pero ya veremos que pasa. Los chicos llegan puntual y los encuentro cerca de la tarima.

—Bien, se van a presentar en total diez bandas musicales, los que van a grabar ya saben lo que deben hacer, y nosotros lo que haremos es cubrir que todo el evento tenga fotografía para que lo puedan usar en su página web y en redes sociales.

—Perfecto, Alex. Ya tenemos todo listo —dice Zack.

—Gracias por la ayuda.

—No hay de que, después de todos somos familia, ¿no? —comenta Justin—. Sé que nos conocemos poco, pero ya verás que somos divertidos y que somos los que hacemos enojar al idiota que tienes como novio.

—Exacto, y ponlo firme. Si no te ayuda, le pateamos el trasero —Mathias le gusta decir las cosas sin tapujos.

—Ustedes hablan pendejadas, de verdad —aparece Nick y los tres palidecen, pero luego se ríen—. Me ponen como el villano.

—Nosotros te queremos, hermanito —le dice Zack.

—Si claro, díganle eso a Nicolas —refunfuña Nick. ¡Amo cuando se meten con él, es demasiado divertido!

—Necesita una novia, pero urgente, pero no puedo con tanto, demasiado odio en sus venas cuando nosotros somos unos ángeles —dice Mathias en voz baja.

—¡Cállense, trío de mocosos inútiles! —aparece Nicolas, el hermano mayor de los chicos. Me causa risa cuando lo conocí por primera vez, se notaba tan serio, que no comprendía por qué era así, pero solo actúa de esa manera con sus hermanos y se nota que los quiere, pero los chicos se aprovechan de su malhumor para jugarle juegos—. Sí necesitas algo, estaremos cerca.

—Gracias, Nico.

—Sí, princesa. Te quiero —dice Nick y sus hermanos se burlan—. Y suerte, cuida de nuestros bebés y no te extralimites; que los niños te ayuden.

El festival ha sido una maravilla, igual es estresante estar pendiente de todo, pero se ha logrado el objetivo y hemos tomado fotos de cada cosa importante. Menos mal que tengo mucha paciencia y dirección y los chicos son muy buenos en lo que hacen, así que hacemos buen equipo. Nos sentamos a descansar en un espacio para almorzar y refrescarnos antes que comience la última fase.

—¡Alex! —me llama Leon, mi hermanastro—. ¿Qué haces aquí? —me pregunta acercándose hacia donde estoy.

—Vine a tomar fotos, no sabía que estabas en la ciudad —respondo.

—Vine de pasada, unos amigos me invitaron. Mañana me voy de nuevo. Igual papá dijo que en diciembre nos vemos —dice contento sin mirar a los hermanos Claus ni preguntar por ellos. Leon no cambia, él es así, no le gusta tener contacto visual con personas desconocidas.

—¡Disfruta!, después me avisas y nos llamamos, tengo varias cosas que contarte —le digo. Él asiente, me abraza y se va con sus amigos.

—¿Quién es él? —pregunta Mathias con mucha curiosidad.

—Leon, mi hermanastro, es hijo del esposo de mi papá —respondo. Tengo mucha curiosidad, del porqué Mathias está preguntando por él, me parece muy raro.

Conozco a mi hermano, y nunca lo presento al menos que él me lo pida, pero del resto no lo hago a su petición y desde niño siempre ha sido así.

—¡Ya! Interesante —es lo último que dice. ¿Mathias, qué andas ocultándole al mundo?

Luego de refrescarnos, volvemos al trabajo. El resto del festival es más ameno, creo que nos faltaba un toque más de energía, y nos lo dió el descanso, la comida y una mini charla entre todos; por lo que todo fluye mejor que las primeras horas que si el agotamiento era extremo. Al finalizar los del festival nos agradecen por la buena labor y pronto estarán en contacto conmigo para futuros eventos.

Nos reunimos con Nick y Nicolas en un sitio donde venden helados de todo tipo para celebrar que fue un éxito. Después de degustar uno de chocolate con almendras y otro de coco con brownie, nos despedimos de los chicos y me voy con Nick para mi departamento.

—¿Qué hiciste mientras estaba trabajando? —una vez en el auto. Él lo pone en marcha, con música suave para armonizar el ambiente.

—Reunido con una amiga, quiere que sea socio de su empresa. Está haciendo ropa interior, y además quiere que modele, pero rechacé lo segundo —explica lo que hizo y me sorprende que pueda tener tantos contactos.

Al mes siempre viene un amigo suyo y le ofrece algo, pero Nick no confía en las personas que solo lo vean como producto o para aprovecharse de él; y a pesar de que son sus amigos, no dice que "no", sino que deja el tema inconcluso para después llamarlos y negarles su oferta. Me he dado cuenta que es muy sincero, y tiene algo que decir lo hace sin pensarlo dos veces, se nota que es muy genuino y que no le gustan las mentiras ni falsedades.

Esta vez lo oigo entusiasmado, como si deseara hacerlo de verdad. A mi no me parece mal que pueda modelar o ser socio de alguien que quizás le tenga confianza. Desconozco a la chica, no sé quién sea, pero capaz puede aceptarlo y llegar a ser una imagen sólida para la empresa de ella, y si él ingresa como socio puede inculcar ideas muy buenas; Nick es excelente haciendo negocios, aunque se ponga nervioso o agresivo si no le prestan atención o si un tema no le importa. En ocasiones deja a la persona con la palabra en la boca y se retira.

—¿Por qué? ¡Tienes un buen cuerpo!, y realmente puede funcionar —sugiero dándole ánimos.

—¿Tú crees? ¡Es que no sé! Tengo mucho trabajo en diciembre —me dice. Aun es un misterio lo que hace este niño.

—Tengo una idea, que te dé la ropa interior, y yo te tomo las fotos y se la pasas, así se puede agilizar el proceso. Si tienes el cuerpo y el potencial, ¿por qué no hacerlo? —sí, tengo ideas buenas y otras no tanto, pero capaz pueda sentir celos si está solo con mujeres a su alrededor que puedan buceárselo o lo inciten a hacer algo que lo incomode.

—Después te puedo comer a ti, ¿no? Como premio. —Siempre con sus chistes pervertidos y sus ideas ingeniosas para yo caer en sus redes.

Si bien no he tenido tantos nervios como cuándo lo conocí, he tomado más valor en reconocer que si efectivamente me gusta y que no tengo por qué estar nerviosa, ya somos pareja oficial, no me voy a cohibir en darle besitos, mimos, y poder tener más confianza en hablar de temas más profundos, y conocerlo mucho más. Estar tranquila por el hecho que queremos crecer como personas, que la sinceridad se hace presente así como la comunicación por si no estamos de acuerdo con algo.

—¿A besos? Acepto entonces —digo divertida, porque yo sé que se refiere a otra cosa.

—Si no fuera por el semáforo me abalanzo sobre ti —comenta sonriendo—. Supongo que estás muy cansada, ¿cierto? ¿Quieres masajes?

—No creo que resista, capaz me duermo rápido. —Cambia a verde y acelera, para luego meterse en la siguiente curva y llegar a mi departamento.

—¿Necesitas que me quede? —pregunta lo mismo que ayer. Apaga el motor de su auto—. No tengo nada que hacer mañana. Y ya es muy tarde para irme solito a mi camita sin abrazarte ni besarte...

—Son las ocho de la noche, pero si insistes tanto en quedarte, pues no tengo problemas.