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Extra · I Can See You

Elsa bufó y se mordió el labio para contener su mal humor. Honeymaren estaba conversando con uno de los invitados que no era del agrado particular de Elsa. Desde que Northuldra y Arendelle se habían unido para dejar sus diferencias atrás, los encuentros entre ambos pueblos eran cada vez más comunes. Elsa estaba feliz de que la tribu y el reino pudieran convivir en paz, sin embargo no le gustaba que Honeymaren le dedicará tanta atención a nadie más que ella.

La morena se burló al percatarse de que Elsa la observaba con esa rabia habitual de los últimos meses. La ojiazul apartó su vista avergonzada de que Honeymaren la descubriera en el acto. La castaña se despidió de su compañero y se acercó a Elsa. Con una sonrisa juguetona le dio un suave codazo.

—Si continuas así puedo creer que estás celosa —canturreó la morena.

—¿Quién dice que no lo estoy? Ese tipo parece un idiota.

—¿Aceptas que te gusto entonces? —Honeymaren se divertía provocando a Elsa

—No dije eso —murmuró con una sonrisa —. Aunque parece que en realidad yo te gusto a ti.

—¿Tú, gustarme? Se te subió la bebida a la cabeza —se recargó en la pared esperando que su compañera hiciera lo mismo, pero Elsa se apartó —. ¿Así quieres jugar? —le gritó Honeymaren.

Elsa le respondió con un ademán de su mano izquierda. A nadie le molestaría que ambas desaparecieran de la fiesta una o dos horas. Dejaron los salones y escaleras concurridos de gente para escabullirse en los pasillos oscuros y solitarios del palacio. Una vez solas en el extremo del pasillo, Honeymaren empujo a Elsa contra la pared.

—¿Aún sigo sin gustarte? —preguntó Elsa

—Eres una idiota —murmuró Honeymaren jalando de la chaqueta azul oscuro de Elsa.

—¿Oh sí? Dime porqué —susurró acercándose más a sus labios. Antes de poder tocarse un estrepitoso relámpago seguido de un trueno ensordecedor las hizo separarse. Los invitados de la fiesta gritaron y luego rieron, a pesar de estar alejadas de todo el escándalo de la reunión todavía podían escuchar todo el bullicio del salón.

—¿Crees que estamos suficientemente lejos? —pregunto Honeymaren. Elsa le puso un dedo entre los labios para que guardará silencio.

—Conozco un mejor lugar.

La tomó de la mano y subieron hasta una de las torres más altas del castillo, entraron a la biblioteca y detrás de un librero con puerta secreta encontraron una habitación pequeña, pero con la privacidad necesaria para ellas solas.

Solo había un escritorio con dos sillas, repisas con libros que le avergonzaba mostrar y un sillón amplio con cojines. Elsa se sentó en el sillón y le hizo una seña a Honeymaren para que la acompañara.

—Lamento no haberme esforzado en la limpieza, no contaba con tu presencia esta noche —agregó como una broma.

—Pienso lo contrario —murmuró sentándose a horcajadas sobre ella —. Parece que llevas pensando en esto mucho tiempo.

La ojiazul rompió la distancia para finalmente besarse. Lenta y apasionadamente. Honeymaren se apartó de Elsa para mirarla.

—Este lugar es totalmente privado. Nadie puede escuchar nada de lo que hagamos aquí. Puedes decirlo con seguridad —susurró Elsa despacio.

Honeymaren estuvo apunto a soltar un "te amo", pero en el juego que llevaban desde hace semanas eso significaba rendirse. Decir te amo era declararse perdedor, ninguna estaba segura de lo que significaba perder, aún así no estaban dispuestas a ceder. La morena sonrió divertida.

—¿Crees que te lo dejaré tan sencillo?

—Valia la pena intentarlo —suspiró. Acarició su mejilla y volvió a atraerla hacía ella. Cuando amaneció hicieron de cuenta que nada pasó.

La rutina llevaba así desde que comenzaron su "relación". Esconderse en la oscuridad para ocultar su desbordante pasión y al día siguiente no hablarse y apenas mirarse, sin embargo la verdad que no querían aceptar las había alcanzado por fin. Estaban enamoradas. De nuevo, ninguna iba ceder, pero pretender que no se amaban en las mañanas después de haberlo hecho en la noche comenzaba a sentirse incorrecto. Sus encuentros siempre fueron algo físico más que sentimental y ahora todo era al revés y eso las hacía sentir como tontas.

¿Debían olvidarse de todo y evadir el tema por siempre? ¿serían la burla si esperaban obtener más de la otra? ¿si se confesaban cuales serían las consecuencias?

Otra vez habían iniciado su número favorito de la noche, una pequeña escena juguetona de celos, para después correr a la habitación más abandonada del palacio, pero esta vez había algo diferente. Ambas eran diferentes.

—¿Siempre será así entre nosotras? —pregunto Honeymaren antes de inclinarse para besar a Elsa. Ella no respondió. No estaba segura de lo que esperaba a largo plazo, pero no quería apartarse de Honeymaren —. Solo di que quieres divertirte y ya, no quiero seguir persiguiendo una ilusión, por favor, dilo ya —confesó en una suplica.

Elsa siguió callada. No esperaba solo divertirse después de haber desarrollado más sentimientos que esos. Sin embargo, no estaba segura del rumbo que tomaría su vida si aceptaba tomar otro camino, cómo se vería afectada su relación después de todo lo que habían hecho antes. Honeymaren se resignó.

—Creo que hoy no es una buena noche —dijo en voz baja justo antes de dejar a Elsa sola en la habitación. Ella recargo la cabeza en la pared y se llevó ambas manos al rostro.

—Demonios —exclamó cansada. Tomó su chaqueta del suelo y también salió de la habitación para correr detrás de Honeymaren.

—¡Ey! —le gritó, pero jamás se dio la vuelta. Tenía sentido que no quisiera verla, pero debían hablar. Honeymaren se encerró en la habitación que Anna le había prestado para cuando decidía quedarse en Arendelle. Elsa arrancó una hoja de papel en blanco de uno de los cuadernos de Olaf y escribió una nota para deslizarla debajo de la puerta.

"Veamonos esta noche... Por favor"

Honeymaren le iba a recriminar el descaro, pero ni siquiera tenía el derecho de hacerlo. Cedió y después de media noche, su hora habitual para los encuentros nocturnos, Honeymaren encontró a Elsa al final del pasillo, sacudiendo el pie desesperada, mirando a los lados y obsesivamente al reloj de mano.

—Ya estoy aquí ¿podemos saltarnos las tonterías y solo hacer lo que siempre hacemos?

Elsa tragó saliva. Guardó el reloj en el bolsillo de su chaqueta y dio dos pasos al frente.

—No. Tienes razón, si seguimos con esto las cosas siempre serán iguales. Honestamente, ya me cansé de repetir el mismo acto ridículo y sin sentido, ya no quiero jugar a lo que sea que hemos estado jugando.

—Al menos ahora puedes decirlo. Tampoco quiero seguir con esto. ¿Se acabó?

—Se acabó —sentenció Elsa —, porque ahora quiero hacer las cosas bien.

—¿A qué te refieres?

—M-me refiero a que quiero un reinicio. Quiero que los juegos se acaben para comenzar algo mejor —confesó acercándose a Honeymaren para tomar sus manos —. No sé que pasará con lo nuestro, pero nos hará cambiar.

—¿Elsa, de qué...?

—Te amo, Honeymaren —admitió permitiendo que el rubor la alcanzará en las mejillas.

Honeymaren no respondió. Solo atrajo el rostro de la mayor para hacer lo que más ansiaba. Después de un beso profundo, Honeymaren también pudo confesar sus sentimientos.

—También te amo, pero me daba miedo decirlo y que tú no sintieras lo mismo.

—Gracioso, yo sentí lo mismo —ambas se rieron y volvieron a besarse mientras se apoyaban en la pared del pasillo.

—¿Qué diablos creen que hacen? —preguntó Anna al encontrarlas en el pasillo. Ambas se separaron, con el labial corrido y el cabello revuelto.

—Nada —respondió Elsa.

—Al menos busquen un cuarto, Olaf no debería ver esto —continuó Anna cubriendo los ojos de Olaf con las manos.

Cuando la peliroja y el muñeco de nieve se marcharon del pasillo. Honeymaren no pudo evitar explotar de la risa mientras limpiaba una mancha de labial que recorría desde los labios hasta la mejilla de Elsa.

—¿Quieres que volvamos al refugio? Nadie puede escuchar nada de lo que hagamos allí —canturreó Elsa y Honeymaren la acompaño.

(***)

Amigable recordatorio de que posiblemente este sea el último one-shot de las frozen que subo si Teilor Suif decide no cantar mis favs la semana que viene :) Ya se la saben, manifiesten con la deidad de su preferencia pero yo necesito que cante Dancing With Our Hands Tied   (para más contexto visite la actualización anterior)

Espero lo hayan disfrutado, nos vemos! (o quizá no :)

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