Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Katsudon con aroma a verdad.


Después de tantos días de esperar el regreso de Yuuri, se encontró nuevamente solo en su cama. No habría habido ningún problema, sabía que aunque fueran algunos minutos Yuuri siempre despertaba antes que él y aunque seguramente nunca lo aceptaría, el japonés fingía dormir hasta que "ambos" despertaban al mismo tiempo. Secretamente él lo consideraba un detalle tierno que lo llenaba de una alegría que no se esfumaba en el transcurso del día. Pero ahora, estaba en la habitación que aún tenía vestigios de su infancia y adolescencia, sin Yuuri mirándolo fijamente a su lado derecho.

No había otra explicación, su madre tenía algo que ver en todo esto, y aunque el miedo inicial menguara un poco, todavía estaba un porcentaje anidado en su mente. Quizá había visto ya demasiadas películas donde la suegra era el antagonista. Estaba seguro de que no tenía un oscuro pasado acechándolo, pero si había algo que nadie sabía era la inseguridad que le causaba saberse descubierto.

Él no era perfecto.

Sus defectos eran tantos y tan variados que aunque no lo demostrara era increíblemente inseguro con ello. Sí, en el hielo podía ser un Dios, alguien difícil de abatir en una competencia, pero en realidad, fuera de la pista, era un hombre que tenía pocos amigos. Uno que a pesar de salir de fiesta, prefería quedarse junto a su perro; bebiendo kéfir* y disfrutando de algún libro, o de una película de Chaplin que mejorase su humor y le hiciera olvidar su constante soledad.

¿Y si Yuuri descubría algo que le disgustara? Habían vivido juntos un buen tiempo ya, pero era distinto ser el invitado en una casa a convivir con una persona con todas sus manías. Además, aunque al final tanto él como la familia Katsuki se acostumbraron a la presencia del otro, no era el Viktor que solía ser en su casa o en casa de sus padres.

¿Qué tal que su madre... Le contaba a Yuuri que al final a él también le costaba adaptarse a la gente, o aquella fobia que lo atormentaba desde que era un infante?

Con prisa se puso una bata y usó aquellas escaleras que estaban al final del pasillo. Recordaba que solía usarlas cuando su padre dejaba el ptichie moloko* recién horneado en la cocina y podía bajar sin ser descubierto a robar una rebanada antes de la merienda o mientras terminaba los deberes, siempre se ganó regaños por ello, pero sabía que aunque sus padres no lo dijeran era una forma de recompensarlo por las arduas horas de entrenamiento y por las largas horas extra de tutoría a las que debía asistir.

Esa mañana no era el aroma de chocolate recién fundido que lo guiaba a través de esas escondidas escaleras de servicio. El fuerte olor en el aire hizo que su estómago gruñera en reconocimiento. –Katsudon- pensó, o alguna variante de éste se estaba cociendo en la cocina. Seguro su mamá al ser igual de inútil que él en las artes culinarias estaba explotando a su amado Yuuri en la cocina. Estuvo a punto de hacer una entrada dramática para reclamar que le robó horas de preciado sueño a su pupilo cuando las voces que charlaban en la habitación lo frenaron en seco de tal modo que casi rodaba los últimos escalones.

-Pero... ¿No ha sido difícil? Conozco a mi hijo y a pesar de que no hemos vivido juntos desde hace bastantes años sé que es un poco... especial.- ¿Especial como único, o especial como molestia? Se le encogió el corazón al pensar que la respuesta era probablemente la segunda opción. Si su madre lo decía, era más que probable que así fuera, además debía reconocer que Yuuri siempre había sido extremadamente paciente con él. Y que tal vez jamás le reprochó nada sobre su comportamiento porque lo admiraba y porque con las costumbres japonesas arraigadas en lo profundo de su ser no se lo permitían.-

-No, es decir, viví durante mucho tiempo con mi compañero de pista. – Y sin querer soltó un bufido, Pichit Chulanont, el amigo de Yuuri del que siempre había sentido unos extraños celos por mucho que lo negara.-Y sé que siempre van a existir desacuerdos entre dos personas que comparten un hogar; incluso entre la familia los hay. Viktor no es la excepción. Él siempre olvida lavar los trastos sucios, odia sacar la basura, suele dormir en el sofá con la barriga al aire, odia usar pijama además de que es poco consciente del concepto de espacio personal... y es sumamente torpe con los quehaceres más simples, no se le puede encargar nada del súper porque siempre compra todo menos lo necesario, le gusta beber en días hábiles, es un desastre en la cocina y muchas otras cosas que usted mejor que nadie debe saber. Pero está bien, disfruto de lavar los trastos porque él se para junto a mí y ayuda a secarlos para que no me enfade, me agrada que compre montañas de dulces en vez de cebolletas aunque yo no pueda comerlos, y aunque él no lo sepa me gusta verlo dormir como si fuera un niño agotado tras llegar del colegio y después arroparlo con una mata a pesar de que no tenga frío, también me gusta la forma en la que prepara el café para compensar los huevos quemados.

-Vaya, creí que dirías algo parecido a "Viktor es perfecto, todo lo hace bien, soy muy feliz" sin embargo estás aquí tranquilo hablando de los defectos de mi hijo como ninguna de sus ex's lo ha hecho antes frente a mí...-

-... Yo había idealizado a Viktor muchos años atrás. Lo vi como una figura a la cual admirar, vi en él ese patinador perfecto que clavaba cada uno de sus saltos, vi a un hombre que brillaba en la pista y dejaba al mundo atónito con sus espectaculares coreografías. Pero todo cambió cuando un día de la nada y después de ver aquel vergonzoso vídeo mío lo encontré en el onsen de mi familia, desudo, hablando de entrenarme. ¿Quién lo hubiera imaginado? Por lo menos yo no. Cuando los días pasaron vi todas esas pequeñas cosas que mi fanatismo nunca vio y...-

-¿Te decepcionó conocerlo de esa forma y ver que no era perfecto?.- Él sabía que no era perfecto, pero ahora había una persona por que la que no sólo quería ser perfecto como patinador y competidor, él, el gran Viktor Nikiforov quería ser perfecto por la persona que amaba. Quería alcanzar la perfección ante los ojos de quien ama y era frustrante saber que había fallado en cada una de esas cosas y lo peor es que Yuuri las viera de primera mano.-

-No. En absoluto. Al principio me asuste de verlo ahí. Me sentí nervioso y no sabía de qué forma actuar frente a alguien que parecía conocerme y que al mismo tiempo se metía en mi vida de una forma poco usual. Pero me sentí afortunado de conocer ese lado que nadie más que sus personas más cercanas veían. Yo me...

-Te enamoraste de él.-

-No, la verdad es que no. No al inicio por lo menos. Yo nunca había sentido nada igual por nadie. Quizá alguna vez me gustó mi mejor amiga. Sin embargo, creo que tampoco fue algo parecido a "estar enamorado" Yuko me animaba y al mismo tiempo confiaba en las habilidades que yo no creía tener. Ella y yo nos divertimos muchísimo cuando éramos niños tratando de imitar cada una de las coreografías de Viktor, junto a ella tomé la decisión de convertirme en profesional cuando vimos a Viktor patinar su última coreografía como Junior. Simplemente me di cuenta de que a ella la quería tanto como a mi hermana. Después me fui de Hasetsu y en mis días en Detroit, nunca tuve tiempo de nada. En realidad, pude haber salido con algunas chicas, compañeras de carrera o de pista, pero nunca me sentí seguro al respecto, ni siquiera atraído. Para mí sólo había una cosa que merecía mi total atención y no era más que el patinaje, quería ser tan bueno para poder compartir pista con Viktor. Él era una especie de meta; era un sueño que veía a lo lejos.- ¿Cómo sentirse al respecto? Yuuri era una persona a la que la sinceridad se le quedaba corta. Por una parte su corazón se sentía herido al saber que mientras él tuvo un flechazo inmediato en aquel banquete, Yuuri no lo recordaba, y tampoco se había enamorado de él con solo verlo en su casa. No podía enojarse por ello, no tenía caso. Y aun así se descubrió con las mejillas húmedas.-

-Vitya era como tu amor platónico ¿Cierto?

-No voy a mentir y a decirle que toda mi vida he estado enamorado de su hijo. Lo admiraba, aun lo hago. Pero jamás tuve tiempo de detenerme a pensar en el amor. Claro, como ya le dije tuve un amor adolescente, pero nunca fue mi principal anhelo, no sé. No lo sentía correcto. Me tardé en descubrir qué era lo que sentía por él. Además no quería ilusionarme. Yo soy consciente de que no tengo la confianza que debería, y por eso mismo me cuesta aceptar lo que alguien más siente por mí. Incluso me cuesta aceptar lo que Viktor me da porque no siento que haya hecho algo para merecerlo.-

-Cariño, no es fácil saber cuándo se está enamorado. Creo que es ingenuo pensar que nos daremos cuenta de nuestros sentimientos de buenas a primeras. Además mi niño es muy dado a pensar después de actuar. Y por la forma en la que se acercó a ti es comprensible que te asustaras. Créeme, si Klaus Meine* hubiera llegado un día a mi casa yo no habría sabido cómo actuar por mucho que lo admirara, de dientes para afuera podía delirar por él y decir que si llegaba a verlo me convertiría en su groupie número uno, pero la realidad es otra. Creo que hiciste lo correcto al darte tu tiempo y tu espacio. Ya lo ves, los amores que arden con la llama de una antorcha terminan siendo consumidos rápidamente.

-Viktor algunas veces dice que lo hacía sufrir porque dice que él ya estaba enamorado de mí y yo no me daba cuenta. Pero no era mi intensión. Yo no sabía si él se iba a quedar, si realmente quería permanecer a mi lado porque me había hecho una promesa o porque realmente sentía algo por mi...

-¿Y así fue como le pediste matrimonio?- Pudo jurar que sintió la mirada de su madre por una fracción de segundo justo antes de que soltara aquella pregunta, probablemente lo había visto ya. Y no sabía si debía regresar por donde había llegado o quedarse a escuchar un poco más.-

-Yo...no... Es decir, todos pensaron que era un anillo de compromiso, y yo lo negué. No quería que Viktor se sintiera presionado... A- además... ¡Apenas nos estábamos acoplando como... como pareja! No sabía que era lo que implicaba ser el "novio de alguien", no sabía cómo actuar. ¿Tenía que comportarme diferente? ¿Hablar distinto?¿Debía...? Para mí fue una experiencia tan traumática como cuando me regalaron a mi primera mascota. Sabía lo que en teoría debía hacerse, pero actuar era tan distinto además... Ni una mascota, ni un ser humano vive sólo de amor, y a pesar de que yo lo quisiera no sabía si era suficiente.

-Viktor siempre ha sido un hombre de piel. Le gusta abrazar y ser abrazado. Cuando era un niño pequeño siempre estaba pegado a mí. Y aunque amara a su padre rara vez lo dejaba que se me acercara. Él siempre ha sido muy pasional también, lo sabré yo que le espanté a tantas novias, es algo posesivo y celoso, pero nada grave. Es su forma de demostrar su amor. Hasta podría jurar que ayer estaba rabiando porque estaba cerca de ti.-¡Lo sabía, lo de anoche había sido completamente a propósito!- Pero dejando de lado toda esa historia, dime Yuuri ¿Amas a Viktor? Realmente ¿Lo amas?.-

¿Yuuri lo amaba? Él estaba completamente seguro de amarlo, ni siquiera se había planteado no hacerlo. Yuuri era aquella luz donde la oscuridad había hecho nido. No se imaginaba un mundo donde no existiera ese ser de corazón de cristal y no estuviera a su lado. Si no era correspondido...

Jamás había sido cobarde, pero no se sentía capaz de resistir una negativa. Regresando un par de escalones se detuvo de nuevo al ver a su padre mirarlo con ojos acusadores y silenciarlo con un dedo sobre sus labios. "Si estás escuchando conversaciones ajenas es mejor que termines de oír lo que tienen que decir, además no puedes salir de aquí sin que yo lo haga y francamente también quiero escuchar lo que el поросенок* tiene que decir, así que calla Vitya" dijo su padre tan bajo y tan rápido que creyó haberlo imaginado. Así que haciendo acopio de todo el valor que no tenía regresó el peldaño que había subido y sin realmente ser consciente de ello pegó su espalda al amplio pecho de su progenitor.

-Sí. Amo a Viktor. –El aire volvió a sus pulmones tan abruptamente que le dolió respirar.- A veces estoy asustado porque temo no ser suficiente para él. Otras tantas siento que todo esto es un sueño y me da pánico despertar. Pero lo amo. Amo su frente amplia y su cabello gris-Que no eran canas, gracias.-. Amo cuando duerme y ese chiflido en su nariz –Estúpida alergia al polen.- Amo verlo en la pista, así como también lo hago cuando está sentado en el sofá leyendo por milésima vez "Les liaisons dangereuse"* y su seño se frunce. Amo escucharlo cantar en la ducha o en el onsen "Hymne a l'amour"* aunque desafine siempre al tratar de imitar a Piaf*. Amo todo de Viktor, incluso hasta lo que no debería amar.

No pudo saber si el silencio de su madre era un mal augurio, pero por la forma en la que su padre soltó una sonora carcajada supo una cosa...

Lo habían descubierto y él estaba temblando como un adolescente a punto de dar su primer beso. En cuanto salió de su escondite escoltado por su padre, supo que probablemente no había sido tan mala idea ir a casa de sus padres porque por fin, después de mucho había escuchado a Yuuri decir que lo amaba.

-Viktor, el desayuno está listo, preparé katsudon, o bueno lo intenté, no soy tan bueno como mi madre y no estaban todos los ingredientes. Señor, espero no molestarlo al usar su cocina. Disculpe las molestias.- Y sí, podía jurar que la sonrisa de Yuuri era algo que quería ver siempre.-

Juntos los cuatro a la mesa lo supo.

Si Yuuri implícitamente le había dado un anillo de compromiso, él se encargaría de dar el siguiente paso, así como su madre seguramente quería.

· El kéfir es una de las bebidas más populares de Rusia y de casi todo el territorio de la desaparecida URSS. Es un alimento fermentado hecho a base de leche, generalmente de vaca, pero también de oveja y cabra, a la que se añade un fermento natural, el hongo de kéfir. (No suelo tomar leche, pero ésta bebida es deliciosa XD)

· Este pastel con un nombre tan poco lógico, ¿qué pájaro da leche?, y un aspecto tan simple (una tableta rectangular gruesa cubierta de chocolate) en realidad es una de las de las mejores delicias rusas que eclipsa a la pasta de frutas y a su variente, el zefir francés. No es casual que 'la leche de pájaro' fuera en tiempos soviéticos el primer pastel al que se le concediera una patente. La receta fue ideada por un grupo de confiteros dirigidos por Vladímir Guralnik, jefe del departamento de pastelería del restaurante moscovita Praga, y se convirtió en una continuación directa del 'zefir francés' con algunas modificaciones en la receta. Este pastel continúa siendo muy popular. (Muy rico, demasiado rico diría yo)

· Klaus Meine (Hannover, Baja Sajonia; 25 de mayo de 1948) es un cantante y compositor alemán de hard rock y heavy metal, conocido por integrar la banda Scorpions desde 1970. Además es conocido por poseer una voz tener, un fuerte acento alemán y una voz nasal característica. ( Mi banda favorita del mundo mundial)

· Поросенок: cerdito.

· Les liaisons dangereuse : es una famosa novela epistolar escrita por Piere Choderlos de Laclos, publicada en 1782. Se narra en ella el duelo perverso, libertino y seductor de dos miembros de la nobleza francesa a finales del siglo XVIII.(Y es hermosa, muy recomendable)

· Hymne a l'amour: ß con traducción :3 (Una canción bellísima en francés)

· Piaf, Edith: Édith Piaf (París, Francia, 19 de diciembre de 1915 - Plascassier, Grasse, Alpes Marítimos, 11 de octubre de 1963), cuyo verdadero nombre era Édith Giovanna Gassion, fue una de las cantantes francesas más célebres del siglo XX.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro