Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El encuentro.

Viktor había conducido los últimos kilómetros de su trayecto un poco menos nervioso de lo que estaba inicialmente, sin embargo a medida que pasaba las calles restantes rumbo a la casa de sus padres, sus palmas se humedecían cada vez más. Viktor aprovechó la luz roja volteó a ver a Yuuri unos instantes. Envidiaba la tranquilidad con la que éste dormitaba con la cabeza en la ventana del auto. Ciertamente Yuuri siempre le había parecido lo suficientemente ingenuo y noble y lo era en realidad, pero no por ello era un chico inmaduro. Quizá una parte de él envidiaba esa parte de él. Yuuri no había demostrado en ningún momento que la idea de ir con sus padres lo asustara. Probablemente pensaba que sería un proceso similar al que ocurrió cuando él llegó a Yu- topía sin aviso previo obligando a todo el mundo a acostumbrarse a él. Internamente deseaba que así fuera en el caso de sus padres.

-Pero es imposible ¿Verdad?.- Lentamente avanzó las calles que restaban para llegar y cuando la reja comenzó a abrirse con un chirrido quedo, Yuuri se removió algo asustado.- Tranquilo, ya... Ya llegamos.- Por toda respuesta, lo vio acomodarse los lentes y pasar una mano por su desordenado cabello antes de ponerse nuevamente el gorro de lana que le protegería del frío tras salir del auto.-

-Pensé que habías dicho que iríamos a tu departamento. ¿En dónde estamos?.- Él no supo que decir por un instante y observó como Yuuri se quedó plantado e incómodo en el asiento.- Viktor, la condición por la que acepté quedarme contigo y no rentar un lugar para quedarme fue que yo ayudaría con los gastos, yo... Yo no creo poder ayudarte mucho si es una casa tan grande. La federación aumentó mi presupuesto y mis relaciones con algunos patrocinadores han mejorado mucho, pero realmente no creo poder dividir los gastos de una casa tan grande y...-

-Yo no suelo vivir aquí Yuuri, esta es la casa de mis padres, como te dije, ellos quieren que pasemos unos días con ellos, y me refiero a que ellos quieren que ambos estemos un... un par de días en casa.- Esperó una reacción negativa, un intento de salir del auto y escalar las rejas para correr lejos, incluso pasó por su mente que Yuuri lo botaría de un golpe del auto y atravesaría las pesadas puertas de metal con todo y su preciado deportivo como si de una película de acción se tratara, sin embargo sólo lo escucho soltar un suspiro cansado y después mirarlo fijamente con el ceño fruncido.- ¿Yuuri?.-

-Uh... Yo no traje mucho equipaje, sólo la maleta con mis documentos, no puedo quedarme aquí, ni siquiera traigo una muda para pasar la noche y ha sido un viaje largo.-

-¿Entonces no te disgusta el hecho de conocer a mi madre y a mi padre?.-

-¡No! Es decir ¿Por qué me molestaría conocerlos? Tú ya conoces a los míos. Es sólo que me apena llegar con las manos vacías, de haberlo sabido antes hubiera traído algo para ellos. Además si vamos a pasar un par de días aquí creo que debí traer algo más que estas ropas deportivas con las que atravesé casi medio mundo. Me habría gustado estar más presentable.-

Viktor sonrió con algo de culpa, estaba volviendo todo aquello una tormenta, a fin de cuentas Yuuri lo había conocido a él y aceptado tal cual era. Nunca le había reprochado ninguno de los defectos que él sabía poseía y era tremendamente paciente con él. Si Yuuri que se había acostumbrado a él estaba tan tranquilo siendo una persona sumamente ansiosa debía estarlo también y no flaquear en un momento tan importante.

-No te preocupes Yuuri, empaqué una maleta para ti con algunas cosas. También traje las cosas que necesitarás para el entrenamiento. Tendremos que salir un poco más temprano a pesar de que la pista no está tan lejos, el tránsito en la mañana es terrible.- Yuuri le sonrió agradecido y se bajó del auto.

Cuando por fin ambos se encontraron en el portón de la casa, no pudo evitar buscar la mano de Yuuri y estrecharla con un poco más de la fuerza necesaria. Aun a pesar de que el japonés tenía unos gruesos guantes que aislaban sus manos del frío, él pudo encontrar el apoyo y el calor necesarios para introducir la llave en la cerradura. Abrir aquella puerta se quedaba corto junto a la mítica caja de pandora y él sabía que después de aquello su relación con Yuuri no sería la misma.

-Supongo que ellos deben estar en el salón, ¿Puedes esperarme un minuto aquí? Olvidé bajar el vino que le prometí a mi padre y de paso bajaré la maleta. No tardo, puedes dejar tu abrigo en el armario que está junto a la mesa con flores en el corredor del lado izquierdo. Ya vuelvo.-

****************************************

Cuando balanceó la maleta entre sus manos junto a la mochila que usualmente Yuuri llevaba a los entrenamientos con la botella de vino en su otra mano supo que algo definitivamente no andaba bien. Imaginó que Yuuri lo esperaría en el pequeño sofá que estaba en el recibidor. Pero al no encontrarlo temió lo peor.

Yuuri había sido secuestrado.

Yuuri seguramente estaba ahora en manos de su... Madre

Atravesó un par de pasillos antes de llegar a la habitación mediana que servía de saloncito. La puerta estaba abierta de par en par y lo que vio lo dejó más helado que una tormenta de nieve en Siberia.

Su padre se encontraba sentado en un silloncito individual frente a su madre, sostenía una taza y sorbía con tragos cortos el líquido mientras miraba la escena que protagonizaba su mujer; que seguramente había dejado su acogedor lugar junto al fuego para sentarse a una distancia muy poco prudente de Yuuri de su Yuuri. Y no sólo era la proximidad de su madre, era la forma en la que ésta estaba sosteniendo la barbilla de su pareja y la forma en la que ella sonreía mientras sus ojos estaban fijos y miraban con suma atención todo lo que podía el rostro de un muy tranquilo Yuuri.

¿Qué demonios estaba pasando?

-¿Madre?...

-¡Vitya! ¿Cómo puedes ser tan maleducado y dejar a tu esposo en el recibidor? ¡Debías haberlo hecho pasar hasta acá! Laika estaba suelto y se le lanzó al pobre chico. Tuvo mucha suerte de que tu padre se hubiera ido a la cocina y se lo sacara de encima.- Laika era la mascota de sus padres, aquella que había visto poquísimas veces, ella no era un caniche como Makkachin, era un hermosa husky blanco casi en su totalidad y si recordaba bien, no era tan sociable como su propio perro. Se sintió terrible, no por el susto que su llevara Yuuri con semejante bienvenida, sino por el hecho de que él se había prometido que ambos entrarían juntos a entrar a ver a sus padres y de esa forma sería él quien presentaría a Yuuri y evitaría todo contacto y preguntas que no eran necesarias.-

-Lo siento madre, olvidé bajar las maletas y también el vino.-

-¿Madre? ¡Por favor Viktor no intentes siquiera comenzar a comportarte como un buen hijo ahora! ¡Ven aquí y salúdame como es debido!.- Oh no, ahí estaba esa cara a la que nadie en el mundo era capaz de negarse. Los grandes ojos ambarinos estaban llenos de lágrimas, mientras una pequeña sonrisa en forma de corazón se formaba en los labios rojizos de su progenitora. No tuvo tiempo siquiera de moverse cuando ella había saltado a sus brazos importándole muy poco que se encontrara vestida con un ligero camisón y que él estuviera cargando con dos maletas y una botella de vino. Una vez en sus brazos ella lo estrechó con tanta fuerza que los huesos de su espalda crujieron y los besos que dejaba en sus mejillas resonaban en toda la habitación casi sofocando la risa burlona que su padre soltó al ver tal escena.- ¡Mírate nada más cariño, al parecer heredaste algo más que los bellos ojos de tu padre, eres tan apuesto como él a tu edad aunque tu padre comenzó a perder el cabello cuando entró a los cincuenta!-

¡Casi año y medio sin ver a su madre y lo primero que escuchaba de ella era que se estaba quedando calvo! Quiso llorar y tomar a Yuuri para irse lejos, esto había iniciado muy mal.

-¡Mamá! ¡No estoy perdiendo el cabello! Es... Es sólo que el corte hace parecer que mi frente es un poquito más amplia. ¿Nunca vas a perdonarme que me cortara el cabello aun cuando tú hiciste lo mismo poco después?.- Tenía que ser eso, porque en definitiva él no tenía alopecia. Ella lo miró con un brillo extraño en los ojos y lo soltó lo suficiente como para no sentir que su espalda se rompería en dos.-

-Bueno Mary, permite que el niño entre y se siente, deja de acapararlo un minuto. Hijo, deberías dejar el equipaje un momento y tomar una taza de té con nosotros, acabo de prepararlo y tengo pastelillos aquí para acompañar. Ya después juntos buscaremos la mejor solución para tu problemita. Estoy seguro que puedo pasarte el número de la clínica donde yo volví a tener cabellera de adolescente.-

¿Y ese agujero en el centro de la tierra que se abre en los mementos más vergonzosos de la vida de una persona a qué hora aparecería?

Yuuri soltó una sonrisa ligera sonrisa y lo miró aún en los brazos de su madre.

-Viktor no está perdiendo el cabello, es sólo que ese peinado no le sienta tan bien como él cree. Su cabello es fino pero abundante, a Viktor se le veía increíble el cabello largo, pero ahora que lo tiene más corto, parece alguien muy maduro.- Si Yuuri se estaba burlando de él o si lo hacía con la mejor intención del mundo no lo supo, podía jurar sobre la tumba de sus amadas mascotas que el japonés estaba a punto de soltar una sonrisa traviesa.-

-Vamos Yuuri, no tienes que ser tan amable, es de familia, mi abuelo antes que mi padre y yo hace un par de años tuvimos el mismo problema aunque no lo creas este cabello es obra de una clínica muy reconocida en París. No es de extrañar que a Vitya se le esté notando un poco. Además mi hijo siempre ha sido un niño en cuerpo de adulto, no te creo eso de que sea maduro. Creo que quien le enseña cosas a Viktor sobre la vida eres tú, a pesar de ser un niño.-

¿Un niño? Yuuri no era un niño, probablemente se dejaran engañar por esas mejillas rechonchas, o por el hermoso brillo en sus ojos. Aunque muy cierto era que Yuuri lo estaba enseñado a vivir. Resignado a que ni su padre y mucho menos su madre dejarían de avergonzarlo, tomó asiento en el lugar libre en medio de la sala en el sillón que estaba junto a su padre. Aceptó la taza que su madre le ofrecía y se dedicó a observar como su progenitora volvía a tomar asiento junto a Yuuri.

-Y dime Yuuri... ¿Cuál fue el motivo que te obligó a elegir a Vitya como esposo? Y no, esa excusa de que estás embarazado no es válida, supongo que esos kilos de más que tienes ahora son debido a que comiste un poco más de la cuenta. Quiero nietos y hay bastantes niños que pueden adoptar después. Quizá cuando decidan retirarse, ustedes dos aún son muy jóvenes, sobre todo tú.-

¿Esposo? ¿Embarazado? ¿Hijos?

Ellos aún no estaban casados, comprometidos tácitamente sí, pero de eso a haber pasado por cualquier tipo de trámite...

Mucho menos habían pensado en hijos, para ellos Makkchin era suficiente.

-...

-¡Mamá! ¿Qué clase de preguntas son esas? Yuuri no...-

-¡Es cierto que probablemente comí uno o dos tazones de cerdo que no estaban en la dieta que sigo para las competencias, pero...! Bueno, yo no estoy embarazado, eso es biológicamente imposible yo...-

-¿Qué? ¿Aún eres virgen? ¡Vitya era un adolescente muy promiscuo, me extraña que después de casi un año de convivencia, él no haya intentado nada! ¡Por lo menos ha sabido respetarte! Eso me tranquiliza un poco. No quiero ni recordar cómo era cuando nos visitaba, él realmente se tomó muy en serio eso de vivir la vida loca.

-¡Mamá yo no era promiscuo! ¡Fue sólo una vez y nunca llegué tan lejos! ¡Te he dicho mil veces que fue Chris quien me arrastró a ese bar!.- Bien, sí había tenido unas cuantas novias, y era cierto que algunas veces cuando aún era un adolescente que visitaba a sus padres en París salía a divertirse con alguna chica linda que encontrara por ahí. Pero de eso a ser calificado como alguien dominado por sus bajos instintos era el colmo. Y lo peor de todo era que ese tipo de fama se la debía a Chris, con quien solía salir por ahí.-

-Maryshka querida, no incomodes a tu hijo y a su novio, estoy seguro que ninguno de los dos quiere hablar de su vida sexual frente a nosotros.

-Bueno es sólo que me parece muy extraño, este niño es muy bonito y recuerda esa presentación que vimos en la copa china. Supo cómo ser sensual con el programa que Vitya coreografió para él. No creo que hubiera sido algo actuado. Si hubiera sido unos veinte años más joven y soltera, no habría dudado en querer una demostración privada de qué tan Eros podía llegar a ser.- Su padre sonrió como si su esposa no estuviera insinuando... ¡Aquello! Y la peor parte era ver a Yuuri arrinconado en el amplio sofá sin escapatoria alguna. Además de que no sabía de qué forma pero le molestaba profundamente el que su madre tuviese una mano en la rodilla del más joven en aquella sala. ¡Por dios estaba casada, su marido estaba frente a ella y no sólo eso, su hijo, la única persona que tenía derecho de tocar a Yuuki Katsuki estaba también frente a ella!

-En todo caso tienes razón, ¿Qué fue lo que te llevó a estar con nuestro hijo como algo más que tu coach? Tengo entendido que ustedes no se conocían antes de tu vídeo viral.- Si su padre supiera lo equivocado que estaba, seguro el que quedaría calvo sería él.-

-Ehh... Bu... bueno, yo no fui obligado a permanecer con Viktor.

Ah ¿No? Él mismo llegó a pensar que con la convivencia casi forzada, Yuuri se había quedado con él primero por obligación y después por amor. Si tenía que soportar la extrañas preguntas de sus padres hacía Yuuri lo haría, con tal de descubrir esas verdades que ni el mismo Yuuri se atrevía a decirle a él.

-Simplemente cuando lo noté Viktor ya había invadido todo...

Y quizá nadie en la sala pudo escucharlo, pero su corazón crujió como si fuera una fina capa de hielo en primavera.

-¿Invadido? Esa es una elección de palabras muy interesante. Es como si Vitya hubiera sido un terrorista que de un día a otro se metió a tu vida sin preguntar.-

Y de pronto los flashes del último año que había pasado con Yuuri atacaron. Sí, él había llegado sin preguntar a la vida del japonés. Y había invadido todo a su alrededor. Se metió en su casa, con su familia y amigos. Lo obligó a que día tras día lo dejara conocer un poco más de él, y ni hablar de cuando inició esa costumbre rara de invadir hasta su cama y tomar largos baños juntos. En efecto, había sido un intruso en la vida de Yuuri. Pero a su favor podía argumentar que en el momento en el que Llegó a Japón, el juraba que él lo conocía, que no había sido una sorpresa aquello y que sólo se había sentido un poco intimidado y quizá avergonzado por la forma en la que le había pedido ser su entrenador esa que por desgracia había permanecido oculta en su memoria hasta hace un par de meses.

-Inicialmente así fue... Un día después de que un vídeo donde yo patinaba una coreografía de Viktor se volviera viral él ya estaba en Japón, hospedado en el hotel que mi familia tiene en Hasetsu. Cuando hablé con él, simplemente dijo que sería mi entrenador y que juntos ganaríamos en Grand Prix Final... Después de eso... Uhh-

-Jajajajaja ¿Lo ves Boris? ¡Te dije que Vitya era igual a ti! Esto suena igual a la vez en la que mis padres me mandaron a pasar las vacaciones a Italia. Cuando menos lo noté estabas afuera de mi habitación en ese hotel en Florencia.-

-Creo que Yuuri es entonces parecido a ti querida, cualquier persona en su sano juicio habría huido lejos de un acosador.-

¿Qué? ¿Acosador? ¡Si su padre había hecho lo mismo!

-Papá esto es diferente, yo no acosé tanto a Yuuri, sólo hubo una confusión inicial, es todo.

-¿Tanto? ¡Entonces sí lo acosaste! Espera, ¿Qué clase de confusión, hijo?

-El día que Viktor y yo nos conocimos, yo estaba... Yo estuve ebrio. No tenía a ningún conocido en el banquete, y mi entrenador me dejó solo. Nunca he sido bueno hablando con la gente, así que tomé de más y me acerqué a Viktor. Yo... Yo no pude recordar nada sino hasta un año después. Así que no fue culpa de Viktor, él pensó que... Él... Él y yo...

-¡Santo Dios! ¡Viktor Nikiforov te aprovechaste de este niño! ¿Cuántas veces te pedimos que te controlaras en esas fiestas? ¡Con justa razón Yakov estuvo tan enojado en la cena a la que fuimos ese año! ¡Te criamos mejor que esto!

-Mamá yo no me aproveché de Yuuri, en ese momento estaba tan confundido como él debió estarlo cuando yo llegué a Japón.- No había nada más cierto que eso, él había pasado meses confundido sobre aquel extraño personaje del que no volvió a saber más. Ahora Tiempo después, sabía que no había sido una confusión, sino amor al primer baile.

-¡Se equivocan! ¡Quien se aprovechó de Viktor fui yo! Él no sabía quién era y aun así lo hice prometer que sería mi entrenador. Viktor sólo estaba cumpliendo la promesa que me había hecho aquel día. ¡Todo lo demás fue mi culpa por que no pude recordarlo! Además...-

-¿Además...?

-Nosotros no estamos casados...

No lo estaban, pero a le encanta la idea de poder hacerlo pronto, no porque lo necesiten, sino porque muy dentro de él algo le pedía una prueba contundente de que lo suyo no era un "mientras tanto" Y aquello sólo lo hizo enojar porque era un deseo egoísta.

-¡Basta mamá! Yuuri tuvo un día muy pesado hoy. Él no descansa bien en los vuelos, y hoy tuvo que hacer un par de escalas. Debe estar cansado, por favor dejen que subamos a dormir y mañana podremos seguir hablando. Mañana tenemos entrenamiento. Yakov va a gritarnos a ambos si llegamos cansados.

-Bien, bien Mary deja a los chicos. Vitya tiene razón, podemos continuar conociéndonos después. ¿Verdad Yuuri?.-

No lo dejó contestar, de inmediato tomó las maletas olvidadas en el rincón de la salita y casi arrastrando a Yuuri subió a lo que a través de los años había sido su habitación.

Ignoró el grito de su madre indicándole que había una extra para Yuuri.

Omitió la voz de Yuuri pidiéndole que esperara.

E hizo oídos sordos cuando después de meterlo a la ducha se recostó con él en la misma cama, importándole muy poco esa opresión en su pecho cada que toda la charla se repetía en su cabeza una y otra vez.

Él no durmió bien y aunque las puyas sobre s cansancio no se hicieron esperar por la mañana, decidió que pasaría por alto todo aquello, por lo menos hasta que hablara con Yuuri a solas en el auto.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro