Grecia.
Ella miró a través de la calle a aquellos abuelitos.
Eran tres, un hombre y dos mujeres, y todos se cogían de las manos.
Ella sabía que era para no caerse,
Pero
¿No es el miedo a la caída lo que nos hace aferrarnos a otros?
¿No es el miedo a la caída lo que nos hace amar?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro