Si bien estaba intrigada y nerviosa sin aparente razón ahora estaba temblando.

Ella estaba aquí, su Whee In estaba aquí.

Sintió un ligero picor en sus ojos y por fin se vió derramando lágrimas de pura felicidad y emoción. Su corazón latía desenfrenadamente y sentía que sus rodillas temblaban.

Se miraron directamente a los ojos y a Hye le importó una mierda todo y se lanzó a sus brazos.

Un abrazo lleno de sentimientos, la extrañaba, no pudo evitar pensar en como soñaba que sería su reencuentro.

—Whee In...

—No digas nada, solo sonríe para mí.

La morena hizo caso y sólo se limitó a sonreírle y a ver en qué en realidad esto no era un sueño más. Porque sí, había soñado numerosas veces con ella, con sus abrazos y dulces palabras.
No estaba bien completamente, pero aceptaba y ahora podía decir a los cuatro vientos sin temor alguno que estaba enamorada de aquella maravillosa chica.
La chica había sido parte fundamental de su recuperación porque aunque no estuvieran comunicadas o en carne propia sabía que la tenía apoyándola con el corazón, porque se amaban y el amor era incondicional, en las buenas y en las malas.

Desde el momento en que la conoció hasta ahora estaba completamente segura de que esto no estaba mal y de que no importaba ya cuántos baches se atravesarán en su vida porque contaba con el apoyo de su verdadero amor, de su alma gemela.

Ah, su alma gemela, ¿el destino quizás?.
Nadie podía comprobarlo, pero si el destino las había puesto en aquellas situaciones lo repetiría y mil veces más con tal de vivir el resto de su vida con su otra mitad.

Faltaba demasiado por descubrir, faltaba mucho por recorrer, calles que caminar juntas tomadas de la mano. Porque mierda le gustaba la sola idea de caminar juntas tomadas de la mano en el parque, en la playa e incluso en el súper.

Ahora, aunque aún no todas las heridas estaban cerradas sabía que la necesitaba para terminar de sanar.

Porque se amaban, la había esperado y eso era lo único que importaba ahora.

..

Buenas noches bandaaaa. 💜