ochenta y dos
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Dos años después
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—¿Cómo estás? ¿ya no lo necesitas?
—Extrañamente bien, no he tocado un solo cigarrillo y-y estoy tan orgullosa de eso.
—Entiendo, muy bien ¿y la universidad?
—Ya no tengo tanto miedo, cómo en un principio, aunque...
—¿Aunque...?
—Hace unos días ví a... A quien me violó, mis piernas temblaron de miedo y entré en crisis. Tuve tanto miedo de que me hiciera algo.
—¿Él te vió?
—No, pero esa noche tuve pesadillas y al siguiente día, cuando me encontraba con alguno de mis compañeros tuve miedo de ellos.
—Quizás hay algo que aún debas enfrentar y eso es a él, no me refiero a que debas de ir y hablar con él, claro que no, simplemente que dejes de condenarte con culpa de que haya abusado de ti, es por eso que en esta parte no avanzamos mucho. Escucha bien, tú no tuviste la culpa de nada, Hye Jin.
—Yo...
—Está bien, tranquila, ven. Mira, que ya hayas dejado que te diga por tu nombre es un gran paso, superarás esto, eres fuerte.
...
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