cincuenta y cuatro
-Bebé... Es hora de darte un baño.
El muchacho la llamó dulcemente.
Ella tenía miedo.
-¿Me voy a bañar?
-No, no, yo te voy a bañar.
-¡No!
-No te sobre esfuerces en nergarmelo, no lograrás nada. Es más, si te portas bien te dejaré que andes suelta por toda la casa.
-¿De verdad?
Preguntó dudosa.
-Lo prometo.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro