#14
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—Estás seguro que nunca nos hemos dado un beso? — le pregunta Alaska directamente mirándolo a los ojos detalladamente.
Aegan se quedó mudo solo la mira curioso, ellos si se han besado aquella noche, pero ella porque se acordaba maldita sea que no estaba borracha pensaba Aegan el cual se mostraba tenso y nervioso.
—Si estoy seguro, entre nosotros nada ha pasado Alaska, no sé de dónde has sacado esa tontería.
— ¿Porque te mientes tú mismo? Sabes que esa noche nos besamos incluso té pedí hacerte sexo oral y me rechazaste tú mismo lo comentaste, bueno se te salió de la boca y terminaste confesándolo.
— Lo recuerdas
— Claro que lo recuerdo, el día siguiente no recordaba nada pero a los días lo recordé Aegan, nosotros nos besamos con mucha pasión, incluso si me hubieras dejado hacerte eso hubiéramos terminado haciéndolo
— Alaska no podía dejarme, tú eres muy inocente además estabas borrada yo jamás estaría con alguien en ese estado, me gusta hacerlo cuando ambas partes estamos sobrios.
— No eres tan malo como me imaginaba
— Tú no sabes muchas cosas de mi pequeña Alaska, si las conocieras terminarías enamorándote de mí— le gruña el ojo.
Alaska solamente rueda los ojos riéndose
— ¿Cuando me ayudarás a hacer la maldita lista?
— Pequeña porque cambias de conversación, te pongo nerviosa lo puedo notar , ¿eso es cierto?
— No te creas tan importante, solo quiero ser una chica normal, es mucho pedir
—Ya llegamos a casa— menciona estacionando enfrente de la casa donde ambos vivían con Trisha
Alaska le sonrió, agarro su mochila se bajó del coche rápidamente, Aegan gruño y le copio la acción cerrando su coche con llave.
Al entrar Alaska se encontraba sentada en la mesa de la cocina, mientras Trisha calentaba pollo a la mostaza con arroz para darles de comer.
— Hola mi niño, ¿cómo te fue hoy? —lo saluda amablemente Trisha al niño de sus ojos
— Hola hermosa— la saluda parándose a donde estaba ella para enseguida darle un beso en el cachete— me fue muy bien tía, nada interesante que contarle
— ¿Freda aun te molesta? O la fastidiosa de Ana—hace muecas de enfado, a Trisha esas dos mujeres no le caían nada bien, solo buscaban atrapar a su niño
— Tía no entiendo porque te caen mal, solo son unas mujeres que se enamoraron de tu niño a morir, están enamoradas que hacen todo para llamar mi atención y no las culpo. ¿Quién no se enamoraría de mí— señala sentándose en su lugar
— Que presumido..
— Alaska es la verdad y tú lo sabes
Trisha sirvió la comida en tres platos, se los entregó a cada uno y el suyo lo puso en su lugar, después agarro cubiertos, se los pasó a Aegan el cual los acomodó en su lugar y se levantó para agarrar vasos y servir la soda que estaba en medio de la mesa, Trisha se sentó en su lugar y les sonrió a sus amores.
— Provecho mis niños, ojalá les guste
—Todo lo qué haces te sales buenísimo — le dice con los ojos brillosos sonriéndole, Alaska se queda observando a Aegan el cual veía a Trisha con mucho amor, el en verdad la amaba como su mamá. Alaska al fin se había dado cuenta que ellos se adoraban como si fueran hijo y madre.
Ella solamente era una intrusa que llegó y le robo la atención de Trisha.
Por esa maldita razón él había actuado de esa manera con ella, porque tenía miedo que le quitara el amor, cariño y atención de su tía.
Por eso desde pequeños eran enemigos peleando por el amor de su tía.
El cual le hizo muchas travesuras, en las cuales ella solamente lloraba. Aegan se reía sintiéndose el ganador, pero lo que él no sabía es que ella estaba pensando en algo peor que lo que le hizo él y así sucesivamente hasta que se separon.
Francisco le ofreció un negocio en Paris llevándose a su familia, a su hermosa esposa Lara embarazada de Néstor y a Alaska. Nadie pensaba el trágico final que tuvieron ellos.
— ¿En qué tanto piensas mi niña? —le pregunta Trisha al verla tan pensativa— ¿Algún galán? El chico que me contaste que te invito a la fiesta pero para tu mala suerte te enfermaste
— ¿Douglas? —Exclama Aegan rápidamente molesto— ¿es mala influencia para Alaska
— Douglas es bueno deja de estar metiéndote en mi vida, dijiste que me ibas a ayudar con mi lista, ayudarme a hacer una chica normal entonces porque no me dejas hacerlo déjame equivocarme, déjame tener una cita con ese grandioso, musculoso y hermoso chico
— ¿Grandioso?, ¿Musculoso?
— Si eso dije
— ¿Te gusta Alaska? — Grita molesto provocando que Trisha lo mirara raro, ella lo conocía como la palma de su mano.
— ¿A ti qué?
— Alaska no seas grosera, Aegan sólo quiere cuidarte y ayudarte, me parece excelente que te diga como son la gente que lo rodea
Alaska solo mira a Aegan con cara de lo siento, pero Aegan no la miro a los ojos solamente le hablo pero sin mirarla.
— No te preocupes no pasa nada, te dejaré que tomes tus propias decisiones Alaska, quieres vivir la vida pues eso harás
— Aegan debes de cuidarla no darle tanta libertad, no quiero que tome malas decisiones o tome el camino malo— añade asustada Trisha protegiendo a Alaska preocupada por ella, era inocente, sensible y débil así la crearon sus papas no está preparada para tomar algunas decisiones.
— Tía sé que quieres cuidarme pero creo que debes hacerle caso a la psicóloga, dejarme sola que tome las decisiones y si me equivoco pues fui yo no tú
Trisha la Mira triste y se levanta para lavar los platos. Aegan se siente preocupado por su mamá, le molesto la actitud de Alaska con su mamá la persona que tanto da la vida por ella, la cual solamente se preocupa por ella.
La vida afuera es difícil, nadie va a aguantar a una princesa inocente que no sabe nada de la vida, la cual tiene trastornos, fobias a lo desconocido.
El mundo se va a comer a Alaska.
Ella no se deja ayudar.
Alaska solo se levantó y se fue a su cuarto en cuanto entro aventó la puerta poniéndole llave.
Aegan solo suspiró al escuchar la puerta y miro a Trisha la cual solo se dedicaba a lavar los platos, se levantó y la abrazo
— Tranquila hermosa, todo va a salir bien, déjala un poco libre quiere ser independiente dáselo, yo estaré atrás de ella cuidándola sin que me note te lo prometo, Solamente necesito que estés cerca de ella, que te cuente sus cosas como hasta ahora y que tú me las digas para poderla ayudar
— Esta bien Aegan lo que me pidas para que cuides a mi sobrina, no me fío de ese Douglas dices que es mala influencia
— Es primo o amigo de Ana, se llevan y luego no , su relación es extraña, no me fio de él, algo en él no me gusta como que algo oculta
— De Ana, ¿Ella se lo presentó a Alaska? Aegan quiero a Ana lejos de Alaska ella también es mala influencia
— Si tía ella escucho que Alaska quiere ser una chica normal, se le ocurrió presentárselo y ella aceptó
— No las dejes tanto tiempo con ella, no me gustaría que le de malos consejos y mi niña salga con su domingo siete
Aegan trato en seco al escuchar a su hermosa madre decir eso, suspiro mientras se rasco la cabeza señal de que estaba nervioso.
— Aegan esa chica es muy liberal y no quiero que le enseñe esas cosas a mi niña, debes de alejarlas cuando las veas charlar
— Tía no puedo prohibirle que sean amigas, Alaska es lo que desea tener amigos pero no te preocupes a tu niña no le cae muy bien Ana, solo la tolera a veces por Douglas pero Alaska conoció a Andrea y son grandes amigas, también de su novio y de un tal Masón. Así que quédate tranquila no tienes nada de qué preocuparte
— Conoció a Andrea, que felicidad esa niña si es buena influencia, me da mucho gusto que Alaska tenga una gran amiga como es Andrea, me dejas más tranquila mi niño al enterarme de que mi pequeña ya tiene a su grupo de amigos con los cuales puede salir y conocer la vida, además con esa lista que le estás ayudando le va a servir mucho, se me hace que se están llevando mejor que antes.
— Cumplo lo que prometo Trisha, soy hombre de palabra, además hicimos una tregua que nos llevaremos bien hasta que se acabe esa maldita lista
—-
Alaska cansada, molesta porque su tía Trisha no la deja respirar, no la deja crecer le habla a su amiga Andrea la cual le contesto enseguida.
— Hola Andrea, ¿estás ocupada?
— Hola Alaska, no estoy terminando de bañarme, ¿estás bien?
— No lo estoy Andrea, Estoy cansada de que todos me vean como inocente Alaska, que no me dejen crecer que se la pasen cuidándome, debo aprender yo sola como todos los de mi edad
— ¿Discutiste con Aegan? No debes de tomarle tanta importancia Alaska ya te lo he dicho.
— No tiene nada que ver Aegan, Trisha no me deja crecer, siempre manda a su ahijado a cuidarme, no entiendo ella dice que me quiere ayudar hasta me llevo con un psiquiatra y psicóloga
— Lo hace por tu bien Alaska, ella te adora. — Menciona Andrea escuchándola y dándole su opinión.
— Quiero libertad, Crees que acostándome con Douglas dejare de ser una niña y me convertiré en mujer—Apenada por lo que acababa de decir queriendo a arrepentirse de sus palabras pero ya era muy tarde.
— Estás loca Alaska, deja de comportarte como una niña, no te acuestes con alguien solo porque quieres crecer porque estás muy equivocada, el sexo no se trata de eso, cuando te sientas preparada y enamorada de alguien lo haces, no solo por una maldita calentura o por sentirte grande. Porque después te vas a arrepentir cuando conozcas a la persona que es para ti
— Andrea creo que Douglas me gusta y quiero que él sea el primero en mi vida
— Alaska te gusta sí, pero no porque te gusta lo debes de hacer, te van a gustar muchísimos en el trayecto y no por eso te vas a acostar con todos o si, Douglas no merece ser el primero en tu vida él es más mujeriego que Aegan, además lo acabas de conocer Alaska, no manches debes de tratarlo más, conózcalo y si después te sigue metiéndote la idea de estar con él, lo haces ahorita yo no lo haría si fuera tu— menciona Andrea dándole su punto de vista para hacerla entrar en razón.
Lo había logrado Alaska se quedó seria, muy pensativa estaba mirando a un solo lugar.
— Prométeme que no te va a acostar con Douglas, hasta que lo conozcas un poco mejor, no quiero que te lleves una decepción Alaska, te he tomado cariño en este poco tiempo.
Alaska él sonríe al teléfono— Lo mismo hacía a ti , te quiero Andrea gracias por ser mi amiga, ya no me siento tan sola
— Cuando quieras háblame, te dejo que mi amorcito llegará, piénsalo Alaska bye— Cuelga el teléfono.
Alaska prendió la computadora y aplasto la aplicación de Facebook, en la cual tenía mensajes de que quería agregarla Douglas t tenía mensajes de él.
Los cuales eran los siguientes, en total eran unos 5 mensajes.
DOuglas M:
Una prima hará una fiesta este viernes, espero que esta ocasión no me rechaces.
Douglas M:
Espero una respuesta, ¿Por qué me ignoras? Hice algo que te molesto.
DOuglas M:
siii aceptas la fiesta es el viernes a las 10 pm estaré afuera de tu casa esperándote
DOuglas M: Me gustas pequeña Alaska
DOuglas M: Te lo dijo en serio Alaska, me gustas desde que te conocí, me llamaste la atención como ninguna otra lo ha hecho.
10 llamadas pérdidas de DOuglasM89
Alaska se quedó muda a leer el "Me gustas" se puso nerviosa y pensativa, si estaba jugando con ella como había dado entender Andrea, no podía caer en su trampa.
Alaska suspiro y empezó a teclear en su teléfono, busco el contacto de Douglas
Alaskaagm: Estaba ocupada disculpa, claro estaré lista 20 minutos antes de las 10, el último mensaje solamente te menciono que tú también me gustas pero no quiero ir tan rápido, hay que conocernos y ahí veremos qué pasa.
Enviado.
Alaska minutos después se arrepintió de habérselo mandado, últimamente estaba haciendo puras cosas sin pensarlo antes
En eso su celular empezó a brillar indicando una video llamada perdida de Douglas la cual rápidamente la rechazó por pena. Douglas la llamo varias veces las cuales Alaska las rechazo.
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