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Era lunes, el día perfecto que tanto llevaba esperando, este día entraba a su último año de prepa pero lo más genial que lo iba a llevar presencial.

Trisha se lo sugirió, ya que la psicóloga les comento que era bueno para Alaska convivir con adolescentes de la misma edad que ella.

Alaska al inicio grito, pataleo, incluso lloro con miedo a lo desconocido, pena porque no sabía cómo hacer amigos pero era un buen comienzo para poder cambiar de aires y ser una chica de su edad normal sin ser la chica fenómeno.

Alaska se despertó muy temprano, un día anterior puso la alarma a las 6 de la mañana para bañarse cómoda, aún adormilada fue a su armario por su uniforme que su tía le había comprado una semana anterior.

Empezó a quitarse la ropa mientras prendía la llave de lado izquierdo que era la agua caliente.

Sintió la puerta abriste de su cuarto, suspiro pero al recordar que había puesto seguro a la puerta de tranquilizó.

Lo más seguro era que Aegan, la quería molestar en su primer día de escuela, pero no sé lo iba a dejar tan fácil pensó Alaska, volveremos a hacer enemigos como cuando éramos unos críos, no Alaska pensaba Aegan y tú tienen una tregua hasta ayudarte a hacer una persona normal y realizar la lista.

Al terminar de bañarse, se escurrió con su toalla blanca con rosa, empezó a ponerse su uniforme obviamente con ropa anterior abajo, se puso unas mallas azul marino y arriba de ellas la falda azul marino y la blusa blanca.

Se secó el pelo con la secadora, mientras se hacía una cola alta. Empezó a maquillarse gracias al gran amigo estilista que le dejo su mamá, le regaló un curso para aprender a maquillarse, Alaska aprendió de volada.

Solamente se puso rubor, rímel, polvo y poquita sombra Café y en sus labios una pintura de color rosa fuerte.

Agarro su mochila de lentejuelas rosas con blanco. Bajo muy contenta para abajo para poder desayunar. Al verla Trisha solo sonrió al verla tan feliz.

—No estás nerviosa por tu primer día.—le aclara Trisha aliviada de no ver ni una pisca de nervios o temor en ella.

—No, al principio no puedo mentir si sentía un poco de nervios y miedo a lo desconocido pero hoy amanecí muy feliz de conocer y hacer amigos.

—Me alegro pequeña, solamente ten cuidado con escoger a tus amistades, hay personas doble cara.

—Madrina no la atormentes, no te preocupes Alaska, acuérdate que siempre hay consecuencias malos y buenos, solamente debes de verlo por tus propios ojos para poder escoger bien.

—Gracias.

Ambos se sientan a la mesa para desayunar, Trisha les había cochinada huevo con jamón con tortillas de harina y jugo de naranja les sirvió dividido en dos platos uno para cada uno.

—Aegan, te puedo pedir un favor —Aegan asiste, él ya sabía que era lo que le iba a pedir.

—Puedes llevar a Alaska a la preparatoria Stone, la llevaría yo pero tengo unos asuntos que arreglar en el trabajo y me queda muy lejos.

—Madrina.—se queja rápidamente Aegan, Alaska se siente incómoda.

—Puedo ir en bus, no hay problema.

—Claro que no tonta, yo te llevo a tu primer día escolar, vámonos —exclama devolviéndole la mirada a su mamá,. La cual solo se reía de él.

—Que les vaya muy bien mis niños—los persigna, mientras les da a cada uno un beso en la frente y sale disparada de la casa.

—No te queda muy lejos la prepa Stone.

—No te preocupes, está súper cerca incluso está frente de la universidad a la que voy.

—Entonces si te acepto el raite—le sonríe tímidamente, Aegan le devuelve la sonrisa, agarra las llaves de su coche y sale hacia él, perseguido por Alaska.

Minutos más tarde ambos se encontraban frente a sus escuelas nerviosos, ya que todos los miraban sorprendidos.

—Porque nos observan tanto, me ponen un poco nerviosa a ti no.

—Me miran a mí, no es por ser presumido pero soy el más popular de la universidad, nunca me han visto llegar con una chica.—Alaska lo mira sorprendida.

—No te creo, Ana, Freda o como se llamaba

—Con ningunas de ellas he llegado a la Universidad, Incluso ni con Andrea que la estimaba más que a Ana. Ella si era una verdadera amiga.

—Me imagino que con Ana es distinto porque hay sexo.

—No sé por qué hablas con sexo inocente Alaska.

—No soy inocente—se defiende, mientras lo mira apenada roja como un tomate.

Aegan solo la mira divertido, le encantaba hacerla enojar. Se estaba convirtiendo en su mayor pasatiempo.

Alaska se baja del coche sin despedirse de él.

Aegan le copia la acción y se mete en su escuela.

— Trisha dice viste a Andrea en una fiesta— menciona Will atrás de el

—No la he visto Hermano, solamente le he echado unas pequeñas mentiras a mi madrina para no decir donde realmente me encontraba ese día.

—Hermano sigue con el tarado de Jonás, me cae tan mal ese sujeto no sé cómo alguien como Andrea anda con él. —Will lleva desde la preparatoria enamorado de Andrea, le tiro la onda, salieron unos meses pero no funciono, conoció a Jonás por mí y hubo flechazo al instante y siguen siendo novios, Wil obviamente sigue ardido por el rechazo de Andrea.

—Si siguen siendo novios Will, no tienes oportunidad con ella, debes de dejarla por la paz, buscar un nuevo amor.

—Mejor hablemos de algo más emocionante, ¿Quién es la persona por la que le echaste mentiras a tu madrina?—le pregunta algo curioso, Aegan solo se quedó callado no sabía que responder, estaba pensando que mentira echarle.

—Estaba con una chica, no quería que me molestara así que le dije unas mentiritas piadosas.—Aegan se ríe satisfecho de su mentira tan obvia. Pero lo importante es que William se la creyó. No le volvió a preguntar más por ese asunto.

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Alaska estaba muy nerviosa en su primer día, la escuela estaba grandísima la cual uno podía perderse en ella, De pronto alguien choco con ella, rápidamente los cuadernos cayeron al suelo.

—El chico junto los cuadernos—Discúlpame venia pensando en algo que no me di cuenta, me llamo Jonás, ¿eres nueva?—Alaska asiste tímidamente—Me imagine no se me haces carita conocida, ¿Qué salón te toca?.

—En el 503— menciona mirando la hoja que le asignaron los de administración cuando llego.

—Estas en el último año, mi novia estudiara contigo.

— ¿Cómo es?—le pregunta pero Jonás se queda confundido sin entender la pregunta.—Me refiero que como es tu novia simpática, buena onda.

—Es la mujer más bonita del mundo—Sonríe embobado, él estaba enamoradísimo de su novia la cual llevaba años juntos.— Es muy simpática, buena onda, amigable, confianzuda, sincera, divertida, chistosa, y sobre todo muy fiel.

—Vaya que si estas enamoradísimo mi chavo.—Jonás solo sonrió, era muy simpático y atento.

—Sígueme para llevarte a tu salón,—Lo dice esperando que dijera su nombre, ya que el si se presentó pero ella no. — ¿Cómo te llamas?

—Disculpa no me presente, me llamo Alaska y vengo de Paris.

—Paris vaya, ¿Qué haces aquí?—le pregunta mientras camina para su destino.

Alaska se queda callada con los ojos brillosos.

—Si no me lo quieres contar no es necesario.

—No te preocupes me inspiras confianza, allá vivía tranquilamente con mis padres y mi hermanito, el murió a los 5 años más o menos por un descuido mío, se le cayó la pelota, fue por ella y un carro venia demasiado recio y lo atropello, muriendo al instante. No sabes lo culpable que me siento que mi hermano no este conmigo.

—Alaska tu no tuviste la culpa de su muerte, solamente son accidentes que pasan rápidamente sin darse cuenta.

—Mis padres me lo encargaron, él quería jugar con la pelota, yo accedí como siempre lo hacía con cualquier cosa que él me pedía, lo consentía tanto era mi bebe, el niño de la casa. Después de su muerte me sentía culpable, incluso hasta tuve un ataque de ansiedad.

—Te entiendo perfectamente sabes, mi hermana también ha tenido ataques de ansiedad por la muerte de su novio. Pero al contrario tuyo ella no lo supero se suicidó.— añade tristemente al recordar a su hermana.

—Lo siento Jonás, hace unas semanas murieron mis padres por un accidente automovilístico, el conductor venia borracho, distraído buscando su celular en el suelo mientras manejaba sin ver, se fue por el otro carril y se impactó con mis padres muriéndose los tres enseguida. Sabes lo más doloroso fue que perdí a mi familia, a mis padres, hermanito, me quede sola. Bueno sola así que digamos sola no, mi tía viajo a parís y me trajo para acá.

—Hizo bien no podías quedarte sola en ese país, necesitabas alguien a tu lado apoyándote, en tu corta vida has pasado por muchas cosas dolorosas.

—Bueno llegamos—dice Jonás al observar el salón, en el cual había un letrero en la puerta con el número 503, indicando que ese era mi aula.

—Mi amor—le grita una chica corriendo a su lado, Jonás rápidamente abre sus brazos para esperarla, ella lo abraza y se dan un beso apasionado.

Al separarse Jonás y Andrea, Andrea ve a Alaska confundida y vuelve a mirar a su novio esperando una respuesta.

—Mi amor, ella es Alaska es nueva en el instituto.— le dice mientras ambos están agarrados de la mano, Andrea me mira seria y luego le sonríe amablemente.

—Hola Alaska mucho gusto, me llamo Andrea y seremos compañeras de clase. —le da la mano como seña de saludo.— te gustaría que nos sentemos juntas.

—Me parece una buena idea.

—Jonás nos sonríe —Alaska te dejo en buenas manos—les dice mientras suena el timbre indicando que las clases ya iban a empezar.—Me voy chicas nos vemos en la hora del almuerzo—le da un pequeño beso a Andrea en sus labios y Alaska le da un beso en la mejilla, para después irse a su salón.

Andrea jala a Alaska al salón, después le indica cuál es su escritorio el cual consistía en un escritorio para dos sillas las cuales ambas se sentaron.

Por ser el primer día de clases, los profesores solamente se presentaron, comentaron su currículo, acerca de las materias dadas y por ultimo sobre los porcentajes de cada semestre para los exámenes.

Llego la hora del almuerzo, Andrea guarda todo en su mochila, Alaska le copia la acción, para después ir a la cafetería por la comida, que este día era fruta, pollo con papas fritas y refresco.

La cola era larga, muy lenta Andrea vio a una amiga la saludo amablemente y esta les brindo enseguida un pequeño campo adelante de ella, provocando que todos los de atrás se quejaran, pero estas no hicieron caso.

Cuando tuvieron la comida, buscaron una mesa sola, se sentaron en ella comenzaron a comer tranquilamente.

—¿Jonás?—le pregunto al no verlo en la cafetería.

—No lo sé, me imagino que ha de estar con sus amigos en la cancha de beisbol. Sabes un secreto el debería estar en la universidad pero repetí el año y él lo hizo también por estar conmigo en la preparatoria, lo más doloroso es que no nos tocó juntos, entonces todo su esfuerzo fue en vano.

—Que romántico Andrea, Jonás esta súper enamorado de ti.

—Lo se Alaska, pero me siento mal el debería estar en la preparatoria estudiando lo que le guste como todos los de su generación, está perdiendo un año solamente porque no me quería dejar de ver.

—¿De qué hablan?— de repente se sientan dos chicos en la mesa, uno de ellos era Jonás.

—Le estoy contando que estas repitiendo el año solamente porque quieres verme todos los días, o que sea en el almuerzo.

—No me dejes en ridículo amor, solamente lo hice por amor y lo vuelvo a hacer por ti.— señala enamorado tirandole un beso a su novia. Ella hace como que lo agarra y se lo pone en sus labios.

—A mí no me parece ridículo, al contrario se me hace súper romántico.

—Se me hace súper tonto, perder un año solamente por la novia que a lo mejor no te toca casarte con ella.— expone un chico indignado mirando mal a su amigo.

Andrea se quedó seria, señal que no le había gustado para nada el comentario de ese tipo.

—Todo puede pasar, ellos se ven muy enamorados, si ellos decidieron hacer eso cada quien no.

—¿Tu eres?

—Me llamo Alaska y vengo de París.

— De Paris y ¿Qué haces aquí?—La mira extraño provocando que Alaska se sacara de onda por la actitud de ese sujeto.

—Larga historia. ¿Cuál es tu nombre?

—Mason.

Andrea se había quedado muy pero muy callada, desde que ese había abierto la boca para decir algo que no era lo aceptable. Era algo incómodo y molesto para ella. Jonás se dio cuenta por eso no dejaba de verla.

El almuerzo se acabó, todos se levantaron con su basura para tirarla al cesto de basura, y dejar la bandeja en su lugar. Jonás y Mason se fueron por otro lado, Andrea y Alaska por otro.

Solamente les faltaban dos clases para irse, teatro y ingles, la maestra de teatro no llego en toda la hora por lo que fue libre, Alaska se la paso viendo videos en su celular, ya que Andrea aún estaba callada y rara.

Al llegar a la clase de inglés, la maestra igual que los demás se presentó, también una pequeña introducción y los dejo salir temprano.

Alaska se despidió de Andrea, dispuesta a buscar a Aegan que no lo veía en ninguna parte.

—Me estás buscando —comenta atrás de ella, haciendo que Alaska pegara un pequeño salto del susto.

—Me asustaste—Se queja mirándolo mal.

Aegan solo se ríe

—Sube y cuéntame cómo te fue en tu primer día.—Alaska lo sigue, Aegan abre el carro y entra en él, Alaska hace lo mismo.

—Me fue muy bien incluso hasta tengo amigos.— le cuenta Alaska emocionada, Aegan le gustaba verla así.