Capítulo 7: Un almuerzo con tres idiotas.
Estaba en el cuarto de Abby revisando su ropa, mamá me había mandado a cambiar de atuendo, porque quería que usara algo más "formal", mamá había sido específica así que tenía que ponerme un vestido y tacones. Sin ella saberlo me estaba torturando, no sólo tenía que fingir ser Abby, ahora también me tenía que vestir como ella, seguía buscando que ponerme, pero me detuve al escuchar que llamaban a la puerta.
—¡Adelante!- dije y salí del armario de Abby.
—Cariño, te traje unos regalos— dijo mamá entrando con dos paquetes de ragalos en las manos— Es para que los uses hoy.
—Ah, emm gracias— respondí y tomé uno de los regalos de mamá, lo abrí y (esto debe de ser una pesadilla) pensé, dentro del paquete había un vestido de lentejuelas plateado, mamá me paso el otro paquete que era más pequeño, ya tenía miedo de abrirlo, respire profundo y tire de la cinta para abrir el regalo, en este paquete habían unos tacones a juego con el vestido— No usaré esto.
—Claro que lo harás Abigail— dijo mamá seria.
—Mamá, esto parece de prostituta— la miré con el ceño fruncido.
-No es así, es un vestido elegante.
—Si, si, claro, como digas, una puta elegante, pero como dije, no lo usaré, te agradezco el regalo, pero no gracias, no quiero verme como una ofrecida— respondí devolviendole el vestido a mamá.
—Abigail, lo usarás porque yo te lo digo, ahora apurate, las visitas están por llegar— dijo ella enojada. ¡¡Maldición!!
Tomé el vestido y me lo puse, era ajustado al cuerpo, sin tirantes, el escote era de corazon y en si, el vestido era muy corto, me llegaba más arriba del muslo, esto era frustrante, casi nunca ocupaba vestidos ni faldas, no eran mi estilo y en realidad los detestaba, pero ahora resultaba que tenía que usar faldas tanto en la Academia como en casa, me coloque los tacones y me arregle un poco, no me quise tomar el cabello ya que este serviría para tapar mis hombros desnudos, me miré al espejo y fruncí el ceño, en verdad paresco prostituta, bueno si mamá quería que pareciera mujerzuela, lo parecería, tomé un lápiz labial rojo y me puse bastante de éste en los labios, me encrespe las pestañas y me puse mascara sobre éstas, también utilice el delineador negro y me puse sombras oscuras en los párpados, me miré y sonreí. Esperó que te guste esto mamá.
Escuche que tocaban el timbre y me apresure a bajar, pero antes tomé unas pulceras de Abby y me las coloque en la muñeca izquierda, baje con cuidado las escaleras ya que no estaba acostumbrada a estos tipos de tacones, cuando llegue abajo me dirijí al living en donde se encontraban todos, papá y mamá estaban sonriendole a los invitados, pero cuando me vieron entrar sus sonrisas se borraron, yo sonreí y me acerqué.
—E.. Esta es nuestra hija, Abigail— dijo mamá, miré al hombre y a la mujer que estaban al frente mío, y les sonreí— Abby, él es el juez Allan Nicholson y su esposa Rachelle.
—Es un placer conocerlos— dije con una sonrisa y haciendo una pequeña reverencia con mi cabeza.
—El placer es nuestro— dijo el juez, ¿juez Nicholson? espera, esto no podía ser cierto— Ah, ahí estas, él es nuestro hijo, Adrien— di vuelta para mirar de quien hablaba él juez, mi sonrisa se borró al instante en que vi al chico, alto, cabello castaño y ojos color miel, él me recorrió con la mirada y quedó con la boca abierta— Adrien, no seas descortés, saluda.
—Oh, lo lamento, es un placer conocer a la familia Asorey— dijo éste y se acerco a saludar a mis padres, luego se dio vuelta y quedo al frente de mí— Abby es un gusto volver a verte— tomó mi mano y la besó.
—Lo mismo digo— dije entre dientes, el timbre volvió a sonar, me solté del agarre de Adrien y me aleje un poco de él.
—Esos deben ser mi hija y su novio— dijo la señora Nicholson, Sarah paso por la puerta con un vestido rojo ajustado y más corto que el mío, ese si es un vestido de prostituta, pensé.
—Buenas tardes— dijo la barbie, con una falsa sonrisa en el rostro, así que según ella éramos amigas, bueno era amiga de Abby, ella se acercó y saludo a mis padres.
—¿Y tú novio?— preguntó el juez.
—Estaba estacionando el auto, pero ya viene— cuando dijo eso, el novio de la barbie paso por la puerta, un chico alto, de cabello rubio oscuro y unos hermosos ojos azules, nuestras miradas se cruzaron y yo no podía creer que él fuera el novio de la barbie.
—Buenas tardes, es un placer conocerlos— dijo él e hizo una pequeña reverencia.
—Jack— murmuré, él volvió a mirarme y se acercó a mi.
—Abby— me recorrió con la mirada y me quedó mirando descaradamente las piernas.
—¿Que?— dije algo enojada, por el hecho de que me mirara tan pervertidamente estando su novia a sólo unos pasos— Que sorpresa Jack, no me dijiste que eras el novio de la barbie mal operada— dije alzando una ceja y cruzándome de brazos.
—No recuerdo que me lo preguntarás— dijo con una sonrisa- ¿No me digas que estas celosa?
—¿Celosa? ¿yo? ¿de ti? ni lo sueñes— dije indiferente.
—Como digas— dijo mirándome a los ojos y sonriendo, odio tú sonrisa, pensé y frunci el ceño.
—¿Porque estas aquí?— pregunté, todavía no podía creer mi mala suerte, estos tres en mi casa era demasiado para mí.
—Pues me invitaron, en realidad no iba a venir, pero Sarah me dijo que el almuerzo era con los Asorey, así que al final acepté— respondió sin más.
—¿Viniste porque el almuerzo era en mi casa? ¿o, porque tu novia te convenció?
—En realidad no es mi novia y sólo vine porque tenía curiosidad— respondió ladeando la cabeza.
—¿Curiosidad? ¿sobre que?
—Queria saber donde vivias— dijo y me sonrió, o maldito, deja de hacer eso.
—Espera... ¿Dijiste que la barbie no era tu novia?— pregunté confundida.
—Exacto.
—Pero, si no es tu novia, ¿porque estas aquí?
—Porque me invitó.
—Pero no eres su novio, no entiendo.
—Bueno pues técnicamente, somos ex-novios, aunque ella no lo quiere aceptar.
—Pero ahora estas aquí.
—Si, ya te dije que tenía curiosidad— suspire, en realidad no lo entendía, sentí que alguien me clavaba la mirada, miré hacia un lado y vi que Sarah me estaba mirando con la cara de una maniáca asesina, rodé los ojos y la ignoré.
—La mesa ya esta servida— dijo Percy, todos caminamos al comedor y nos sentamos en nuestros respectivos puestos, por alguna razón tenía a Adrien a mi lado derecho y a Jack al frente.
El almuerzo paso lentísimo, ya estaba aburrida de la charla de mis padres con el juez y su esposa, eran tan aburridos, quería que esto terminara pronto, después de treinta y cinco minutos, por fin nos pudimos parar de la mesa, ahora nuevamente estábamos en el living, no hayaba la hora de que todos se fueran, quería sacarme el maldito vestido y los tacones, de pronto escuché algo que no me hubiese gustado escuchar.
—Abby sabe tocar el violín— dijo mamá, di media vuelta y la quede mirando.
—¿Enserio?, que bien, ¿porque no nos toca algo?— dijo la señora Nicholson, no puede ser, esto tiene que ser un mal chiste, ¿porque diablos no toca usted algo?
—Por supuesto, ella estará encantada— dijo la muy...— Abby, ¿porque no vas por tu violín para que nos deleites con tu música?
—Ahmmm, yo no...— mamá me interrumpió y fruncio el ceño.
—Ahora cariño— maldición.
—Claro— dije entre dientes, me levanté del sofá y fui en busca del violín de Abby, subí las escaleras y me metí en la habitación de mi hermana, tomé el violín y salí, maldición yo no se tocar esta cosa, y aunque me se dos canciones, no quiere decir que me las se completas, la mayor parte del tiempo no le daba a las notas y desafinaba. Aproveche y me metí en mi habitación, Abby estaba con un libro en las manos, cuando entre ella levantó la vista del libro.
—Samy, ¿que haces vestida así?— dijo mirandome extraña.
—Mamá hizo que me lo pusiera, no hay tiempo para eso, Abby estamos en problemas.
—¿Q... Que paso? no me digas, ¿nos descubrieron?— preguntó asustada.
—No, pero puede que lo hagan.
—¿Cómo es eso? ¿y, porque tienes mi violín?
—Es por esto— dije levantando el violín— Mamá quiere que les toque algo.
—Bueno es fácil, ¿porque te asusta tanto?— preguntó confundida.
—Abby, yo no se tocar el violín— ella abrió los ojos muy grandes y se puso una mano en la cara.
—¿Y si nos cambiamos?, bajo y tocó por ti, así nadie nos descubre.
—¿No olvidas algo?— pregunté.
—¿Que cosa?
—Abby, tienes un yeso en la pierna, ¿como ocultaras eso con este vestido? y tú brazo aún sigue lastimado.
—Rayos— dijo Abby— Ya se, imagínate que es una guitarra.
—Abby, ¡esto no es una guitarra!— dije ya irritada.
—Bueno con las cuerdas y todo, es algo muy parecido, bien, sólo imagina eso, ¿si?— dijo mirándome a los ojos, yo asentí— Tienes que mantener las manos relajadas, ¿recuerdas cuando te intente enseñar?
—Si, pero...
—Solo recuerda eso, esa vez te salió bien, toca Because i'm stupid, es la que mejor te salió.
—Ok, lo intentaré— iba a decir algo más, pero alguien irrumpió en mi habitación.
—Abby, ¿que haces aquí? todos te están esperando— mamá se oía enfadada.
—Solo vine a ver como estaba Samy— dije caminando hacia la puerta— Después hablamos Samy.
—Si— la escuche decir, mamá cerró la puerta detrás de ella y me siguió, baje las escaleras con cuidado, cuando llegue al living todos me quedaron mirando, vamos Sam, no es tiempo para estar nerviosa, sólo has lo que dijo Abby.
—Bien, aquí esta Abby— dijo mamá sonriendo— Abby, por favor, tocanos algo.
—S...si— dije, me acomode el violín en su respectivo lugar y trate de relajarme, puse mi mano izquierda en las cuerdas y con la derecha sostenía el arco, respire profundo y comencé a tocar, me di cuenta que me estaba saliendo bien así que sonreí, pude terminar de tocar la canción sin problema, estaba más que feliz por eso, guarde el violín antes de que se les ocurriera pedirme que tocara de nuevo.
—Tocas muy bien— escuche que decía una voz conocida detrás de mi.
—Gracias— dije sin voltearme a verlo.
—¿Que pasa Abby?— preguntó Jack.
—Jack, no quiero hablar contigo, mucho menos si tu novia loca esta cerca y sus padres nos miran extraño— le dije sin mirarlo aún.
—Ya van dos veces— dijo él y yo me di vuelta.
—¿Dos veces de que?
—Van dos veces que me llamas Jack.
—¿Qué? ¿pero, ese no es tu nombre?— pregunté confundida.
—Ahmmm, no.
—Bueno así fue como te presentaste, ¿como más quieres que te diga?
—Estas equivocada, nunca te dije que mi nombre era Jack— ¿este esta tarado o que?, eso es lo que me había dicho él, o ¿no? —Si no, Jake.
—¿Jake?— rayos, enserio pensaba que se llamaba Jack, los nombres eran tan parecidos que me confundían— Lo... Lo lamento.
—No importa— dijo y sonrió— Porque no me tocas alguna otra canción, una que sea más conocida.
—No, si quieres te puedo tocar cualquier cosa, pero eso de nuevo no— dije, él alzó una ceja y sonrió de lado, maldición creó que sonó raro, sentí que mis mejillas ardían un poco— M... Me refiero al violín.
—No te he dicho nada— dijo aún sonriendo.
—No seas molesto Jack— dije mirando para otro lado.
—Jake— escuche que decía.
—Maldición, es verdad— dije y me volteé a mirarlo, él me miraba con los ojos un poco achinados y una semi-sonrisa — ¿Qué?
—Nada, es solo que...
—Hola, ¿que hacen?— preguntó Adrien acercándose, aún no podía creer que él fuera hermano de la barbie.
—Nada que te importe- dije y le sonreí fingiendo ser amable.
—Whooo, ¿la hiciste enojar Jake?
—Ahmm, puede ser— dijo Jack... Jake sonriendo.
—Adrien, ¿verdad?— él me miró y asintió— No tenía ni idea de que fueras el hermano de la barbie mal operada— él se rió al escuchar el apodo que le había puesto a su hermana.
—Pues, ella no lo admite en público, pero si, somos hermanos.
—Si yo tuviese un hermano como tú, de seguro tampoco lo admitiría— dije con una dulce sonrisa.
—Que graciosa— dijo Adrien.
—Cariño, ya es hora de irnos— dijo la barbie apareciendo de la nada, de seguro también era bruja, pensé, Jake la miró y luego me miró a mi.
—Bueno, fue un gusto verte Abby, nos vemos en la Academia— dijo guiñandome un ojo, te odio, vi la cara de la barbie la cual hervía de furia, comenzaron a alejarse pero el solo hecho de haberla visto así me causó gracia, trate de evitar reírme pero no pude, comencé a reírme algo fuerte y todos me quedaron mirando.
—Ay Adrien eres tan gracioso— dije tocando el hombro de Adrien, él me miró seguramente sabiendo de lo que me reía y rodó los ojos.
Después de unos cinco minutos el juez, su esposa y Adrien se fueron, ya libre de todo subí las escaleras, por fin podía sacarme el fastidioso vestido y los malditos tacones, llegue a la habitación de Abby y me cambie de ropa, luego fui a ver a Abby y a contarle todo lo que había pasado.
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~HarunaNanami.
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