Ya en la linea de partida, miré a los demás motocicletas, me fije en el que se hacía llamar Mago, estaba en una linda Honda roja, yo tenía una BMW negra, también era muy bonita, los motores rugían, sólo esperábamos que dieran la partida. Cristi se puso delante de las motocicletas con un pañuelo en las manos, lo levantó y nos quedó mirando, luego bajo el brazo que tenía el pañuelo dándonos así la partida, todos salimos disparados, esta pista era una de las más difíciles, con muchas vueltas y partes en las que parecía que no se podía andar, en este momento iba en primer lugar, vi la meta a lo lejos y aceleré un poco, de pronto el motociclista de la Honda roja paso por mí lado, yo lo quede mirando y aceleré aún más, ya estábamos a pocos metros de la línea de meta, aceleré tanto como pude y cruce la línea de meta, frene despacio y me devolví a la meta para saber quien había ganado.

—¡¡Es un empate!!— gritó gorila, era el sujeto que estaba en la meta y veía quien ganaba la carrera— ¿Quieren hacer la carrera de desempate ahora?— nos preguntó, yo miré al Mago y luego saque mi celular para ver la hora, ya eran las diez, mamá se pondría como loca si Abby llegaba tarde, así que hice un ademán con la mano, que daba a entender que no podía y para que supiesen que la carrera de desempate se llevaria otro día, gorila le preguntó al Mago si estaba de acuerdo, y el asintió— Bien la carrera de desempate se llevará el martes, si o si, el corredor que no llegue quedará descalificado, esto quiere decir que, el que no llegue no podrá correr en las siguientes carreras tampoco— dijo gorila, miré al Mago aún con el casco puesto, ninguno de los dos nos habíamos sacado el casco, así que ni yo ni el pudimos saber quien era el otro competidor, luego miré a gorila y asentí al igual que el Mago, de alguna que otra manera tendría que estar aquí, inventaría una excusa en la Academia y si no me quedaba de otra, tendría que escaparme para competir en la carrera de desempate. Me aleje y fui a donde estaba Cristi.

—Me alegra haberte visto— le dije.

-Lo mismo digo— me quedó mirando y sonrió, debió de ser por el hecho de que no me sacaba el casco— Es la primera vez que tienes un empate, ¿no es así?

—Si, pero no te preocupes, en la próxima carrera, ganaré— dije segura, luego me despedí de Cristi y me fui a casa.

Después de unos veinte minutos llegue a casa y escondí la moto para que mamá no sospechara de quien era en realidad, también me saque mi traje mono este era un ALPINESTARS, una de las mejores marcas, debajo del traje mono tenía la ropa, así que guarde el traje dentro del aciento de la motocicleta y luego fui a la entrada de la casa, toque la puerta y el mayordomo Percival la abrió.

—Buenas noches señorita Abigail— saludo Percy.

—Buenas noches Percival— respondí y entre a la casa— ¿Donde están mis padres?

—Ellos se encuentran en el estudio.

—Ah, ¿y Samy?

—La señorita Samaira se encuentra en sus aposentos— Percy, tan formal y anticuado como siempre.

—Muchas gracias Percy— el sólo hizo una pequeña reverencia, subí las escaleras y fui a mi habitación, abrí la puerta y Abby estaba acostada en mi cama, entré cerrando la puerta tras de mí, luego me acerque a Abby.

—¡Abby!— hable en voz alta, pero ella no despertó— ¡¡Abby, despierta maldita sea!!— Abby pegó un salto en la cama y me miró asustada.

—Sam, me asustaste— dijo poniendo su mano derecha en su pecho y cerrando los ojos.

—Necesitamos hablar— dije seria.

—Claro, ¿que paso Samy?— preguntó ella confundida.

—Porque me mentiste.

—¿Que?, no se a que te refieres.

—¿No sabes?, no sigas mintiendo Abby, ya se la verdad.

—¿De que verdad me estas hablando?— preguntó preocupada.

—¿Porque hiciste algo tan estupido Abby?— dije y empecé a dar vueltas por la habitación— Culparte por un accidente el cual tú no provocaste, es lo más estupido que has hecho, pudiste haber muerto, ¿porque lo hiciste? ¿sólo para que el imbécil de tú novio no tuviese problemas con sus padres? ¿y que hay de ti? porque no dejas de pensar en los demás por un maldito segundo y te preocupas por ti, Abby— ella me miraba, pero en un momento agachó la mirada.

—Lo lamento— dijo con la voz quebrada.

—Rayos Abby, no llores— dije enojada— Abby, ya no puedes seguir con ese tipo, no es bueno para ti.

—Pero...— trató de hablar pero la interrumpí.

—Pero nada Abibi, no puedes estar con un tipo así, él no te merese— me acerque a ella y limpie una lágrima de su mejilla con mi mano— Te mereces algo mejor.

—Yo... Lo sé, pero... Tengo mucho en que pensar— dijo sonriendo tristemente.

—Esta bien— la miré y preferí cambiar de tema— Bueno, quiero saber el porque no le hablas a tus compañeras de habitación, y, porque esa barbie mal operada te trata de zorra, ¡y quien diablos es Jack!— dije rápido.

—A ver, primero, no se quién es Jack— respondió Abby.

—Bueno pues según él, su nombre es difícil de olvidar.

—Pues, no conozco a ningún Jack— respondió Abby.

—Ok, no importa, responde lo otro.

—Supongo que a la barbie mal operada, te refieres a Sarah Nicholson.

—No me se su nombre, lo único que se es que es una falsa rubia, que se cree barbie, aunque son evidentes sus operaciones fallidas y también cree que canta bien pero da asco— dije con el ceño fruncido.

—Sip, es Sarah.

—Si es esa tal Sarah... explicame el porque te trata de zorra.

—Ella es mi amiga— dijo desviando la mirada.

—Claro, tu amiga te trata de zorra, tu amiga te amenaza si la enfrentas, ¿que clase de amiga es esa?— pregunté y Abby abrió los ojos como plato.

—¿Que hiciste que? ¿enfrentaste a Sarah?

—Sabes muy bien que no soportó que me insulten, y mucho menos si se supone que soy tú— respondí cruzándome de brazos— ¿Porque te juntas con esa tipa?

—Bueno ella... Ella es la presidenta estudiantil de la Academia, hija del juez Nicholson y como tal, puede hacer cualquier cosa, todos le tienen miedo, nadie nunca la había enfrentado y los pocos que lo han logrado hacer, desaparecen de la Academia.

—Es una maldita, no me interesa si es la presidenta de los estados unidos, o la hija de la reina Isabel, nadie se mete conmigo y mucho menos contigo— dije frunciendo el ceño, Abby me miró y sonrió.

—Bueno, quizás por eso dude en un momento a que fueras a mi Academia, sabía que te meterías en problemas Samy, sólo trata de que nadie nos descubra.

—Si, si lo sé— respondí sin más— Y ahora, ¿que hay con tus compañeras de habitación?

—Veamos, cuando llegue a la Academia compartía habitación con Sarah, Camille y Daissy, ellas dijeron que seríamos buenas amigas, pero comenzaron a tratarme como sirvienta, hasta querían que les hiciera la tarea, no lo soporte más y pedí que me cambiaran de habitación y tuve suerte, me cambiaron a la que estoy ahora, pero cundo me estaba cambiando Sarah me amenazó...

—¿Que? ¿esa barbie mal operada te amenazó? ¿porque no me lo dijiste?

—Si pues, por alguna razón ella no quería que hablara con las chicas del nuevo cuarto y aún no se la razón, me prohibió investigar o hacer cualquier cosa.

—Esa maldita cucaracha— dije enojada— ¿Y porque no te negaste? ¿porque le hiciste caso?

—Porque dijo que si le desobedecía, haría que me sacarán de la Academia.

—Pero Abby...—le iba a decir algo pero ella me interrumpio.

—Samy, tú sabes lo que significa estar en esa Academia para mi.

—Si lo sé, pero no te preocupes, no dejaré que te saquen de la dichosa Academia, también la haré pagar por lo que te hizo esa horrible intento de barbie— Abby me sonrió y luego me abrazó, ella se separó de mi e iba a decir algo pero la puerta de la habitación se abrió, me di la vuelta y vi a mamá de pie en el marco de la puerta.

—Abby.

—¿Si?— respondí.

—No deberías estar aquí, Samaira tiene que descansar— dijo ella, si claro, como si yo te importara un poco, lo único que te importa es separarme de Abby. Pensé.

—Claro— dije, tratando de comportarme como Abby, me despedí de Abby y salí de mí habitación, mamá cerró la puerta detrás de ella, camine a la habitación de Abby sin mirar a mamá, cuando llegue me di cuenta que mamá estaba detrás de mí, me di la vuelta y la miré a los ojos.

—¿Porque no nos saludaste al llegar?

—Percy dijo que estaban en el estudio así que supuse, que estaban trabajando.

—Tú sabes que siempre eres bienvenida al estudio, cuando quieras, aunque estemos trabajando— dijo la muy... Ella me enojaba, creó que no soportaría ni un minuto más estar hablando con ella sin que se diera cuenta que en realidad yo era Sam y no la que estaba en mi habitación.

—Si, sólo quería ver como estaba Samy.

—Entiendo.

—Mamá, estoy muy cansada, me iré a la cama.

—Claro, descansa cariño— después de decir esto se acercó y beso mi frente, que patética, luego se fue.

Entré a la habitación de Abby y me deje caer en su cama, esto era el colmo, así que sólo a mi.... ¿Sólo yo era la que no podia meterme al estudio?, claro, si esa bruja me veía hablando con papá, de seguro me mataba, casi no me dejaba hablar con Abby y mucho menos con papá, la odiaba con todo mi ser, era la peor persona que conocía y en realidad no sabía el porque yo le tenía tanto miedo, quizás era el hecho de que si decía lo que sabía ella me alejaría de papá y de Abby. Me levanté para dejar de pensar, fui al baño de Abby y me metí en el jacuzzi, estuve ahí por lo menos unos quince minutos y salí, me puse el pijama y seque mi cabello, lo peine y me acosté, no dure ni cinco minutos y me dormí.

Me desperté al escuchar que alguien abría la puerta, hice un esfuerzo para abrir los ojos y ver quién era el que estaba en la habitación de Abby, cuando me di cuenta que era mamá traté de hacerme la dormida, no sabía el porqué ella estaba tan temprano en la habitación de Abby, sentí que ella se acercaba a mí.

—Abby, despierta— dijo mamá en voz alta.

—¿Qué pasa?— pregunté con voz rasposa.

—Levántate, hoy vamos a tener visitas a almorzar— dijo con una sonrisa.

—Pero si son las siete y media— dije mirando la hora en el reloj que estaba sobre el velador de Abby— Queda bastante tiempo de aquí al almuerzo.

—Lo sé, pero quiero que todo esté listo para cuando las visitas lleguen, ya que son personas importantes.

—Si no es la Reina Isabel no me levantaré de la cama— respondí perezosa.

—Abby, te quiero abajo en menos de diez minutos, el desayuno esta listo— dijo algo seria y con voz de mando, la miré y ella sonrió, maldita bruja, no sabes cuanto te odio, se dio la vuelta y salió de la habitación.

No me quería levantar, pero tuve que hacer un gran esfuerzo para hacerlo, me di una ducha rápida y me vestí con un shorts, una polera gris de cuello en v y unas Converse All Star negras, me arregle un poco y baje. Llegue al comedor y vi a papá sentado desayunando tostadas, con una mano comía y con la otra sostenía el diario, levantó la vista del diario y me sonrió.

—Buenos días, ¿como amaneciste?

—Buenos días papá— respondí mientras me sentaba— Amanecí muy bien gracias, ¿y tú?

—De maravilla— dijo con una sonrisa.

—Papá, ¿sabes con quien almorzaremos hoy?— pregunté curiosa.

—Claro, es un viejo amigo mío— respondió, yo lo miré con cara de ¿quien es?— Vendrá con su esposa y sus dos hijos.

—Que bien— dije, con una sonrisa falsa.

—Ah y creó que sus hijos también asisten a la Academia Taylor's.

—Pero que interesante, ¿quienes serán?— papá me miró y sonrió.

—Pues no te lo diré.

—Pero, ¿porque no?

—Lo único que te diré Abby— dijo mamá detrás de mi— Es que ella, dijo que era tu amiga, Ah, querido, ella traerá a su novio— odiaba que hablaran en código, ¿el novio de quien? ¿quienes vendrían a almorzar hoy? ¿quien se supone que era la amiga de Abby?

—¿Samy almorzara con nosotros?— pregunté.

—¿Que?, claro que no— respondió mamá, papá la quedó mirando y ella se puso algo nerviosa— Querido, sabes que ella debe descansar, no puede bajar las escaleras con su pierna aún con el yeso.

—Si, creó que tienes razón— dijo papá volviendo a mirar el diario, creó que de alguna manera era bueno que dijeran que no, se supone que los hijos del amigo de papá eran estudiantes de la Academia Taylor's, y si nos veían a Abby y a mi juntas, quizás sospecharían, pero de igual modo odiaba el hecho de que me excluyeran de todo, termine de desayunar y subí a ver a Abby.

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~HarunaNanami.