Capitulo 5: Un tarado y un Mago.
Me desperté al escuchar la ruidosa alarma, estiré la mano y la apague, me volví a tapar y solo unos segundos más tarde sonó mi celular, solté un bufido. La semana había pasado lentamente, a modo tortuga, pero por suerte hoy ya era viernes y no había tenido más inconvenientes o accidentes. Me levanté y me fui a la ducha, ya llevaba dos días levantándome antes que las otras chicas, había tenido más de alguna clase con ellas, aunque no recordaba cuales y por lo general a ellas siempre se las veía juntas y animadas, no sabía por que Abby no les hablaba.
Salí de la ducha y me envolví en la toalla, tomé el secador y seque mi cabello, aunque no tanto porque no me gustaba que quedara reseco, así que lo deje un poco húmedo, sólo un poco, salí del baño y fui al armario, como hoy era vienes podía usar cualquier clase de ropa, me puse unos lindos jeans y una blusa color crema sin mangas, Abby no tenía zapatillas o algo que no tuviera taco, así que me puse unos botines negros, en lo personal, estos me habían gustado más que los otros, arregle mi cabello y me puse un poco de maquillaje, nada muy extravagante.
Cuando salí me tope con la chica rubia, no recordaba su nombre, tarada ni siquiera te lo sabes, nadie te preguntó, ya estaba hablando sola de nuevo, me hice a un lado para dejarla pasar.
—Gracias— dijo al pasar cerca de mí, yo solo hice un pequeño movimiento de afirmación, ya estando segura de que nada me faltaba salí de la habitación, caminé por el pasillo hasta llegar a las escaleras, las baje no tan deprisa ya que aún faltaba tiempo para que tocarán la campana, termine de bajar las escaleras y caminé a los casilleros, por suerte en los últimos días no me había tropezado con Jack, lo cuál era bueno.
Llegué al casillero de Abby y saque los libros de Historia, otra de las materias que amaba, suspiré, cerré el casillero y caminé al salón de clases. Quien lo diría, yo yendo temprano a clases, esto debía de ser un milagro, o más bien una pesadilla, lo único que me podía gustar era la clase de música, pero para mí mala suerte la maestra se había enfermado y no habíamos tenido esa clase por tres días y ni siquiera remplazaron a la maestra para que así, por lo menos hubiésemos tenido esa clase, hicieron algo mucho mejor, nos hicieron deporte, no se como podía seguir caminando después de tanto deporte, ya lo comenzaba a odiar, estaba a punto de entrar cuando a un tarado se le ocurrió salir corriendo, lo esquive pero aún así me resbale y caí, de seguro era Jack, aún en el suelo miré al que supuse era Jack, pero no, no había sido él esta vez, este chico era de cabello castaño y ojos color miel, él me miró y se acerco.
—¿Te caíste?— preguntó el muy tarado.
—No, es que el suelo y yo nos amamos tanto, que solo lo quería abrazar— le respondí sarcástica.
—¿Sueles abrazar de espalda?— ¿era enserio? ¿De verdad había hecho esa pregunta? bueno Jack, creo que hay un tarado más tarado que tú.
—Pues si, así es más cómodo— me levanté del suelo y me sacudí, enserio este le había ganado a todos los idiotas que había conocido antes.
—¿Vas a entrar a clase?_ ¿no se cansara de ser tan idiota? me pregunté.
—No, si me dirijo al aula justo para no entrar— a lo mejor esto era contagioso, caminé y me adentre en el aula.
Busque un buen puesto y me senté, a los pocos minutos sonó la campana y los demás comenzaron a entrar, y adivinen, el tarado más tarado de todos también entro, al final entro el maestro y así estuvimos en unas largas clases de historia. Cuando por fin toco la campana de receso, tomé mis cosas y me apresure a salir, hace ya media hora que estaba aguantando las ganas de ir al baño, deje los libros en el casillero y lo cerré.
—¡Hey, espera!— escuche que alguien gritaba, me di la vuelta y vi al tatarado (me daba pereza decirle tarado más tarado todo el rato, así que decidí abreviarlo) que se acercaba a mí.
—¿Si?— pregunté, no tenía ganas de hablar.
—Eee... Esto, lamento lo de hace rato.
—No pasa nada.
—Enserio lo lamento, fue mi culpa que te cayeras.
—Ah, wow y no me digas, ¿recién te diste cuenta?— mi humor empezaba a empeorar y mi vejiga exigía un baño.
—No recién, hace rato, pero tú saliste con eso de tu amor hacia el suelo y pues...— lo interrumpí.
—¿Sabes que? no me interesa, ahora estoy ocupada— luego de decir eso me alejé casi corriendo.
Hoy también nos tocaba música, así que de seguro haríamos deporte, estaba harta del deporte, me dolía todo, estaba segura de que no podría hacer ni una flexión más. Entre en el aula de música, me senté y esperé a que el maestro de deporte llegara, puse mis brazos encima del escritorio y apoye mi cabeza en ellos, se escuchó la puerta del aula al ser cerrada y levante la vista, una mujer de no más de treinta años había entrado y se dirigió al puesto del maestro, ella miró a toda la clase y sonrió.
—¿Me extrañaron?— preguntó con una hermosa sonrisa en su rostro.
—Si~ — canturrearon casi todos, supongo que ella era la maestra de música, así que por fin podría ver que era lo que hacían en música en esta Academia.
—Bien, de pie y busquen sus instrumentos— dijo aún sonriendo y haciendo un ademán con la mano, mostrando todos los instrumentos que habían en el aula.
Me levanté y fui a donde estaban todos, me acerque lo más que pude y vi una guitarra eléctrica, me escurrí por entremedio de los demás y la tomé, con la guitarra eléctrica en mis manos me dirigí a mi puesto, la maestra me miró y se acerco a mi.
—Señorita Asorey, ¿usted sabe tocar eso?— preguntó un poco sorprendida.
—Si, ¿porque?
—Pues, porque en todo el tiempo que lleva en la Academia, nunca a tomado nada que no sea el violín.
—¿Enserio?, pues hoy estoy de ánimo para tocar la guitarra eléctrica— rayos Abby, el violín es una de las pocas cosas que no se tocar, bueno si se, pero solo una o dos canciones.
—Bien, ¿porque no nos da una demostración?
—Aahm claro— respondí y conecte la guitarra eléctrica al amplificador, deslice mis dedos haciendo sonar Kiss you de One Direction, era una de las canciones favoritas de Abby, mientras tocaba escuche que alguien comenzaba a cantar.
Oh tell me tell me tell me how to turn your love on
You can get, get anything that you want
Baby just shout it out shout it out
Baby just shout it out
La busque con la vista hasta que encontré quien era la que cantaba tan mal, era la chica del otro día.
*Flashbak*
Estaba caminando por la cafetería, tenía hambre pero no sabía que comer.
—Hey, zorrita— se escuchó a lo lejos, seguí con mis cosas y me acerque a la mujer que atendía la cafetería— ¿Que estas sorda zorra?— escuche que decía alguien con la voz chillona detrás de mí, me di la vuelta y vi a un intento fallido de barbie, era una rubia teñida, con botox en los labios, plástica de seguro.
—Disculpa, ¿me hablas a mi?
—Pues, ¿qué otra zorra más hay aquí?
—Estoy viendo a una en este momento— le dije desafiandola con la mirada, ella me miró enojada.
—¿Que paso Asorey? ¿amaneciste con agallas?— ¿pero que le pasa a esta tipa?
—¿Sabes? no tengo tiempo ni ánimo para hablar contigo, barbie mal operada— dije mirándola de los pies a la cabeza y luego me alejé de ella, mientras me alejaba escuchaba como me amenazaba.
—Vas a pagar por esto, maldita zorra.
*Fin del flashback*
And if you
You want me too
Let's make a move, yeah
So tell me girl if every time we touch
You get this kinda rush
Baby say yeah yeah
Deje de tocar, pero ella siguió cantando, cuando se dio cuenta que ya no había música, por fin se quedó callada, me miró y yo alce una ceja.
—¿Que pasa?— preguntó aún mirándome.
—Pasa que cantas como un celular dentro de una juguera en movimiento— dije con una sonrisa, ella me miró con odio.
—Claro que no, por algo soy una de las representantes de la Academia en las competencias.
—¿Competencias?— pregunté, Abby no me había dicho nada de competencias de canto, talento o lo que sea.
—Si, competencias Abigail, es donde compites con más Academias o institutos para ver quien es la mejor y también los ganadores reciben trofeos.
—¿Ah, si? ¿y dime, cuantos trofeos has ganado tú?— ella desvío la mirada y yo sonreí— Eso pensé— miré a la maestra y le pregunté — Maestra ¿acaso no hacen audiciones, para saber quien representa a la Academia?
—Pues si, pero, hace un año más o menos que nadie más que ellas se presentan en la audición.
—¿Y cuando serán las próximas audiciones?
—Tenía pensado no hacerlas este mes.
—Pues debería, puede que hayan personas que si quieran audicionar.
—Nadie lo hará— dijo la barbie.
—¿Y porque crees que nadie lo hará?— pregunté mirándola a los ojos— Puede ser que tú tengas que ver con eso, ¿o me equivocó?— ella me miró un poco sorprendida, al parecer le había dado justo al clavo— Esta bien, pero aún así debería hacer la audición— dije mirando a la maestra— Porque esta vez, audicionare.
Después de un gran debate para ver si la maestra hacía o no las audiciones, la maestra decidió hacerlas, ya que pude convencer a algunas chicas para que audicionaran. Cuando sonó la campana salí y revisé mi celular ya que había sonado hace un rato atrás, era un mensaje de mamá, decía que en la noche fuera a la casa, ya que se suponía era Abby también habíamos intercambiado celulares, no quería ir pero ya que necesitaba buscar algo de ropa tendría que hacerlo igual, y al parecer a Abby la habían llevado a casa así que aprovecharía para preguntarle cosas en las que estaba en duda.
Los viernes las clases eran cortas, así que ya no tenía nada que hacer, iba subiendo las escaleras para ir a mi habitación. Cuando llegue arriba doble a la izquierda y antes de dar tres pasos me detuve, un sonido captó mi atención, sabía muy bien lo que era, una guitarra eléctrica, di la vuelta buscando de donde prevenía el sonido, camine hasta encontrar la habitación de donde provenía el sonido de la guitarra, vi el número en la puerta B178 y estando ahí escuche que alguien cantaba, el número de la puerta se me hacía conocido, pero no sabía porque, sin siquiera tocar abrí la puerta y entré, vi a Jack sosteniendo una hermosa guitarra eléctrica roja, él al verme ahí dentro dejó de tocar.
—kanockin de Freddie Stroma, ¿cierto?— le dije y sonreí, él me miró sorprendido.
—¿Que haces aquí?— me preguntó, dejó la guitarra encima de la cama y se levantó— Sabes que esta prohibido que las chicas estén aquí— dijo y se acercó a la puerta, miró para afuera y luego la cerró, se dio la vuelta y me miró.
—Si, lo sé, pero no te preocupes, no te atacare ni nada de eso. Es sólo que el sonido de la guitarra llamó mi atención, no pensé que sabías tocar la guitarra eléctrica— dije sentandome en su cama y tomando la guitarra, era un poco atrevido de mi parte hacer eso sin siquiera pedir permiso, pero bueno, no me importaba.
—Si, la se tocar hace mucho— dijo acercándose— No sabía que te gustaba la guitarra eléctrica— después de decir eso se sentó a mi lado.
—Ah, por supuesto que si— respondí y toque la misma canción de Freddie Stroma, mientras tocaba alce la vista y lo miré— También cantas bastante bien— nos estábamos mirando a los ojos, pero en cuanto yo dije eso, él desvío la mirada— ¿Harás la audición?— decidí preguntar.
—¿Audición?— preguntó algo confundido, yo asentí— No, no estoy interesado en eso.
—¿Porque no?
—No quiero hablar de eso.
—Esta bien— deje de tocar y le devolvió la guitarra, me levanté y camine a la puerta— Creó que deberías audicionar— dije sin miralo y salí.
Ya de tarde, me arregle y salí, no tenía pensado ir aún a casa, así que tomé mi motocicleta y fui a mi lugar preferido, a las carreras de motos. Cuando llegue vi a Cristine, una vieja amiga la cual me había enseñado este lugar y la cual también era mi compañera de instituto.
—¿Que hay Samy?— me saludo sonriendo, ella era la única que se sabía mi nombre real en este lugar, me baje de la moto y me saque el casco.
—¿Todo bien y tú Cristi?— respondí también con una sonrisa, este lugar me relajaba.
—Excelente, ¿te has escapado de nuevo? no te he visto en el instituto.
—Tengo otras cosas que hacer, y dime, ¿contra quien vamos hoy?— pregunté mirando a los motociclistas que estaban en la línea de partida.
—Rayo y Flash— ya había competido contra ellos, eran veloces, pero aún así les había ganado— Ah, se me olvidaba, a llegado un novato, se hace llamar Mago.
—¿Mago?— pregunté, nunca había escuchado ese nombre.
—Si, enserio hay que ver que nombres elijen estos tipos— dijo Cristi riendo.
—Si, son patéticos.
—Ve a ganarles, Princess– dijo el sobrenombre que me pusieron, yo ni siquiera había elegido un sobrenombre, la hoja de inscripción la había dejado en blanco, pero luego de ganar tres carreras seguidas me apodaron Princess racing (Princesa de las carreras) el apodo no me molesto así que lo deje así.
—Por supuesto— dije y sonreí, me puse el casco y me subí a la moto.
—Debes tener cuidado con el novato.
—¿Ah si? ¿porqué?
—A ganado las últimas dos carreras.
—Eso es porque yo no estaba— luego de decir eso, fui a la línea de partida.
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~HarunaNanami.
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