—¡Jack, tus amigas son zombies!— dije una vez que estaba al lado de él y refiriéndome a las chicas que estaban junto a él, todos me miraron confundidos.

—¿Zombies?— preguntó Jack alzando una ceja y sonriendo.

—Si, Zombienputas— dije sonriendo falsamente, las chicas me miraron ofendidas, pero con la pura pinta que traían se les notaba lo zorras que eran.

—Estas loca— dijo él riendo y tomándome de la cintura, sonreí y entrelace mis brazos en su cuello.

—Solo un poquito— dije sonriendo, él se agachó y beso la comisura de mis labios, yo no conforme con eso junte nuestros labios y los comencé a mover, sentí como él sonreía sobre mis labios, Jack siguió mi beso y me apego más a su cuerpo, esta vez fui yo la que paso la lengua por los labios de Jack para poder entrar, él antes de derme paso mordió mi lengua, gemí y luego la introduje en su boca, sentí el contacto de su lengua junto a la mía, sentía que flotaba, esto era perfecto, bueno, casi, me di cuenta que las chicas no se habían ido y que nos estaban mirando, de a poco me separe de Jack, nuestros labios apenas se rosaban— Creó que tenemos espectadores— dije en voz baja, Jack miró a las chicas y sonrió.

—Fue un gusto hablar con ustedes, pero ya me voy— dijo él, me elevó en sus brazos y me llevó hasta la moto.

—Bajame troglodita— dije riendo, antes de bajarme mordió la punta de mi nariz, ¡por Dios que chico!

—Bien, hora de ir a casa— dijo él subiéndose a la moto, antes de que se pusiera el casco lo detuve.

—¡Hey!— él me miró con cara de pregunta— Aún no quiero ir a casa ¿porque no hacemos algo más?— pregunté.

—¿Y que quieres hacer?— preguntó con una bella sonrisa, lo pensé por unos minutos hasta que se me ocurrió que poder hacer.

—¡Vamos a la playa!— dije entusiasmada, él me miró desconcertado.

—¿A la playa?— sacó su celular y vio la hora— ¿A las once cuarenta y tres de la noche?— preguntó enarcando una ceja.

—Sip— respondí, agregándole una "p" a mi común "si", Jack lo pensó un segundo y luego sonrió ampliamente.

—Esta bien, vamos— respondió y me subí a la moto.

*"*

Hace ya unos veinte minutos, habíamos llegado a la playa, la luna brillante se reflejaba en el océano, mientras que nosotros caminabamos por la arena descalzos, con mis botines en la mano me acerque más a la orilla de la playa.

—¿Que haces?— preguntó Jack detrás de mí.

—¿Que no ves? quiero sentir el agua en mis pies— dije sonriendo mientras miraba el océano.

—¿Y mojar tus jeans?— preguntó a mi lado, tenía razón, me aleje un poco de la orilla y deje mis botines en la arena— ¿Y ahora que haces?

—Me meteré al agua — respondí y comencé a sacarme la ropa.

—Yo que sepa, no traes bikini puesto— dijo él cerca de mí.

—No, pero si tengo puesta la ropa interior— dije mirando sobre mi hombro y sonriendo, él me quedó mirando por un largo rato— ¿Que estas esperando?

—¿De que hablas?— preguntó confundido.

—Sacate la ropa, ¿o me vas a decir que te da miedo meterte al mar?— pregunté enarcando una ceja.

—Claro que no— respondió confiado, dejó sus zapatos en la arena y comenzó a sacarse la ropa, yo me detuve y lo quede mirando, aún recordaba aquel día que lo había visto en toda su gloria, se sacó la camisa dejándome ver sus perfectos y anchos brazos, su abdomen bien marcado y sus oblicuos— ¿No te seguirás sacándola ropa?— me preguntó.

—Si— dije concentrándome en lo que estaba haciendo antes de que Jack se sacara la camisa, termine de desvestirme quedando sólo en ropa interior, al mirar a Jack vi que él estaba sólo con boxers, me sonroje y él al verme sonrió, comenzó a acercarse a mí pero yo salí corriendo y me metí a la playa, el agua no estaba tan helada como había imaginado, el agua estaba quieta así que se podía nadar a gusto, de pronto sentí que algo tocaba mi pierna y me asuste— ¡¡Maldición!!

—Que miedosa eres— dijo Jack riéndose, me di la vuelta y lo empuje.

—Idiota, creí que era un tiburón— dije, pero él seguía riéndose de mi, nade para alejarme de él, pero me alcanzó en menos de un segundo, me rodeo por la cintura y me acercó a su cuerpo, de espaldas a él trate de soltarme de su agarre pero Jack me lo impidió, con un movimiento rápido me volteó y quedamos frente a frente.

—¿Te he dicho alguna vez cuanto me gustas?— preguntó haciendo que las mariposas en mi estómago despertarán.

—N-no, creó que no lo has hecho— dije muy cerca de sus labios, enrede mis brazos en su cuello y sonreí.

—Pues, me gustas y mucho— dijo rosando mis labios.

—¿Ah, si?— dije separándome un poco de su cara— Demuestralo— dije y él sonrió.

Acerco su rostro al mío y me besó, con delicadeza mordí su labio inferior, haciendo que gimiera, como estaba medio flotando decidí enredar mis piernas en las caderas de Jack, así podía besarlo más placenteramente, estuvimos un buen rato besándonos, cada vez que nos faltaba el aire nos separábamos por unos segundos y luego volvíamos a besarnos.

—Oye— dijo en mis labios.

—Mmh— hice un sonido en forma de respuesta.

—Es tarde— respondió separándose un poco de mí.

—¿Y eso que?— dije volviendo a atrapar sus labios con los míos.

—¿N-No te dirán nada en casa?— dijo separándose de mis labios, lo pensé un poco, era verdad, bueno a Samy no le dirían nada, pero se supone que era Abby, a ella la matarían, es decir que me mataran.

—Verdad, me mataran— dije aún en sus brazos, suspire y desenrede mis piernas de sus caderas— Creó que es hora de irnos— dije yendo a la orilla de la playa, Jack me seguía por detrás, llegue hasta donde estaba mi ropa y la puse sobre mi cuerpo aún mojado, Jack hizo lo mismo y cuando estuvimos listos caminamos de la mano hasta la moto.

*"*

El sonido de la puerta al abrirse me despertó, me queje un poco ya que me destaparon, lo repetiré una y otra vez, odiaba que hicieran eso, abrí los ojos y vi a mamá de pie al lado de la cama con el ceño fruncido, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, estaba enojada, pero me daba igual.

—¿Que?— pregunté sentándome.

—¿A que hora llegaste anoche? ¿por donde entraste?— preguntó, ya veía que le salía humo por los oídos.

—Mmmh, no tengo idea a que hora llegue y entre por la puerta de atrás— respondí bostezando, Jack me había traído anoche y habíamos estado como media hora despidiendonos sin poder separarnos, al final me tuve que entrar ya que Jack había dicho que eran más de las dos de la madrugada, nos habíamos dado el último beso y luego él se había ido, entre a la casa por la ventana de mi habitación ya que estaba malo el seguro, sólo yo sabía eso, Abby estaba dormida cuando llegue y trate de no despertarla, luego camine por el pasillo hasta la habitación de Abby y me había acostado con ropa, estaba segura que me iba a enfermar.

—¿Porque llegaste tarde? ¿porque no dijiste nada?— preguntó.

—Mamá, estaba con mis amigas y se me paso el tiempo, no hicimos nada malo, sólo estuvimos charlando en la playa— le mentí, me levante de la cama y camine al baño.

—¡Alto ahí, no hemos terminado de hablar!— dijo mamá enfadada.

—Hey, necesito un baño, ya luego hablamos— dije entrando al baño y poniéndole el seguro a la puerta, llene el jacuzzi y cuando éste estaba listo, me quite la ropa y me metí dentro de la exquisita agua tibia, estuve un buen rato dentro del agua y estoy segura de que me hubiese quedado dormida si no hubiera sido porque mi celular sonó en la habitación, salí del agua a toda prisa y me puse una bata de baño, cuando abrí la puerta del baño vi que mamá sostenía el celular en las manos.

—¿Quien es Idiota N°6?— preguntó ella mirando la pantalla del móvil, los músculos de mi mandibula se tensaron y apreté los dientes.

—¿Que no ves? es un idiota— respondí con una muy grande y falsa sonrisa— Ahora dame mi celular.

—No señorita, usted esta castigada y tiene el móvil confiscado— dijo la muy...

—¿QUÉ? ¿es broma?— pregunté enojada.

—No, no lo es, ahora vistete y baja a desayunar— dijo saliendo de la habitación, si no me estuviera haciendo pasar por Abby, le hubiera quitado el celular a la fuerza, pero ahora me daba igual, esa bruja en algún momento me las pagaría.

Fui al armario de Abby y tomé unos shorts cortos de jeans, una polera negra holgada y unas converces del mismo color que la polera, cuando ya estaba vestida me peine y luego baje a desayunar, cuando llegue abajo salude a papá que leía el diario mientras desayunaba e ignore a mamá, cuando termine el desayuno me levante de la mesa y corrí a mi habitación.

—¡Oye enana!— dije asustando a Abby, dejó a un lado el libro que estaba leyendo y me miró mal.

—Tonta, casi me da un infarto— me reclamó.

—No seas exagerada, no fue para tanto— dije rodando los ojos, me recoste al lado de ella en la cama y tomé el libro que estaba leyendo— ¿Que lees?— pregunté mirando la página en la que iba.

—¿Que no sabes leer?— preguntó sonriendo.

—Naah, me da flojera— respondí dejando el libro de lado.

—Estoy leyendo, Leal— respondió ella.

—¿Leal?— pregunté arqueando una ceja.

—El tercer libro de Divergente, luego viene Insurgente y después Leal, también esta la versión de Cuatro, pero ese me lo leeré cuando acabe éste— dijo animada.

—No se si te diste cuenta, pero se supone que eres yo y yo no leo mucho que digamos— dije poniendo mis brazos detrás de mi cabeza como almohada.

—Pero antes lo hacías— dijo ella.

—Si, antes, bien lo dijiste, ahora no suelo leer a menos que sea algo que realmente me interese— dije suspirando.

—Bien, pero no tengo nada más que hacer dentro de estas cuatro paredes, así que seguiré leyendo quieras o no— respondió, rodé los ojos y sonreí.

—Abby, ¿que haces aquí? sabes que...

—Samaira necesita descansar— interrumpí a mamá, ya me sabía de memoria ese cuento, porque siempre me decía lo mismo— Samy esta bien, ¿que no la ves? y en este momento estamos teniendo una conversación privada de hermanas— dije tirándole una indirecta bien directa.

—¿Le contarás con quien estuviste anoche? quizás que cosas hiciste, Abby no te reconozco— maldición, ¿que acaso no se cansaba? estaba harta, ahora desconfiaba hasta de Abby.

—Mira mamá, no estoy de buen humor, ¿porque no te ahorras tus insinuaciones estúpidas? ¿quieres saber con quien estaba?— las dos me miraron sorprendidos— Estaba con un chico.

—¿Que?— dijo mamá, se puso roja de furia— ¿Estuviste toda la noche con ese chico? ¿quien es?— preguntó.

—No estuve toda la noche con él, ah espera, si las dos de la mañana ya es de madrugada, ya no cuenta que es noche, así que si, estuve toda la noche con él, no te pienso decir quien es y ya para que te calmes de una, no hicimos nada— dije apretando los dientes, si supiese que de hace mucho que no era virgen, pero no podía decirle eso, estaba segura de que Abby si seguía siendo virgen y pues estaba mucho más segura de que Abby me mataría si decía algo estúpido como eso, y de otra cosa que estaba segura era que si lo decía mamá la mandarían a un convento.

—¿Pero que..?— no alcanzó a decir nada ya que sonó el timbre, ella apretó la mandíbula y salió de la habitación.

—¿Porque le hablas así a mamá?— preguntó Abby entre enojada y sorprendida, ella nunca nos había oído o visto pelear.

—Abby, hay algo que no te he dicho, ni a ti, ni a papá y ya estoy harta, no puedo seguir guardando este secreto— ella me miró algo asustada.

—¿Es por la razón que no le hablas a mamá? ¿o la razón por la que siempre discutes con ella?— preguntó, yo sólo asentí, tienes que decirle, se merese saber la verdad, ella y papá, tienen que saberlo, sin importar las consecuencias, sin importar el daño que cause, ya has sufrido mucho tu sola, no es justo que tu lleves la carga de todo, decía mi voz interior, ya estaba decidida, le iba a decir TODO.

—Abby mamá...

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*HarunaNanami.