Capítulo 14: ¿Desde cuando?
Tomé mi celular y vi la hora, eran las tres de la mañana y no podía dormir, me levante con cuidado de no despertar a Sasha, como era viernes Abby y Dalia se habían ido a sus casas, Sasha pocas veces iba a la de ella ya que no se llevaba bien con sus padres, y yo pues, a mi no me gustaba ir ya que estaba sola, salí de la habitación y caminé de puntitas por el pasillo hasta llegar a la sección de los chicos, fui a la habitación de Jake y abrí la puerta, sabía que él estaba ahí porque a él tampoco le gustaba ir a casa, entre y cerré con cuidado la puerta.
—Jake— dije despacio.
—¿Mmmh?— respondió, al parecer lo había despertado, me acerque a la cama de él y me metí bajo las cobijas junto a él, Jake se dio la vuelta y me abrazo— ¿Que paso Lizzy?
—No puedo dormir— dije abrazandolo.
—Esta bien, puedes dormir aquí, pero recuerda irte antes que el guardia pase revisando las habitaciones— dijo él sonriendo, sabía que estaba sonriendo aunque la luz estuviera apagada, lo conocía muy bien para saber eso.
—¿Jake?— pregunté, él hizo un sonido como respuesta— ¿Que piensas de Abby?— pregunté, él levantó la cabeza, luego se sentó y yo hice lo mismo.
—¿Porque lo preguntas?— dijo en tono serio— No me digas, ¿estas celosa? hey Lizzy, sabes que te amo, no tienes que ponerte celosa— sonreí.
—Si, lo sé, sólo quiero saber que piensas de ella, últimamente has estado hablando mucho de Abby y me parece extraño.
—Pues, no se lo que me pasa con ella, es raro ya que nunca antes me paso esto con Abby, es como si fuera completamente distinta.
—Si, lo sé, a mi también me pareció, pero...
—¿Pero?
—Lo más extraño es tú comportamiento con ella, no te veía así desde que te gusto por primera vez la estúpida de Sarah, aunque resultó ser una lunática, dime, ¿te gusta Abby?— pregunté, esperé que respondiera, pero él estaba callado, quizás estaba analizando sus sentimientos.
♥♥
Era sábado por la mañana y mamá ya estaba tocando a la puerta, ayer no había podido ir a las carreras ya que sin un brazo no podía andar en moto, también me había tenido que venir en taxi, sentí como mamá entraba a la habitación.
—¿Abby?— dijo despacio, la ignoré y trate de dormir— Abigail despierta— dijo mientras me sacaba las cobijas de encima.
—¿Qué?— dije enojada, odiaba que hicieran eso.
—Ya levantate.
—¿Porque? no me digas que hoy también tendremos visita— dije mirándola seria.
—No, hoy iremos al hospital.
—¿Qué? ¿y, porque o qué?
—Porque Samaira tiene revisión y también iremos a ver lo de tu brazo— respondió.
—Yo estoy bien, sólo ve con Samy— respondí dándome la vuelta.
—No Abby, iras con nosotras quieras o no, ¿que te ha pasado últimamente?— preguntó y yo me senté para mirarla.
—¿Porque lo preguntas?— dije alzando una ceja.
—Estas distinta Abby, pareces otra persona— era verdad, no me parecía en nada a la Abby que mamá conocía.
—Mamá, la gente cambia— dije sin mirarla.
—Si, tienes razón, bueno, ahora ve a ducharte y baja a desayunar.
—Esta bien— respondí, vi como mamá se iba y cerraba la puerta tras ella, me levante y fui al baño, me di una ducha rápida, cuando salí me envolví en una toalla, hice lo mismo con mi cabello, fui al armario de Abby, saque unos jeans oscuros, una polera de tiros blanca, una blusa rosada pálida y unos botines negros, me los puse y luego me seque el cabello, me lo arregle un poco y me puse maquillaje, baje hasta el comedor en donde estaba papá leyendo el diario— Buenos días papá.
—Buenos días Abby— saludo, me senté y tomé desayuno rápido, luego me acerque a papá y bese su cabeza.
—Adios papá— me despedí, salí y afuera estaba el chofer esperándome, mamá y Abby ya estaban dentro, me subí en la parte de atrás junto a Abby.
Al llegar al hospital, fuimos donde el Doctor Harrigan, él era el doctor que había atendido a Abby el día del accidente, primero paso mamá y Abby, yo las espere por más de 20 minutos, el olor a hospital me enfermaba, ya me estaba hartando, cuando por fin salieron, mamá dijo que pasará, Abby se quedó afuera y yo entre con mamá.
—Digame señorita Asorey, ¿que fue lo que le paso?— preguntó el Doc, mientras hacia un ademán con la mano para que tomara asiento, me senté.
—Nada, sólo me pegue en el codo y la Doc de la Academia dijo que lo tenía dislocado, me dijo que tenía que usar esta cosa— dije refiriéndome al cabestrillo que traía en el brazo lastimado— Por más o menos dos semanas.
—Entiendo, bueno lo revisáremos— dijo levantándose, se acercó a mí y me levante, hizo que me sacara el cabestrillo, tomó mi brazo y lo comenzó a estirar, en cierto punto me dolió— ¿Duele?
—No, hace cosquillas— respondí obvia, mamá me miró mal.
—Abigail— me reclamó.
—¿Qué?
—Mira, esto se puede arreglar— dijo el Doc y yo lo miré— Mi pregunta es, ¿porque la Doctora de tu Academia no lo hizo?
—¿Hacer que?
—Toma, apretado esto— dijo pasandome una pelota de goma en la mano derecha, yo la tomé y la apreté un poco.
—¿Para que quiere que...— no alcancé a preguntar ya que el Doc tomó mi brazo izquierdo y lo jaló, escuche el hueso y luego vino un dolor horrible— ¿Pero que diablos le pasa? ¿como se le ocurre hacer eso sin avisar?— grité enojada, más por el dolor que por otra cosa.
—Bien, ahora te pondrás el cabestrillo y no te lo sacarás por los próximos tres días— dijo el Doc con una sonrisa, mamá me dijo que saliera y que la esperará afuera con Abby, salí y cerré la puerta.
—¿Hay dos Abby's? escuche que decía alguien, rodé los ojos.
—No idiota, ¿que no ves que somos gemelas?— dije y miré a Abby, luego vi al idiota que había preguntado, abrí los ojos como plato y nuevamente miré a Abby, luego a Adrien.
—¿Y cual de las dos es la que va a la Academia?— preguntó mirándonos a ambas, ninguna respondió— ¿Cual es la verdadera Abby?
—Yo— respondió Abby, la miré algo asombrada— Lo siento Adrien, pero, ¿podrías por favor no preguntar nada, y no decirle nada a nadie?— dijo Abby, Adrien la miró y luego me miró a mi.
—Esta bien— respondió— Pero...
—¿Pero qué?— pregunté, en ese momento mamá salió y al ver a Adrien sonrió.
—Hola Adrien, ¿como estas?— saludo mamá acercándose a él y besando su mejilla.
—Muy bien, gracias ¿y usted?— preguntó él cortésmente.
—Exelente, ya que estas aquí, ¿quieres ir a almorzar a casa?— preguntó mamá, Abby y yo la fulminamos con la mirada.
—Seria un placer— respondió este con una sonrisa.
—Bien, nos vemos en casa— nos despedimos, fuimos a donde estaba nuestro auto y nos subimos.
Cuando llegamos a casa, mamá fue rápido a decirle a la cocinera que tendríamos una visita, ayude a Abby a subir las escaleras, al llegar a mi habitación Abby se sento en el sofa, me senté junto a ella.
—Hey, ¿porque le dijiste a Adrien que tú eras la verdadera Abby?— pregunté, Abby bajo la vista y se miró las manos.
—No... Le... No le quería mentir— dijo, la miré y espere a que ella me mirara pero no lo hizo.
—¿Te gusta Adrien?— pregunté, Abby me miró y se sonrojo, lo sabía, era obvio, ¿no?— Claro, por eso no le mentiste, ¿desde cuando te gusta?
—Desde que llegue a la Academia — respondió avergonzada.
—¿Y porque nunca le dijiste nada? ¿o lo hiciste?
—No, no se lo dije, cuando lo conocí, él estaba saliendo con Camille, la amiga de Sarah, paso un tiempo y comencé a salir con Brad, a las dos semanas de estar con Brad, me enteré que Adrien habia términado con Camille, no sabía que hacer, si terminar con Brad y decirle a Adrien que me gustaba, o quedarme callada, al final preferí no decir nada.
—Pues creó que fuiste una tonta, o sea, es mil veces mejor Adrien que Brad— dije y ella asintió.
—Tenia miedo — confesó.
—¿Miedo, de que?— pregunté.
—De que yo no le gustara.
—Abibi, dime, ¿te has visto en el espejo? eres hermosa, mucho más que la plástica de Camille— Abby sonrió, sabía que Abby era mas humilde que yo, yo en cambio era un tanto egocéntrica, aunque claro, no se notaba o eso queria creer— Abby, si tú no te quieres tal y como eres, nadie más lo hará, ten un poco de egocentrismo por favor.
—¿Como? si tú lo tienes todo— reimos, mamá se metió en la habitación sin siquiera toca la puerta.
—Abby, baja en este momento— dijo, yo la miré y asentí, le sonreí a Abby y salí.
—¿Que pasa?— pregunté mientras caminábamos por el pasillo.
—Adrien venía llegando y la mesa ya esta puesta.
—Ok, ¿y Samy?— pregunté.
—Ella se quedara en su habitación, no puede estar todo el tiempo bajando y subiendo escaleras— respondió, si claro, como si fuera por eso, pensé, baje las escaleras y fui a la sala, ahí estaba Adrien conversado con papá, me senté y sonreí —Bueno, ¿porque no pasamos a la mesa?— dijo mamá después de unos minutos, nos levantamos y fuimos al comedor, papá se sento de cabezera de mesa, mamá a su lado derecho y yo al izquierdo, Adrien se sento a mi lado.
—¿Y, donde esta Ab..— lo golpeé con el pie, antes de que metiera la pata, él me miró y yo movi mis labios tratando de decir Samy, él me miró y luego dijo— Tamy— lo volví a golpear, y nuevamente movi los labios diciendo Samy— Digo, Samy.
—Ella no podrá bajar, no puede estar subiendo y bajando las escaleras, el Doctor se lo ha prohibido— respondió mamá.
—Entiendo, pero no sería un buen almuerzo si no estamos todos— lo miré y alcé una ceja, mamá lo miró confundida al igual que papá— Abby, ¿me puedes mostrar en donde esta Samy?
—Claro— dije y me levante.
—Por favor, que pongan un puesto más— dijo Adrien antes de seguirme, sonreí sin que nadie me viera, sabía que mamá estaria echa una furia, cuando Adrien llegó a mí lado me sonrió.
—¿Y eso que fue?— pregunté sonriendo mientras subíamos las escaleras.
—Bueno, Abby tiene que estar ahí abajo, ¿no crees?— dijo sonriendo, me detuve y di la vuelta, lo quede mirando y baje un escalón para estar más cerca de él.
—¿Desde cuando?— pregunté con los ojos achinados, él me miró confundido.
—¿Desde cuando, qué?— preguntó.
—¿Desde cuando te gusta Abby?— dije sin rodeos, él abrió los ojos como plato y se sonrojo un poco.
—¿Como te diste cuenta?— preguntó despacio y en voz baja.
—No soy tonta Adrien, ahora dime— dije y él suspiro.
—Desde que llegó a la Academia— abrí mis ojos muy grandes, a Abby también le gustaba desde que entró ahí.
—¿Y porque no se lo dijiste?— pregunté.
—Porque estaba con alguien más, luego de un tiempo ya no pensaba en nadie que no fuera Abby, así que decidí terminar con mi novia, cuando lo hice espere un poco, no quería que se viera mal si salía con alguien más a los pocos días de terminar una relación, a las dos semanas busque a Abby, pero la vi besándose con Brad, no supe que hacer, si ella estaba con Brad era porque le gustaba, ¿no?
—¿Eres idiota?— pregunté, él me miró confundido— Adrien, a mi hermana le gustas desde que entró en la Academia— Adrien me miró muy sorprendido— Son un par de idiotas.
—¿Yo le gusto?— preguntó asombrado y feliz— Pero, ¿porque no me lo dijo?
—Por la misma razón que tú no lo hiciste, tenías novia y Abby tenía miedo.
—¿Miedo? ¿de que?— preguntó Adrien, no era una metiche ni nada, sólo quería que Abby fuera feliz, y si lo sería con el idiota de Adrien, por lo menos haría algo para que estos dos estuvieran juntos.
—De que la rechazaras— Adrien fruncio un poco el ceño.
—Samy— se escuchó a mi espalda, diablos, me di la vuelta lentamente y vi a Abby de pie al final de las escaleras— Gracias.
—No es nada, pueden llamar cuando quieran a Samy la chica cupido— dije bromeando, Abby y Adrien sonrieron, sabía que Abby me había dado las gracias porque ella no hubiese sido capas de decirle nada a Adrien, y también porque se acababa de enterar que a él si le gustaba, no sabía desde que momento exactamente había llegado Abby, pero al parecer había escuchado lo suficiente, me hice a un lado y baje las escaleras para darles espacio.
Fui al comedor y vi que ya había un puesto más en la mesa, me senté al lado de mamá para que Adrien y Abby se sentaran juntos, a los pocos minutos llegó Abby afirmada de Adrien, los dos estaban con unas perfectas sonrisas en los labios, el almuerzo fue agradable y no se me pasaban por alto las miraditas y sonrisitas entre Adrien y Abby, estábamos en el living charlando un poco, de pronto sonó un celular, Adrien saco su celular del bolsillo y contestó.
—¿Diga? si, esta bien, ok, iré enseguida— dijo rápido— Lo lamento, me tengo que ir— dijo, vi como Abby ponía carita de cachorro abandonado— Pero primero, usted señorita, venga.
—¿Qué?— dijo Abby al ver que Adrien le tendía la mano, ella la sostuvo y se levantó.
—Tengo que llevarla de vuelta a su habitación— dijo tomando a Abby en brazos, salieron del living y yo los seguí, cuando Adrien subía las escaleras con Abby en sus brazos parecían recién casados, se veían tan bien juntos, me devolvi al living y me senté.
—¿Que fue eso?— preguntó mamá, yo sonreí.
—Quien sabe— respondí con una sonrisa.
**"""**""***""**""†"""***""**
~HarunaNanami.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro