Narra Juan

- Papá... Quiero ir al cementerio...

Dejé la computadora y voltee. Juancito sostenía un ramito de flores.

- Las corté de un jardín para mamá y quiero llevárselas... Por Favor, antes que se pongan feas...

Suspire.

- Claro hijo. Vamos a ir. Espera dejo esto y vamos ¿Si?.

Asintió.

- Dile a tu hermana que se cambie.

Se fue y yo acomodé las cosas.

Eso me dio un vuelco al alma. Pero es así, mis hijos conviven con ello. Por mi culpa...

Al llegar, Cielo no quiso bajarse del auto.

- Hoy no quiero... Perdón papá.

- Tranquila. Te entiendo.

Besé su cabeza y fui con Juancito.

- Quiero estar a solas ¿Si?

- Si peque. Vendré en un ratito...

Me alejé a un árbol cercano y observaba a Juan. Se había acostado al lado de la lápida y hablaba al aire. Empecé a recordarla. Algo que me quedó muy grabado de ella.

Flashback.

- El día que tengamos hijos, van a salir tan locos y despistados como yo.

Reí besando sus labios.

- Nuestros hijos van a ser preciosos como tu.

- No, lindos y hermosos como tú.

Volvió a besarme.

- Y van a subir al escenario a cantar contigo y yo estaré debajo llorando como tonta.

- Jaja como quieras mi amor.

Me besó de nuevo.

- Aunque... No se... Tengo un cierto miedo... Quien sabe y quizás muera el día de mañana... Con o sin hijos... No se.

- Aria, no digas eso.

- Pero si es cierto... Quizás llegue a tener bebés y me atropelle un camión. Nunca se  sabe... Y quiero que te encargues de los bebes si me pasa algo.

- Lo haré...

Sonrió.

- Ahora ven, vamos a caminar...

Fin del Flashback.

Eso es algo que había borrado completamente de mi Cabeza. Es como si nunca hubiera pasado. No se.

Se levantó un pequeño viento y con este, sentí el perfume que Aria usaba. Cerré mis ojos despacio, sintiendo ese dulce aroma.

- Quedate... Por los pequeños...

Abrí los ojos asustado. Juancito me hacia señas para que me acerque.

- Ya terminé... Quedate un rato si quieres, iré al coche con Cielo...

- Esta bien... Ve.

Sonrió y se fue.
Me senté en el césped, en silencio. Empecé a acordarme de Martina.

- ¿A que juegas angelito? ¿Que haces conmigo?

Suspire mirando al cielo.

Sabia que estaba haciendo algo conmigo. Al ver a Martina siento las mismas cosas que sentía con ella. Me es todo tan raro, tan confuso.

Se me vino a la mente las imágenes de su entierro y empecé a llorar.

Flashback.

Sostenía la manito de Cielo. Ella tenia una rosa blanca en su manito. Yo sostenía una foto, una carta y un ramo de Jazmines. Juan junior estaba en brazos de Patrick. Quien lloraba menos que yo, pero lo hacia.

Deje a Cielo junto a Mariana y me acerqué al pequeño atril que habían puesto. Empecé a leer la carta.

- Aria, amor de mi vida y compañera de locuras. Hoy estas en un mejor lugar, donde ya no hay dolor, donde ya no hay guerras, donde tienes paz, donde descansas eternamente... Ese lugar desearía estar ocupándolo yo, para que tu estés aquí junto a nuestros bebés... -Solloce- Dejaste dos personitas que te necesitaban, dejaste al amor de tu vida, dejaste a tu Familia, amigos y a este mundo... ¿Recuerdas cuando soñabamos tener una familia? ¿Recuerdas cuando me molestabas porque una chica me miraba? ¿Recuerdas nuestros viajes? ¿Me recuerdas?...

Deje las palabras en el aire. No podía hablar mas.

- Hoy tu alma descansa en el cielo. Hoy te reuniste con tu madre, tías, amigas y abuelas y juntos están festejando tu llegada mientras nosotros sufrimos tu partida... Hiciste un viaje de ida, y no vas a volver... Pero, algún día, no muy lejano, nos vamos a encontrar y vamos a ser felices tal cual lo prometimos en nuestros sueños. ¡Ja! ¿Quien diría que la chica que soñé iba a ser mi mujer? -Sonreí- Quiero que sepas que te amo y amaré en esta vida y en las demás que vendrán... Nos vamos a encontrar pronto mi amor... Suerte en tu viaje...

Me bajé del atril. Me acerque al féretro, deje las flores y la carta. Me aleje junto a Cielo y Juancito.

Al momento de que la bajasen a tierra, me quise tirar con ella. Patrick, Nick y Mi Madre me sostuvieron para no caer.

- ¡Aria!

Grité mientras veía como tapaban la tumba.

Fin del Flashback.

- ¿Papá? ¿Estas bien?

- Aria...

Susurré sollozando. Sentí dos pares de brazos rodearme y me derrumbe por completo. No podía frenar el llanto.

- Tranquilo... Estamos aquí...

Me levante del suelo, sacudí mi ropa y agarre las manos de Juan y Cielo.

- Va... Vamos.

Empezamos a caminar. Aún no dejaba de llorar. Dolía mucho ese recuerdo.

Por mas que quiera no puedo superarla.