Narra Juan.

- Quiero verte y que me expliques que estás haciendo...

Susurré mirando nuestra ultima foto juntos, solos. La extrañaba, y aunque hayan pasado los años, sigo perdidamente enamorado. Enamorado de su recuerdo, de ella. Miro sus cosas y no entiendo porqué. ¿Por que murió? Estaba enferma.
¿Por que no me habló? Estaba sensible.
¿Por que la extraño tanto? La sigues amando.
¿Por qué me pone una chica en frente? Es momento que ames a alguien mas.

- ¿Papi?

Mire la puerta de la habitación, donde Juan se acercaba abrazando un peluche.

- Si...

- No puedo dormir... ¿Puedo acostarme contigo?

- ¡Claro! Ven.

Se subió a la cama y se acostó al lado mío. No tardo mucho en dormirse.
Quité el peluche de sus brazos con suavidad. Sonreí al recordar lo que pasó con este peluche.

Flashback.

- ¡Vamos! Es un león muy bonito..

- Me da náuseas, por favor Juan. No lo compres.

- Pero si tu no vas a jugar con el peluche

- ¡Mi hijo si! No, no lo compres. En serio, me da asco..

- Vamos amor, es un peluche.

- ¡Me vas a hacer vomitar! No.

- Aria... Yo quiero comprarlo.

- ¡Voy a parir del asco que me da! ¡No!

Me acerque a ella.

- Si me dejas comprar el peluche para Ian, te juro que cumplo todos tus antojos y caprichos a la hora que sea...

Sonrió

- Mantenlo alejado de mi. Y quiero un café con chocolate

Se levantó y salio de la tienda. Fui con el peluche a la Caja, lo pagué y nos fuimos.

Fin del Flashback.

Ian... Así quería que se llame nuestro bebé. Bueno, así se llama. Juan Ian Jhonson Londoño. Terminé por cumplir su capricho del nombre. Quería que se llame Ian Andrés. Pero luego se arrepintió y quería que sea Ian Juan o al revés. Y así pasó.

Dejé el peluche en los brazos de Juan y suspire. Recordando lo que pasó con Martina...

Dios... Recordar a Martina es como recordar a Aria. Es que es tan igual... Tan linda...

Es ¿Ella? Juro que es igual. El mismo pelo, ojos, boca, cuerpo, casi la misma voz. ¡Mierda! Es ella. Es Aria en pinta.

Deje mis pensamientos y me dispuse a dormir.

- Mi amor... Ven.

Corrí a ella y la abracé algo fuerte.

- Tengo a alguien que mostrarte.

Me arrastró con entusiasmo. Estábamos en el parque de siempre.

- Tu, te casarás con ella.

Aria me señaló a... ¿Martina?

- No... Estas loca. ¡Solo me case contigo y no lo haré otra vez!

- Vamos... Estoy segura que Juancito y Cielo la van a amar. De hecho, yo me encargare de eso.

La miré con lágrimas en los ojos.

- Aria no...

- Juan, escuchame.

Me tomó de las mejillas.

- Si no es ella, no es nadie. Prometiste seguir con tu vida cuando yo muriera, prometiste buscar una buena mujer que te quiera a ti y a los chicos. No me falles mi amor.

- Pero te amo a ti. Ella no... No es igual.

- Solo... Conocela. Si se enamoran, hazla tu novia, tu mujer. Yo solo soy tu recuerdo, ella será Todo lo que te falta. Además, está soltera.

Guiñó su ojo y rió.

- Te amo...

- Y yo amor... Pero es hora que sigas adelante con alguien que te ame tanto como yo te amé.

Me besó.

- No me olvides.

- No lo haré mi amor. Jamás.

- ¡Papá!

Abrí los ojos.

Uff... Fue solo un sueño.

- Hola hijo.

- Hola -Sonrió- Vamos, Cielo y yo debemos ir a la escuela

- Si, deja que me ducho y nos vamos. Ahora hago el desayuno.

Asintió.

- Ve a cambiarte hijo.

- Si pa.

Me levanté y fui a darme una ducha rápida. Al terminar, bajé y preparé el desayuno.

- Hola hijos...

- Hola papá.

Cielo besó mi mejilla, al igual que Juan. Nos sentamos y desayunamos en silencio.

- ¡Ay no!

- ¿Que pasó?

- Tengo exámen...

- ¿Y no haz estudiado?

Cielo negó con la cabeza.

- Eso por estar todo el día frente a la computadora.

- Lo se...

- Intenta aprobar... Todo saldrá bien.

Terminamos el desayuno y nos fuimos.

- Adios chicos, cuidense.

- Adiós papá.

Ambos besaron mi mejilla y se fueron. Cuando voltee para irme al auto, choqué con alguien.

- ¡Juan! Hola.

- Tini... Hola. ¿Como estas?

- Muy bien ¿Tu?

- Yyy... Bien bien... ¿Que haces aquí?

- Traje a mi hermana... ¿Tu igual?

- No tengo hermanos pequeños -Reí- Traje a mis hijos...

Asintió algo sorprendida.

- No sabia que tenias hijos... Bueno... A Maluma deje de seguirlo hace tiempo -Rió- Bueno... Yo debo irme.

Suspire nervioso.

- Tu... Emm... ¿Quisieras ir a tomar algo... Conmigo?

Sonrió y asintió.

- ¿A que hora?

- No se... ¿A las 19:00 esta bien?

- ¡Claro! Te daré mi numero.

Asentí y la agende.

- Hablamos luego.

- Okey... Adiós, nos vemos.

Beso mi mejilla y se fue.

Esta será una noche larga...