Capítulo 1. Intentando escapar.
No podía moverme, me encuentro privada de mi libertad, hay un pañuelo situado alrededor de mi cabeza y ojos interrumpiendo así mi vista, también tengo otro entre mis dientes y lengua cosa que me impide soltar palabra alguna no puedo ver nada, literalmente, todo es negro para mí la cabeza me duele debido a que el pañuelo está atado con bastante fuerza.
Al transcurrir 5 minutos de puro silencio y soledad comencé a oír y sentir unos pasos pesados acercarse hacia donde estoy, ahí fue cuando el miedo me invadió Dios que no sea lo que estoy pensando, luego otro par de pasos más se hicieron presentes.
- ¿Qué tienes planeado hacer con ella?- Dijo una voz masculina que desconozco.
- Lo mismo que hice con las otras.- Dijo otra voz masculina pero esa s-si la conozco es...
¡Chat Noir!
- ¿Matarla, descuartizarla y tirar sus restos en un basurero para luego quemarlos y así no dejar evidencia?- Hablo el otro chico.
- Ahora que lo dices tengo una mejor idea para ella.
- ¿En qué locura estás pensando ahora?
- Me divertiré con ella hasta que me canse y entonces ahí la mataré, pienso quemarla viva mientras está inconciente.- Chat Noir definitivamente está loco y enfermo de la cabeza, de tan sólo escucharlo decir eso ya me asusté en mi punto máximo.
- Ahora déjame solo con ella.
- Bien, me llamas cuando hayas terminado con su cuerpo.- Lo escuché alejarse pero Chat Noir seguía aquí conmigo tengo miedo de lo que pueda hacerme o de qué cumpla sus palabras. Durante un minuto todo fue un silencio sepulcral y justo me tuvo que secuestrar estando yo vestida así. De repente sentí dolor en mi muslo como si la punta de algún objeto de metal se estuviera clavando en mi piel, emití un pequeño chillido de dolor y mordí el pañuelo entre mi boca estoy temblando...
- Qué divertido es ver sufrir a la gente, sobre todo a las mujeres.- fue pasando la punta de lo que suponía era una uña ya no es con un objeto de metal con el que me esta lastimando, esto duele mucho más y sólo puedo emitir sonidos, fue rozando todo mi muslo con su uña él es como un felino,listo para devorar a su presa, quitó el pañuelo de entre mis dientes bajándolo.
- Quiero oír como te quejas del dolor.- Enterró más su uña en mi piel, hasta este punto no guardé silencio dejé salir un grito de dolor me arde también puedo sentir como mi sangre brota y corre por mi muslo no es muy profunda la herida pero igual me asusta,duele y arde como los mil demonios.
- No más por favor..- Dije casi al borde del llanto.
- Veo que puedes hablar.- Dice frenando su doloroso acto.
- Duele..- Dije de nuevo.
- Sé que te duele y eso me encanta, yo me alimento del sufrimiento y dolor ajeno eso me mantiene con vida.
- ¿V-vas a matarme?..- Me atreví a preguntarle.
- Lo que haré contigo es sorpresa pero te gustará vas a ver.- Tengo que salir de aquí, de algún modo lo tengo que hacer..
Pasaron algunas horas, él se había retirado entonces comencé mi plan para escapar de este lugar, partí por gritar tanto que llegó el otro chico no vino Chat y es mejor para mí.
- ¿Por qué gritas así?
- Necesito ir al baño.- Dije poniendo mi mejor cara de súplica para que me desatara.
- Ahí tienes una cubeta has ahí.- Quiso irse pero lo hice detenerse diciendo:
- ¡Espera!
- ¿Ahora qué?
- Enserio tengo que ir.
- Si te desató Chat me mataría.
- Solo es un momento, puedes venir conmigo juro que no haré nada.- Lo pensó por unos segundos, luego volvió a verme ¿Estará sospechando?.
- Bien, pero no intentes nada, de lo contrario Chat nos matará a los dos y tenlo por seguro.- Dijo y se acercó a mí para liberarme, me llevó agarrada del cuello hasta el baño, y ya estando yo dentro inmediatamente me dediqué a buscar alguna salida había una ventana pequeña pero creo que puedo pasar, la abrí he intenté pasar por ahí creí que me quedaría atorada pero no no, todo salió realmente bien para mí, apenas salí empecé a correr y a correr como si no existiera un mañana no pienso parar.
Chat Noir.
Revisé las cámaras de vigilancia y me enfureció demasiado ver el sótano vacío, busqué a Luka.
- Donde está Marinette.- Le pregunté.- ¡Te hice una puta pregunta!.- Repetí más molestó que antes.
- Está en el baño asique cálmate.- Lo aparté de la puerta y entré pero Marinette no estaba allí, la busqué bien y no dí con ella entonces al salir agarré a Luka por el cuello tan fuertemente que le comenzó a faltar el oxígeno.
- sí ella escapa tú pagarás por eso
¿Me oíste?- Le dije y lo solté entonces salí a buscarla, ojalá se muera por desobedecerme que se la coman los lobos, empecé a oír unos pasos y una respiración agitada está cerca me acerqué más y más con mi bastón y logré verla está detrás de un árbol tratando de coordinar su respiración, me paré frente a ella de manera inesperada provocando que pegue un brinco del susto y quiso correr de nuevo pero la agarré por el pelo.
- ¿Creíste que podrías escapar de mí?- Pregunté.- Eres tan estúpida.- Volví a decirle entonces la llevé a arrastras a la casa otra vez, ella sólo intentaba por todos los medios librarse de mí pero eso es completamente inútil nadie puede escapar ni librarse de mí, es algo imposible de hacer, cuándo regresé la tiré al suelo con brusquedad.
- Debería cortarte las piernas por hacer eso.- le dije,ella sólo me veía con pánico.- Y tú.- Miré a Luka.- Agradece que la encontré si no tu cabeza se hubiera sumado a las que tengo de colección, ahora encierrala y no le des de comer durante una semana para que aprenda a no ponerse rebelde ni desobediente.
- No podrás mantenerme aquí por mucho tiempo.- Me dijo Marinette llorando.
- No estés tan segura, nadie escúchame bien nadie, nunca a podido escapar de mí jamás y tú no serás la excepción y haste la idea de que no volverás a ver a tu familia ni amigos porque ahora me perteneces. Eres mía estás en mis manos y yo decido por y sobre ti.- Dije lo más serio e indiferente posible.
- No soy tuya.- me contestó, entonces me agaché a su altura.
- Lo eres te guste o no lo eres y eso ya no lo puedes cambiar.
- Prefiero morir a tener que convivir con alguien como tú.- Dice molesta.
- Perfecto si eso es lo que quieres te lo concedere tu deseo.- Ella se levantó y yo también ahí fue cuando la tomé de su cuello y la comencé a levantar ejercí presión en su blanco y sensible cuello dejando marcas de mis manos y uñas en el ella daba chillidos y pequeño gritos ahogados pero al verla directamente a sus ojos algo me hizo detener aquella acción me miraba como si me rogara que quiere vivir que no la mate, o que está arrepentida entonces no pude más y la solté cayendo ella al suela otra vez comenzó a toser y a toser muy fuerte y trató de recuperar el aire perdido.
Marinette.
Es todo... No tengo salida ni escapatoria es mi fin moriré en sus manos si no se deshizo de mi ahora lo hará después, estoy perdida..
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