Me da mucha risa lo contradictoria que puedo llegar a ser.

Puedo pasar de llorar en un segundo, fumando un cigarro en la azotea de mi edificio, mirando el crepúsculo caer y al fondo el pico de Orizaba hacerle sombra, pensando en lo mucho qué he perdido y lo vacía que estoy.

Y luego están estos días donde soy todo concentración y juicio, haciendo procedimientos a la perfección y de pronto me olvido de mi vacío, de pronto domino el mundo en la palma de mi mano.

Pero definitivamente lo que más risa me causa de mi misma es... Tu.

Soy toda suficiencia y condescendencia para muchas cosas, pero tú siempre serás la muesca más grande y profunda en mi pared.

Lo rompiste todo, te lo juro. Me costó mucho admitir que alguien alguna vez podría, y me dije que serías un dolor pasajero que con el tiempo el viento se llevaría.

Pero no, siempre fuiste y serás mi más grande dolor, la razón por la que he perdido el entusiasmo; la muerte de la que jamás me podré inmutar.

Y ya es hora de admitirlo, porque el tiempo pasa y la herida sangra de más cuando la oculto.

Y si, me doy risa. Ya ha pasado tanto...

Infortunadamente, eres la única constante en mi vida.

A veces imagino hablar contigo y hay veces que lo escribo tanto, una y otra vez como en un delirio, todas las maneras de volver a conocerte, verte, hablarte y dejar que tu presencia inunde mis sentidos.

Y nadie lo sabe, nadie sabe qué por mi cabeza lejos de las cosas médicas complejas y rebuscadas en realidad solo estás tú. Solo lo oculto muy bien.

Mi locura ya sabes. Actúo como si lo hubiera olvidado, pero si rascas un poco más en los ladrillos, verás los jodida que estoy, el millón de agujeros que dejaron los perdigones de tu frialdad.

Sé que estoy mal, o bueno, eso creo yo porque pienso que nadie saludable podría aferrarse tanto a un recuerdo así. Pero después pienso "¿Quien carajo está bien de la cabeza hoy en día?" Y me siento menos loca, porque me alivia el hecho de saber que existen más personas como yo, dañadas, que probablemente llevan una muesca tan profunda como la mía.

Una muesca como tú.