Capítulo 51: "Platica de dos"
(Anti penúltimo capítulo)
Una castaña platicaba por celular mientras estaba sentada sobre el borde de su cama.
Me alegra que ya te sientas mejor, decía la castaña.
Fue gracias a tus cuidados, escucho.
¿Mañana irás al trabajo entonces?, acoto la castaña.
Sí, escucho.
Tsubasa,..., dijo la castaña, pero luego de ello guardo silencio.
Dime, escucho.
Solo quería decirte que te abrigues bien, está haciendo algo de frio por la noche, acoto la joven, mientras pensaba: Tal vez solo estoy imaginando cosas que no son, por ello él no me ha dicho nada de la presencia de ella.
Tú también has lo mismo, no te vayas a resfriar, escucho.
Bien, dulces sueños, agrego la castaña.
En tanto:
Una pelinegra miraba através de una ventana el anochecer mientras pensaba: Mañana iré a verte a la empresa y si no te encuentro en esta iré a tu casa, pero de que te veré y de que hablaremos lo haremos; yo, yo voy a luchar por recuperarte.
Al día siguiente: "Casa Nakazawa"
Ya voy adelantándome cariño, decía el señor Nakazawa, mientras abría la puerta principal de su casa.
Bien, en cuanto Sany venga a desayunar te doy el alcance, respondía la señora Nakazawa.
Luego de ello la puerta se cerró, al tiempo que una castaña de mirada nostálgica llegaba al comedor.
Hija, ya estás aquí, decía la señora Nakazawa, mirando el rostro entristecido de su hija. ¿Tsubasita sigue indispuesto?, agrego la mujer.
¡Eh! no mamá, él ya se siente mejor, dijo Sanae, forzando una sonrisa.
¡Qué bueno! pero entonces, ¿por qué tienes esa carita tan triste?, añadió la señora Nakazawa.
Cara triste, no, claro que no, contesto Sanae, forzando una sonrisa.
Mientras tanto:
No se lo estoy negando, el joven Ozora aún no llega, decía una mujer uniformada.
No te creo, de seguro él ya dio la orden de que lo negaran si yo preguntaba por él, respondió una pelinegra.
No señorita, no es así....
¿Qué sucede aquí?, pronunció un joven de rostro dulce que estaba junto a un moreno.
Joven Misaki, joven Hyuga, ¡buenos días! dijo la uniformada, al tiempo que la pelinegra giro su rostro.
¡Umiko! pronunció un sorprendido Taro, mientras el moreno miraba a su amigo y a la pelinegra intrigado.
¡Hola Taro! vine a buscar a Tsubasa, necesito hablar con él, pero esta mujer me lo está negando, y no me vayas a decir que él no trabaja directamente en la empresa, porque sé qué él ya lo está haciendo desde hace algún tiempo, respondió Umiko.
Sí la señorita te ha dicho que no se encuentra así debe ser, él es el accionista mayoritario, no tiene horario de entrada ni salida fijo en la empresa...., decía Taro.
Eso ya lo sé, pero necesito hablar con él, acoto la joven.
Pues tendrás que esperarlo, no sé a qué hora vendrá, dijo Taro con seriedad, tras algunos segundos agrego: Cualquier pendiente pásamelos a la oficina.
Si joven Misaki, respondió la secretaria.
Kojiro vamos, dijo Taro.
Bien, permiso, pronuncio el moreno.
Estúpido, como se atreve a tratarme así, claro como ahora mi padre ya no es accionista, y el suyo gracias a Tsubasa y la tía ocupa un cargo importante, se siente con derecho de humillarme con tantas veces lo hice yo, pensó Umiko.
Minutos después:
¿Quién es?, decía un intrigado Kojiro.
La es de Tsubasa, Umiko, la sobrina de la señora Hiroko, de seguro nuestro amigo te platico sobre ella, ¿no?, respondió Taro, mientras tomaba asiento.
Sí, algo, dijo el moreno.
No comprendo, ¿Qué pretende buscando a Tsubasa?, se supone que está casada, agrego Taro.
3 horas después:
Es que no piensa venir, pensaba una impaciente Umiko, mientras movía su pie con molestia.
Señorita, dijo la secretaria.
¿Me hablas?, respondió tratando de sonar calmada la pelinegra.
El joven Ozora no vendrá hasta la tarde, me acaba de llamar para informarme ello, agrego la secretaria.
Bien, gracias, dijo molesta Umiko, poniéndose de pie, para segundos después retirarse. Bien, tú lo quisiste así, yo no quería involucrarla pues considere que solo era algo que debería ser tratado entre los dos, pero ya que me estás evadiendo, iré a buscar a ella a su nevería, para pedirle que se aleje de ti, ya que tú solo estas con ella por agradecimiento y como eres tan noble eres incapaz de dejarla, pero si ella te ama de verdad, hará lo que yo en varias oportunidades hice, renunciar a ti, si ella tiene que hacer ello, yo, yo ya renuncie muchas veces a ti, y no estoy dispuesta a renunciar una vez más, ahora lo hará ella, pensó la pelinegra.
Cementerio:
Tsubasa colocaba un hermoso ramo de rosas sobre la tumba de la señora Hiroko, al tiempo que decía: Son de la nueva cosecha de flores, le traje rosas, pues ellas eran sus favoritas.
Tras unos segundos de silencio, el apuesto joven agrego: Señora Hiroko, cuanto la necesito para que me aconseje, de seguro usted debe saber todo lo que estoy pasando, ¿Qué debo hacer señora Hiroko?, yo no quiero lastimarla, ni lastimarme yo, si usted estuviera viva me enseñaría las palabras adecuadas para evitar el sufrimiento de ella, pero ya no está junto a mí para darme sus consejos.
De los ojos del joven brotaron unas lágrimas que cayeron sobre la tumba, al tiempo que la voz de Hiroko vino su cabeza.
Lo mejor no es evadir los problemas, lo mejor es enfrentarlos hijo, y ello se debe hacer siempre hablando con la verdad, así se cause dolor, ya que este no será eterno Tsubasa, el dolor pasa con el tiempo, la mentira solo va creciendo si no se detiene a tiempo incluso genera malos entendidos, por ello siempre hay que ser sinceros, con uno mismo, y con los demás, así se alcanza la felicidad.
Sí, tiene razón señora Hiroko tiene razón, la mentira solo genera malos entendidos, por ello es mejor enfrentar los problemas, y ser sincero, aunque duela, solo así se puede de verdad ser feliz, ya que la base de una relación debe ser la comunicación y no el andarse ocultando las cosas así sea incomodo el motivo de una plática, pronunció Tsubasa en voz baja.
Tras estar unos minutos más en el cementerio, Tsubasa decidió ir a la empresa
En tanto: "Nevería Dulces Sensaciones"
Una pelinegra bajaba de un auto, al tiempo que pensaba: Tengo que encontrar la manera de solo hablar con ella, sin que Kanda note mi presencia.
La joven se acercó con cautela al lugar, al tiempo que de este salió un joven de rostro sonriente que llevaba un uniforme.
Ese joven debe trabajar aquí, pensó Umiko, antes de pronunciar: Disculpa, ¿sabes si se encuentra la propietaria de la nevería?
La señorita Sanae si está, ¿desea hablar con ella?, agrego con cordialidad Ryo.
Sí, pero....
Pase, hay aún unas mesas libres, agrego Ryo.
No, no es necesario, yo la espero aquí, más bien ¿podrías decirle que Umiko la busca?, dijo la pelinegra.
Umiko, como la hermana de Kanda, pronunció sonriendo Ryo.
¿Puedes decírselo?, volvió a decir Umiko, ignorando el comentario del joven.
¡Bien! respondió el joven.
¡Ah! algo más, solo díselo a ella, agrego Umiko.
Claro, solo a ella, agrego Ryo un tanto confundido por lo que la hermosa joven le dijo.
Ryo entro a la nevería y se acercó al lugar donde estaba la castaña y le transmitió el mensaje de la pelinegra.
¡Umiko! dijo Sanae, mirando hacia el lugar donde estaba Kanda, entregando los pedidos a Maki, para que esta los llevara a las mesas.
Sí, ese nombre me dio, respondió Ryo.
Bien, voy a fuera, ve a apoyar a Maki, dijo la castaña.
Como diga jefa, pronunció Ryo.
La castaña camino hacia Kanda y le pidió que se hiciera cargo de la caja por unos minutos, más no le informo el motivo por el cual pedía su apoyo.
Fuera de la nevería:
Una impaciente pelinegra miraba hacia la puerta del lugar, cuando de repente vio salir a la castaña, quien camino a paso lento hacia ella.
A pesar de ser ya una adulta, claro adulta joven, parece una chiquilla, pensaba Umiko.
¡Buenos días! dijo Sanae al llegar frente a ella.
¡Hola Sanae! ¿me recuerdas?, pronunció Umiko.
Sí, agrego la castaña.
Necesito hablar contigo, pero en un lugar más privado, añadió la pelinegra.
Hablar conmigo, ¿de qué?, dijo Sanae, aunque ya intuía la respuesta.
De Tsubasa, contesto Umiko, haciendo una pausa para agregar: Vamos a otro lugar, yo invito.
No tengo nada que hablar de Tsubasa contigo, pronunció la castaña.
Te equivocas, tenemos mucho que hablar de él las dos, ya que soy su ex y tu su presente, pero ¿Quién de las dos debe ser su futuro?, de ello es lo que quiero hablar contigo, dijo Umiko con firmeza.
Lo de ustedes termino, tú te casaste, respondió Sanae.
Cierto, pero ya me divorcié, y creo que no es necesario decirte, por qué ¿verdad?, añadió la pelinegra.
Él ya te olvido, dijo la castaña.
Discutamos esto en un lugar más privado, ¡por favor! es por el bien de Tsubasa, yo sé que tú lo amas como yo, por lo tanto, solo quiero tener una plática calmada entre las dos, una plática que tiene como objetivo la felicidad verdadera de Tsubasa, agrego la pelinegra, haciendo una pausa para añadir: acompáñame seré breve, lo prometo.
Empresa:
¿Umiko estuvo aquí?, decía un sorprendido Tsubasa.
Sí amigo, la verdad no comprendo su descaro, pero anda buscándote, respondió Taro.
Ella ya fue a verme a mi casa antes de ayer, pronunció Tsubasa.
¿Para qué?, dijo Kojiro.
Se divorció y quiere que retomemos lo nuestro, respondió Tsubasa, dejando sorprendidos a sus amigos.
Minutos después:
Y todo ello me dijo, decía un nostálgico Tsubasa.
¿Qué piensas hacer?, pronunció Kojiro.
¿Aún sientes algo por ella?, agrego intrigado Taro.
En tanto:
Bueno ya estamos aquí, decía Umiko mientras ingresaba a un ambiente privado, mientras la castaña miraba el lugar. Aquí solo estamos las dos, los meseros solo ingresaran cuando lo solicitemos, acoto la pelinegra.
Un restaurante con un ambiente privado, dijo la castaña.
Tiene más ambientes como este, los privados de este restaurante se usan para parejas, o para reuniones laborales en donde se requiere de mucha calma para cerrar tratos, o para realizar alguna petición, como nuestro caso, añadió Umiko.
¿Nuestro caso?, dijo Sanae.
Sí, agrego la pelinegra, haciendo una pausa para agregar: Seré directa.
¿Qué?, respondió confundida la castaña.
Renuncia a Tsubasa, te lo pido, ¡por favor! renuncia a él, dijo Umiko tomando las manos de la castaña.
Nevería Dulces Sensaciones:
Y porque hasta ahora me lo dices, pronunciaba un molesto Kanda.
¿Y por qué tendría que decírtelo antes?, ni que esa hermosa chica hubiera preguntado por ti, contesto Ryo.
¿Qué sucede?, ¿por qué discuten?, dijo Maki, tras llegar al lugar donde sus amigos discutían.
Nada, nada, respondió Kanda, haciendo una pausa para agregar: ¡Disculpa Ryo! no debí reaccionar así, pero el que mi hermana haya venido a buscar a Sanae me tomo por sorpresa.
¿Tu hermana conoce a Sanae?, dijeron a la vez Maki y Ryo.
Claro que se conocen, aunque no se han tratado mucho se conocen, además tienen algo en común, y por lo cual de seguro mi hermana vino a buscar a Sanae, pronunció Kanda.
¿Qué tienen en común?, dijo Ryo.
Sí, ¿qué?, añadió Maki.
No sean curiosos, mejor vayan a atender a esos clientes, respondió Kanda.
Mientras tanto:
Como verás un amor tan grande, como el que él sentía por mí, no pudo haber muerto de la noche a la mañana, él solo se siente en deuda contigo y al creerme una desgraciada era lógico que intentara rehacer su vida, pero como te comenté, si hice tantas cosas que a simple vista se vieran como malas lo hice por él, por protegerlo, solo de aquella acusación no pude protegerlo, ni darle apoyo cuando dejo la cárcel, en ese momento estuviste tú junto a él, y ello te lo agradezco infinitamente,...., decía Umiko, mientras una nostálgica castaña escuchaba atentamente lo que la pelinegra le decía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro