Capítulo 18: "Un falso amor"
Los Nakazawa platicaban con Tsubasa, tras la llegada de este y su hija a la casa.
Entonces después de todo les fue bien, decía el señor Nakazawa.
Creo que sí, respondió Tsubasa, mientras un recuerdo venía a su mente.
-.Recuerdo.-
Un par de jóvenes platicaban bajo un árbol, alejados de cualquier bullicio.
¿Qué sucede Umiko?, ¿Qué es eso que me tienes que decir en privado?, decía un intrigado Tsubasa.
Te debo una respuesta, decía Umiko.
¿Una respuesta?, pronunció confundido Tsubasa.
Sí, tú me hiciste una pregunta el día que el juez nos citó a todos por lo de la impugnación del testamento, ¿lo recuerdas?, contestó la joven, haciendo una pausa para agregar: Kanda llego y no me dejo darte la misma.
Sí, si lo recuerdo, dijo con calma Tsubasa.
Pues la repuesta es si, aún te quiero, respondió Umiko.
-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-
Qué bueno oír ello, decían los señores Nakazawa.
¿Y cómo estuvo la venta hoy?, pronunció la castaña.
Bastante buena hija, dijo el señor Nakazawa.
Mañana iré al banco por lo del préstamo, y también aprovechare para ir a firmar el contrato con la señora del local,..., añadía la joven, mientras un pensativo Tsubasa estaba inmerso en sus propios pensamientos.
Umiko, me quiere, me quiere, pensaba Tsubasa.
En tanto:
Bien, bien hija, ya sabes mantenlo ilusionado hasta que logres hacer que nos ceda la empresa, ese debe ser su prueba de amor a ti, con la que supuestamente nosotros aprobaremos lo de ustedes, lo de la casa vendrá después, eso sí, recuerda que tienes que lograr que el desista de arrebatarnos la empresa antes del mes, ya que ese es el tiempo que el juez dio a tu padre para que se la regrese, en cuanto a la casa, ya se me ocurrirá alguna forma para evitar que nos la quite, sin que tú te tengas que involucrar más con él, decía Nomí.
Bien madre, respondió Umiko.
Algo más, agrego Nomí.
¿Qué?, dijo Umiko.
Tienes que seguir saliendo con el hijo de Sato, claro con mucha cautela,..., respondía Nomí.
Al día siguiente:
¿Puedes?, decía Umiko, mientras platicaba por celular, al tiempo que Kanda la observaba. Bien, bien, entonces así quedamos, nos vemos más tarde, agregaba la joven, dando así por finalizada la llamada.
¿En verdad no sientes nada por él?, dijo Kanda.
¿Qué?, respondió la joven.
Esta puede ser una gran oportunidad para los dos, piénsalo hermana, ahora Tsubasa ya es el tipo de chico que buscas, gentil, apuesto y adinerado, ya no tendrías que andar escondiendo tus sentimientos hacia él como hace algunos años, ahora nuestros padres no tendrían objeciones, ¿No?, entonces porque hacer algo falso si puede ser algo real, a menos que quieras terminar dándome la razón a lo que siempre pensé cuando me entere que andabas con él a escondidas, agrego Kanda, haciendo una pausa para añadir: Solo jugabas con él, y ahora nuevamente quieres hacer lo mismo.
La pelinegra no respondió nada, solo se tornó pensativa.
Piénsalo hermanita, te lo dejo de tarea, medita un poco tu actuar y tu futuro, dijo Kanda, antes de marcharse.
Casa Nakazawa:
¿Quién era Tsubasa?, decía la castaña.
Umiko, quiere que la acompañe a buscar un libro, respondió el joven de cabello desordenado.
¡Qué bueno! dijo Sanae.
Vamos a ver lo del local, agrego Tsubasa.
Sí, respondió la castaña.
Horas después:
Bien señorita, cuando guste puede empezar hacer uso del local, decía un hombre maduro.
¡Gracias! decía la castaña, tras recibir unos documentos.
¿Cuándo piensas aperturar?, pronunció Tsubasa.
En una semana, tengo que decorar los ambientes aún, y contratar el personal, dijo la castaña.
¿Y ya publicaste el anuncio de empleo?, respondió Tsubasa.
Sí, lo hice por la página oficial de la nevería, y en algunos portales de trabajo virtuales, comento la castaña.
¿Y cuándo empezaras a llamar para las entrevistas?, dijo el joven de cabello desordenado.
En tres días, ya que mis padres y yo necesitamos apoyo, con urgencia, respondió la castaña sonriendo.
Por la tarde:
¡Disculpa que tomemos un taxi! ..., decía Tsubasa.
No te preocupes, eso no importa, lo importante es que estemos juntos, respondió Umiko, mientras el joven de cabello desordenado la miraba intrigado. ¿Qué pasa?, ¿no confías en mis palabras?, agrego la joven.
No es eso, es solo que me sorprende tu respuesta, dijo Tsubasa con calma.
Lo imagine, y voy a ser sincera contigo, ahora ya no hay impedimento para una relación entre los dos, el que en este momento no tengas un auto es algo insignificante para mí, pues en cuanto tengas la fortuna que mi tía te heredo podrás tener los autos que desees, aunque sé que a las justas compraras uno, y solo por ser necesario, ello te hace diferente de los otros chicos que he tratado, y a la vez especial ante mis ojos,..., respondía Umiko.
Eso significa que, si tu tía no me hubiera heredado, a lo mucho que podía aspirar contigo era a tener una relación secreta como la que ya tuvimos, dijo Tsubasa.
Así es, así te amé, yo no podría comprometerme con alguien que no tiene dinero, porque primero está mi amor por mí y por mi manera de pensar, pero ahora ya no te falta nada, agrego Umiko.
Tsubasa no respondió nada, solo quedo en silencio.
Bueno, vamos a la librería, dijo Umiko, tomando la mano del joven de cabello desordenado.
Nevería Nakazawa:
Salió, decía con decepción Kanda.
Si joven, y demorara, respondía el señor Nakazawa.
Ni modo, entonces haré mi pedido, agregaba Kanda.
Horas después:
¡Gracias por acompañarme Tsubasa! decía Umiko mientras depositaba un beso en la mejilla del joven de cabello desordenado, muy cerca de sus labios.
Lo hago con gusto, respondió Tsubasa, mientras miraba los profundos ojos negros de la joven.
¿Qué me vez tanto?, dijo Umiko en tono coqueto.
Tus ojos, son tan oscuros como la noche, respondió Tsubasa, mientras miraba el rostro de la joven.
Eso significa que te gustan mis ojos, agrego la joven.
Sí, dijo Tsubasa.
Pues tú me gustas, pero en paquete completo, respondió Umiko, posando sus labios sobre los del joven de cabello desordenado, que se dejó llevar por el momento y correspondió el beso de la joven.
Tras algunos segundos ambos jóvenes se separaron, y mirándose a los ojos dijeron: Te llamo más tarde.
Tiempo después: "Casa Nakazawa"
Un joven de cabello desordenado entraba a la casa, al ver las luces apagadas las encendió, al tiempo que pensaba: Aún deben estar en el café.
Tres días después:
Ya habían pasado tres días desde aquel beso entre Umiko y Tsubasa, desde ese día la relación de ambos cambio, aunque no eran novios parecían ello, se llamaban a todas horas, e incluso habían vuelto a salir juntos.
Por su lado Sanae estaba, muy entusiasmada el día en que ella seleccionaría al personal que la acompañaría en su nuevo proyecto había llegado. Fuera de la casa Nakazawa una fila de jovencitos y jovencitas se encontraban esperando el momento de ser entrevistados por Sanae y su padre, ya que ambos iban a elegir a las trabajarían con ellos.
El siguiente, se escuchó.
Voy yo, decía un jovencito risueño, mientras entraba a paso firme a la casa de los Nakazawa.
En tanto: "Nevería"
Tsubasa platicaba con la señora Nakazawa mientras le alcanzaba una bandeja con unas copas de helados.
Contrataran a seis personas en total, entonces, decía Tsubasa.
Sí, ese fue el acuerdo que tomamos con mi esposo y Sanae, dos personas para que me apoyen a mí en la preparación, lavado de los utensilios y limpieza del local, y dos personas que apoyaran en la atención, por su lado Sanae solo contratara dos personas, que la tendrán que apoyar en todo, ya que ella está recién empezando con el negocio...., respondía la señora Nakazawa.
Claro comprendo, la clientela cada vez es mayor en la nevería principal, en cambio Sanae a pesar de que su nevería será una sucursal de la principal, recién estará probando el mercado en esa zona y no puede arriesgarse a contratar más personal, si aún no sabe si el negocio le rendirá lo que ella se ha proyectado, acotaba el joven de cabello desordenado, mientras miraba su reloj.
Así es hijo, dijo la señora Nakazawa, quién al ver que el joven de cabello desordenado miraba su reloj por momentos agrego: ¿Tienes que ir a algún lado hijo?
No, claro que no, es solo que esperaba una llamada a esta hora, respondía Tsubasa, al tiempo que su celular empezó a timbrar.
Pues ya te están llamando Tsubasita, dijo la mujer sonriendo, mientras el joven tomaba la llamada, y se alejaba del lugar.
¡Hola cariño! ¿Cómo te encuentras?, decía una voz a través de un celular.
Bien hermosa, deseando verte, respondió Tsubasa.
Yo también quiero verte,..., escuchaba el joven de cabello desordenado.
Casa Nakazawa:
¡Gracias! dile al siguiente que pase ¡por favor! decía una castaña.
Si, señorita, respondía un joven de lentes.
¿Qué te parecen hasta ahora los postulantes?, decía el señor Nakazawa.
Jóvenes con muchas ganas de trabajar y con sueños como yo, si pudiera les diera a todos empleo, pero por ahora no puedo hacer eso, respondió la castaña.
Así es hija, agrego el señor Nakazawa, al tiempo que una jovencita entraba al lugar.
¡Buenas tardes! vengo por la oferta de trabajo, decía la joven.
Pasa, toma asiento, pronunció con cortesía la castaña.
Minutos después:
Si quedas elegida para trabajar con alguno de nosotros, en el trascurso de mañana recibirás nuestra llamada, decía Sanae.
Bien, con permiso, respondió la joven.
Linda, educada y además ya ha trabajado antes como mesera, dijo el señor Nakazawa, mientras la joven salía del lugar.
Sí es cierto, la señorita Hayakawa creo que ya tiene trabajo, ¿no?, pronunció Sanae sonriendo.
Sí, hija, pero ¿con quién de los dos?, dijo el señor Nakazawa.
Creo que contigo, ya que ella no puede trabajar a tiempo completo por sus estudios, sin embargo, a mostrado mucha disposición y necesita el trabajo para apoyarse en sus estudios, por ello hay que darle la oportunidad, respondió la castaña.
Sí, tienes razón, agrego el señor Nakazawa, haciendo una pausa para añadir: Con ella culminaron las entrevistas.
Si, pronunció sonriendo Sanae.
Entonces a tomar decisiones, ¿A quién más elegir?, agrego el hombre.
A la señorita Akamine, aunque será su primera experiencia de trabajo, es una chica muy carismática, además muy entusiasta, me gusta las ideas que tiene para sacar adelante la nevería, dispone de tiempo completo, y está dispuesta a apoyar en lo que sea necesario en la nevería, decía Sanae.
Sí, es cierto, ella claramente dijo en su entrevista que ella puede colaborar en todo, claro por ello se le dará un extra, acotaba el señor Nakazawa.
Así es, por ello, ella se va conmigo, contesto la castaña con dulzura.
Bien, me parece bien, respondió el señor Nakazawa haciendo una pausa para añadir: Nos faltan un mesero o mesera más a cada uno y el personal que apoyará a tu madre en la cocina.
Bueno, entonces a elegirlos, decía Sanae.
Horas después:
Entonces ya eligieron a las personas que contrataran, decía Tsubasa.
Sí yo elegí, dos señoras que apoyaran a mi esposa en la preparación, y todo lo que incluye el trabajo en la cocina y limpieza del local, ellas trabajaran en turnos rotativos y dos jóvenes como meseros, un chico y una chica, la chica se llama Azumí, ella trabajara en horarios rotativos por motivo de estudios y el joven que se llama Manabu estará a tiempo completo en la nevería, mi esposa apoyara ambos también en la atención al igual que yo, ya se los presentaré en cuanto sea su primer día en la nevería, respondía el señor Nakazawa.
¿Y tú Sany?, ¿a cuántas personas contrataste?, decía Tsubasa.
Solo a dos, también un chico y una chica, el chico se llama Ryo, tiene tu edad y ya ha trabajado antes en puestos similares, y la chica se llama Maki, es menor que los dos, y para ella será su primer trabajo, pero tiene un entusiasmo y ganas de hacer las cosas que es contagiante, ya los conocerás Tsubasa, ellos trabajaran junto a mí en turno completo, y me apoyaran en todo, ya que estamos recién empezando, pronunció la castaña.
Pues ya quiero conocerlos, dijo Tsubasa sonriendo.
Mañana les estaré informando que ellos se quedaron con los puestos, añadió Sanae, al tiempo que el joven de cabello desordenado miraba su reloj.
Vas a salir, ¿verdad?, agrego la castaña, al notar que su amigo estaba un tanto extraño.
Sí, quede en verme con Umiko, respondió Tsubasa.
Pues ve entonces, no la hagas esperar, dijo Sanae con dulzura.
Sí, tienes razón, ya regreso, pronunció Tsubasa mientras se ponía de pie.
Una vez que salió del lugar, los señores Nakazawa miraron a la castaña y dijeron: Eres muy noble hija.
Tiempo después:
Tsubasa y Umiko se encontraban en un parque, tras darse un fugaz beso ambos tomaron asiento en una de las bancas que había en el lugar.
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