Nadie sabe del sufrimiento o de las alegrías de las personas que nos rodean. Porque a todos nos da miedo lo desconocido.

¿Y si averiguáis que vuestra persona amada puede llegar a ser Ella?

Pues en esta historia los monstruos son de carne y hueso, el alcohol actúa como una pócima que nos convierte en asesinos, en psicópatas, en maltratadores.

Aquí no hay héroes, hay almas puras. Siempre calladas y siempre con una sonrisa en los labios.

Porque la persona que sienta en el pupitre de al lado, puede ser Ella.

Porque vosotros mismos podéis ser Ella.

Ella es una parte de ti, y también de mí. Porque Ella eres tú, y yo. Es un padre y una madre, un amigo, ese chico al que siempre miras, un hermano, un desconocido...

Ella es el pintoresco mundo donde todos coincidimos. Y es también el lado oscuro de los sentimientos y de los seres humanos. Es el empujón que necesitas.

Ella es un ángel, o tal vez un demonio.

Los dramas humanos aquí serán tratados desde vuestro propio punto de vista.

¿Qué hubiérais hecho vosotros en la situación del narrador?

Nada.

Porque simplemente, ni él mismo lo sabe.

P.D: El chico no se suicidó. Decidió conllevar ese dolor consigo y con el diario de R. Así es como nos ha dado paso al mundo de ella.

Y cada palabra dicha por él, es un suspiro roto en sus pulmones. Porque nadie más que él, supo su verdadero inframundo.

Esta historia hace alusión a dos seres puros que merecían ser nombrados. Ellos, estén donde estén, lo saben.

Espero que esto haya sido comprendido.

Gracias por leer.