32*
Y nos comimos el mundo y nos sentíamos libres.
Y sus caricias en mis brazos curaban mis arterias.
Y nos sentíamos orgullosos de nosotros mismos porque sí.
Porque a nadie le importaban nuestros motivos para hacerlo.
Porque a nosotros nos bastaba.
Porque, simplemente...
Sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro