Capitulo 27: Una esperanza
Hacia horas que la noche había caído sobre ellos, la temperatura había bajado brutalmente y la niebla impedía la visibilidad para seguir trabajando en el acceso al túnel.
Un silencio infernal invadía el lugar, solo roto por llantos, quejidos y gemidos de los heridos.
El hospital temporal estaba montado al lado derecho de la carretera, junto a el tiendas de campañas de los militares, la policía, todo lo necesario para descansar y cubrirse. Y al otro lado, miles de cuerpos tapados con papeles reflectantes, miles de muertos que eran llorados por sus familias, algunos ni eso al no poder ser identificados.
-Esto es …-Bob miro a su alrededor, al lugar iluminado con antorchas, focos. Las fogatas, la gente calentándose alrededor
-Debastador –Luck hablo a su lado negando con la cabeza
-¿Por qué no siguen con los trabajos? –Kyle se acerco a ellos nerviosos –Tenemos que sacarles de ahí
-Es imposible ver nada con esta niebla –Bob miro hacia el túnel –No pueden arriesgarse a que haya mas desprendimientos
-No podemos esperar a que amanezcan –Kyle miro su reloj –Quedan horas para eso
-No podemos hacer mas –Luck suspiro agotado –Solo hay un grupo de expedición con perros en busca de algún superviviente.
-Yo no puedo quedarme sin hacer nada –Kyle negó con la cabeza
-Entonces haz algo –Bob lo miro a los ojos –Ayudanos, estamos organizando el traslado heridos, en unas horas, para que queden libres las camillas. En cuanto este el acceso al túnel sacaran a los demás, necesitamos camillas libres.
-Esta ahí –Kyle miro las piedras –Puede que a tan solo unos metros
-¿Qué están hablando esos de ahí? –Elliot se acerco a ellos y señalo la tienda en la que estaban varios bomberos, policías y militares. Un hombre vestido de traje chaqueta señalaba sobre un papel.
-No lo se –Bob frunció el ceño
La noche se hizo eterna, plagada de desesperación, mas oscura que cualquier noche, mas fría que cualquier invierno. Desolada y cargada de tristeza.
Cuando al fin el sol comenzaba a salir y la luz ya permitia volver al trabajo, las ambulancias estaban realizando el segundo traslado a distintos hospitales. Las gruas retiraban los coches que impedían el acceso por la carretera y las furgonetas se llevaban a los cadáveres.
-¿Por qué retiran los coches? –Elliot miro la carretera confundido
-¿Un poco de café? –Dayana acerco una tafa a Kyle, a Bob y a Elliot
-Gracias –Bob seguía con la vista fija en la grua
-¿Y por que demonios no empiezan de nuevo con la excavación? –Kyle apretó la taza en su mano
-¿Que …? –Bob se quedo mirando los camiones que circulaban por la carretera en dirección a la entrada sellada del túnel. Uno de ellos con una taladradora gigante -¿Qué pretenden hacer?
-¡Se derrumbara! –Kyle tiro la taza de café al suelo -¡¿Qué no lo ven?! ¡Se derrumbara con ellos dentro?!
-No lo entiendo –Elliot miraba aquella maquina preocupado
Un todoterreno paro detrás del camión, tres hombres bajaron de el, todos con cascos y con papeles en las manos. Los tres comenzaron a caminar hacia ellos.
-¡¿Qué van ha hacer?! –Nervioso Kyle se dirigió a ellos
-Edward –Bob se quedo mirando fijamente a uno de ellos
-Bob –el lo miro sorprendido –Como no ibas a estar tu aquí –nego con la cabeza y busco a su alrededor –Y si tu estas, Gis también
-Giselle esta en el túnel –Bob lo miro a los ojos –Esta atrapada en el túnel Edward.
Edward no respondió, su rostro se crispo y sus ojos se humedecieron, miro las piedras y apretó el plano en sus manos.
-¿Quiénes son estos hombres? ¿Qué esta pasando? –Jeff se acerco a ellos preocupado
-El es el padre de Giselle –Bob señalo a Jeff
-Seguidme –Edward comenzó a caminar hacia la tienda en la que se encontraba un militar. –Buenas –se acerco a la mesa central y abrió el plano que llevaba en su mano dejándolo sobre ella
-Es el plano del túnel –Elliot frunció el ceño observándolo
-Esta sellado a ambos lados –Edward tomo un lápiz y pinto en ambas salidas –Sabemos que estas secciones están totalmente hudidas –marco en dos lugares –rodeo una zona –Aquí, detrás de esta pared del túnel hay tres galerías vacías, en ella dos tuberías de gas dirigidas al otro lado de la ciudad –alzo la vista para mirar a todos
-gas –Kyle contrajo el rostro –Si explosionan
-El túnel se vendrá totalmente abajo –Edward asintió –Las alarmas de seguridad han sonado y sabemos que hay tres fugas. Al ritmo en que el gas se propaga, que no entra aire al túnel, en menos de veinticuatro horas todo superviviente habrá muerto intoxicado. –apreto el lápiz en su mano -.Y si cualquier explosión vuelve a suceder, todo ardera, llegara a las tuberías y se acabo.
-No… no hay… no hay nada que hacer –Bob miraba el papel con lagrimas en los ojos
-Voy a asegurar la zona, traigo expertos para evaluar como y donde es mas seguro abrir un acceso y utilizaremos la taladradora, despacio, con cuidado y tratando de evitar desestabilizar el túnel. Un acceso lo bastante amplio y que soporte el tiempo necesario para que salgan del túnel.
-Gis siempre dijo que serias grande –Bob lo miro a los ojos –Si hay alguien que puede hacerlo, eres tu.
-Lo intentare Bob –asintio decidido –La sacare de ahí
-¿Quién es? –Jeff observo como Edward se alejaba
-Mi amigo, lo conozco desde la infancia –Bob sonrio –El y Giselle siempre estaban peleando pero se querían mucho. Es uno de los mejores ingenieros que conozco
-Si algo sale mal –Kyle se apoyo en la mesa, con la mirada perdida –No volveré a verla
-No puede salir mal –Jeff limpio la lagrima que salía de su ojo –Yo no soy nada sin mi hija
-Elliot –Dayana hablo a su hermano en voz baja, con los ojos llorosos –Estan dando por echo que Giselle este ahí, que este, bien. ¿Y si no lo esta?
-Solo podemos esperar –Elliot miro a su hermana a los ojos –Solo podemos rezar porque este esperando que la saquemos de ese lugar
Luz, calor, el sol brillando sobre la arena blanca, las olas llegando a la orilla y mojando sus pies.
Sonrio ante la maravilla del mar y dejo caer su vestido blanco hasta el suelo, este se pego a sus tobillos al mojarse. Respiro el aire puro, el olor a sal y a libertad, mientras el suave viento mecia su pelo y el sol bronceaba su piel.
-No abras los ojos –Escucho la voz de Kyle en su oído, mientras sus brazos rodeaban su cintura
-¿Qué? –giro el rostro y lo miro con el ceño fruncido
-No despiertes –el la miro fijamente –Esto es un sueño
Sus ojos se abrieron inmediatamente y la realidad la golpeo bruscamente. El frio, la oscuridad, la humedad. Estaba allí, en aquel infierno que parecía no tener salida.
Se abrazo a si misma al notar su cuerpo temblar, mojo sus labios levemente y miro a su lado.
-¿Cómo te encuentras? –observo el brazo de Alex
-El dolor me esta matando –el la miro a los ojos –Y no debe ser nada comparado con el tuyo
-Estoy bien – se apoyo en la pared para levantarse –Tenemos que ir hacia la salida del túnel. Con los demás. –se paro de pie, con la espalda sobre el frio cemento y cerro los ojos. Se trago el grito de dolor, se trago el sabor de su propia sangre.
-Cariño –Anne despertó a su hija que se había quedado dormida a su lado –Vamos mi amor
-Mami –Jane se incorporo y miro a Giselle -¿Estas buena ya?
-Casi cielo –ella sonrio con tristeza
-Estas muy blanca –la niña frunció el ceño
-Eso es porque no he ido mucho a la playa –y sus ojos se humedecieron, pero impidió que las lagrimas brotaran
-Vamos ahg –Alex se incorporo intentando no mover el brazo, alzo la botella y dio un trago, después se la tendio a ella –Para entrar en calor
-Calor –sonrio y tomo la botella, dio un largo trago y se la paso a Anne.
-Apoyate en mi –Alex se coloco al otro lado, donde su brazo bueno y la ayudo a acomodarse. -¿Podras?
-Puedo –respondio en voz baja, llevo la mano a su vientre, apretando en su herida.
Poco a poco siguieron el camino del túnel, andando entre destrozos, metal, sangre. Andando entre la miseria que les recordaba donde estaban.
-¿Qué hora será fuera? –Alex hablo pensativo mientras ayudaba a Giselle a subir sobre una piedra
-No lo se –ella respondió haciendo una mueca al bajar -¿Cuánto tiempo llevas con tu novia?
-Cinco años –el respondió sonriendo –No hemos tenido una relación fácil. Discutimos, nos enfadamos. Pero la quiero y solo soy feliz a su lado.
-Tardaste en decidirte –Giselle lo miro de reojo
-Discutimos, se fue a casa de su madre, solo una noche –el frunció el ceño –y me basto no tenerla a mi lado, en la cama, no verla al despertarme, para saber que solo con ella podía ser feliz. No importa lo que hayamos hecho, lo que hayamos pasado, la quiero y no tengo vida sin ella.
-El amor es tan complejo –Anne hablo caminando con su hija de la mano –Mi marido me engaño, con su secretaria –ella miro a su hija de reojo –se arrepintió, me pidió perdón, pero yo. Yo me negué a perdonarle, mi orgullo me lo impidió. –sus ojos se volvieron llorosos –Y sin embargo no puedo negarme lo que siento, le sigo amando y me duele estar lejos de el. No soy feliz sin tenerle a mi lado, le necesitamos y me negué a comprenderlo –acaricio el pelo de su pequeña –Si hubiera dejado a un lado mi orgullo, si le hubiera perdonado, ahora no me arrepentiría de que la ultima palabras que escuchara de mi boca fuera que le odiaba. Porque es mentira.
Seguian caminando, en el silencio, después de aquellas dos historias. Y Giselle aun no había pronunciado palabra sobre la suya y en ese momento solo pensaba en una cosa. Habia imaginado estar en una playa maravillosa junto a Kyle y eso fue lo único que le permitió olvidarse del dolor.
Paro de caminar y se sujeto con fuerza a Alex. El lugar comenzó a darle vueltas, el sabor de la sangre inundo su boca y comenzó a toser, con cada tos, una punzada atravesaba su estomago.
-Eh, eh –Alex la llevo hacia la pared para apoyarla -¿Estas bien?
-Solo –siguio tosiendo con la mano cubriendo su boca –Nec…nece… necesito –tosio de nuevo –descansar
-Estas sudando –el paso la mano por su frente –Tienes fiebre
-Buscare alrededor, algo de comer, alguna manta –Anne junto con su hija se alejaron
-Yo también buscare, quizás encuentre comida o medicamentos –el la miro a los ojos -¿Estas bien?
-Ve –asintio sonriendo levemente.
En cuanto se alejo se permitió dejar de sonreir. Comenzo a toser de nuevo, una tos que quemaba su garganta, cubrió su boca con la mano y al apartarla observo la sangre. Alzo el rostro hacia el techo del túnel, con las lagrimas saliendo de sus ojos y su mano cerrada, apretando el puño en torno a aquel liquido rojo.
FIEBRE, FRIO, TOS, SANGRE… GISELLE NO ESTA BIEN Y AUN DEBE SEGUIR HASTA LLEGAR AL FINAL DEL TUNEL, DONDE A TAN SOLO UNOS METROS DE PIEDRA LA ESPERA SU FAMILIA, DONDE LA GENTE QUE LA QUIERE LUCHA POR LLEGAR HASTA ELLA
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