Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29︱ Capítulo Veintinueve ⚔️

Cierto saiyajin permanecía tocando la puerta de casa de su mejor amigo con insistencia. Tras media hora golpeando en vano, se vió en la obligación de entrar a hurtadillas en la morada. No creyó que eso fuera inconveniente para Gohan o Goten, estaba seguro de que no tendrían problema con eso.

Su incomodidad, ese sentimiento de amargura y odio no le permitiría quedarse quieto por mucho tiempo. Mucho menos, después de lo que su capitana susurró en su oido antes de despedirse. 

Flash Back.

—Ahora vas a estar atada a él —Goku masculló en desdicha, sobre el borde de su oreja.

La abrazaba con fuerza, como si esa fuera la última vez que perteneciera a él.

—No puedo —Vegita respondió con una sonrisa burlona.

—¿Qué? —emitió el peli-palmera en tono confuso.

—No puedo estar atada a él, porque estoy atada a ti —confesó con cierta incomodidad y sorpresa por sus propias palabras— y no hay alianza, papel, boda. No hay nada, que pueda cambiar eso Kakaroto. 

Fin del Flash Back.

Se casaría con ella, lo había decidido después de una loca serie de pensamientos y fantasías de como sería su vida a su lado. No era algo fuera de lo normal imaginarte futuramente con tu pareja.

Lo anormal en la situacion, es que la princesa acababa de casarse y él lo sabia. Pero cabía aclarar que poco le importaba esto, le pediría su mano de todas formas y esta la aceptaría, o se casarían con él cuando la situacion fuera mejor.

¿Por qué no esperar?.

Ni el mismo lo sabía.

Así lo había decidido.

Una especie de corazonada le indicaba que lo hiciera.

—Goku —lo reconoció su adormilado amigo estirándose sobre su cama— ¿Qué haces aquí?.

—¿Cómo estas? Gohan —saludó entusiasta.

Una almohada fue arrojada con fuerza intencionalmente contra la nuca del Son. Los reproches de Goten comenzaron a oírse cada vez más replicados, mientras Goku explicaba el motivo de su visita.

—No puedes pasearte como pancho por tu casa aquí —Goten reprochó nuevamente— ¡¿Acaso estas loco?!.

—Son las dos de la mañana —emitió el mayor con pesadez, observando su reloj de bolsillo.

—Tu solo apareces en sorpresa cuando se te ocurre una estupidez —el menor frotó sus ojos cansado y se levantó de la cama— sueltalo ¿Qué quieres?.

Goku rascó su nuca como típicamente lo hacia y los observó a ambos, con una sonrisa culpable y sus ojos brillando en alegría.

—Si que me conoces Goten —el Son le reconoció, acercándose a donde estaba y dándole una palmada en el hombro— necesito que me ayuden a entrar a la joyería del pueblo.

—¿Para qué? —inquirió Gohan confundido.

—Comprar una alianza de compromiso, no tengo idea de cuál es cuál y además me vendría bien algo de apoyo —Goku aclaró con una sonrisa— según tengo entendido, el vendedor tiene unos cuantos guardias vigilando la entrada.

Antes de que Gohan se pusiera de pie dispuesto a ayudar, Goten lo empujó de regreso a la cama con una mirada furiosa.

Podía ser alguien divertido y bueno; pero cuando su sueño era frustrado, pasaba a convertirse en la persona mas odiosa del mundo.

—¿Y eso qué? —Goten aminoró dando un suspiro y volviendo a recostarse en su cama— puedes acabar con ellos con un solo dedo y lo sabes.

—Por favor Goten —suplicó Goku con cara de cachorro.

—Nel, me voy a quedar aquí durmiendo porque mañana nos espera la batalla —sentenció cerrando sus ojos, mientras se acurrucaba sobre el colchón— por cierto ¿De quién es el bodorrio?.

—Mío —el peli-palmera respondió con suma tranquilidad.

La confesión del Son los sobresalto a ambos, por lo que sus miradas se posaron sobre él con un pasmo —tal— que sus ojos estaban a punto de salirse de orbita.

—¿Cómo? —dudó el hermano mayor observándolo atento— ¿Con quien vas a casarte?.

—Con la tortuga Manuelita —bromeó divertido el Son— ¡Con la princesa vegeta Gohan! ¿Con quién mas me casaría?.

Nuevamente la mirada de los hermanos se cruzó, junto con la expresión sorprendida y esa leve sospecha que surcaba por su mente. Su amigo estaba enloqueciendo.

—Bueno, después de Vladimir me espera un buen descanso.  Sopermi, tengo que volver al mundo de los sueños jóvenes —Goten le restó importancia a las preocupaciones de su amigo— no le hagas caso a este loco Gohan. Al parecer la noche, o talvez la temporada ozaru venidera le hace mal.

—Gohan, tu si me vas a acompañar —comentó Goku palmeando la espalda del mencionado— ¿Verdad?.

—Si —respondió Gohan resignado.

Se lamentaba por ser una de esas personas que nunca pueden decir no.

Realmente le apetecía quedarse en cama, durmiendo tan pacíficamente como Goten; pero a diferencia de su hermano, él no podía negarse a los pedidos u necesidades de la gente que apreciaba.

La joyería del planeta estaba muy alejada. Por suerte y gracias a la teletaransportación de Goku bastaron solo dos segundos para llegar.

Dos guardias custodiaban la puerta delantera, uniformados y poseedores de un ki admirable.

Prefirieron entrar por atrás para salir mas rápido, pues a Goku realmente le hurgia llegar cuanto antes al palacio para entregarle aquel anillo a su capitana.

Sobre todo, porque llevar el anillo consigo sería la escusa perfecta para volver al palacio e interferir con la "Noche de bodas".

Le arrancaría los testículos a Koshiro con sus propias manos, como intentara sobrepasarse con su capitana. Sabía que ella misma podría hacerlo, si quisiera; pero le era inevitable ese instinto de querer protegerla o pensar cualquier barbaridad referente a tan odioso ser como era Koshiro.

Como se esperaban, en la parte de atrás donde se encontraba el deposito del local, ni un alma estaba a la vista.

Les fue suficiente con una bola de ki, para dejar echo añicos el dispositivo de seguridad que colgaba del techo —junto con las cámaras—.

El peli-palmera se dispuso a ingresar al local, se vio interrumpido por una pequeña bola de pelos que comenzó a gruñir y ladrar en su dirección.

Llamó la atención de ambos saiyan's.

—¡Shh, silencio! —le ordenó Goku al pequeño animal— vas a llamar la atención de los guardias.

—Mira que lindo, es un cachorrito — mencionó Gohan enternecido, colocándose en cuclillas para acariciar a la pequeña bola de pelos — Bulma mejoró muchos animales para aquellos guerreros que querían una mascota. Su sistema inmunológico, su biología, todo modificado para adaptarse a las condiciones de cualquier planeta.

Goku intentaba hacer callar al perro, pero este cada vez se molestaba mas y mordiscaba con furia la tela de su pantalón.

:—Valió la pena realizar todo ese trabajo —el mayor manifestó mirando con amor al animalito— estas criaturas son fascinantes.

—¿Tú crees? —dudó el peli-palmera, moviendo su pierna para apartar a la furiosa criatura— son algo molestos y ruidosos.

—No seas así —le reprochó en desacuerdo— es tan lindo. Ven aquí pequeño.

Extendió su mano para acariciar al esponjoso y peludo cachorrito; pero este lo mordió con ferocidad, causando que Gohan comenzara a gritar como loco y que Goku entre en pánico, por no saber que hacer al respecto.

—¡Quítamelo! —gritó adolorido, sacudiéndose con frenesí— ¡Me está mordiendo con fuerza! ¡Sus colmillos son muy filosos!.

—¿¡Q-qué hago?! —dudó el peli-palmera agitado.

Creo una bola de ki con la palma de su mano. Se la iba a arrojar al perro, pero Gohan se lo impidió.

—N-no lo hagas —murmuró culposo, esbozando unas pequeñas lágrimas de dolor.

Permanecía del mismo modo, con el perro mordiéndolo con rabia y él sacudiendo su cuerpo para apartarlo.

—¡Te va a arrancar la mano! —espetó Goku asustado— Gohan tengo que...

—Me sentiría terrible si lo golpeas —confesó mortificado— no podría lastimar a una criatura así. Tiene que haber otra forma.

El Son rebuscó en sus pantalones, era una costumbre para él llevar siempre comida en estos. Se topó con una rebanada de pan que arrojó al suelo, consiguiendo apartar por fin al perro de la mano de su amigo.

Al menos evitó que le arranque un dedo. Eso si, mañana por la mañana su mano ardería como el infierno debido a la sangre y mordiscos que escurrían de esta.

El "Tierno perrito" dejó por completo herido y agitado al guerrero. Tendría que curarse la herida luego para que no se infectara.

De la que se había librado Goten.

Aunque conociéndolo, de seguro le daría una patada al pequeño animal o lo rostisaria con una bola de ki si este le fastidiaba.

—Entonces ¿Que pasó luego con Kakaroto? —Trunks inquirió curiosa, mientras seguia cepillando con calma su cabello— ¿Pasó? Lo que usted ya sabe.

Concluyó su duda en un tono pícaro, subiendo y bajando las cejas. 

La princesa Vegita la observó fastidiada.

—Invitamos a su madre y formamos un trió —comentó con sarcasmo— después llegó su padre, hermano y así sucesivamente hasta que formamos una orgía.

La peli-lila sonrió culpable por la pregunta estúpida que acababa de hacer.

:— ¡Si que eres idiota! —le reprochó nuevamente Vegita— no pasó nada después de que la mamá de Kakaroto nos encontró en el baño. Usa la cabeza Trunks, ¿Que esperabas que haga?.

—Yo creí que ...

— ¡¿Que qué insecta?! —espetó nuevamente frustrada— creiste que le diría: si nos disculpa mujer entrometida, voy a proceder a tener sexo con su hijo, regrese mas tarde porfavor. ¡Piensa un poco escoria!.

Las mejillas de la contraria se sonrojaron y el pudor la invadió  ante las quejas desvergonzadas de su soberana.

—Disculpe —comentó la peli-lila apenada— entiendo que fue, estúpido de mi parte preguntar. 

—Como sea —refunfuñó apartándose de su lado, para después acostarse en su cama.

Vegita permaneció en silencio y dio un suspiro molesta.

No por la pregunta repentina emitida de los labios de su dama de compañía, sino porque a ella misma le irritó no poder concretar dicho acto con Kakaroto.

Realmente lo deseaba.

La mujer —aunque sin querer— evitó la única situación íntima que pudo formarse entre ambos.

La inocencia de Kakaroto, por razones que ella desconocía se esfumó en ese entonces. No se vio como un obstaculo para que aquél acto sucediera.

Fue hermoso y apasionado. 

Vegita sabía que su cabeza hueca no se atrevería a hacer eso de nuevo. Al menos, lo suponía porque aquel fuego que se desprendió del cuerpo de Goku, parecía disipado cuando hubo acabado la cena. No veía la misma chispa en sus ojos.

Pero ella, ella si quería que eso se repitiera.

Provocado por ella misma esta vez, teniendo completo dominio de la situación.

Esta vez sin ninguna interrupción.

Aunque debería posponerlo, se veía obligada a posponerlo porque la llegada de Freezer la mantendría ocupada.

A todos ellos.

La peli-lila se retiró en silencio, dejando a la soberana sumida en sus pensamientos.


Fue víctima de un terrible insomnio aquella noche, no pudo pegar un solo ojo y mucho menos cuando ciertos nudillos golpearon con suavidad la puerta que conducía al balcón de sus apocentos.

Entre quejas y reproches sobre quien demonios podía ser, se levantó con pesadez de la cama y apartó las cortinas del enorme ventanal. Veía con irritación y molestia aquella cabellera alborotada que tanto le alegraba la existencia.

—Kakaroto —musitó su nombre con delicadeza, abriendo las puertas para que este entrara— ¿Qué haces aquí?.

Goku rascó su nuca y la saludó con un dulce beso en la mejilla. Sonriendo alegre, aunque la condición de su capitana no fuera la mejor.

Estaba con el cabello enmarañado, vestida con una enorme pijama y aspecto que para cualquier mujer sería vergonzoso mostrar a un chico. Aunque para el criterio del Son, se veía adorable.

—Creí que estarías con tu esposo, Vegita —Goku la atrajo a su pecho, sujetándola por la cintura.

La mas pequeña le sonrió burlesca y acurrucó su rostro con la palma de sus manos.

—¿Con ese idiota? —inquirió divertida— la ceremonia se concretó, comimos y bebimos una copa de vino. Pero eso es todo —explicó— preferiría dormir en un campo plagado de gusanos, a pasar demasiado tiempo con el —expresó en desagrado— ¿Creíste que pasaría la noche con él?.

El azabache bajó la mirada cabizbajo y recibió la mirada arrogante; pero amorosa de la princesa.

—Fue tu novio —recriminó el Son en un berrinche— también fue el primero... en todo.

—¿En todo? —cuestionó confusa, observando con ternura a su infantil subordinado.

—Ya sabes —agregó el contrario en un tono celoso.

Vegita lo abrazó y acarició su cabello, intentando reconfortar los celos idiotas de kakaroto.

—Deberías saber que el que mucho habla, poco hace —alegó recibiendo una mirada extrañada de parte del son.

—¿Qué quieres decir con eso? —Goku cuestionó observándola a los ojos. Con un pequeño brillo iluminando su mirada.

—Nunca pasó nada entre ese misógino y yo, Kakaroto —su alteza confesó con una sonrisa— siempre fueron comentarios vacíos y estúpidos de su parte para sentirse mas "Hombre". Me daba igual que los dijera, yo sabía la verdad.

—Pero...

Dudó nuevamente el Son.

Para Vegita aquel joven saiyajin era completamente de manual. Lo conocía como a la palma de su mano y le encantaba su forma de ser, tan transparente y pura.

No había nada oculto en sus sentimientos, o en lo que su persona respecte. Era demasiado predecible para alguien tan observándora como ella.

Ya había captado sus dudas incluso antes de que él las pronunciara.

—Supones que porque te dije que eh visto muchos hombres desnudos. Me acosté con medio planeta Vegita ¿No es así?.

—Vegita, no quise decir eso — comentó nervioso— lamento...

—Te estoy tomando el pelo —acortó su comentario, dando un casto beso en sus labios— ¿Qué demonios te trajo aquí?.

El peli-palmera rebuscó en su bolsillo, hasta que por fin consiguió dar con aquel anillo escogido con ayuda de Gohan.

Gastó alrededor de seis salarios comprándolo (pues le dejó el dinero al vendedor en la caja) pero no le importaba, con tal de satisfacer o causar alegría en su princesa cascarrabias. Tomó su mano con delicadeza para depositar la alianza de compromiso en el dedo anular de su amada.

Vegita sabía lo que este anillo significaba.

Lo observó confundida, pero este la beso para después decir:

—No voy a pedirtelo esta noche. Será cuando el tiempo nos lo permita, Vegita.

Sonrió en grande y observó el anillo con detenimiento. Pensando que era el mejor obsequio que alguien le dio en su vida —o al menos el segundo mejor—. Los gestos de Kakaroto siempre la dejaban sin habla y lograban ganarse un pequeño espacio aun más grande en su corazón.

—Si todo esto termina bien, si derrotamos a Freezer mañana y las cosas marchan como es debido —Vegita condicionó— voy a decirte que si.

El rostro de el azabache se llenó de alegría, para después fundirse en un abrazo con su hermosa capitana.

Lo hizo muy feliz luego de eso y aun más, después que lo invitó a quedarse con ella esa noche.

Pudieron completar lo previo.

Aquella noche fue mágica, hermosa, única.

Después del momento tan íntimo y apasionado que los unió por completo.

Aun recostada en su pecho, con ambos en su cama desnudos, como fueron venidos al mundo. Sumida en la incertidumbre, desconfianza y confusión.

Murmuró viendo a su peli-palmera.

—No merezco que me quieras tanto Kakaroto. Yo... No se si pueda dejarlo todo por ti.

El destino pondría a prueba dichas palabras, horas posteriores a este momento.

La mañana llegó rápidamente, despertando a todos y cada uno de sus guerreros.

Un gran ejército aguardaba en sorpresa fuera del planeta Vegeta. Los ojos rojos de Freezer brillaron con malicia, tras llegar por fin a aniquilar a aquella raza guerrera que tanto aborrecía.

¿Quién se llevaría el triunfo de esta batalla?.

Capitulo de relleno y echo con suma flojera (ya avisé x si está muy kk).

En el próximo capítulo se viene lo bueno.

Gracias x leer y no te olvides de votar si te gustó!!.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro