16︱ Capítulo Diesiceis ⚔️
━ CAMINO AL BAILE ━
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Narrador omnisciente.
—Amm ¿Goten? —Goku llamó la atención del más joven.
Su mejor amigo, estaba vestido de manera elegante. Acomodaba ambos bordes del cuello de su camisa blanca y seguidamente observó al Son con mucha atención.
—¿Qué opinas? —dudó en una sonrisa elegante— ¿Si fueras una chiquistrikis querrías hacerme tuya?
—¿Eh? —él dudó confundido.
—Si me veo bien —aclaró esto a su despistado amigo— tonto —Goten reprochó de brazos cruzados.
—Pues sí —aseguró— te ves bien tonto.
Goten suspiró, mientras sujetaba su cabeza frustrado por la poca importancia que su mejor amigo le estaba brindando.
—De verdad —el azabache se cruzó de brazos— ¡Exijo atención! ¿Crees que me vea apetecible para la sub capitana Trunks? —Goten observó expectante a su amigo, esperando una respuesta de su parte.
—Yo que sé —el peli-palmera simplemente se encogió de hombros— a mí no me preguntes sobre mujeres —corrigió— no, más bien no me preguntes sobre esas mujeres.
Goku ejerció cierto énfasis en la palabra "esas" y como consecuencia, Goten lo miró de manera pervertida codeando su hombro muy sutilmente.
—¿Esas? —inquirió el menor, moviendo sus cejas de arriba a abajo.
Se arrepintió en el instante de lo que dijo.
El mismo había traído a la capitana a la conversación, sin que Goten siquiera la mencionara.
No era bueno pensar en ella.
Estaba mal recordar repetidamente y con cariño, a uno de tus superiores.
Ultimamente no entendía que le estaba pasando. De la nada, simplemente se acordaba de Vegita y en cuestión de segundos se lo veía sonreir al instante. Muy recientemente, su cabeza revivía cualquier pelea o situacion vivida juntos.
Algo inaceptable para Kakaroto.
El intentó buscar alguna excusa para salvarse de los futuros chistes de Goten, pero permanecía con la misma expresión.
—Tú la invocaste —su amigo acusó, elevando ambos brazos con inocencia— ahora ¿Qué es lo que te tiene preocupado zanahoria? ¿Por qué no quieres ir al baile? ¿Es por ella?
En parte, ese era uno de los motivos; sin embargo las razones para no asistir al evento eran muchas.
Prefería permanecer tranquilo, dado que Koshiro tenía un odio muy particular dirigido a su persona. Además, a él le enfadaba la idea de verlo molestando, provocando o si llegase a besar a la princesa Vegita delante de el, un sentimiento de rabia se removería dentro suyo.
Goku no entendía el porqué tanto arreglo y preocupación por parte de Goten. Normalmente no se arreglaría tanto para asistir a una fiesta normal.
Pero bueno, como el no asistiría, no dijo nada.
—No quiero ocasionar más problemas —Goku explicó— ese tipo me odia y de seguro van a anunciar su futuro compromiso esta noche.
Su mejor amigo dejó escapar un grito a los cuatro vientos.
—¡Maldición! ¡En verdad no luchas por aquello que te interesa carajo! —Goten quejó— conociendo a tu princesa ¿En serio crées que va a casarse con ese idiota?
Buen punto.
Conociéndola, de seguro se las ingeniaría para desligarse de aquel compromiso.
¿Tantos años protegiendo su amada herencia para que llegue un oportunista a quitársela?
No, solo lo obedecía para ganar algo de tiempo y porque en la situación actual, era lo que le convenía de momento.
Al menos, eso creía el Son.
—Tienes razón —concordó el peli-palmera resignado.
—Como sea —el menor habló tomando un poco de gel para acomodar su cabello— tienes que ir ¿Vas a dejar a las chicas plantadas?
—¿Eh? —Goku preguntó confundido.
Su respuesta.
Llegó un par de segundos después en boca de su propia madre.
—¡Goten! ¡Goku! ¡Ya llegaron Misha y Milk! —Gine anunció esto desde la planta baja— ¡Y están muy lindas!.
El de dogi naranja observó con molestia a su mejor amigo, quién sonreía de manera culpable.
—Yo que tu iría a bañarme —el le aconsejó— ¿No pensarás dejar a esa hermosa chica ahí plantada?. La invité por ti, de nada.
—Goten —el mayor lo observó severo— no más planes a mis espaldas, o te daré una paliza.
—No te estoy llevando a la horca exagerado —se excusó— deja de hablar como tu papá y ve a bañarte.
—Pero no quiero ir.
—Vas a ir —el menor sentenció— lo hago por tu bien, es necesario despejarse de vez en cuando. Además, no tienes que acercarte a la princesa Vegita, no a menos que tu quieras.
Por mucho que se quejara, su amigo no le había dado otra opción y no sería tan malo como para dejar a la rubia ahí abajo esperando.
Corrió con rapidez al baño, pensando en estar toda la noche ausente con sus amigos. Tampoco era como si pudieran festejar tanto, dado que mañana sería el despegue general del que habló con Vegita.
Eso lo emocionaba, le resultaba divertido conocer otro planeta y además batallar con sujetos fuertes.
Al cabo de un par de minutos, no quedó ni un solo rastro de aquel saiyajin mugroso y desordenado que había entrado en la ducha. Se vistió de la misma forma que Goten, usando una camisa blanca, con unos pantalones de gala, chaleco y corbata formal. Se supone que estarían entre los elite y debían verse decentes, porque caso contrario, como indicaba el protocolo real de la etiqueta no los dejarían entrar.
Siempre organizaban fiestas, pero la clase alta y la baja jamás se mezclan.
Hay una zona V.I.P donde siempre están los elite y un tanto más alejados de ellos (varios sectores después) están los demás.
—Bien hecho —halagó Goten— incluso hueles a jabón ¿Rata muerta? ¿Perro sucio? ¿O alimaña de pantano? —ofreció, extendiéndole aquellos desodorantes.
—Usaré este —se negó, tomando aquel que ocupó la noche de la cita con su soberana— ¿Quieres un poco?
—Bueno.
Ambos terminaron de alistarse, pero aquel de cabello disparatado se quedó viendo aquel desodorante en forma perdida, llamando la atención de su mejor amigo.
"Este ya está arruinado" Pensó él menor.
—Goten —Goku habló al cabo de medio minuto, saliendo de ese Estado de trance— ¿Crées que Koshiro sea tan increíble? Porque claro, tiene un buen ki, también parece que ah estado con muchas mujeres y sabe eso de guiñar su ojo, pero...
Goten lo interrumpió tomando sus hombros y viéndolo de forma asustada.
Un largo silencio se formó.
Goten observaba seriamente al saiyan. El seguía perdido en sus pensamientos, sin embargo, en cuanto se dio cuenta de la forma en la que lo miraba su amigo le pareció extraño.
—Amigo —hablo finalmente el menor— ¿Vo sos puto?.
—¿Eh? —el Son lo observó con sorpresa— ¿Que dices? ¡No! ¡Por supuesto que no!
Goten suspiró.
—Fiu, ya estabas asustándome.
—No ¿Por que sería? —Goku no entendió su loca ocurrencia.
Lo interrumpió.
—¿Entonces por qué me preguntas cosas sobre el prometido de Vegita? —el menor dudó un tanto ignorante al principio.
—Olvídalo —cambió de tema Goku.
Pero Goten ya se había dado cuenta de que es lo que estaba sucediendo.
—Se está haciendo la difícil bro —aclaró— todas las mujeres al principio lo hacen. Le gustas, créeme, eh visto como te mira.
No dijo nada.
Simplemente bajó las escaleras, con su amigo siguiéndole la espalda.
Ambas muchachas estaban esperándolos, mientras conversaban bien a gusto con Gine.
Ellas eran tiernas y dulces.
—¿Listas para una noche inolvidable? —Goten se acercó de manera coqueta— tan solo mírenme hembras. Soy un torbellino de hermosura.
Las tres lo observaban risueñas.
Y Goku bajaba por las escaleras de manera sonriente.
Partieron en el auto del papá de Milk, a pesar de que los saiyajin intentaron volar para para llegar mas rápido tuvieron que ser un poco más comprensivos porque ellas le temían a las alturas.
Comenzaron con su trayectoria y al cabo de un par de minutos llegaron a destino.
La musica resonaba a todo volumen.
Los de la clase baja si que sabían como organizar una fiesta. Bailaban, cantaban y celebraban con montones de comida a su alrededor. Se veía tan divertido.
Les desánimo llegar a la fiesta principal.
Esos soldados élite solo estaban con una música muy tenue, conversando y comiendo de manera sofisticada. Dejando claras las diferencias entre la plebe y la realeza.
—¿Créen que nos dejen entrar? —Milk interrogó con duda.
Goten le hizo un gesto con la mano de que no se preocupara.
—Vienen con nosotros, seguro que si nos lo permiten —aseguró el Son.
Se acercaron junto con las chicas a un soldado robusto, vestido con un traje elegante quien los recibió con una cara de pocos amigos.
—¿Nombre? —interrogó aquel seguridad.
—Kakaroto, Goten y las damas vienen con nosotros —aclaró Goku.
—Ustedes dos pueden pasar —aceptó señalándolos— pero... ellas no. Son de la plebe.
Goten se acercó al guardia con una mirada confiada en el rostro.
—Si vamos a pasar —condicionó— las chicas vienen también.
—No pueden...
Lo interrumpió.
El menor expresó un bufido sonoro.
—Mi amigo ¿Sabes con quien estas hablando? —Goten habló con una sonrisa exuberante— somos de la tropa de la princesa Vegita, no puedes.
Esta vez él guardia corto sus palabras.
—Mi trabajo es simple, niño. Si no está tu nombre en esto —señaló la plantilla— no pasas. Así de sencillo y práctico.
—Oh vámos —quejó— no puedes hacernos esto ¿Quieres que le diga a la princesa tu descaro? —amenazó.
—Goten —Goku lo observó diciendo que no juegue con esas cosas.
—Inaceptable —protestó el amigo del Son— mi capitana va a enterarse de este descaro enseguida.
—Goten, olvídalo —alivió Milk— después de todo, está mejor la otra fiesta.
—Pero vamos a entrar a esta —Goten no dejaría escapar su plan así de fácil— llamaré a la princesa Vegita para que...
Una voz sonó a sus espaldas haciéndolo callar al instante.
—¿Para qué ibas a llamarme?.
Ambos saiyajin voltearon en su dirección, viendo como llegaban ambas capitanas con una sonrisa en sus labios. Por un momento se les olvidó completamente la compañía de aquellas muchachas. Se les olvidó que ellas ya estaban acompañadas y el mundo entero pareció insignificante.
Las vieron llegar como corresponde, luciendo hermosas e imponentes.
¿De verdad estaban perfectamente arregladas?
¿Usando vestido? ¿Y tacones?.
Goku sintió esa sensación extraña en su estómago —de nuevo—. A excepción de esa vez en donde salieron juntos, su capitana se veía realmente bien.
No era nada muy exagerado como aquella vez y ahora. No estaba presente con la intención de impresionar, quizás su actitud relajada la volvía aun mas atractiva; talvéz esos labios rojos eran aquellos que le tentaban, o su largo cabello azabache, descendiendo como cascada por debajo de su cintura.
No entendía que le estaba sucediendo.
¿Por qué lo alteraba de esa forma?
—¿Ya acabaste de observar a mi novia? —la pregunta fue dirigida a Goten, por un sujeto fornido que llevaba a Trunks de la mano.
Observó a aquella peli-lila con molestia.
Debido a que él habló, finalmente salieron del dichoso trance.
—¿Sales con él? —Goten preguntó ofendido.
La muchacha de ojos azules simplemente lo ignoró y con voz seca respondió:
—No es asunto tuyo.
—Pero, lo que me dijiste el otro día.
—No seas ridículo —la peli-lila mató sus esperanzas, antes de que a Goten se le ocurra hablar de más— solo fue una mentira.
Y sin decir nada, avanzó con ese soldado sujetándole la mano.
Tal vez en ese momento se oía solo el silencio, pero la cara de Goten confirmaba que eso le dolió y mucho.
La mirada de Vegita y Goku se volvió una sola.
Ambos se disfrutaban en silencio, de una manera incitante.
El Son, al notar lo mucho que la estaba mirando, desvío la vista, pero Vegita lo provocó aun mirándolo con más descaro.
No podía negar que esa noche, lo vio por completo atractivo.
Su "Prometido" cortó tajante aquella guerra de miradas con una risa ronca.
—Kakaroto —Koshiro lo saludó poniendo una mano en su hombro— disfruta de mi prometida y de la velada hoy. Y recuerda, puedes ver, pero no tocar. A partir de este día ya no eres más un soldado así que me temo que tendrás que marcharte.
La peli-flama río en sus interiores, al imaginarse la cara que tendría Koshiro mañana cuando lo vea en su ejército.
No podía dejar ir a un soldado como kakaroto y menos en una situación así de difícil.
No iba a admitirlo, pero el insecto le era útil en la guerra final.
—Como digas —Goku ignoró sus ofensas y se apartó rápidamente de la entrada— ¿Por qué mejor no vamos a la otra fiesta? —propuso entusiasta, mirando a sus amigos.
—Así es —siguió provocando el prometido de su majestad— no te olvides nunca de donde perteneces.
Goten y Goku avanzaron junto a las chicas, cuando la voz de Vegita los frenó en seco.
—Déjalos entrar —ordenó al guardia de seguridad.
—Como usted diga su alteza —finalmente aceptó.
—Veggie, tienes que estar bromeando —Koshiro quejó a su lado.
—Tú callate y camina —respondió cortante, comenzando a caminar.
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