El Scotiabank Arena de Toronto se encuentra repleto de gente, el día tan esperado ha llegado. Los fanáticos se dejan ver efusivos vistiendo sus mejores trajes, camisas y artefactos alusivos a su luchador favorito.

Las peleas preliminares han terminado dándole paso a las estelares. La campeona rusa se enfrenta contra la retadora alemana por el título de peso mosca. Los fanáticos que están fuera comienzan a entrar emocionados y a la espera de la pelea de Jeon contra Andrey.

Corea del sur versus Ucrania, experiencia contra novates. La lucha más esperada por aquellos que desean ver perder a Jeon, aquellos que lo detestan por su horroroso fin en el boxeo.

Los aplausos se escuchan cuando la pelea de cinco rounds de las mujeres llega a su fin. Con la campeona rusa, manteniendo su cinturón.

La entrevistan mientras las personas esperan impacientes por la última pelea de la noche. Entre esa multitud impaciente se encuentra Jimin lo suficientemente nervioso al lado de una pequeña castaña emocionada.

La rusa sale del octágono y la cámara se encarga de enfocar a las celebridades y luchadores que se han hecho presentes a la lucha.

—!Es Di! ¡Mira es Di! —vocifera Emma al ver al azabache en las grandes pantallas.

Jimin alza su vista y ve una de las pantallas, el italiano se quita las gafas, guiña uno de sus ojos y luego sonríe a la cámara. Los fanáticos se enloquecen al ver al campeón de semipesado presente en el Scotiabank Arena. Dimarco se pone en pie y agita sus manos saludando al público.

El castaño sonríe y gira un poco sobre la silla y con su mirada busca al italiano. Lo ve de pie por unos segundos y luego se sienta muy sonriente, cuando está por llevar su atención al octágono nuevamente, Dimarco lo mira a la distancia, él asiente lentamente y el italiano simplemente le guiña su ojo derecho.

Jimin se sienta correctamente y mientras hay una locura en el lugar él se queda pensativo viendo sus piernas moverse de manera constante. Se alegra de haber visto a Di, es su amigo, bueno, posiblemente ya no lo sean, pero eso no quita el cariño que le tiene.

Las luces se apagan y el primero en entrar es Andrey. El público grita y aplaude vueltos locos al ver cómo el ucraniano camina junto a su equipo hasta llegar al octágono. Minutos después el rostro de Jungkook aparece en las pantallas, entonces el apoyo ahora está dividido.

Jimin presiona el peluche en forma de perrito que Jungkook le obsequió a Emma. La niña salta emocionada al verlo y Amber aplaude y grita como siempre lo hace en cada pelea.

El pelinegro camina por el pasillo, a su lado dos guardaespaldas de negro, atrás dos tipos de seguridad del evento con chaquetas ocres y luego su equipo.

—¡Vas a perder, Jeon!

—¡Vamos, Jeon!

—¡Vete a la mierda, Jeon!

—¡Fuera de aquí, Jeon!

—¡Tú puedes, Jeon!

Jungkook se detiene luciendo sereno frente al cutman encargado, se retira la sudadera y la camisa al mismo tiempo, se agacha y se quita los zapatos y por último el pantalón deportivo. Se da la vuelta y abraza a su equipo hasta abrazar a Johann.

—Es tu noche, sohn. Ese cinturón es tuyo —dice el alemán.

Jungkook regresa frente al cutman y luego le aplican vaselina, otro delegado se encarga de revisar su cuerpo. Le pide que le muestre las manos y de inmediato las coloca frente a él, observa los guantes de la superficie y luego los rota. Le da el visto bueno y entonces el pelinegro deja que le coloquen el protector bucal, bebe un sorbo de agua y por último arrastra sus pies sobre la toalla. Sube los escalones y antes de entrar al octágono saluda al público y al final detiene su mirada sobre los dos castaños, los ve por unos segundos y después entra al octágono.

Dando saltos rodea el octágono hasta llegar a su esquina, el presentador realiza una última vez la presentación de los últimos y tan esperados luchadores por el cinturón de peso Wélter.

El árbitro los reúne al centro del octágono, les recuerda las reglas y les incita a chocar los puños como acto de respeto. Ambos lo hacen y luego van a sus esquinas, Jungkook se mantiene en movimiento dando saltos en el mismo lugar, por su parte, Andrey se acuclilla y como un felino listo para el ataque espera a que la corneta suene.

El público grita cuando suena la corneta y luego ven como el ucraniano se lanza contra Jeon con una rodilla alzada con el único objetivo de noquearlo. El pelinegro consigue esquivarlo y luego toma su posición habitual de boxeo, es bueno en el boxing y planea utilizarlo hasta que su strike haga tambalear, caer o desorientar a su rival.

El rubio lo acecha, le lanza una combinación y consigue conectar haciendo que el público que lo apoya se emocioné. Jungkook lo espera, alza un poco su pierna derecha, pero no lanza la patada simplemente se queda en el hamago y entonces suelta un recto que roza la barbilla, luego un bajo que castiga el hígado y un uppercut que su adversario consigue esquivar.

—Golpea y retrocede —le indica Johann—. Lo estás haciendo bien.

El reloj corre y al último minuto del primer round, Jungkook es derribado por Andrey. Jimin se sobresalta un poco al ver cómo con facilidad el ucraniano atrapa la cabeza de su esposo para hacerle una guillotina.

—Resiste, resiste —murmura entre dientes el castaño apretando el perrito de peluche. —¡Sal de ahí, Jungkook! —grita, histérico.

El surcoreano escucha las indicaciones de Johann y como puede se impulsa con sus rodillas y cae de espaldas revirtiendo la guillotina. El público enloquece al ver la hazaña de Jeon mientras Jimin sonríe y aplaude orgulloso.

Los dos se ponen en pie y cuando están por intercambiar golpes la corneta suena.

—Eso fue grandioso, sohn. Absolutamente grandioso —lo felicita Johann, mientras el cutman se encarga de aplicarle más vaselina y revisar su rostro—. Debes hacer que se acerque para que conectes tus puños con su rostro, su grappling es malo si consigues soltarte, sube sobre él y golpéalo.

El pelinegro asiente, bebe un sorbo de agua y luego vuelve al centro del octágono. El segundo round de cinco minutos da inicio y Jeon es recibido con una potente patada al rostro que lo hace caer. El ucraniano se lanza sobre él y de inmediato se cubre el rostro, pero es imposible no recibir un par de golpes.

—Voy a noquearte —parlotea con dificultad, Andrey.

El surcoreano lo atrapa con sus piernas y lo acerca a él, recibe golpes en el rostro, pero está satisfecho al conectar golpes en el hígado y brazos del ucraniano.

El segundo round finaliza y ellos en sus esquinas escuchan a sus entrenadores.

El tercer round es dividido el inicio es dominado por Jeon y el final por Andrey.

—Conectalo, debes conectarlo. Deja que se acerque, esquiva y golpea. Tú puedes, sohn —lo alienta Johann.

La corneta suena y nuevamente van al centro mientras los primeros segundos del cuarto round comienzan a correr. Andrey intenta derribar a Jungkook, pero el surcoreano pone en práctica su Jiu jitsu y consigue mantenerse en pie. Conecta una patada en el muslo izquierdo del ucraniano y lo hace retroceder.

Ahora el que se acerca y busca la pelea es Jeon, intenta golpearlo con su mano izquierda, pero falla. Esquiva moviendo su rostro y luego conecta un derechazo a la barbilla de Andrey que lo hace tambalear hacia atrás. El pelinegro alza su pierna derecha y le da una patada en el abdomen, el rubio intenta responder, pero el potente uppercut de izquierda del surcoreano lo hace caer a la lona.

—¡Acabalo! ¡Acaba con él! —escucha los gritos de Jamal y Johann.

Jungkook se lanza sobre Andrey y le da un par de puñetazos sin parar hasta que el árbitro lo aleja de un empujón.

El pelinegro se pone en pie y salpicado de la sangre del ucraniano, se mantiene en movimiento a la espera de su adversario. El árbitro alza una de sus manos, luego mueve ambas en gesto de suspensión y entonces la corneta suena y la pelea termina por knockout.

—¡Gano! —grita Jimin—. ¡Jungkook, gano!

Johann entra junto a Jamal y se lanzan sobre un estupefacto, Jeon.

—¿Qué ocurre? —pregunta, confuso.

—Ganaste, Jeon —le hace saber, Jamal.

Los ojos de Jungkook viajan a la imagen de Johann, el cual asiente mientras le ayuda a ponerse en pie.

—Ganaste, sohn —le confirma y luego lo abraza.

El pelinegro lo abraza por unos segundos y luego corre en el octágono y sube a la reja, alza sus manos y el público le aplaude.

Algunos niegan en desacuerdo y otros sorprendidos, felices y de acuerdo aplauden mientras corean su apellido.

El seguridad le pide que baje y emocionado lo hace, lo encamina al centro donde el árbitro coge su mano izquierda y el presentador comienza a hablar.

—¡Por knockout absoluto, el nuevo campeón de la división peso Wélter es Jeon, el orgullo de Corea! —vocifera con emoción el presentador.

Jungkook alza sus brazos hechos puño mientras el presidente de la UFC le coloca por la parte trasera el cinturón.

Las manos de Jeon palpan el cinturón y no puede evitar sentirse conmovido y orgulloso de sí mismo.

—Jeon, una noche espectacular. Tú regreso ha sido completamente asombroso. Por favor, dinos cómo te sientes.

—Esto es increíble, es una locura. Siento mucha felicidad, estoy completamente feliz, pero sobre todo agradecido con mi equipo —expresa el surcoreano. —Johann —llama a su entrenador, el cual se acerca de inmediato. —Esto es todo gracias a él, más allá de ser mi entrenador es mi familia, fue él quien me motivó y gracias a él estoy aquí de pie frente a todos ustedes como el nuevo campeón de peso Wélter de UFC —relata con emoción, mientras abraza al alemán.

—Jeon, ¿tenías un plan para este encuentro?

—Como lo dije en la primera conferencia, quería noquearlo con mi striking y eso es lo que hice. Eso no quiere decir que mi lucha y agarre sean malos, he mejorado y seguiré haciéndolo para convertirme en uno de los mejores luchadores de la UFC.

—¿Qué quieres hacer más adelante? ¿Aceptarás defender el cinturón?

—Por supuesto, sé que muchos querrán retarme y estoy dispuesto a aceptar si el presidente así lo quiere. No me importa quién, no me importa dónde, me enfrentaré a quién sea dónde sea —contesta el pelinegro.

—Algo que quieras decirle a tus seguidores y no seguidores.

—A mis fans quiero agradecerles por el apoyo y la confianza. Y a los que no me siguen solo puedo decirles que deben acostumbrarse a verme más seguido porque voy a destrozar a sus favoritos uno por uno —verbaliza Jungkook, ganándose abucheos y gritos de apoyo de la multitud.

—Jeon, indiscutiblemente eres el nuevo campeón de peso Wélter. Queda claro que tú striking es maravilloso y que tienes sed de mucho más.

—Sí, sin duda alguna vine para quedarme —dice Jungkook y con rapidez agrega—. Quiero agradecer a dos personas especiales en mi vida. Discúlpame por preocuparte, birdie. Pero lo conseguimos, lo logramos.

—Muy bien, gracias Jeon —agradece el entrevistador—. ¡Damas y caballeros con ustedes el nuevo campeón de peso Wélter de la UFC! 

Jungkook se quita el cinturón, lo eleva y luego se lo entrega a Johann, se toman un par de fotografías y luego sale del octágono, lo rodea mientras lo escoltan hasta llegar a la barrera.

—¡Jungkook! —exclama Emma al verlo.

El pelinegro salta la barrera, toma el cinturón y camina hasta Emma y Jimin.

—Lo lograste, amor —articula con voz quebrada, Jimin.

—Lo logramos —lo corrige él mientras le entrega el cinturón.

Jungkook carga a la niña sobre sus hombros como siempre lo hace y luego abraza a Jimin. Los fotógrafos y los fanáticos los fotografían mientras con euforia continúan apoyando al surcoreano.

El castaño se separa de él y lo deja celebrar con sus fans de camino al vestidor. Mientras espera por Jungkook sentado en la misma silla que presenció la pelea, alguien toca su hombro izquierdo. Él alza su vista y se pone en pie al reconocer a la persona.

—¡Di! —emite, sorprendido.

—Verte me hace feliz, aunque no es así como verdaderamente me siento —dice el italiano. 

—Tú…

—No estoy aquí por él, si piensas que vine a verlo estás equivocado —lo interrumpe el italiano. —Sabía que estarías aquí, así que estoy aquí para verte —le hace saber, serio.

—Di, yo…

—Tú nunca dejarás de ser importante para mí, voy a recordártelo siempre, Ji.

El italiano coge la mano derecha de Jimin, la acaricia y luego deposita un beso en el dorso para por último susurrar—. Mi intención nunca será lastimarte, pero supongo que lo haré porque en algún momento él y yo nos enfrentaremos y voy a destruirlo.

El castaño pasa saliva y de inmediato de un solo tirón aleja su mano de la boca del azabache.

—Quiero que te vayas —le pide Jimin.

El italiano asiente y susurra—. Nos vemos pronto mi querido, Jimin.

El castaño se queda en silencio, suelta un suspiro y segundos después escucha las risas de Emma y Jungkook. Se gira y los ve correr hacia él, de inmediato una enorme sonrisa se posa en su rostro.

—Tu cinturón —musita Jeon mientras se lo quita de la cintura y se lo coloca a Jimin.

—Entonces tú peleas por mí —chista el menor.

—Siempre birdie, siempre —asevera en tono coqueto, Jungkook para luego darle un beso.

—Estoy orgulloso de ti, Jungkook —dice Jimin—. Te amo.

El mayor toma la mano del castaño, limpia el dorso y eso le deja en claro que ha visto su encuentro con Dimarco. Entrelazan sus manos y de esa manera caminan juntos entre risas mientras ven a Emma correr de un lado a otro jugando con un globo con el rostro del ucraniano.

Cutman: es el médico que se ocupa de los cortes sufridos por los peleadores en los eventos. También es el encargado de realizar los vendajes en las manos.