19
Ha pasado un mes y tanto para Jimin y Jungkook, ha sido el mejor mes de sus vidas, ya que, la mayoría del tiempo dormían juntos y por la mañana John se encargaba de dejar al pelinegro en el gimnasio y al castaño llevarlo a la casa de su padre antes de que despertará.
Jimin sale del baño y pega un brinco cuando ve que alguien le obstruye el paso.
—Maldición, Jungkook —murmura entre dientes, golpeando con una de sus manos el pecho del más alto. —Deja de reírte, no es gracioso —lo señala, molesto.
—Te ves precioso —lo halaga el pelinegro—. Dame un beso.
Jimin se acerca a Jungkook y aun molesto se pone de puntillas y deja un casto beso en los delgados labios del contrario.
—Ya, es suficiente. Estamos en un lugar público, controla tus manos y tus ojos —le indica el castaño.
—Como si eso fuera fácil —masculla Jeon.
—Solo hazlo, amor.
—Bien, sí, como sea —parlotea en desacuerdo.
—Te ves muy guapo. Llegue a tu vida y ahora luces espectacular, Jungkook —fanfarronea Jimin, haciendo reír a Jungkook mientras lo sigue muy de cerca.
—¿Insinuas que eres la razón por la cual me veo bien? —lo cuestiona divertido el más alto.
—Sí —contesta con determinación el castaño. —¿Has escuchado eso de que cuando estás con la persona correcta te hace ver bien en todos los sentidos? —inquiere, deteniéndose antes de regresar a la mesa junto a su padre y Amber.
—No, pero ya me lo dijiste —murmura Jeon, parándose al lado de Jimin.
—¿Y qué piensas?
—Pienso que quiero besarte y…
—Cierra la boca —lo interrumpe entre risas, Jimin.
Ambos regresan a la mesa y su padre hace todo lo posible para mantener sus manos lejos de las piernas de Amber, mientras Jake, su entrenador mira su celular.
Una ronda de aplausos se escucha debido a que dos personas suben al escenario para empezar con la premiación de la WBC de este año. El salón se encuentra lleno de boxeadores retirados, amateur, los que ya tienen un camino recorrido y trazado en la élite y los que empiezan a abrirse paso como Jeon.
—Buenas noches —se escucha una coqueta y varonil voz que hace que todos en la mesa giren sus rostros para ver a la persona.
—¡Dimarco! —exclama Won mientras se pone de pie al ver al peleador de UFC en su mesa. —¿Cómo has estado? —pregunta, estrechando su mano con la del Italiano.
—Muy bien señor, Park —contesta de manera educada.
Amber y Jake ven a Jungkook, el cual no quita la vista del Italiano ni por un microsegundo.
—¿No vas a saludarme? —se dirige el italiano a Jimin.
El castaño se pone en pie, rodea la mesa y camina hacia su amigo.
—Te ves hermoso —lo adula Dimarco mientras se funden en un abrazo.
—Desvía tu mirada o al menos finge una sonrisa —musita la rubia viendo a Jeon.
—Lo sé, yo siempre me veo hermoso —dice Jimin en tono divertido.
—Sí, sí, de eso estoy muy seguro —concuerda el italiano, esbozando una enorme sonrisa mientras ve al castaño frente a él.
—Estaré en Los Ángeles esta semana, podemos vernos si gustas —verbaliza Dimarco.
Amber ve el rostro de Jeon tan tenso que no puede evitar mantener su boca cerrada—. Ay, no.
—¿Estás bien? —la cuestiona Won.
—Sí, es solo que estoy nerviosa. Casi se viene la premiación de la categoría de Jeon —responde la rubia, desviando el tema.
—Ah, Jeon —dice el italiano al ver al sur coreano en la mesa.
Jimin niega cuando ve a su amigo caminar hacia su novio, ve a Jungkook y finge una sonrisa mientras su papá conversa entre susurros con Amber y Jake no se pierde ni un solo detalle de lo que está ocurriendo.
—Jeon, un placer conocerte. Gracias por asistir a mi pelea —expresa el italiano.
Jungkook se pone en pie, ve de soslayo a Jimin, estrecha su mano con la del luchador de Artes Marciales Mixtas y verbaliza—. Un gusto, Dimarco. Sí, mi equipo y yo recibimos la invitación y decidimos asistir a tu pelea. Muy buena.
—Sí, recordé que Jimin dijo que eras el apadrinado de su padre y quise invitarte. Tienes muy buena izquierda, he visto tus peleas, y él. —hace una pausa para señalar al castaño. —Me ha hablado maravillas de tu buen desempeño en el cuadrilátero —agrega.
—La categoría de Jeon —anuncia con emoción en su voz, Amber.
—Suerte, Jeon —es lo último que dice el italiano para luego darse la vuelta.
Dimarco abraza a Jimin y luego deposita un beso sobre una de sus mejillas y por último se aleja de la mesa.
—El premio a la categoría de boxeador revelación de este año, los nominados son…
Mientras las fotografías con los nombres y pequeños fragmentos de los vídeos de los nominados se proyectan en las pantallas grandes, Jimin toma asiento al lado de Jungkook de nuevo, disimuladamente posa una se sus manos sobre las piernas del pelinegro lo acaricia y luego lo ve.
—El ganador al boxeador revelación de este año es…
Jeon gira su rostro y se da cuenta que Jimin lo mira, se ven y luego se sonríen.
—El ganador es Jeon el orgullo de Corea del sur —anuncia con fervor el presentador.
—Ganaste —le hace saber el castaño con una enorme sonrisa en su rostro.
Jungkook se pone en pie, el primero en abrazarlo es su padrino, luego Amber, después su entrenador y por último, pero más importante abraza a su novio.
—Contrólate —le pide entre susurros Jimin, mientras lo abraza—. Estoy orgulloso de ti, ahora ve por tu premio.
Jeon se gira, rodea la mesa y comienza a caminar hacia el escenario mientras un par de sus colegas lo saludan, sube las gradas, saluda a los presentadores y luego toma el premio en forma de guante. Lo ve por unos segundos y después alza su vista, mira a los presentes y hace una reverencia.
—Esto es increíble —es lo primero que dice. —Quiero empezar agradeciendo a mi padrino el señor Park y a mi grandioso equipo, sé que están viendo esto desde casa. Y bueno, Jake, mi entrenador esto también te pertenece. —expone, alzando el premio. —También quiero agradecer el apoyo que recibo de mis seguidores en cada pelea. Y no quiero bajarme de este escenario sin antes agradecer a una persona especial que le hace bien a mi vida en todos los sentidos. Gracias cariño —culmina su discurso y luego baja del escenario.
Jimin no puede evitar sonreír, se siente como un adolescente, daría lo que fuera porque su relación fuera pública para poder ir hacia Jungkook, lanzarse a él y llenarlo de besos.
—¿Jeon, tiene pareja? —indaga Won.
Su hijo lo mira de manera extraña mientras Amber niega y Jake decide responder—. Sí, sale con una chica castaña, lo recoge cuando sus entrenamientos terminan.
La castaña y el rubio ven al entrenador con seriedad y luego luchan por contener la risa ante la mentira.
La premiación culmina y todos empiezan a despedirse y a tomarse fotografías con los ganadores de la noche. Dimarco busca a Jimin para tomarse una fotografía y luego se despiden.
Amber y Jimin llegan hasta donde Jake, su padre y Jungkook se encuentran.
—Soy yo o se ven demasiado felices —duda la rubia.
—SÍ, supongo que es uno de los mejores días de sus vidas —menciona el castaño.
—Hijo, tomanos una fotografía —le pide su padre a Jimin.
El chico asiente, saca su celular y les toma una fotografía a los tres, luego solo a Jeon con Jake, después una a su padre y a su novio y por último le toma un par de fotos posando solo al pelinegro y le toma una con Amber.
—Tu turno —dice Jungkook, extendiendo el brazo con el que no sostiene el premio.
—Ve, rápido —lo motiva la rubia, arrebatándole el celular para luego empujarlo hacia el frente.
—Diste un buen discurso —comenta Jimin, al llegar al lado de Jungkook.
—Lo sé, ¿cuál fue tu parte favorita?
—Sonrían —les pide Amber.
Los dos chicos sonríen viendo hacia el frente.
—Mi parte favorita fue lo ultimo —confiesa Jimin.
—¿Sí? —dice Jeon mirando los ojos color miel del más bajo.
—Sí —asevera el castaño.
—Creo que tengo mis favoritas —canturrea Amber, viendo las fotografías en las que ambos chicos se ven el uno al otro destellando y gritando amor desde cualquier ángulo.
—Toma, esto es tuyo —habla el pelinegro, entregándole el premio a Jimin.
—¿Seguro?
—Muy seguro, cariño —farfulla mientras le guiña uno de sus ojos.
—¡JEON! —se escucha un fuerte grito.
El antes mencionado ve al hombre que se acerca a él con mirada seria y caminata prepotente.
—Jungkook, no importa lo que diga. No caigas en su juego —le sugiere Jimin.
—¡Jeon! —lo llama de nuevo, está vez a escasos pasos de distancia—. Vengo a retarte, quiero una pelea por el campeonato mundial de peso superwelter de la WBA. (Super)
Jeon no puede evitar sonreír ante la propuesta.
—Eso no pasará —se opone el pelinegro.
—Sí, todos tienen razón. Tú solo aceptas peleas arregladas para mantener tu cinturón —lo señala de manera burlona el ruso.
—Mierda —bufa Jimin al ver como Jungkook empuña sus manos y rompe con la distancia que mantenían.
—Peleas arregladas —brama Jeon, furioso. —¿Quieres que te quite el cinturón? —lo cuestiona, mientras los fotógrafos y medios presentes graban todo lo que ocurre. —Si perder el cinturón es lo que quieres, es justo lo que voy a darte, bastardo —aclara el pelinegro mientras choca su frente con la del ruso en repetidas ocasiones.
—Voy acabar con tu carrera, Jeon —parlotea Andrei con altanería.
—Eso lo veremos —espeta Jungkook, esbozando una sonrisa socarrona que descojona por completo al ruso.
Andrei eleva sus brazos y luego empuja a Jeon.
—No, detente —le pide Jimin, tomando uno de los brazos del pelinegro—. Jungkook, solo quiere que pierdas el control frente a los medios. No se lo permitas.
Jeon rechina sus dientes, ve con ira demencial al ruso, aclara su garganta y luego dice—. Nos vemos en el cuadrilátero, no olvides llevar mi cinturón.
El pelinegro se da la vuelta dándole la espalda a Andrei, el ruso se cabrea y se lanza en dirección a Jeon, pero Jake lo detiene antes que ataque por la espalda a su pupilo.
—Hasta la pelea, campeón —habla entre dientes, Jake, empujando al ruso.
Al llegar a la casa de los Park el entrenador y el padrino hablan sobre la pelea que se llevará a cabo, Jimin no se acerca a Jungkook, puede notar el enojo aun en sus ojos. Posiblemente esté furioso con él por haberse entrometido está seguro que de no haber intervenido, Jeon se hubiera lanzado sobre el ruso y habrían tenido una pelea.
El castaño va en silencio a su habitación, cierra y le coloca pestillo, le pide a Amber que le diga a su padre y a su novio que no se siente bien y que no quiere que lo molesten. Toma una ducha, se pone el pijama y luego se lanza a la cama, ve las fotografías que Amber le ha enviado y no puede contener una sonrisa cuando ve la foto en la que él y Jungkook se ven mutuamente. La sonrisa se desvanece cuando ve la notificación de un mensaje de Jeon diciendo que necesitan hablar. Silencia su celular, lo bloquea y luego cierra sus ojos y se obliga a quedarse dormido.
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