El recinto lleno de personas, comida, luces y mucha felicidad entonaba a la perfección con la celebración debido a que Jeon había podido retener el cinturón.

Amber y el coach le habían sugerido al boxeador que amenizará una fiesta como celebración y agradecimiento al equipo y a las personas que lo apoyan.

Jimin baila en la pista de baile junto a Amber, a la distancia Jungkook lo mira en constantes ocasiones mientras mantiene una conversación con un boxeador amateur.

Won conversa con algunos de sus socios mientras el resto, baila, se alimenta o simplemente se mantiene a la expectativa de lo que sucede.

—Oye, nunca recibí mi invitación —se escucha la voz de una chica.

Jeon se da media vuelta y ve a una pelirroja junto a un peligris mirándolo.

—¡Chicos! —exclama al reconocer a las dos personas frente a él. —Hablamos luego, Lion. Escríbeme —se despide del boxeador amateur.

—Me parece una maldita falta de respeto que no recibamos invitación —habla el peligris.

—Jay, viejo. Estoy feliz de verte —dice Jungkook con una enorme sonrisa.

Se acercan un poco más, estrechan sus manos y luego se dan un abrazo.

—¿Qué hay de mí? ¿No hay un abrazo para la querida, Susie? —parlotea la pelirroja mientras se cruza de brazos.

—Sabes que sí, ven acá.

Jeon la acerca a él, la mira por unos segundos y luego la abraza mientras ríen.

—Jeon, debes venir con nosotros —habla con voz agitada, Amber.

—Está ocupado —verbaliza Jimin, viendo cómo Jungkook rompe el abrazo, pero aún rodea con uno de sus brazos los hombros de la chica.

—Lindo saco —elogia Jay a Jimin.

—Lo sé, gracias —dice entre dientes el castaño.

—¿Vienes o no? —lo cuestiona Amber.

—Solo déjame…

—¿Quiénes son? —curiosea Jimin, mientras recarga el peso de su cuerpo en su pierna derecha.

—Jimin, no creo que sea correcto indagar en la vida privada de Jeon —lo regaña Amber.

El castaño la mira y luego ve a su pareja. Alza sus cejas y de esa manera le da a entender que sigue esperando la respuesta.

—Soy Jay —se presenta el peligris. 

—Y yo soy Susie —se presenta la pelirroja mientras saca su móvil y luego se lo muestra a Jimin. —Mira, nos conocemos desde adolescentes. Somos amigos, bueno Kook y yo nos hicimos novios, pero él empezó a boxear, se marchó de Busan a Seúl y nos veíamos siempre que podíamos. En conclusión nunca terminamos nuestro noviazgo —explica con fluidez y nerviosismo la chica.

Jimin esboza una sonrisa, asiente y luego aclara su garganta.

—Entonces vienes a visitar a tu novio ¿Verdad? —espeta el castaño, mientras sus cejas se alzan y mantiene esa sonrisa forzada en sus labios.

—No, espera —interviene Jungkook, soltando a la pelirroja.

—Es muy bueno conocer a la novia del campeón, ¿verdad, Amber? 

La rubia susurra un sí mientras ve a la pelirroja y luego a Jimin.

—Soy Jimin Park, hijo de Won Park, el multimillonario que apadrinó a tu novio —se presenta con elocuencia y presunción.

—Chicos, podrían darnos unos minutos por favor —se dirige Jeon a sus amigos.

—Escuche que había una fuente de chocolate —canturrea la pelirroja.

—Cerca de la pista de baile —le indica Amber.

Jungkook ve a Amber la cual ve a Jimin.

—Ok, ya entendí —murmura la rubia.

—No, espera. Voy contigo —la detiene el castaño.

—Jimin, necesito que hablemos —enfatiza Jeon.

—¿Hablar? —repite el más bajo—. Creo que todo está claro. Ve con la chica y…

—Solo escúchame.

—No quiero.

—¿Por qué te comportas así? —lo confronta Jeon.

—Porque así es como soy, creí que lo tenías claro —contesta a la defensiva el castaño. 

—Todo es delicioso —habla Susie mientras come fresas con chocolate.

—Es muy bueno que ella aparezca cuando empiezas a ganar muchísimo dinero —suelta Jimin con desdén.

—Oye, ¿Insinúas que estamos aquí porque ahora es un boxeador reconocido mundialmente? —habla Jay.

—¿No es así, Susie? —cuestiona a la pelirroja.

—Creo que todo el dinero se te ha subido a la cabeza. No todas pensamos de esa manera —réplica Susie.

Jimin ve a la pelirroja, le sonríe de manera sarcástica y luego se da media vuelta. Coge la mano de Amber y deja a Jeon y sus amigos mientras encamina al pasillo del baño junto a la rubia.

—¿Qué fue eso? ¿Por qué actuaste de esa manera? ¿Qué te sucede? —lo atiborra de preguntas la rubia. —Jimin, detente y habla —le pide.

—Dijo que es su novia, ¿la escuchaste? —habla entre risillas nerviosas el castaño. 

—¿Y qué? —objeta Amber sin comprender.

El castaño desciende su mirada, bufa y luego recarga su espalda contra la pared.

—Espera, espera —balbucea la rubia—. ¿Estás celoso? 

Jimin niega.

—Por Dios, Jimin. No me mientas —lo amenaza Amber—. Jeon quería hablar contigo, quería explicarte. ¿Por qué querría explicarte las cosas? 

El castaño inhala profundo, pone sus ojos en blanco y luego sacude su cabeza.

—Por nada, olvídalo —musita.

—Jimin —lo llama la rubia—. Te gusta Jeon, le gustas a Jeon. ¿Están saliendo, verdad? 

—No, ahora guarda silencio —borbotea el castaño.

—Claro, debí suponerlo. Son pareja.

—Amber —chilla Jimin. 

—Estás celoso de la pelirroja.

—No estoy celoso, estoy molesto —aclara el castaño—. Papá no debe saberlo, ya nos advirtió así que, mantén el secreto.

—Y si…

—Amber —la llama Jungkook.

La rubia ve al pelinegro y comienza a alejarse.

—Estaré cerca por si Won se acerca —les hace saber a ambos.

—¿Qué haces aquí? Debes estar con tu noviecita.

—Deja de comportarte así —le pide Jeon. 

—Entonces no te acerques a mí, solo ve con ella y listo —recrimina el castaño.

—Quiero explicarte

—No quiero tus explicaciones, Jungkook.

—Deja de comportarte como el chico mimado conmigo. No voy a caer en tú estúpido jueguito —lo reta Jeon.

—Haz lo que quieras, Jungkook. No me interesa.

—No te interesa, ¿en serio? 

—Uh, amo esa canción —comenta al escuchar "No lie" de Dua Lipa ft Sean Paul.

—¿A dónde vas? —lo interroga Jungkook al ver que comienza a caminar.

—A la pista de baile —contesta sin importancia.

—Jimin. No tengo paciencia para esto.

—Bueno, yo tampoco tengo paciencia para tus tonterías. Estamos a mano —repone el castaño frente al pelinegro.

—Fuiste grosero con Susie.

—Si esperas que me disculpé eso no va a pasar. Ve a consolarla tú, estoy seguro que te desea demasiado. 

—Basta, deja de actuar de esa manera —espeta con molestia, Jeon.

Los dos se miran a los ojos de manera fija, dejándose en claro la molestia e irritación el uno al otro.

—Jeon, es hora. ¡Date prisa! —alza su voz el coach. —Tus amigos también vendrán, los invité y accedieron —dice Jake, acercándose a ellos junto a Amber.

—¿Irás? —lo cuestiona Jimin.

Jungkook se queda en silencio, sonríe ladinamente, desciende su mirada y luego se aleja del pelinegro.

—Esto es todo —lo escuchan decir todos, mientras camina a toda prisa hacia la pista de baile.

—Cuidate, Jeon —se despide Amber.

—¿Creí que vendrías? —duda Jake.

—No, bueno sí. Pero Jimin no se ve bien. Si hace una tontería su padre lo va a desheredar. Los acompañaré en otra ocasión.

Jeon ve a su coach, introduce sus manos a los bolsillos de su pantalón y luego salen del local. Suben a un Jeep y se detienen hasta llegar a Los Ángeles River.

Todos bajan, cogen bebidas mientras bailan y ríen, disfrutando de la linda vista nocturna del lugar.

Susie se acerca a Jungkook, bailan una canción y cuando termina la chica intenta besarlo. El pelinegro la evita y apenado la mira.

—Disculpa, Susie.

—No, discúlpame tú a mí. Creo que soy la única que pensó que todavía teníamos una relación —habla apenada.

—Éramos adolescentes, no sabía lo que quería en realidad, Susie. Y todo este tiempo que ha pasado…

—Tranquilo, no tienes que explicarme nada —lo interrumpe la pelirroja. —Solo tengo un último deseo —confiesa. 

—Lo que quieras.

—Un último beso —cuchichea la chica.

Jeon ve a su alrededor, la mayoría de su equipo está bebiendo, bailando y conversando.

—Bien —accede.

La chica se acerca a él, posa sus manos en el rostro de Jeon, se coloca de puntillas y luego posa sus labios sobre los de él.

Segundos después se abrazan y luego se separan. Jungkook se acerca al puente y apoya sus brazos contra el cemento, ve el agua fluir mientras piensa en una sola cosa. Jimin y su comportamiento.

—¿Cerveza?

—No, gracias Jake.

—Jeon —lo llama su coach, parándose a su lado derecho. —Sé que es tu vida privada, pero… ¿lo que hay entre tú y el hijo de Park es solo una distracción o algo serio? —indaga.

—No es distracción. Me gusta Jimin, de hecho, somos pareja.

—No amigo, eran pareja. Escuché decir que eso era todo —le hace saber, Jake.

—¿Si? Bueno, lo sabríamos si dejara de comportarse de manera mimada, arrogante y llamativa —objeta Jungkook.

—El chico es así, Jeon. Consigue lo que quiere cuando quiere, las cosas son así para él. 

—Fue grosero con Susie.

—Es grosero con todo el mundo, Jeon. Supongo que contigo no —ríe Jake. 

—¿Estás defendiéndolo? —inquiere Jungkook.

—¿Debería? 

Jeon ríe mientras niega.

—Sea lo que sea que decidas el equipo te apoyara. Pero si Park los descubre…

—Me haré cargo de todo, no los involucrare —asevera el pelinegro—. ¿Algún consejo?

—Haz lo que creas correcto, Jeon. Escucha a tu corazón y esa mierda amorosa —contesta el coach.

—Claro.

Jake regresa al Jeep mientras Jungkook se queda en el mismo lugar, saca su celular. Entra al Instagram y ve las historias que Jimin ha compartido.

Lo ve sonriendo en cada video y fotografía y no puede evitar sonreír al verlo. ¿Por qué tiene que ser tan lindo, pero mimado y grosero al mismo tiempo?

Bloquea su celular, ve la cerveza cerca de su mano, la coge, la mira y luego da el primer sorbo. Frunce sus labios y entrecejo, pero luego continúa bebiendo hasta unirse al resto del equipo a la celebración privada que Jake organizó.