Cuando llegaron a la habitación, Jared dejó a Elise con delicadeza en el suelo.

-Te bajaré la cremallera-dijo.

-Tenemos que hablar-murmuró la chica con esfuerzo.

Jared sonrió.

-Dudo mucho que puedas decir más de dos frases seguidas, Elise. Necesitas dormir.

Se colocó a su espalda y la bajó la cremallera del vestido. Luego, deslizó los tirantes por sus hombros para dejarle caer al suelo. El cuerpo de Elise se tensó un poco cuando él la cogió en brazos otra vez.

-No voy a tocarte, Elise-susurró él acostándola-sólo vamos a dormir, te lo prometo.

La chica se relajó e, inmediatamente, se quedó dormida. Jared suspiró y se desnudó para acostarse a su lado. La atrajo hacia él. Esa noche disfrutaría de la paz. En cuanto su bella esposa se despertase, la guerra estallaría entre ellos sin remedio.

Elise abrió los ojos con dificultad por la mañana. Jared dormía a su lado, guapísimo y relajado. Normalmente, los vamps se despertaban pronto. A los vampiros les costaba despertarse al amanecer. Pero tenía muchas cosas que hacer, así que, decidió levantarse. Se puso una camiseta y unos pantalones cortos y empezó a hacer la maleta sin hacer ruido.

-¿Qué estás haciendo?-preguntó Jared incorporándose en la cama para mirarla.

-Preparar mis cosas-respondió la chica-Damon querrá volver a casa lo antes posible.

-No puedes irte, Elise-dijo con voz firme el vamp.

La chica dejó lo que estaba haciendo para mirarle.

-¿Qué quieres decir?

El vamp se levantó y se puso un pantalón.

-Ahora eres mi reina. No puedes irte.

Los ojos de Elise se llenaron de lágrimas.

-Me lo prometiste, Jared. Dijiste un mes.

-No contaba con que mi padre muriera tan pronto, Elise. Lo siento. Un vamp no puede reinar sólo, no es aceptable. Y mi situación aún es muy inestable como para vivir separados. Quizás en un tiempo.

-¿Cuánto tiempo, Jared?-gritó la chica-¿cuánto tiempo tendré que estar en un sitio en el que no quiero estar? ¿Cuánto tiempo tendré que estar soportando humillaciones y desplantes?

-¡Basta!

Elise, con las lágrimas corriendo por sus mejillas, guardó silencio.

-Tendrás que quedarte. No hay otra opción. Si pones las cosas demasiado difíciles, tus hermanos se verán obligados a intervenir. Y yo me veré obligado a luchar con ellos. Tú decides, Elise.

El chico salió de la habitación. La vampira sabía que él decía la verdad. No tenía otra opción.

Durante el desayuno comunicó a su familia que iba a quedarse con los vamps. Alexia la miró con curiosidad, André con incredulidad y Damon con una clara sospecha en sus ojos.

-¿Esa es una decisión que has tomado voluntariamente, Elise?-preguntó.

-Es la decisión que he tomado, hermano-dijo la chica mirándole con seguridad.

-¿Te parece mal, Damon?-la expresión de Jared era belicosa.

-Me parece extraño, vamp. Anoche mismo, Elise estaba decidida a volver con nosotros.

-He cambiado de opinión, Damon.

-O te han obligado a ello. Vendrás con nosotros, hermana.

-No va a irse, vampiro. Su lugar está conmigo.

-No la tratas bien, vamp, no va a quedarse.

-¿Eso lo dice el hombre que mandó azotar a su esposa?

Damon se puso en pie amenazador. Jared hizo lo mismo. Los dos se enfrentaron. Damon era más fuerte, pero Jared no iba a retroceder por eso. Y estaban en su territorio. Los dos gruñeron y Elise y Alexia se pusieron entre los dos.

-Creo que será mejor que nos calmemos-advirtió André.

-Voy a quedarme, Damon. Es mi decisión. Por favor, iros a casa-ordenó Elise.

El rey vampiro pareció calmarse un poco.

-Está bien. Pero quiero que mantengas el contacto con nosotros a diario, Elise. Te prometo que si algo me hace dudar de que seas feliz aquí, vendré a buscarte. Sin importar las consecuencias.

El vampiro salió de la casa y André tras abrazar a su hermana, le siguió. Alexia recuperó a Louis de los brazos de Martha, que se había mantenido en segundo plano.

-Cuídala-ordenó a Jared echando chispas por los ojos-de momento, lo estás haciendo bastante mal.

Besó a Elise y salió. La chica contuvo las lágrimas con dificultad cuando oyó el motor del coche alejándose.

-Elise…

-No digas nada, Jared.

La chica se volvió hacia él.

-Voy a quedarme. Pero esta vez será bajo mis condiciones. Tendré mi propia habitación. Ni siquiera intentes meterte en la cama conmigo. Quiero a esa mujer fuera de la casa ahora mismo.  Si vuelvo a verla por aquí, me iré inmediatamente. Y tienes que hablar con tu hija. Tiene algo que decirte sobre Margott. A mí no me creerías.

Se dio la vuelta y subió a su habitación.

Bueno chicas, hasta aquí por ahora. Espero poder subir algún capítulo entre semana. Muchas gracias por vuestros votos y comentarios. Un beso grande para todas.