14. capítulo
Por la mañana, Jared y ella bajaron juntos al comedor. Margott estaba ya allí, perfectamente peinada y maquillada, charlando con Martha y Ada.
-Buenos días-saludó Jared al entrar-Margott, esta es Elise, mi esposa.
La mujer la miró de arriba abajo, con gesto sorprendido.
-Un poco joven ¿no? Antes te gustaban las mujeres hechas y derechas.
-Elise es mi esposa, Margott, y, además, tu princesa desde que te has convertido en vamp. La tratarás con respeto-ordenó Jared enfadado-o tendrás problemas conmigo.
-Lo siento…princesa. Simplemente me ha sorprendido el ver lo joven que eres.
-Tengo 900 años, Margott. No creo que se pueda decir de mí que soy joven.
La vampira avanzó hacia donde estaba Ada y la tendió los brazos como cada mañana. La niña se acurrucó contra ella.
-Esa mujer dice que es mi madre, Elise, ¿es verdad?
-Sí, lo es. Margott es tu mamá-respondió Elise antes de que Jared pudiera hablar.
-Esto no es lo que habíamos hablado, Margott. Dijimos que le daríamos tiempo para conocerte-intervino éste furioso.
-Lo siento, Jared. No he podido contenerme. Llevo tanto tiempo alejada de ella...
-Ven a mi despacho. Hablaremos a solas.
-Sí, querido, como tú digas.
La mirada de la mujer mientras seguía al príncipe fue burlona y Elise estuvo segura de que la vamp trataría de aprovechar el tiempo a solas con Jared. Suspiró y sacó una bolsa de sangre para desayunar.
-Ada, ve a buscar a tu abuelo-ordenó la reina-es hora de que desayune.
Cuando la niña salió Martha se sentó enfrente de Elise y la miró con cariño.
-Estás preocupada-afirmó.
La vampira asintió con la cabeza.
-Sólo me queda una semana de estar aquí, Martha. No sé qué decisión voy a tomar y ahora, encima, aparece ella.
-A Jared no le gusta Margott, Elise. Le gustas tú.
-Pero es la madre de Ada. Tendrían que ser una familia.
-No creo que Margott sea una mujer muy familiar. Siempre he creído que lo único que quería era el trono.
Jared salió del despacho más calmado y Margott detrás de él con ojos llorosos.
-Elise, hoy te dará Gail la clase, ¿de acuerdo? Margott quiere pasar un poco de tiempo con Ada y creo que es mejor que yo esté también.
Martha le miró con sorpresa y Elise con incredulidad. La vampira trató de sobreponerse y forzó una sonrisa.
-De acuerdo. Aprovecharé para hablar por Skype con mis hermanos, ahora que por fin he aprendido a utilizarlo.
Jared la besó en los labios con brevedad y cogió a Ada en brazos.
-¿Vamos?-preguntó a Margott.
-Sí, claro, querido.
La vamp lanzó una mirada burlona a Elise antes de salir.
La vampira pasó la mañana sola. Jared había llevado a Ada y Margott al parque y llamó, poco antes de la hora de la comida, para decir que los tres comerían fuera.
Elise no sabía si sentirse triste o enfadada. Había pasado la mayor parte del tiempo de las dos últimas semanas con él y con la niña. Y les echaba de menos. No entendía porqué él había decidido dejarla aparte.
Charló un rato con Alexia por Skype. Intentó mantener la sonrisa de los últimos días y prometió que pronto se verían. Luego, bajó para ayudar con la cena justo cuando Jared, Margott y Ada llegaban. En cuanto la niña la vio corrió a abrazarla, lo que hizo disminuir mucho el enfado de Elise.
-¿Lo has pasado bien?-la preguntó.
La niña asintió y fue a besar a sus abuelos.
-Ven Ada. Tienes que darte un baño-dijo su madre.
-Yo quiero que me bañe Elise-protestó la niña.
La vampira sonrió y se agachó a su altura.
-Tu mamá tiene ganas de estar contigo, preciosa. Sube con ella. Yo te ayudaré a bañarte otro día ¿de acuerdo?
Ada puso un puchero. Era evidente que su madre no la gustaba mucho.
-Quizás sea mejor que subas con nosotras, Jared-pidió Margott mirándole-la niña está más cómoda con los dos.
-De acuerdo, vamos. Os veré en la cena.
Jared salió con Ada en brazos y seguido por Margott. Martha miró a Elise con incredulidad.
-¿Qué diablos le pasa a ese chico?-preguntó-creía que era más listo.
-Se preocupa por su hija, Martha, es lógico.
-No, no lo es. Margott no trama nada bueno. Es más que evidente. Y la niña la importa un comino.
Esa noche la cena fue incómoda. Luke y Jared permanecían callados, Martha trataba de ser cortés con Margott y ésta no dejaba de hablar sobre lo bien que lo habían pasado todo el día.
-Creo que subiremos a descansar-dijo Martha viendo el aspecto del rey.
-Os ayudaré-ofreció Jared.
Subió las escaleras con su padre en brazos, seguido por la reina. Elise les miró con preocupación. Al rey le quedaba poco tiempo.
-¿Cuándo piensas irte?-preguntó Margott.
-¿Perdón?
-Me has oído, vampira. Te he preguntado que cuando piensas irte y dejar en paz a mi hija y a mi hombre.
La expresión de la vamp era de odio y Elise endureció la suya.
-Si voy a irme o a quedarme, es asunto mío, Margott.
La vamp se acercó a ella y la miró con desdén desde su mayor altura.
-En realidad, esta es mi familia y lo sabes. Tú eres una extraña, nunca serás aceptada. Sería mejor para todos que no estuvieras.
-Creo que Jared y yo decidiremos eso.
La vamp, rápida como el rayo, la empujó al suelo y se sentó a horcajadas sobre ella.
-Si no te vas, acabará pasándote algo malo, vampira. No voy a permitir que te quedes lo que es mío.
Elise, sin ningún esfuerzo, la empujó y giró. Ahora, era ella la que estaba encima.
-No me amenaces, Margott. Soy una vampira antigua. Mucho más fuerte que tú. Puedo matarte sin ni siquiera pestañear.
-Elise, ¿te has vuelto loca?
Jared tiró de ella para obligarla a soltar a la vamp. Esta, se puso a llorar inmediatamente.
-Me ha amenazado con matarme si no me voy de la casa-mintió-quiere alejarme de mi hija.
Elise la miró asombrada. Jared seguía sujetándola y ella forcejeó para soltarse.
-Eso es mentira-negó-ella me ha amenazado a mí.
-Sube a nuestra habitación, Elise-ordenó Jared-iré enseguida.
-Pero…
-Obedece. No pongas las cosas más difíciles.
La chica miró a Jared con enfado y luego a Margott. Esta, sonreía victoriosa y la vampira supo que había caído en la trampa. Margott había preparado la escena, y ella la había seguido el juego como una idiota. Se dio la vuelta y subió a su habitación enfadada consigo misma.
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