Por la mañana, fue a buscar a Alexia antes de bajar a desayunar. Suponía que Damon y Jared se habrían reunido y la reina estaría sola.

-Buenos días, Elise-saludó ésta al abrirle la puerta.

-Por tu sonrisa veo que mi hermano no estaba demasiado enfadado anoche-aventuró la chica entrando.

Alexia la miró traviesa mientras se peinaba. Estaba muy bella con su ropa de humana.

-Bueno, digamos, sin dar detalles, que no paró hasta que juré estar muy arrepentida y no volver a hacer nada parecido.

-No paró de hacer ¿qué?

La reina la miró con diversión y Elise rió al comprender. Alex la abrazó con cariño.

-Ahora tú también sabes de qué hablo, Elise. Me alegro tanto por ti.

-Esto será sólo unas semanas más, Alexia, no te olvides.

-Ya veremos… ¿bajamos a desayunar? Estoy hambrienta.

Los dos reyes y el príncipe estuvieron reunidos toda la mañana. Martha y Elise presentaron a Ada a la reina vampira y, ésta, les hizo prometer que la llevarían a la casa de los vampiros para que conociera a Louis.

Cuando se despidieron esa tarde, Elise no pudo evitar que se le escaparan un par de lágrimas. Alexia la abrazó con fuerza y una sonrisa y Damon la miró muy serio.

-Si no eres feliz, vuelve a casa, hermana. Puedes venir con nosotros ahora mismo.

Ella le acarició el rostro.

-Prometí quedarme un mes, Damon. Estaré bien, no te preocupes.

El vampiro miró a Jared que le observaba ahora casi amenazante.

-Si estás intentando llevarte a mi esposa tendremos problemas, vampiro-aseguró.

Damon le miró burlón.

-Si ella quisiera, estaría saliendo por la puerta ya mismo, vamp. Ningún tratado es más importante que mi hermana para mí.

Alexia puso los ojos en blanco.

-Tanta machosterona  junta me marea. Vamos Damon. Tu hermana estará bien.

Damon y Jared la miraron, enfadados por la reprimenda.

-Recuerda que has prometido venir a verme, Elise-ordenó Alexia antes de subir al coche.

-Lo haré. Os quiero.

El coche se alejó y ella sintió el brazo de Jared por encima de sus hombros.

-Intentaré que les veas pronto, te lo prometo.

Elise se encogió de hombros.

-Es sólo un mes. Luego volveré a casa con ellos.

El vamp la acercó a él.

-Creo que no me he esforzado lo suficiente para que quieras quedarte. De ahora en adelante, me concentraré en convencerte.

-No creo que…

Jared puso dos dedos en sus labios para callarla.

-Puedo ser tan cabezota como tú, pequeña. Te aseguro que pondré mucho empeño.

Y, efectivamente, lo puso. Desde el día siguiente, estuvo en casa todas las tardes. Unos días, fueron al cine, otros, salieron con Ada y un par de noches, cenaron fuera. Él mismo se encargó de las clases de conducir y demostró tener más paciencia de la que Elise habría supuesto. Era amable, divertido y encantador. Por la noche, la hacía el amor con tanta dedicación que pasaban horas hasta que se dormían. Dos semanas más tarde, Elise estaba más asustada que cuando se casaron. Se estaba enamorando de él, no podía negar lo evidente. Además, se había encariñado tanto con la pequeña Ada, que no sabía cómo iba a poder vivir sin verla. Sólo faltaba una semana para cumplir el mes. Y ya no tenía nada claro qué es lo que iba a hacer.

Una noche, mientras cenaban con Martha y Luke, alguien llamó a la puerta. Martha abrió y al cabo de unos minutos entró en el comedor acompañada de una mujer muy bella.

-Jared, esta mujer dice que es…

-Margott-susurró el vamp palideciendo.

-Jared, ¿qué ocurre?-Elise se asustó, nunca le había visto así.

-¿Quién eres?-preguntó el rey Luke mirando a la mujer con desconfianza.

-Soy la madre de Ada.

-¿La madre de Ada?-Elise no entendía nada-¿no había muerto?

La mujer la miró con altivez.

-¿Parezco muerta?-preguntó.

-Quizás deberías hablar con ella en privado, Jared-sugirió el rey.

El vamp se levantó y caminó hasta el despacho. La mujer le siguió y cerró la puerta cuando entraron.

Elise miró a sus suegros sin entender nada. Estos, cruzaban miradas de preocupación entre ellos.

-¿Por qué creíais que estaba muerta?-preguntó.

-Eso decía la nota que acompañaba a Ada. Al parecer, se refería sólo a su muerte como humana. Jared nunca quiso convertirla. Parece que encontró a alguien que lo hizo por él.

-No entiendo nada.

-Margott estuvo un tiempo con Jared. No parecía nada demasiado serio, sólo una chica más. Luego, de repente, desapareció. Jared nos explicó que ella quería que la convirtiera y él se había negado, así que se fue. Meses después, alguien envió a la niña con una nota, diciendo que era la hija de Jared y que su madre había muerto. La verdad es que, el parecido era tan grande que estuvimos seguros de eso en cuanto la vimos. Jared intentó averiguar qué había sido de Margott pero, hasta hoy, no había conseguido nada.

-Sigo sin entender por qué aparece ahora, después de 3 años.

-No lo sé, pero esa mujer nunca me ha gustado-afirmó el rey Luke-espero que Jared se deshaga de ella.

-Es la madre de Ada. Si yo tuviera una hija como ella, no me apartarían con facilidad de su lado-aseguró Elise-voy a subir a acostarme. Os veré mañana.

Elise pasó para dar el beso de buenas noches a Ada y, luego, se cepilló el pelo, se desnudó y se acostó. Estaba ya dormida, cuando los brazos de Jared le rodearon. Ella se volvió y le abrazó.

-¿Qué ha ocurrido?

El suspiró y la abrazó con fuerza.

-Quiere quedarse y conocer a Ada. Dice que no soporta estar lejos de ella. Que está muy arrepentida de haberse separado de nosotros.

-Y tú ¿qué piensas?

-No lo sé. Margott no fue nadie importante para mí. Simplemente lo pasábamos bien juntos, pero ahora…es la madre de mi hija.

-¿Vas a decírselo a Ada?

- Margott quiere decírselo y llevársela a vivir con ella, pero no voy a renunciar a mi hija. Eso es lo único que tengo claro.

-Si hubiera aparecido hace un mes podrías haberte casado con ella.

Jared la miró serio.

-No me arrepiento de haberme casado contigo, Elise. Creo que ya sabes eso. No sé qué va a ocurrir con Margott, pero no tiene nada que ver con nuestro matrimonio.

Jared la besó y Elise le correspondió con dulzura. Hicieron el amor muy despacio, quizás presintiendo los problemas que estaban por venir.