Capítulo 32: Vida
-11:34 am-
Narrador omnisciente:
Desde la altura de su trono el chang-long mayor, observaba a sus lacayos trabajar en los paneles de comando pero su mayor atención se concentraba en el capitán de su batallón, no parecía ser el misma persona, tampoco se comportaba como tal, sus movimientos eran lentos y dispersos, completamente opuesto al actuar mecánico y energético que tenía cuando los operativos se aproximaban.
Cooler: Salza-. Llamó una vez, pasaron los segundos sin obtener respuesta-Capitán Salza-. Repitió el llamado está vez con un tono más molesto, en eso el brench se sobresalto, parecía acabar de haber salido de un trance, miro sobre su hombro para ver a su superior. -Reporte de datos-. Exigió demandante, tragando saliva el rubio se piso de pie, y con una pequeña tableta en manos se aproximó al demonio, el titubeo de su caminar, dejaban expuestas sus intenciones, no quería tener que enfrentar a su jefe, el simple hecho de verlo a los ojos era una tortura para el, sentía como su pecho le oprimia estado bajo la imponente mirada acusadora y despreciadora del chang-long, lo hacía sentir pequeño, miserable, tan indeseable.
Al llegar a su lado, dejó con delicadeza la tableta en el brazo del asiento a disposición del tirano, antes de retroceder.
Salza:... Nos aproximarnos a una velocidad de 108.000 km/h, y tenemos planeado aterrizar dentro de dos horas aproximadamente para comenzar la invasión-. El demonio permaneció en silencio esperando a que el oficial continuará hablando, pero tras haber pronunciado las últimas palabras permaneció en silencio.
Cooler: ¿Eso es todo?-. Interrogó con extrañeza en su voz, cada vez que pedia un informe o algo de esa índole, el oji-naranja siempre se disponía a dar una larga charla completa sobre todos los aspectos posibles, desde el detalle más pequeño e insignificante. Ya sea por alardear de sus capacidades o mostrarse ante su superior, siempre era el quien se encargaba de exponer todo ese conocimiento o al menos así era antes.
Salza: Si señor-. Una respuesta corta, vaga, protocolar y sin gracia ni ingenio alguno, era inevitable que dejará al lord inconforme.
Cooler: ¿Cuáles son las coordenadas del aterrizaje?-. Preguntó redoblando su apuesta.
Salza: Con la trayectoria que llevamos aterrizaremos en el planeta en las coordenadas 55.75222 N y 37.61556 E-.
El mismo resultado, esto ya comenzaba a exasperarlo, soltó un bufido con molestia, esto sólo volvió peor la angustia del brench. De por sí creía firmemente que el otro lo odiaba por lo que había pasado semanas otras, pero verlo tener esos gestos sólo potenciaban sus peores miedos. Comenzó a sobar su brazo contrario mientras dirigía la vista al suelo, cosas que no pasaron desapercibidas para el demonio.
Cooler: Aumenten la potencia de los propulsores centrales, no tenemos tiempo que perder-. Levantó la vista sólo para ver a la cara a su oficial, sus ojos parecian vacíos, no habia ninguna chispa de vida en ellos, su boca estaba torcida hacia bajo en una expresión de tristeza y amargura. Esto hizo que algo en el interior del morado se revolviera, no podía soportar ver el rostro deprimido del rubio sin comenzar a sentirse incómodo por la culpa subyacente que nacía en su interior. -Una cosa más, cambie esa cara capitán-. Habló con la voz más indiferente que pudo finguir. Después de unos instantes de silencio entre ambos, la melancólica voz del brench reapareció.
Salza: Lo siento-. Era evidente la aflicción detrás de aquella disculpa. Aunque su cara permaneciera inexpresiva el oji-rojo sabía del dolor que se ocultaba tras esa máscara de seriedad. Dando una mirada más atenta, el oji-rojo pudo captar otro detalle la silueta de su rostro era diferente, sus pómulos estaban más marcados que antes como efecto de la poca cantidad de nutrientes que estaba consumiendo. Una preocupación anterior renació en el panorama del demonio, recordando las palabras que le había dicho Neiz el día anterior.
Cooler: Puede regresar a su puesto, hablaremos más tarde-. Era difícil mantener todo el tiempo esa actitud distante con el rubio, pero no se podia permitir otra cosa, a la vez que en ese momento tenía otras prioridades en mente . Una vez que la operación fuera completada sin mayores complicaciones se encargaría de hablar con su soldado sobre su salud, o eso era lo que el creía.
-13:12 pm-
En en planeta N°79 de los dominios del emperador, un ice-jin era escoltado por un grupo de guardias armados por los pasillos de la base central.
Frost: ¿Puedo saber cuál es el motivo de mi llamado?-. Preguntó intrigado, pero ninguno de los soldados abrió la boca para responder a su duda. -¿No son muy habladores, eh?-. Todo el viaje había transcurrido en silencio, algo realmente aburrido desde la perspectiva del demonio. -Así jamás van a conseguir una novia-.
Ignorando por completo la burla del oji-rojo el mayor de los escoltas camino en frente hasta llegar a puerta que yacía al final del corredor.
XXx: Por aquí-. Tras abrir la puerta de movió hacia un costado para que el azulado pasara- El maestro Freezer lo espera-. Hizo una pequeña mueca de disgusto, la adulación constante que le daban a su contraparte comenzaba a resultar algo molestas.
Ingresaron a un salón grisáceo pintado de tonos metálicos, en el centro de este mismo yacía una larga mesa con sólo dos sillas en cada punta.
Freezer: Un gusto verte de nuevo Frost-. Cortés como siempre, el emperador se encontraba sentado en la cabecera de la mesa esperando a su compañero. De la voz más mansa que pudo finguir el otro respondió.
Frost: Perdona la tardanza, este lugar es enorme-. Avanzó dentro de la sala siendo seguido por los demás hombres quienes se distribuyeron por el lugar para quedar de a pares hablando guardia en cada puerta presente en el salón. Su formación era precisa y fluida, la naturalidad de sus acciones sólo podían significar dos cosas, o eran soldados experimentados y bien entrenados, o quizás esa fluidez sólo era el subproducto de una rutina constante, cualquiera de las dos opciones eran igual de válidas.
Freezer: Perdóname tu a mi, está mañana tuve que dejarte sólo por unas "complicaciones imprevistas". Al menos los responsables ya no estan aquí para seguir haciendo estropicios-. Su boca se torció en una sonrisa retorcida y dejó escapar una ligera risa sádica, antes de tomar asiento Frost correspondió con una sonrisa propia, se pesar de lo que pudiera pensar de su contraparte, no podía negar que compartian un deleite especial por el dolor ajeno. En ese instante por una de las puertas ingresaron un grupo de sirvientes cabizbajos, con el objetivo de serviles el almuerzo a los dos demonios. Se movieron con agilidad por el cuarto, colocando los platillos y llenando las copas de rebosante vino. Una vez completado su deber aquellos lacayos abandonaron el cuarto nuevamente aún sin mirar a los ojos a ninguno de los dos. Emocionado por poder saciar su hambre, el azulado fue el primero en tomar en mano los cubiertos.
Frost: Totalmente entendible-. Sentados en cada extremo de la mesa, el almuerzo transcurrió con normalidad, hasta que casi al final de la comida el emperador decidió que era el momento justo.
Freezer: Sabes Frost, quería hablar sobre un tema importante contigo-.
Frost: ¿De qué se trata?-.
Freezer: Como sabrás este imperio está compuesto de muchas partes interconectadas, la única manera de que todo funcione como se debe es mantener el control absoluto de cada una de ellas y saber lidear con cada una de sus "particularidades"-. Antes de poder llevar otro camarón a su boca, las palabras del tirano sacudieron al azulado, entendiendo las intenciones que tenía el albino, quizo esquivar el asunto.
Frost: Supongo que tienes razón-. Incomodamente tomó en manos la copa de vino a su derecha, llevándola a sus labios, demasiado amargo para su gusto pero eso no le impidió conseguir una escusa para cambiar el tema -Dios este esta muy bueno, ¿Es un Malbec,verdad?-. Un intento patético sin dudas.
Freezer: Frost-. Anunció con seriedad.
Frost: ¿S-Si Freezer?-.
Freezer: Vamos a ser claros-. Dijo encorbandose sobre la mesa y apoyando su mentón en el torso de sus manos -Necesito que aprendas sobre todos los conocimientos elementales de este imperio, para que puedas desarrolarte de manera eficiente dentro de el-. El joven tragó saliva nervioso, eso era justamente lo que quería evitar. Desde antes tenía el presentimiento de que su nueva "pareja" intentaría integrarlo a como diera lugar a su ambiente, pero jamás se había imaginado que fuera tan pronto.
Frost: ¿Estas seguro que quieres que haga eso? Digo puedo seguir realizando lo que venía haciendo hasta ahora con los datos de mi universo, ya sabes, algo más "ortodoxo" que lo que tu haces-. Trató de convencerle a duras penas, pero el emperador ya estaba preparado para lidear con eso.
Freezer: No puedes mantenerte por siempre al margen de la vida mi querido Frost-. Enderezando su espalda a una postura más cómoda, sin desplegar la mirada del pequeño azulado-Tantos años de estar fuera del juego, tantos años de estar a la merced de "poderosos" sin carácter ni inteligencia que sólo están en donde están no por su capacidad ni nada similar a diferencia de nosotros, tantos años de sobrevivir a base de sobras y desperdicios, de vivir en los márgenes de la sociedad, si es que eso se le puede considerar vida-. El más pequeño comenzó a temblar, recordar el frió y la suciedad de las calles hacia que se le helara la sangre. Este detalle no fue lo suficientemente sutil como para escapar los ojos sangrientos del albino -No creo que quieras volver a esa "vida"¿Verdad?-.
Frost: No... no lo creo-.
Freezer: Pues en ese caso, será mejor que comiences a prepararte, tienes mucho por aprender para estar al nivel de mis oficiales, pero estoy seguro de que con tu inteligencia no será un gran problema, ¿Verdad?-.
Frost: Si... No puede ser muy complicado, es decir si ellos pueden-. Se vio obligado a responder, consiente de que había caído en el juego del otro chang-long. Se sentía humillado, internamente se maldecia por ser tan fácil de manipular, pero que otra opción tenía, siendo joven y poco experimentado, no tenía chances de rivalizar con las redes de engaños y juegos mentales del emperador, necesitaba cambiar eso, o perdería los pocos puntos de ventaja que tenía de momento.
Freezer: Así me gusta-. Triunfante tomo los cubiertos en sus manos nuevamente, habiendo conseguido su objetivo se permitió seguir comiendo en paz -Tendré que hacer un viaje corto a uno de mis dominios, mis hombres ya saben que hacer, apartir de mañana ellos se encargarán de tu instrucción, ¿De acuerdo?-.
Frost: ...Esta bien-.
-17:05 pm-
Ahí estaba el, en medio del casos, la invasión a Krasnyy se había vuelto un desastre, estruendos por doquier, gritos estremecedores, ninguno pudo haber previsto el contraataque que tenían preparado para ellos los krasnovaty. Llevaban más de 5 horas de combate intenso y sólo habían eliminado a tres quintos de la población.
Se sentía débil, muy débil, tanto que hasta disparar una mínima esfera de ki le resultaba desgastante, en cualquier otro momento para un soldado de élite como el hacer tal cosa no seria más que una broma, pero ahora se sentía como si con cada ataque que hacía una parte más de su energía de desvanecia de su ser dejándolo indefenso, igual que un animal sin fuerzas rodeado por bestias que quieren arrebatarle la vida.
¿Por qué estaba vivo en primer lugar? Casualidad, suerte, una coincidencia, ese era el origen de toda vida existente, pero una vez que ocurría, no había una razón más allá de la que uno deseara darle, aunque no todos fueran capaces de decidir.
En Brench no tenía una razón de ser, simplemente cumpliría con las obligaciones que tenía hasta que llegará su momento de perecer sin más. Pero en el imperio si tenía un motivo para estar vivo. Entregar todo de si mismo por algo mucho mayor a el, por una causa superior a todos ellos, para que así en cada rincón del universo conociera la gloria del mayor reinado de la historia.
Pero el no quiera apropiarse de esa gloria, no le correspondía, no le interesaba, el quería dar todo su sudor y lágrimas por aquel ser al que creía que le correspondía toda esa grandeza, Lord Cooler, sus prácticas, su maniobrar, su liderazgo, su fuerza devastadora, su juicio, su presencia, todas esas cosas lo habían hecho ganarse la más profunda devoción del parte del rubio, y junto con ella su lealtad, el sólo quería entregarle todo, como su fiel soldado. Servir era su vida. Servirle a su amo era su vida. Ahora nisiquiera era capaz de hacer eso.
Y siendo así ¿Qué sentido tenía seguir con vida? Alzó su mirada viendo como a la distancia uno de los soldados enemigos cargaba su arma en su dirección. Salza!...Sal de ahí en este instante!...Salza!!... Repetidos llamados de advertencia sonaban a través de su scooter pero sus oídos eran sordos a ellos. Cansado el rubio cerró sus ojos, a la espera del estruendo del disparo, ya no importaba.
Entonces ocurrió, sonidos de disparo rebotaron en sus tímpanos antes de que un fuerte ardor surgiera en dos puntos de su cuerpo, cayó de espaldas contra el suelo. A duras penas fue capaz de entre abrir sus ojos y ver el estado de su demacrado ser... dos disparos seguidos... dos perforaciones, dos heridas mortíferas, una yacía en uno de sus costados y la otra a un lado de su pecho, entre el humo de su carne quemada podía ver pequeñas partículas de hueso esparcidos por las zonas de los cráteres, sus arterias perforadas bañaron su uniforme púrpura de un grotesco tono rojizo.
Su pecho subía y bajaba con violencia incapaz de regularizar el flujo de aire, solto un quejido de agonía desgarradora pero en eso su boca fue invadida por una sustancia espesa y oscura, su propia sangre, el disparo en su pecho había alcanzado su pulmón derecho, destrozando por completo los vasos sanguíneos que lo rodeaban e inundando su tráquea y laringe.
Aterrado por su supervivencia instintivamente comenzó a toser con tal expulsar el líquido de su boca, pero entre más trataba, más sangre llegaba mientras que el dolor de sus heridas se hacía más y más agudo con cada contracción.
Su vista comenzó a nublarse, no había salvación, bajo la poca conciencia que le quedaba fue capaz de divisar a una sombra oscura que descendió desde el cielo a gran velocidad. ¿Acaso era la muerte que finalmente habia llegado a liberar su pobre alma del infierno de dolor al que se sometía?
Dejo caer sus párpados con pesadez, ya no quería pelear más, sólo quería librarse de aquella pesadilla.
Mientras tanto la entidad había conseguido llegar al suelo, se trataba de su amo, Lord Cooler. A causa de todas las complicaciones imprevistas durante la invasión, el demonio se vio obligado a intervenir, trato de contactar con sus soldados para una reorganización, pero al no obtener respuesta presintio lo peor. Un conflicto de ideales brotó en su interior, podía continuar con la misión y librarse de una vez de aquellos seres, esperando que nada grave le ocurriera al brench, pero sin importar que su mente le dijera que siguiera con sus planes, el no podía hacerlo. Dejando que sus instintos lo guiaran navegó por los cielos sólo para encontrarse con aquella grotesca imagen.
Miró con horror la escena ante el, huesos y costillas rotas expuestas, los tejidos que rodeaban las heridas estaban desilachados y quemados por el calor del rozamiento de los disparos, el olor a carne carbonizada era nauseabundo. Sintió como su alma abandonaba su cuerpo, esto no podía ser real.
Cooler: ...¿Qué has hecho?¿¿QUÉ HAS HECHO??-. Bramó con rabia girando sobre su hombro con los ojos ardidos en furia roja, para ver al ciudadano aterrado por su presencia. En un pobre intento de salvar su vida quizo recargar el arma para atacar al chang-long, sin embargo no pudo igualar su velocidad y antes de que pudiera hacer algo una ráfaga de luz abrasadora consumió su cuerpo y varios metros de tierra y escombros detrás de él. Las partículas de polvo flotaron por el aire, creando una columna de humo, de ella salió el demonio sujetando al más pequeño en sus brazos.
Con el moribundo brench contra su pecho, voló por los cielos a gran velocidad, esquivando los disparos de sus enemigos, más tarde se ocuparía de ellos, ahora sólo tenía una cosa en mente, con cada minuto que pasaba las chances de sobrevivir del capitán se iban desvaneciendo, desesperado el lagarto aumento ritmo de su vuelo tratando de llegar a su nave nodriza, no importaba lo que pasará con el planeta, el tenía que llegar, tenía que salvarlo.
-19:45 pm-
El demonio caminaba de un lado a otro a otro errático completamente fuera de control, todos los presentes en la enfermería podían sentir la presión aplastante del ambiente, al pasar junto a el los médicos y enfermeros no podían parar de temblar consumidos por el pánico.
Desesperado por algún cambio miro otra vez hacia la habitación continúa al pasillo, la puerta seguía cerrada, sin noticias, sin avances, todo lo que podía hacer era esperar aguantando los ruidos de la maquinaria médica trabajar prolongando así su agonía.
Sujeto su cráneo con fuerza, tenía que ser una pesadilla, de las peores que podría experimentar, en el pasado ya había imaginado escenarios similares, pero jamás podría haber estado preparado para afrontar uno de ellos. El mismo dolor punzante en su pecho volvió a azotarle con mas presión que antes, era el peso de la culpa, castigandolo por sus acciones, sin intenciones de dejarlo salir impune por lo que había provocado.
El estruendo de la puerta abriéndose después de lo que pareció ser una eternidad lo hizo alzar la cabeza, y al hacerlo estaba a unos metros de el un hombre con bata de aspecto desaliñado, no salió una palabra de su boca, pero un ligero asentimiento fue suficiente para dar a conocer su mensaje.
La respiración de Cooler se detuvo en seco, sintiendo como el alma regresaba a su cuerpo, se apresuró para entrar. Al hacerlo ahí fue que lo vio, su soldado, su pequeño brench, recostado en una camilla blanca con múltiples vendajes distribuidos por su demacrado cuerpo.
Dr. Koshuta: La operación a resultado exitosa su majestad, logramos reconstruir la caja torácica en su totalidad, para los órganos se requirió más tiempo en la cápsula de regeneración, el daño en ellos fue mayor que el esperado, es probable que se necesite de otra sesión para...-. Comenzó a decir el doctor haciendo uso de su palabra, pero una tenue y frágil voz no le dejó terminar.
Salza: S-Señor Cooler...-. Un suspiro tan débil, casi inaudible, fue capaz de acaparar toda la atención de los presentes, pero en particular, la de su amo.
Cooler: Salza...- Susurró el diablo antes de aproximarse hacia el más pequeño, quien comenzaba a temblar del pánico, pero todo lo que hizo el morado fue tomar su rostro en sus manos y apoyar su frente con la del brench. -D-Dios, estaba tan preocupado, no sabía si ibas a resistir...- Permaneció en esa posición por otro instante hasta que una cruda realidad lo golpeó- ¿Por qué lo hiciste?...- No obtuvo respuesta más que la mirada petrificada del oji-naranja-¿¿Por qué lo hiciste??-. Soltó con violencia el rostro el otro mientras retrocedía hasta una postura más dura, sabiendo lo que se aproximaba el doctor abandonó la sala, no estaba dispuesto a morir ese día.
Salza: M-Monseiur...-. Hasta decir palabras sencillas era un desafío para el, su garganta estaba raspada y le costaba hablar.
Cooler: ¿¿¿Cómo pudiste hacerlo??? ¿¿¿Crees que esto es alguna clase de broma???-. Gritó desatando toda la frustración que había acumulado las últimas horas.
Salza: S-Se lo ruego p-por favor...-.
Cooler: ¿¿Acaso pensaste en alguien más?? ¿¿En tus compañeros??¿¿En mi siquiera??-. Caminaba de un lado a otro hecho una fiera, la ira corría por sus venas y tomaba control de su cuerpo, había llegado al límite.
Salza: P-Por fa-avor-.
Cooler: ¡¡Dijiste que jamás te irías de mi lado!! ¿¿En donde quedó eso??-.
Salza: S-Señor Cooler-. No importaba lo que dijera, todas sus palabras eran mudas para el chang-long.
Cooler: ¡¡¡Tu lo prometiste!!!-. En un arranque de furia golpeó la pared de la sala causanfobun fuerte estruendo y que las lámparas de la habitación se movieran. Ya no podía soportarlo. -T-Tu me lo prometiste, ¿Acaso no te acuerdas?...-. Miro sobre su hombro para ver al otro quien parecía más perdido que antes, dio un chasquido de lengua, le fastidiaba el tener que dar explicaciones, tras un leve titubeo se obligó a hablar, debía sacar algunas cosas de su sistema.-.... Fue... Fue hace varios años cuando mi padre le dio su trono a Freezer, yo... me derrumbe, no pude aguantar la humillación, no podía vivir con la idea de que ese enano desenfrenado estuviera al frente de todo mientras yo me pudria en las sombras...- Hizo una pequeña pausa para respirar, sus puños se rebajaron- ...Sin embargo tu estuviste allí, cada día, cada instante en el que te necesitaba, tu estabas ahí- Siendo el hermano relegado y el menos favorito para el trono jamás fue la prioridad de nadie, los ojos de las demás personas no llegaban a dar con su figura estando cegados por la "grandeza" del príncipe prodigioso, hasta que el llegó a su vida, por primera vez alquien se preocupaba genuinamente por el, con el se sentía valioso, se sentía querido, se sentía amado- Por un momento sentí que no se trataba de mi puesto, que no se trataba de quien fuera hijo, tu sólo estabas ahí, no para el imperio, no para la organización o para mi padre, sólo... para mi... Y resulta que quieres irte lejos otra vez... dejándome y ahora para siempre... ¿Qué demonios pasa contigo?-.
Salza: Monseiur...-.
Cooler: ¿Acaso es un juego para ti? ¿Es un chiste? ¿¿O-Otra promesa vacía sin valor que dices y luego olvidas??- El otro hombre sólo se le quedó viendo reavivando la llama de enojo en el demonio haciéndole soltar un quejido frustrado.-¡¡¡ARGH!!-. Giro sobre sus talones y camino en dirección a la puerta, dando fuertes pisadas.
Salza: ¡P-Por favor no se valla!-. Trató de alcanzar al otro dejando su posición recostada, sin embargo todo lo que consiguió es caer de la camilla y golpearse contra el frío suelo de baldosa. Soltó un quejido de dolor, aunque su caja torácica estuviera complemente reconstruida, el dolor aún persistía en su pecho y abdomen y como si eso no fuera poco, los cables para los suegros seguían conectados a sus brazos, no podía moverse como quería por la tensión que le producían.
Cooler: ¿Si tu puedes abandonar a las demás personas sin consecuencias por que yo no puedo hacer lo mismo?-. Aquella respuesta quebró algo en el interior del rubio.
Salza: ¡Y-Yo quería cumplir mi promesa, era la única cosa en el universo que quería!-. Declaró en voz alta antes de comenzar a toser.
Cooler: ¿¿Y porque no lo hiciste??-.
Salza: ¡¡Estaba aterrado!!-.
Cooler: ¿De qué?¿¿De qué cosa podrias estar tan asustado??¿¿Eh?? ¡¡Respondeme!!-.
Salza: ¡¡¡DE LORD FREEZER!!!-. La tos se intensificó tras el estallido. El lord lo miró confundió, ¿Qué tenía que ver su hermano en todo eso?
Cooler:...¿Qué?-. Entonces ocurrió, el soldado rompió en llanto, sus lágrimas caían por sus mejillas como si de una cascada se tratara, no podía soportarlo más.
Salza:... T-Tenía miedo... T-Tenía tanto miedo por lo que me pudiera hacer una vez que regresará tras mi fracaso, matarme sería lo más misericordioso de todos los castigos que podrían habérsele ocurrido-.
Cooler: ¿¿Y-Y qué, creiste que yo lo habría permitido??-. Las lágrimas no dejaron de caer, ahí fue cuando finalmente pudo entender -¿De verdad... creiste eso?-.
Salza: T-Todos los s-soldados shiff inútiles de-deben ser eliminados por su incopentencia, siempre shiff ha sido asi, sniff tiene que ser de ese modo, es lo que merecen... lo que yo merezco-. Agachó la cabeza con vergüenza, no quería ser otro incompetente más, odiaba sentirse así, prefería cualquier cosa antes que ser inútil para la causa a la que servía.
El de ojos rojos comenzó a avanzar hacia el brench, al llegar se agachó en el suelo hasta estar a su altura, para hablar cara a cara.
Cooler: ¿En serio pensaste que me quedaría de brazos cruzados viendo como Freezer te mataba?-.
Salza: ¿Y por qué no habría de hacerlo? Shiff yo fallé, yo le falle a usted, le falle al imperio, shiff i-intente sacar adelante el operativo, de verdad lo intente, sniff pero ellos llegaban por todos lados-. "Se trató de una emboscada no pudieron haber hecho nada" pensó el ice-jin- Lo lamento tanto! No quería escapar, no quería irme de su lado! S-Se lo juro-. Antes de que pudiera decir otra palabra, el lord se abalanzó para abrazar al rubio permitiéndole llorar en su hombro. Acariciaba su espalda, en un esfuerzo de consolarle.
Cooler: ¿Tienes la menor idea de lo que tu significas para mi?-. Lo tomó de los hombros para verse de frente - No eres un soldado cualquiera Salza, eres más que eso, muchísimo más. Freezer jamás te habría puesto una mano encima mientras yo estuviera de pie. Eres importante para mí, siempre lo has sido... Es por eso que no pude soportar que te fueras para siempre, te necesito conmigo-. El corazón el oji-naranja latía con fuerza, hace tiempo que no se sentía así, hace tiempo que no se sentía vivo. Sin pensarlo dos veces, volvió a abrazar a su maestro con desespero.
Salza: Usted también es importante para mí señor-. Por primera vez en toda la charla, fue capaz de sonreír-Lo único que quiero en esta vida es poder servirle a usted y a nadie más. Es todo lo que quiero-. Con alegría el más alto devolvió la sonrisa y enredo nuevamente sus brazos al rededor del brench, después de tanto dolor y angustia, por fin podían respirar con calma, la agonía había terminado y podrían volver a ser felices, de una vez por todas.
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- 4420 palabras-.
Fuah palabras, me la rife con está! XD Ya fuera de broma, espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos en el siguiente cap, byes🎇
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