●○ SOFÍA ○●

Corro como una loca hasta llegar a un gran árbol y tumbarme rendida, mis labios arden todavía y mi cuerpo no para de temblar, mi corazón se me saldrá del pecho y las mariposas no quieren desaparecer del estómago.

No,no...

Sé perfectamente lo que eso significa, todas estas sensaciones las experimenté cuando apenas me estaba enamorando de Alex.

Pero ahora son incontrolables incluso mucho más de lo que podría describirles...

Maldigo mi suerte, ahora estoy hecha un lío, no sé si lloro porque le fui infiel a Alex o porque le acabo de romper el corazón a Thiago.

Mi corazón se está rompiendo ahora en dos partes y nunca en la vida creí que era posible.

No así...no así.

Me duele lo que le hize a Alex porque no podré volverme a mirar al espejo, pero más me hiere que quiero volverlo hacer y sentir que todo seguirá bien a lado de Thiago.

Joder.
Me duele el puto mundo ahora.

 
(…)

 
Me he prohibido mirarlo a lo largo de lo que queda del viaje, ahora ya es de tardecita y partimos de retorno hacia la ciudad. Elena me comenta muchas cosas de las que soy ajena completamente, incluso tengo hasta dolor de cabeza de todo lo que he pensado en las últimas horas.

 
Al llegar a la terminal salgo rápidamente y me dispongo a coger un taxi, cuando alzo el brazo para hacerle señas, una mano retiene mi movimiento, se me ha erizado la piel solo por ese estúpido roce.
Lo encaro frustrada y él me mira completamente abatido.

—Lo lamento mucho. —Suelta con la cabeza cabizbaja.

 
—¿Realmente te arrepientes Santiago? —Interrogo sin saber cual respuesta quiero
 
Él alza la mirada y guarda silencio por un instante

 
—Sabes que no te puedo mentir Sofía, nunca me arrepentiré de hacerlo, es mi deseo desde hace mucho tiempo, sin embargo, me arrepiento de lo que eso te causa. Lamento lastimarte.

 
Asiento lentamente mientras mis ojos se posan en el asfalto.

 
—Tienes a Lina y yo a .... —Ese maldito nudo otra vez— Suspiro convencida de que soy tan cobarde que no podré pronunciar su nombre frente a él.

Él asiente sin mirarme

—Te amo Sofía. —Murmura de una forma tan irreal que lo miro incrédula —Te amo tanto y lamento amarte fresita, porque no es lo que tu necesitas y sé que yo... yo no ocuparé ese lugar ahí. —Su mano termina reposando en mi pecho justo para destruir lo poco que había recuperado hasta ahora.

—Te mereces el puto cielo Santiago Luna —Digo con un hilo de voz mientras termino de ver como su lágrima baja hasta perderse por su cuello.

—Eres más que eso. —Vocaliza tratando de no quebrarse  más. —Mi mano termina sobre la suya a pesar de que no puedo controlar mis nervios.

Niego frenéticamente

Me siento como una perdedora ahora, no hagas esto.

—No quieras arreglarme porque no debes hacerlo, no es tu culpa,quizá ni sea la mía, pero tu que intentas arreglar algo que no destruiste no lo hagas más.

—Déjame intentarlo, sé que tengo que dejarte ir, pero no quiero. No quiero porque siento que no podré mirar a la vida de la misma forma,no volveré a latir fresita.

Su mano se aferra con más fuerza a la mía mientras nos limitamos a mirarnos y a decirnos lo que ambos no podemos con palabras.

—No te merezco, es la verdad y lo sabes Thiago. Aunque no tuvieramos compromiso con otras personas yo no... —Sus ojos son un gran manantial a punto de estallar —Yo no soy buena ni para mi misma, Thiago soy como una maldita niña frágil que tiene constantemente crisis porque soy tan débil que no puedo afrontar a la vida. Yo no te merezco. Mereces a alguien tan fuerte y bueno como tú... yo ahora me siento miserable. —Su mano se aleja tan lento que siento cada punzada más afilada

 
—La única razón para que esté renunciando a ti es porque...a diferencia de Alexander, yo jamás te haría sentir como una miserable, nunca. Prefiero sacrificarme yo como en este momento para que tu des media vuelta y vivas siendo feliz, porque te lo mereces Sofía, más que nadie.

 
—Santiago… —Vocalizo para que no diga más

 
—Sé desde el primer momento que tu amor tenía dueño, sé que no tendría chances, pero no pude hacer nada cuando te me metiste en mi corazón. Me dueles demasiado fresita, demasiado. —Suelta dándome la espalda antes de pronunciar la última palabra.

Ahí va de prisa, tropezando con los pedazos de su corazón, estoy tan segura que me odio.

Ahí va también la mitad de mi corazón,aunque es muy poco al menos sé que lo acompañará ahora. Y no es justo porque tu te mereces más.
No un simple pedazo y no un estúpido amor a medias.

 
(…)

 
A la mañana siguiente él se ausenta en la oficina cosa que extraña a todos, menos a mí. Pido permiso para salir más temprano y así pasar a una telefónica a comprarme un móvil nuevo.

Cuando estoy encendiéndolo ya en casa, tocan la puerta, agobiada por lo que se viene, Alex está plantado con un ramo de flores, me sonríe mientras entra y yo cierro la puerta con pesar.

 
—¿Qué tal lo pasaste nena? —Dice él dándome un beso al cual no correspondo cortante

 
—Todo bien. —Agrego mientras pongo las rosas en agua

 
—Así que estás así, te desapareciste y sin embargo tú eres la enfadada. —Vocaliza él algo ausente

 
—¿Ahora si he vuelto hacer importante para ti Alex? —Me limito a decir sin mirarlo

 
—No quise decir eso. —Contesta guardando la calma

 
—Si quisiste o no, no lo sé. Pero lo dijiste porque a mí me queda claro que no pinto nada siempre. ¿Qué hizo esa mujer eh? Algo seguro hizo si es una víbora. —Concluyo mirándolo fijamente

Alex esconde las manos en sus bolsillos.
Rara vez lo hace.

Solo cuando está nervioso.

 
—No hablemos de eso. —Responde él mirándome sin expresión.

Concuerdo,porque no tengo fuerzas para mas charlas ni más verdades dolorosas que no estén es mi plan.

 
—Cambié el móvil. —Digo a la vez que comienzo a probar el aparato y trato de no derrumbarme ahora antes de decirle la verdad.

 
—¿Se dañó? —Interrgoga él acercándose a verlo

 
—Lo tiré al mar. —Objeto sin más

 
Él asiente y ambos pasamos por un silencio incómodo.

 
—Santiago me besó. —Suelto sin flitro —Y luego yo lo besé. —Cuando abro los ojos siento morir con su reacción.

 
Alex es blanco y ahora se ha puesto tan pálido como un fantasma, sus ojos cafés oscuros se han intensificados a negros y creo que explotarán cuando abre su boca:

 
—¿Qué dices Sofía? —Dice la otra mitad de mi corazón

 
—Perdóname. —Agrego antes de mirar fijamente nuestro cuadro, ese que pusimos semanas antes cuando creí que no necesitaba nada más que él.

Cuando ese recuerdo se pierde, veo en cámara lenta como Alex lo destruye, como nuestra foto yace rota en el piso y como sangran sus manos ahora. Veo como me mira y sé que nunca nada será igual.

*** He venido cruelísima***

Lo sé,lo sé... 😳
Mi estado ahora : 💔💔💔💔
(Los tres de ellos + el mío)🙂🤦‍♀️

¿Será que después de todooo esa sea la despedida definitiva?

Teorías de lo que pasará🏃‍♀️🍃
Leo🤔🤔🚫