Cap 30: Destino
●○ SANTIAGO ○●
Tengo entre mis brazos a la que mi corazón ha elegido ya hace bastante... el problema ¿Cúal es? Fácil, ella ama a Alexander... como yo a ella.
¿Patético cierto?
(...)
Mi mirada yace entre las montañas y el cielo que cubre la reserva en la que estamos desde hace un par de horas.
Mi cabeza no para de recordar todos los instantes en que he sentido que soy parte de su vida.
En mi mente se proyecta el mismo escenario de ayer en la cima de aquel volcán,entre neblina, brisa y pequeñas gotas de lluvia que empañaban nuestros rostros... ahi estábamos mirándonos como miran a las reliquias antiguas los arqueólogos, mis manos en su espalda y la suyas en mi hombros aferrándose con todo su ser para no caer.
Jamás hubieras caído y lo sabes.
—Tienes cara de enamorado jovencito —Afirma la mujer de cabellos blanquecinos y ojos tiernos dueña de la hacienda en donde nos hospedamos para pasar la noche.
—Algo así. —Suelto mientras agarro la canasta llena de manzanas y me sigue con mirada cómica
—Ocurrirá cerca del agua. –Suelta detrás de mí
—¿Qué cosa Sra. Yiyi? —Digo intrigado mientras llegamos a la gran cocina
—El beso. —Dice risueña mientras se le achican sus ojos y quedan expuestas sus ojeras
Procedo a reírme y le digo que ya tengo novia y que eso no pasó cerca del agua, a lo que ella se enfada y me dice que no entiendo nada, que la mujer de mi vida me besará cerca del agua. La miro perplejo mientras yiyi dice que nunca falla sus predicciones y que ambos sabemos quién es.
Me uno al grupo antes de irnos de acampada, todos nos despedimos a eso del medio día de los señores que nos alojaron. Yiyi me sonríe mientras me señala el pecho y luego su cabeza para hacerme entender que según ella ya vió el futuro.
—Oh por Dios lo que me faltaba. —Piensa mi mente.
Yo soy de los que no creen en nada de brujas, ni videntes. Por lo tanto, dejo de pensar en eso mientras nos adentramos más en la reserva. Todos comenzamos a montar las tiendas de campaña, Luis ayuda a Elena mientras que fresita se resiste a que le ayude alegando que ya lo ha hecho otras veces.
Al rato que con los chicos hacemos una fogata para todos, fresita termina tumbada sobre el toldo, me río divertido mientras ella me fulmina con la mirada y me ordena que la ayude. Cuando ya la ve armada me dice un leve “gracias limoncito”
Busco señal hasta que me aparece y me conecto para enviarle un mensaje a Lina:
—Hola Lina ¿cómo va todo?
—Hola cariño Dover me ha dado mucho trabajo, pero ya por lo menos come.
—Gracias nuevamente por cuidarlo, no sé qué haría sin ti.
—Ven rápido es que, te extraño.
Leo el mensaje y termino enviándole un emoji para no dejarla en visto, ya que me he bloqueado por completo.
(…)
Lorenzo alardea mientras prepara el asado en el fuego, ¿será mi hermano? Pienso al notar que condenadamente si nos parecemos. Al final comemos a gusto. Cuando todos están en su tienda salgo para acostarme cerca del fuego, me abrigo y me pongo a ver el cielo estrellado, como se refleja la luna en el resplandeciente lago, como aúllan los lobos. Recuerdo cuando fresita y yo dormimos juntos admirando las estrellas en la isla, ahora miro hacia su tienda y sé que está profundamente dormida.
En el alba todos llegamos hasta la bella cascada que es una de las tantas fuentes del lago, nadamos un rato y yo permanezco debajo del chorro.
Cuando me doy cuenta ya quedan pocos en el agua, algunos se han ido a tomar fotos en la orilla, me seco lentamente con la toalla y Sofía está terminando de acomodar su mochila para irse.
Lorenzo ha llamado a todos para dar indicaciones y solo nosotros quedamos atrás.
—Esto es tan bonito. —Comenta complacida
Asiento mientras ambos procedemos a caminar, me pongo su bandana y ella me mira divertida.
—¿Qué pasa? —Atino fingiendo despreocupación
—Pensé que la habías extraviado. —Suelta sin más
—Yo jamás permitiría eso.
—Solo es un simple objeto —Dice sin más.
—No lo es. —Digo severo
Ella se detiene confundida mientras yo pretendo seguir.
—¿A qué te refieres eh? —Se apresura a decir obligándome a detenerme.
—No lo quieres saber fresita. —La reto queriendo que lo deje ahí.
Ella me mira como si hubiera enloquecido y rueda sus ojos marrones, sonrío al ver como brilla la pulsera de perlas con el sol, entonces agarro su brazo haciendo que nuestros cuerpos se acerquen, se ha sonrojado y pestañea nerviosamente
—Tú eres. —Susurro con los ojos brillantes.
—Yo soy... —Dice de una —Sonrío tanto que creo que los dientes se me enfriarán —¿Yo soy? —Dice reaccionando tan tarde como me lo imaginé.
—Tú eres mi chica imposible. —Suelto percibiendo mis propios latidos
Sus ojos caramelos se agrandan y abre sus labios para hablar, pero luego solo me mira intensamente.
Mis manos alcanzan su cuello mientras mi boca frenéticamente se une a la suya, ella tiembla por el contacto y duda antes de darme el acceso completo en su interior, mi lengua se une con la de ella y ambas hacen un desastre en la boca del otro, la beso como un demente temiendo el final de todo. Mis labios la besan ahora lentamente saboreándonos poco a poco al final me alejo y es ella quien une ahora nuestros labios dejándome sin aliento mientras le correspondo, nuestras narices se rozan levemente y noto como respira agitada.
Nuestras frentes reposan juntas y cuando me atrevo a mirarla veo como una lágrima baja por su mejilla derecha, siento como se me detiene el corazón.
—Ay Dios. —Vocaliza con los ojos puestos en el suelo. —Intento acercar mi mano pero ella retrocede. —Ay Dios —Repite decenas de veces mientras me mira sin creérselo.
Intento articular algo, pero se me ha formado un maldito nudo en la garganta. Solo quiero pedirle que me vuelva a besar así porque valió la puñetera vida entera.
Alza su mano tal vez para llevársela a la cabeza o quizá para darme una cachetada, creo que ni ella misma lo sabe. Intento disculparme, pero su mano termina en mi boca, niega haciéndome trizas, a la vez que maldice para si una y otra vez.
Da la media vuelta capaz para decirme lo que necesito o tal vez para matarme por completo, pero solo se aleja sin poder mirarme una vez más.
Las cartas están sobre la mesa y todavía no quiero irme sabiendo que estoy por perderlo todo.
Miro hacia la cascada y me digo ¿y si yiyi no estaba tan loca después de todo?
***Carajo, Carajo he vuelto***
¿Lo sienten cierto? Que intensidad por Dios.😪🥺🥺
Ya no podía aguantarme más.🥺🥰🥰
Disculpen por desaparecer, necesitaba un tiempo a solas y también para formular los caps que siguen.
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