Odette.

Desde que tengo uso de razón, he batallado bastante con mi temperamento, debido a los ataques de ansiedad siempre he buscado estar tranquila, además cuando sufro un ataque de pánico es mucho peor, lo malo de todo esto es que tu mente es la que te juega sucio, puedes permanecer tranquila pero tu mente quiere que pienses que algo no esta bien, por lo mismo siempre trato de estar ocupada para que mi mente no tenga tiempo de pensar tonterías, la ansiedad me roba el sueño y solo puedo dormir medicándome cosa que no había necesitado hace mucho, pero ahora que se redujo toda mi actividad física, y el estrés de entrar a la universidad me ha pisado los talones he tenido algunas pequeñas crisis, cuando me pasaban Tae me ayudaba mucho a controlarlas, pero desde que nos peleamos mi ansiedad ha aumentado, sin mejor amigo, con la presión de media escuela encima de mi por estar saliendo con uno de los mas populares, sin ejercicio, mas universidad, todo se volvió una bomba de tiempo.

—¿Segura que quieres ir así?— mi madre me daba mis pastillas mientras me sobaba la espalda

—Estar aquí encerrada solo lo empeorara, al menos estaré practicando bastante para las nacionales, deberías de regresarme el kick boxing madre.

—No puedo hasta tus próximos análisis, si te llegas a sentir mal, necesito que me llames.

—Esta bien.

Jimin me iba a llevar estos días a la escuela, cuando estaba con los ataques de ansiedad no me dejaban manejar para nada, por dos razones o el medicamento me noqueaba o no me hacia suficiente reacción, como Yoongi esta también practicando para el partido del fin de semana donde se decide si su equipo va ir a las nacionales lo he visto muy poco, solo en el descanso o entre clases, el universo juega en mi contra estos días definitivamente.

—¿A que horas pasare por ti Cherie?

—A las siete mochi.

Estos días que Jimin ha pasado a dejarme no se quita de encima a las porristas, incluso ya esperan en el estacionamiento para verlo llegar y a él le encanta ser el centro de atención así que no le importa traerme.

—Hola preciosa, hermosa, divina Odette.

—Hola Lisa.

—Por lo que veo aun estas mal —me dio un medio abrazo y beso mi frente.

—Un poco mejor, anoche ya dormí mas tranquila.

—Deberías de decirle a Yoongi al menos, el podría ayudarte con tus ataques.

—No quiero preocuparlo, esta concentrado con lo del partido del fin de semana y quiero que de su máximo, es importante para ellos.

—¿Y tae?

—Es otro tema aparte, confiemos en el medicamento y en que las nacionales me distraigan.

La semana paso en un abrir y cerrar de ojos, faltaba un día para el juego de Yoongi, le prometí estar ahí para animarlo ya que al día siguiente me iría a las nacionales, esta vez me iría a parte, porque arquería seria separada de las otras categorías, si ganaba este partido, él y el equipo de atletismo me alcanzarían en Seúl. También lo estaba entrenando aparte estaba yendo al estadio de la universidad junto con otros atletas, el entrenador me llevaba de la escuela hacia allá y me regresaba otra vez a la escuela, de ahí Jimin me recogía, los ataques había disminuido mucho me ayudó mucho estar con las practicas.

—¿Cómo te fue Cherie?

—Muy bien, mi marcador a mejorado mucho, dice el entrenador que si sigo así las nacionales están en la bolsa pero no estoy tan segura de eso.

—Lo bueno que serán en Seúl y podre ir a apoyarte.

—Si Mochi, mis padres llegaran el día de la competencia y me alegra quedarme en tu casa en la semana de apertura.

—Para nada, me harás bastante compañía y motivos de llegar a casa temprano.

Estábamos por entrar al auto cuando algo llamo mi atención, el equipo de baloncesto estaba saliendo de la escuela, espere a ver si Yoongi salía, esta vez se extendieron sus prácticas, me lo toparía por fin, los mensajes no me eran suficientes, no vi que saliera.

—¡Hobi!

—Holi Odette.

—¿Has visto a Yoongi?

—Ya venía creo que se quedó con el entrenador para unos detalles.

—Yo lo vi saliendo apenas de las duchas— dijo otro del equipo.

—Bueno no importa, lo vere mañana en el partido.

—Entra a buscarlo Cherie, no tengo prisa por regresar a la casa.

Jimin siempre será un amor de comprensivo conmigo, asentí y entre a la escuela, solo porque en verdad necesitaba verlo, cuando iba llegar a los vestidores escuche su risa tan característica, gire por el pasillo y lo vi, hablando con Jun la líder de los porristas, ambos se veían tranquilos mientras conversaban, solo hubo un detalle que llamo mi atención, los dos traían el cabello mojado, Jun acaricio el pecho de Yoongi lo beso en la mejilla y se despidió, el monstruo de los celos me pego en la nuca, cuando Jun paso cerca de mi agito su cabello mirándome con el rabillo del ojo.

—¡Cisne!

—Hola Min— no pude evitar tener un tono de molestia.

Corrió hacia mi, cargándome en brazos, hundió su nariz en mi cuello.

—Me has hecho mucha falta.

—Igual tu a mí, venía a saludarte y desearte suerte mañana, estaré ahí apoyándote.

—¿Ya te vas?

—Si, debo de recoger unas cosas para mi madre, pero en verdad quería verte.

Hice que me bajara, lo deje ahí y salí sin decir nada, le acababa de mentir, pero en verdad, no quería saber porque su cabello olía igual que el de Jun, no quería pensar en nada negativo.

Por mas que quieras pensar en otras cosas, si una idea se te mete a la mente es algo raro que puedan sacártela, pues mis sueños solo me hacían ver a Yoongi y Jun bañándose juntos, si dormí pero el cansancio mental fue peor, la mañana me la pase alistando la maleta para poder irme a Seúl muy temprano, en cuanto termine Jimin me llevo al gimnasio de la escuela donde se llevaría el juego final estatal como ganamos el ultimo podríamos jugar en nuestro terreno, me dolía algo la cabeza pero me sentía emocionada, incluso me puse a gritar con la multitud, Jimin me acompaño, pude ver a Tae sentado un par de gradas más abajo con sus muletas y Jisso al lado, estaba sentado junto a la madre de Yoongi y su padre, vinieron a apoyarlo también.

Estábamos en el último periodo y nuestro equipo estaba delante por dos puntos, solo faltaba que los del equipo contrario no encestaran y seria todo, Yoongi era muy bueno a la defensiva, así que en cuanto sonó el término del periodo, toda la escuela enloqueció, las porristas estaban eufóricas y el equipo contrario se fue decepcionado.

—Iré por un refresco, ¿quieres algo?

—No mochi, esperare a que baje la multitud para ir con Yoongi.

Jimin se adelantó, yo esperaba feliz a que terminaran de gritar al frente, quería verlo disfrutar de su triunfo, en el tablero se empezó a reproducir un video, felicitando al capitán, pasaban imágenes de él jugando y celebrando las victorias, pero en eso algo cambio, Yoongi estaba con una cerveza en mano.

—¡Ya dinos Yoongi, ¿Quién ha sido tu mejor mujer en la cama?

—No sabría decir, necesitaría repetir para calificarlas.

Esas palabras empezaron a doler, el cabello de Yoongi era del color actual, así que los videos eran recientes.

—¿Qué sucede con la francesa?

—Se muere por mí, así que no hay mas que decir— se nota esa sonrisa de socarronería, entre lo que habia pasado con Jun, no supe que pensar.

El video se corta, yo siento como todo comienza a dar vueltas, mire como Yoongi me busco con la mirada, no solo él, todo el equipo se giro a mi lugar, las porristas se reían al verme, el ambiente se puso demasiado pesado, la presión de estar siendo el centro de atención, con todo lo que tenia cargando esta semana, me hiso explotar, Yoongi era un idiota, pero nunca pensé que de esta manera.

Las palabras empezaron a sonar en un bucle en mi cabeza; mi corazón aceleró; salí del gimnasio dando tropiezos, note que Tae intento llegar hacia mi pero por las muletas y el yeso no se podía mover con rapidez; los oídos me zumbaban iba sujetándome de los casilleros; pero el aire me comenzaba a faltar; los murmullos en el pasillo eran como un eco que retumbaba en mi cabeza "necesitaría repetir para calificarlas"

Saqué mi teléfono como pude y marqué el número uno marcaba en automático a mi mamá

—¿Odette?

—La escuela, la escuela— mi voz no salía apenas era un susurro; cayó mi teléfono mis manos hormigueaban.

Apenas llegué a la salida y me senté en las gradas tratando de controlar mi respiración, Jimin llego a mi lado.

—¡Nena, responde nena!

Sentir mis labios fríos, no estaba respirando con normalidad.

—¡Odette Respira!

Agarre tanto aire como pude.

—Llévame a casa.

Me cargo en brazos, corriendo conmigo hasta el auto, me puso en el asiento del copiloto, yo estaba tratando de controlar mi taquicardia.

—¡Dejame pasar Jimin!.

—No es buen momento mocoso, déjala tranquila.

Alcance a ver como Yoongi le daba un golpe a Jimin tirándolo, abrió la puerta de mi lado.

—¡Odette!

Intento tocarme el brazo, pero me jale.

—Vete—el pánico seguía en mi cuerpo, haciéndome odiarlo cada vez que me hablaba.

—No, cisne déjame...

—¡LARGATE!

Me sujete la cabeza mientras lloraba, Yoongi no quería moverse de su lugar.

—Jimin, quiero a Jimin.

—¡Min!— la voz de tae —tienes que dejarla, no puedes hablar con ella ahora.

—No la dejare, tiene que escucharme.

El padre de Tae, se llevó a Yoongi arrastras, Jimin subió al auto con el labio lastimado, mire a Tae discutir con Yoongi, pero yo estaba en shock, no sabía nada de mi alrededor mas, solo sentía como mi cabeza iba a estallar y como mi corazón se partía en pedazos.

Ya casi terminamos de resubir esto