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Comedia Romantica


Odette

A pesar de que quería actuar de manera normal con la declaración de Tae, no podía estar más intranquila, nunca me había puesto a pensar si lo que sentía por él era más que una amistad, pero la verdad tenía una relación magnifica con él, no necesitaba darle tantas vueltas, y me encantaba como había sido hasta ahora, dijo que analizara bien estos ocho años, y he de confesar que el fue mi primer beso, pero fue más un acuerdo de ambos, no queríamos vernos torpes ni nerviosos con nuestras futuras parejas.

Ya saben esos pensamientos tontos que tiene uno cuando es joven.

Tambien pensé en perder mi virginidad con él, porque la verdad no queria imaginar el desastre que seria con otra persona, pero eso no paso, ya que él se fue a Nueva York y yo termine saliendo con un tipo al cual le entregue mi virginidad mas por curiosidad que por algun tipo de atracción, Tae me conto que también estuvo con alguien en Nueva York.

Somos demasiado intimos, es por ello que no entiendo mucho la razón para ocultarle, lo que pasa con Min, tal vez si temo que me juzgue, por estar nerviosa, justamente por lo que jure nunca estarlo.

— ¿Odette? — escuche una voz a lo lejos —creo que dejaremos el entrenamiento hasta aquí, hoy estas algo distraída.

—Perdón entrenador, anoche me desvele y creo que no ando en mis cinco sentidos.

—Lo noto, bueno te veré mañana, no te desveles que mañana tienes sesión de cardio.

—Prometo no hacerlo.

Me quite los guantes, me di una ducha rápido en los vestidores, llevaba un cambio para después de entrenar y no andar por las plazas vestida en leggins, me coloque un short de mezclilla y un crop top azul marino además de mis botines color camello que me había regalado Tae, agradecía llevar el cabello demasiado corto y no tener que secarlo demasiado después del entrenamiento era una de las razones por las que me lo corte, por practicidad.

Sali de ahí a comprar los materiales que me encargo mi madre para la panadería, papá estaba algo enfermo y necesitaba que la ayudara con las compras.

Mi dia iba bien.

¿No les ha pasado que después que interactúan con alguien se les aparece en todos lados?

Como cuando todos los días vez ese rostro pero la verdad nunca le habías puesto atención, hasta que por circunstancias espontaneas terminas mezclada en el camino de esta.

Pues a mí nunca me había pasado hasta ahora...

Termine de comprar lo de mi lista cuando mi teléfono vibro con un mensaje de texto.

Idiota Min.

"¿sabías que el azul es mi color favorito?"

Miré a mi alrededor, pero no lo vi

"¿sabias que acosar es un delito?"

Idiota Min.

"no es acoso, es el destino"

"no creo en el destino"

—Yo tampoco— di un salto y me giré para verlo —Hola señorita cisne.

— ¿Cisne?

—Tu nombre, lo leí alguna vez en un cuento, donde la princesa se llamaba así, y se convertía en cisne por alguna razón que no me acuerdo.

— ¿La princesa encantada?

Min chasqueo los dedos y se puso las manos en la cintura.

—Si, ese mismo— era la primera vez que lo veía vestido con ropa informal, estaba con toda la apariencia de chico malo, jeans negro ajustados rotos de las rodillas, una camisa blanca con cuello en V, y una bomber jacket estilo militar — ¿Por qué esa cara de molestia?

Comence a caminar con las compras Min me seguía el paso.

— Porque mi madre me puso así precisamente por ese cuento, era su libro favorito de niña.

Se le dibujo una sonrisa algo picara, que me hizo voltear la mirada a mi reloj.

—Bueno acosador, debo de irme, tengo cosas que hacer.

—Espera, déjame invitarte algo de tomar.

—No tengo intenciones de tomar nada contigo Min.

— ¿En verdad no te agrado?

— Es que nunca he sido fan de los bravucones, y prefiero no relacionarme con ellos.

Seguia caminando pero el no sedia.

— No soy un bravucón.

—Pues deberías de decirselo a media escuela, tienes muy mala reputación Min, y he visto como tratas a los demás, no pienso meterme con alguien así.

— Admito que tengo mal temperamento, pero no soy tan malo como crees.

—No pensamos igual, buenas tardes Min.

Pase a un lado de el sin mirarlo.

—Debes saber que no me rindo tan fácil pequeño cisne, por los besos que nos dimos se que mínimo sientes atracción por mi, y con eso me basta para iniciar.

No le respondí sentía demasiado nervios para girarme y decirle algo más, mejor me fui a mi ultima parada antes de irme a casa.

Llegue a la panadería a dejarle las cosas a mi mamá

—Minho, ¿Dónde está mama?

—En el cuarto frio, ¿me trajiste algo?

— ¿Comprarle algo a mi hermano?, claro que no, ni que te amara demasiado como para traerte un parfait de tu heladería favorita— le entrego el postre

—Odette, deja de darle dulces a tu hermano— mi madre sale limpiándose las manos mirándome de manera asesina.

—No le hará daño, además contiene fruta y eso lo hace saludable.

Minho choca los cinco conmigo, le llevo casi siete años, pero nos llevamos demasiado bien, tiene algo de mi carácter, pero es más sociable que yo.

—Son un caso los dos, ¿trajiste todo?

—Si, y dijo el señor Choi que mañana te tiene listas las harinas que te faltan.

—Muy bien.

—Por cierto, madre, iré a cenar con Tae y su papá, creo que el señor Kim al fin encontró una mujer de su agrado.

—Me alegro por él, es un buen hombre, ese hombre te incluye como parte de la familia, asi como nosotros a Tae.

—Eso creo, o para darle apoyo moral a Tae con esto, Madre...

—Dime.

Me puse a jugar con mis dedos en el mostrador, mientras pensaba lo que le iba a preguntar.

— ¿Qué piensas de Tae y de mi?

— ¿Por qué? — dejo de acomodar las charolas.

Me encongi de hombros mientras me sentaba junto a Minho.

—Solo es curiosidad.

—Amo como te llevas con él, él te ayudo mucho a adaptarte a la vida aquí, y le estoy agradecida de que sea tu amigo, dime ¿Ya se te declaro?

— ¡Mamá!

—Hasta yo se que le gustas hermana— le limpie el rostro lleno de Helado a Minho

— Estan conspirando en mi contra.

— Tu sacaste la conversación a flote.

Le mostré la lengua a Minho, cambie mejor de tema, le ayude un rato a mi madre en la panadería, antes de irme a cambiar para la cena con los Kim, tome unos cuantos croissants para llevárselos a tete, eran sus favoritos, llegue a la casa, pase al cuarto de papá y le deje la comida que mi madre le preparo, se veía mucho mejor le dije que saldría el no pregunto con quién, sabe que la única persona que me sacaba de la casa era Tae, o en ocasiones Lisa, así que solo me dijo que me cuidara y beso mi frente.

Prendí la televisión y puse mi lista de música de YouTube, faltaba poco para las siete, me puse un jersey blanco algo holgado con un short negro, unas medias largas negras y unos botines negros, tome mi cepillo y lo use como micrófono coreando la canción de Youngblood de 5sos, se escucho que tocaron la puerta de mi habitación fui abrir.

Era tete me hizo segunda con la canción, estábamos brincando mientras cantábamos lo mas desafinado que podíamos, pero el tenia un hermosa voz así que le era imposible escucharse mal.

—Basta me pones en ridiculo —lo empuje

— ¿Qué hice?

—Cantar demasiado bien

—Es porque estoy contigo, no puedo desafinar aunque lo desee.

—Anda, mejor términos de alistarnos que tu padre nos matara si llegamos tarde.

Íbamos platicando en el auto, el señor Kim solo nos miraba y se reía en ocasiones de las atrocidades que decíamos, llegamos a un restaurante de lujo aquí en corea, nos dieron una mesa para seis personas, antes de preguntar ¿Quién mas vendría?, vimos entrar a Namjoon hermano mayor de tete, ambos corrimos a saludarlo.

—Joonie oppa— lo abrace gustosa

— ¿Cómo estas monstruo?

—Muy bien.

— ¿Sigue dándote problemas mi hermano?

—Lo normal.

— ¿Segura?, me dijo que te volvieron a castigar por su culpa.

—No fue su culpa solo le di su merecido a un bravucón más.

Se escucho que carraspearon, giramos los tres mirando al padre de Tae con una mujer muy guapa de tez muy blanca, cabello negro lacio largo y un porte encantador, a su lado como salido del mismo infierno, un infierno sexy, vimos a Min.

— ¿Debe ser una broma? — dije sin mas, maldiciendo al destino.

—Hola soy el bravucón más— levanto la mano saludando a todos los presentes.

Claro, tenia que pasar algo así, esto era demasiado predecible, lo único que faltaba en este cliché, fuera que yo sea la hija de los Kim, y Min mi futuro hermanastro, Tae se puso a mi lado de inmediato.

—Pues tomemos asiento.

Namjoon solo nos miraba, Tae y yo nos sentamos uno del lado del otro, Namjoon se sentó aun lado de Min, el padre de Tae en la cabecera de la mesa y la madre del patán en el otro extremo, yo tenia enfrente de mi a Min.

—Bien chicos saben que siempre les he sido sincero, quería presentarles a Dahyun Min, ella trabaja conmigo desde hace cuatro años, tenemos poco saliendo ella se queda a cargo aquí en corea cuando yo salgo de la ciudad y creo que conocen a su hijo Yoongi.

—Es un placer chicos su padre me ha hablado mucho de ustedes.

—Él es el mayor Namjoon, esta estudiando medicina es su ultimo año —después señalo a Tete— Taehyung el menor esta en ultimo año de bachillerato, y la señorita es Park Odette, es como mi hija por eso quería que la conocieras también.

Todos asentimos de manera respetuosa, ella nos sonrió de manera dulce se veía que era una buena mujer y la manera en que el señor Kim la miraba era tan tierna, se le notaba lo enamorado que estaba de ella.

—También es un placer para mi conocerte Yoongi, tu madre me dijo que eres el capitán del equipo de basquetbol.

—Si así es— Él iba hacer una mueca en tono de molestia, pero al verme se detuvo— este año esperamos ir a las nacionales.

—Me gustaría que alguno de los dos hubiera sido algo deportista, pero se centraron más en los libros.

—También tengo buenas calificaciones, estoy en el segundo lugar de la escuela por promedio.

Por alguna extraña razón su amabilidad me estaba empezando a molestar.

Min continúo hablando de manera tranquila con el señor Kim, Namjoon le sacaba conversación a la señora Min, Tae y yo estábamos centrados en el menú, mientras señalábamos lo que nos parecía interesante, cuando llego el mesero yo pedí para Tae y el para mí, ambos sacamos un papelito después de ordenar.

— ¡Ja! Te gane de nuevo— teníamos la costumbre de anotar lo que íbamos a pedir, y cada uno pedir lo del otro a ver quien acertaba mas en los gustos —serán dos helados esta vez.

Hice mi bailecito de victoria.

—Solo me equivoque por la entrada, atine el platillo principal— me jalaba la mejilla.

—Aceptalo, perdiste.

—Ella siempre te gana, no se porque aun juegas a eso Tae— le dice divertido Namjoon

—Algún día le ganare.

— ¿Y dices conocerme más que yo?, me has decepcionado Tae, solo por eso serán tres helados.

—Mejor dejo de decir cosas antes que aumentes a cuatro.

—Chico listo—

Min solo se nos quedo mirando, le mostré la lengua, el me devolvió el gesto Tae me tomo de la mano apretándola, solo me soltaba la mano para comer, y trataba de tener siempre mi atención, la madre de Min nos veía con atención.

— ¿Desde cuándo se conocen?

—Desde los diez.

—Vaya, si que es mucho, crecieron juntos prácticamente.

—Si, se llevan como un lindo par de hermanos— agrego Min mientras seguía cenando

Decidimos ignorar su comentario, transcurrió la cena con normalidad todos nos despedimos, me quede abrazada de Joonie un buen tiempo, si hubiera tenido un hermano mayor el seria mi primera opción, regreso a sus prácticas, hoy no me quedaría con Tae, prometí dormir temprano, estaba apunto de irme a acostar cuando sonó mi teléfono con un mensaje

Min Acosa-idiota

"Te veías muy bien ahora"

"...."

Min Acosa-idiota

"Vamos no seas así, contéstame"

"Gracias, eso creo"

Min Acosa-idiota

"También me gusto la Odette de hoy, te había visto antes así, pero nunca tan de cercas"

"confirmo mi teoría del acosador"

Min Acosa-idiota.

"Se que sonara egocéntrico, pero en estos años en el instituto, ¿no te llame la atención?"

"no"


MIn Acosa-Idiota 

"¿Por qué?"

"ya te lo dije, por abusivo, aunque seas muy guapo no te quita el hecho que seas una persona mala con los demás y eso te quita muchos puntos al menos conmigo"

Min Acosa-Idota

"Admites que soy guapo"

La mierda, esto no está bien, ¿Por qué le puse eso?

"Buenas noches Min"

"Buenas noches cisne"

Al día siguiente el entrenamiento me hizo olvidarme de todo, me dieron una paliza con el cardio, además de las rutinas, tenia tiempo sin una rutina tan pesada, sentía como si un camión hubiera pasado encima mío, cuando sali del gimnasio caminar era una pesadilla, me detuve en el parque cercano a la casa, deje que el aire fresco me relajara un poco, cerré mis ojos un momento quería estar en paz con el buen clima de hoy, escuche a los niños corretear y jugar tranquilos, una que otra señora paseando a su perro y al fondo chicos jugando de manera alegre.

— ¡Pasa la pelota! —

Abrí mis ojos al escuchar su voz, de verdad esto estaba siendo demasiado, si estaba dentro de alguna película de esas románticas quería salir de aquí, mire y si efectivamente era el jugando con un grupo de chicos, estaba muy entretenido en su partido, me quede mirando el juego desde mi lugar, estaba tan absorto en lo que hacia que no me noto, se colgaba de la espalda de un sujeto delgado y muy sonriente, creo que también esta en el equipo de basquetbol de la escuela, nunca lo había visto reír así, debo admitir que es encantador cuando se ríe.

Me espabile un poco y mejor me levante de ahí, camine hacia la salida y antes de llegar sentí que alguien me sujetaba del brazo, con lo dolorida que estaba solo hice un gesto antes de mirar al tipo con furia.

—Perdona, no quería ser grosero, pero te vi desde hace rato, y quería ver, si no quisieras intercambiar números.

Negué con la cabeza

—Vamos, podríamos ser buenos amigos.

—Odette— Min llego y me beso en la frente — ¿Quién es tu amigo?

—Perdona las molestias

El sujeto se fue, Min me abrazaba por los hombros, cuando se alejo lo suficiente el tipo me solté, sobándome un poco.

—Gracias.

—No lo hice por ti, lo hice por él, no sabe en qué terreno se metía.

—Ahora también eres comediante.

—Es la verdad, a mi apenas se me esta quitando la marca de tu golpe.

—Estoy demasiado cansada como para discutir contigo.

Me gire para irme, el me tomo de nuevo de la muñeca

—Au— el me soltó de inmediato

—Perdón, ¿estás bien?

—Si, solo que me dieron una paliza en el entrenamiento y me duele hasta el cabello.

—Espera aquí.

Salió corriendo y regreso con una mochila, me dio una botella de agua y un analgésico, además saco una pomada con una venda.

—Esto te ayudara a relajar la tensión muscular, lo uso cuando me paso con los entrenamientos.

Me tomo ahora de la mano y me llevo a una banca, sin decir nada tomo mis muñecas sobándolas con la pomada, después puso la venda.

— ¿Mejor?

—Si— gire las muñecas, estaba usando unas muñequeras mas pesadas y me pase con el tiempo antes de quitármelas —ya no me duele mucho, muchas gracias.

—Quédate la pomada, tengo algunas más en casa.

Lo mire y estaba algo rojo por el ejercicio, traía una banda en la cabeza con el cabello algo desarreglado, instintivamente le acomode un poco el cabello, el se dejo hacer, se lamio un poco los labios mirando los míos.

—De nuevo con tu permiso.

Me tomo por la cintura y me acerco para besarme, de nuevo correspondí, pero esta vez yo lo tomé de la camisa, bajándolo un poco mas y poder dominar el beso yo, el me apretó más por la cintura.

—Admite que te gusto cisne.

—Cállate no lo arruines.

Lo volví a besar, me tomo de los hombros alejándome, se levanto y me tomo de la mano llevándome a un lugar mas apartado en el parque, me tenia contra un árbol, sus manos acariciaban mis muslos de manera lenta, yo seguía disfrutando de sus labios, se frotaba más contra mí, yo ya estaba perdiendo algo de cordura y se me estaba olvidando donde estábamos, el bajo por mi cuello dando pequeñas mordidas, mis dedos de enredaban en su cabello mientras disfrutaba del ataque a mi piel.

—Debo tenerme aquí— sentí su aliento sobre mi cuello — no tienes idea de lo que me provocas Odette.

Subió para juntar su frente con la mía, yo seguía medio hipnotizada por el.

—Sí, debemos detenernos— le di otro beso mas

Continuamos un rato más así, hasta que sonó mi teléfono, Min lo tomo y contesto.

— ¿Bueno?

— ¿Odette? — era la voz de Tae, le quite el teléfono a Min

— ¿Tete?

— ¿Dónde estás?

Titubee un poco, me aleje viendo a todos lados, no se porque pensaba que el andaba cercas.

—Estoy en el parque cerca de casa.

—Voy por ti.

Me colgó.

—Debo irme.

Se me acerco y me dio un beso corto

—Terminaremos nuestra conversación.

—No hay nada de que hablar Min.

Lo deje ahí y salí corriendo hacia la entrada del parque...

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