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Bufó un poco molesto odiando siempre el retraso al que Wonho lo sometía en todo momento. No es que Wonho fuera irresponsable, solo que le costaba un poco pasar por un sitio sin saludar a medio mundo y ahora tambien a eso le agregaba los comentarios cursis acerca de su esposo y de cómo era la vida de recien casado.

Era muy lindo de su parte, pero a veces lo lindo llega a ser cansado.

Miró su reloj una vez más mientras se preguntaba a sí mismo qué demonios hacía allí, haciendo caso a un tonto comentario de su mejor amigo y esperando lo que él consideraba como la compañía perfecta para el viaje.

Su mirada se paseaba de un lugar a otro y ni siquiera sabe qué o a quién esperar, podía ser una chica o quizá un chico, tal vez alguien rubio o quizá algún moreno. La verdad era que la perfección que Wonho miraba en las personas era impredecible. Pero aún así no había nadie por ahí excepto un par de tontos vistiendo ropas de frío en pleno verano.

Eso le hubiera parecido irrelevante, de no ser porque precisamente esos dos tontos llegaron a su lado con un par de maletas que arrastraban con dificultad gracias a la pesada ropa que traían encima.

— Señor Lee... —jadeó de cansancio Changkyun quien era irreconocible debajo del enorme abrigo.

— Ya estoy aquí... —comentó Minhyuk con la respiración agitada intentando formar una sonrisa.

Él los miró a ambos y luego notó como las miradas de ambos parecían echar algún tipo de chispas cada vez que se encontraban. Era como si hicieran cortocircuito.

— Eh... —susurró sin saber qué decir, pero en ese momento sintió un par de manos apretar sus hombros con fuerza y se giró por inercia.

— ¡Joohoney! —gritó el efusivo Wonho soltando de la mano a Hyungwon para abrazar a su mejor amigo— de verdad lamento no poder ir contigo a este viaje...

Sintiendo que le faltaba el oxígeno, Jooheon le hizo una señal a Hyungwon para que apartara a su musculoso amigo de su cuerpo, entonces el delgado en medio de algunas risitas seguramente por sus expresiones, obedeció.

— Wonho, cariño... —le tocó el brazo— lo estas asfixiando.

Wonho lo soltó rápidamente y volvió al lado de Hyungwon sin poder desaprovechar la oportunidad de darle un besito en la mejilla.

— Lo siento Jooheon, sé que odias los abrazos pero... —sonrió inocente— de verdad voy a extrañarte.

El menor asintió mientras se acomodaba su costosa ropa que había sido alterada gracias al asfixiante abrazo. Sin embargo, se acercó a Wonho y lo apartó sin importarle lo maleducado que se viera eso.

— Tambien te voy a extrañar pero dime que estas bromeando cuando me mandas a pasar vacaciones con dos personas que se odian... —susurró en el oído de su amigo— además, son dos personas no una. Eso es un gasto. Además, ¿viste que traen abrigos? Hacen 32°C en el lugar a donde vamos...

Wonho sonrió y le dio un golpecito en el hombro.

— Tranquilo, yo pago los gastos de ambos... —susurró con una sonrisa— es como si fueras con dos Wonhos...—se rió— además no se odian, si no, no hubieran aceptado ir juntos ¿no crees? Solo les hace falta pasar más tiempo juntos y sobre los abrigos, pues seguro tienen frío. —se encogió de hombros restandole importancia al asunto— cada persona es diferente, pero... Confía en mí.

Jooheon lo vio casi con desesperación.

— Quiero confiar en ti pero la última vez que lo hice te robaste a mi asistente y me creaste este problema... —susurró arrancando una sonora carcajada de Wonho quien negó con una risita inocente y le dio palmaditas en la espalda.

— Deja de complicarte la vida, ya veras que todo irá de lo mejor... —lo ánimo mientras lo llevaba de regreso a donde estaban los chicos raros cuestionando a Hyungwon acerca de su reciente matrimonio como si ese fuera el principal tema de conversación en todos lados— ¿todo listo chicos? —ambos asintieron— bien amigo, solo te resta disfrutar.

Sonrió hacia Jooheon y le dio un suave empujón para que comenzara el viaje de una buena vez, así que no se rehusó y simplemente avanzó hacia donde debía ir, despues de despedirse de Hyungwon claramente.

Ambos chicos lo siguieron de cerca y a veces llegaba a sentirse abrumado al notar que lo seguían a todos lados como perritos falderos. No entendía su comportamiento pero tampoco tenía el valor para cuestionarlo.

Al llegar a su jet privado suspiró tranquilo pensando en que por fin tendría un poco de paz, pues amaba dormir en los viajes ya que lo de dormir era casi imposible en su ajetreada vida, así que cuando estaba de vacaciones dormía todo el tiempo que podía.

Tomó asiento y comenzó a prepararse a sí mismo para el despegue pero le fue inevitable no mirar a los chicos sudando como tontos con los enormes abrigos puestos aún dentro del avión. Entonces la curiosidad le ganó.

— ¿Tienen frío? —cuestionó sorprendiendolos a ambos, entonces negaron dejando aún más desconcertado a Jooheon— esta bien... —susurró extrañado— entonces pueden quitarse los abrigos si gustan...

Ambos asintieron efusivamente y también sé prepararon para el despegue quedándose en los primeros asientos del avión. Él simplemente intentó ignorarlos, pues contrario a lo que Wonho pensaba, él no creía que ese par de raros fueran una buena compañía.

El avión comenzó a despegar y después de un rato ya estaban volando a muchos metros de altura, entonces supo que era el momento de descansar así que no perdió tiempo y se recostó en el último cómodo sillón de Jet, dejando de fondo una suave música de piano y bajando la iluminación de la cabina.

Cuando creyó que todo el lugar estaba totalmente preparado para tener una buena siesta, cerró sus ojos para poder conciliar el sueño como quería. Pasaron varios minutos de absoluto silencio hasta que escuchó un par de pasos por el lugar y supo que quizá dormir no era la mejor idea.

Antes de que pudiera siquiera abrir los ojos un par de manos suaves estaban masajeando sus hombros y otro par estaba masajeando sus pies. Estuvo a punto de levantarse y gritarles lo mucho que amaba su espacio personal, pero ellos de verdad parecía que sabían lo que hacían y ya que era un buen masaje gratuito decidió que se quedaría allí simplemente fingiendo que estaba dormido, así si alguno le preguntaba algo al respecto solo diría que no se dio cuenta de nada.

Mantuvo sus ojos cerrados por varios minutos más y aunque aún se sentía un poco incómodo con el contacto físico, no pudo evitar relajarse mucho hasta que el sueño real se hizo presente. Entonces comenzó a quedarse dormido en su asiento deseando poder descansar muchísimo.

Pero la paz no le duró eternamente porque en cuanto él comenzó a quedarse dormido ambos se separaron de él con cuidado y pudo escuchar claramente cómo discutían por quien había dado el mejor masaje.

¿Qué demonios les pasaba a esos dos?

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