Capítulo 8
—¡Pasa está abierto!.—grite mientras terminaba de guardar los platos limpios.
—Buenos días Jade.—beso mi mejilla en cuanto estuvo cerca de mí.
—Quisiera saber cuál es el motivo de tu visita, pero estoy segura de que es para que termine de contarte.
—También quería verte, y me interesa saber qué pasó.
—Me alegra que seas sincero.—dije sarcástica y los dos fuimos a la sala para estar más cómodos.—Recuerdo que cuando Chase me pidió ser su novia en esos momentos lo que más quería era golpearlo...
*Flashback*
—¿No vas a responder?
—No.
—¿Esa es tu respuesta para mi primera pregunta o para la segunda?
—Para la primera es un rotundo no, no quiero ser tu novia.
—Se que estás enojada, pero sé que realmente quieres estar conmigo.
—Tú no sabes que es lo que quiero.
—Me quieres a mí.
—Siga soñando señor Anderson.
Me levante de esa silla y subí de nuevo las escaleras, quería salir de esa casa pero ocupaba mi ropa para eso. Tuve que esperar en el pasillo ya que había varias puertas y la verdad no recordaba cuál era la habitación en la que estaba.
—Que linda me esperaste.
—No te espere, no sé cuál era la habitación en la que estaba.
—De echo ese era mi cuarto, vamos es por aquí.—tomo mi mano y lo solté.—Anda que no quiero que te me pierdas.
—Te puedo seguir.
—Entonces vamos.
Llegamos de nuevo al cuarto, me senté en la cama con los brazos cruzados totalmente enojada.
—Quiero descansar.
—De acuerdo.—Chase comenzó a sacarse la ropa justo frente a mi tomándome por sorpresa.
—¿Pero qué haces?
—Pues tengo sueño es de noche y quiero dormir ¿No es obvio?
—¿Y dónde voy a dormir yo?
—Conmigo.
—Ja, que gracioso eres deberías ser comediante.
—No era un chiste pero bueno.
—No voy a dormir contigo.
—¿Sabes cuántas desearían estar en tu lugar? Y tu rechazas dormir conmigo.
—Pues ve y diles a esas otras que vengan a dormir contigo, porque yo no quiero.
—Pues lamento informarte que no hay más habitaciones.
—Si claro, te voy a creer que está gran casa que tienes solamente tiene una habitación.
—Buen punto cariño.
—No me llames amor, cariño o cualquier otro apodo cursi que se te ocurra.
—Bien, bien.—termino de desvestirse quedando en bóxer.
Tenía un abdomen muy marcado se notaba que hacía ejercicio, aparte tenía un tatuaje en el abdomen que le daba una imagen más masculina.
—Ahora tú me das miedo viéndome así.
—No te estaba viendo.—sentí mis mejillas arder.
—Te queda mejor esa camisa que a mí.—se acomodó en la inmensa cama.—¿Vas a venir o tendré que ir por ti?
—Bien, pero ni se te ocurra acercarte a mí.—me acosté esta cama era tan cómoda o yo estaba muy cansada, Chase apago la luz de la lámpara que estaba junto a la cama y se acercó más a mí.
—Buenas noches linda.
—Descansa Chase.
—¿Quieres que te abrace?
—No.—Se me acercó y me rodeó con sus brazos.—Te dije que no.
—Dicen que las chicas cuando dicen que no es que sí.
—Como sea.
Estaba demasiado cansada para pelear, me pesaban los ojos y tenía mucho sueño, me había quedado profundamente dormida pero me desperté al sentir como mi cuerpo se movía de un lado a otro.
—Jade despierta.
—¿Qué sucede?.—abrí los ojos con pesadez y lo mire tocar mi frente con una de sus manos.
—Estás sudando y tienes fiebre.
—Me duele la cabeza.
—Debo llevarte al hospital.
—¡No! Yo odio los hospitales.
—Pero estás muy caliente y puede ser grave.
—No, no quiero ir al hospital.
—No seas necia vamos.— se levantó y se comenzó a vestir, me tomo en brazos y me subió a su auto, iba muy rápido hasta pensé que podríamos chocar en cualquier momento.
—Despacio ¿Si?, no quiero morir.—ya no podía abrir los ojos me pesaban mucho.
—Lo siento, no cierres los ojos dime algo no se pelea conmigo o algo pero mantente despierta.
—No puedo, me duele la cabeza y estoy cansada.
—Pero no te duermas, háblame.
—Chase.
—Dime amor.
—Eres un tonto.—río.—Y te amo.— y sin más cerré mis ojos, ya no aguante más. Había quedado inconsciente.
(...)
Sentí que pasó un largo tiempo hasta que desperté, me encontraba en un cuarto blanco y estaba conectada a algo cuando pude visualizar mejor lo primero que note fue a Chase, estaba dormido en una silla junto a mí tomándome la mano. Intente sentarme pero al moverme provoque que Chase también despertara.
—Al fin despiertas.—me sonrió.
—¿Qué pasó?
—Te desmayaste y al llegar aquí te atendieron estuvo a punto de darte neumonía.
—Me quiero ir de aquí.
—No será posible.
—¿Por qué no? Si ya estoy bien.
—Te tienen que checar para saber que estás mejor.
—¿Y cuando me podré ir?
—Mañana.
—Es mucho tiempo, no me gusta estar aquí.
—Yo me quedaré contigo, y así podremos conversar.
—¿De qué?
—Antes de desmayarte me dijiste que me amabas.—sonrío.
—Estaba delirando y por eso te lo dije ¿Te lo creíste?
—Si la verdad si y sé que es verdad.
—No te hagas muchas ilusiones que sigo molesta.
—Perdóname no quise decir que eras una interesada solo que todas las mujeres conmigo lo que siempre buscan es dinero, no conocen otra cosa.
—Pues en primera el que se acercó a mí fuiste tú y a mí no me interesaba ni me interesa tu dinero o de que seas súper importante, yo me enamore del Chase sencillo que conocí aquel día y que no dejaba de mirarme mientras me sonreía.
—Y lo soy créeme que no fui falso cuando estaba contigo, tal vez no te dije que trabajabas para mí pero te aseguro que no es mentira de que siento algo por ti.
—Solo dime algo. ¿Por eso me dieron el trabajo?
—No, yo no te conocía aún y cuando te contrataron yo no sabía de ti hasta que me pasaron tu currículum y me sorprendió que trabajaras tan joven.
—Si eso fue cuestión de necesidad, y me alegro de que me dieran el trabajo ya que de verdad lo necesitaba.
—Pues gracias a eso te conocí, cuando te vi me llamaste mucho la atención no sé pero de alguna manera supe que quería formar parte de tu vida.
—Mira, para ser sincera no si estoy lista para tener una relación.
—¿No dijiste que la vida hay que disfrutarla?
—Si.
—Yo quiero disfrutarla contigo.
Lo pensé por un momento la verdad sé que es una locura que me haya enamorado tan rápido pero cuando salí con él en varias ocasiones fue tan lindo y romántico me trataba como una princesa sinceramente me tenía en sus manos y nada me haría más feliz que disfrutar la vida a su lado.
—Y yo también quiero disfrutar la vida contigo.—se me acercó pero no me beso.
—¿Me permitirías darte un beso?
—¿Enserio me estás pidiendo permiso?
—Si, eso creo.
—Anderson deja la formalidad y bésame.—sonrío y me plantó un tierno beso, desde hay supe que quería pasar el resto de mi vida a su lado.
*Fin del Flashback*
—Entonces desde ese momento ustedes se volvieron una pareja.
—Bueno no del todo, pasó un mes cuando oficialmente nos volvimos una pareja.
—¿El té lo pidió a ti?
—Si fue increíble, mando un avión con un cartel enorme todos estaban ahí y después de 4 años 7 meses me pidió matrimonio.
—Si que fue una relación muy larga.
—Y muy bonita, con el pase los momentos más felices de mi vida.
Y esos días habían terminado puesto que no lo volvería a ver.
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